Partida Rol por web

Este es el lugar donde llegan las almas atormentadas, condenadas a un cautiverio y sufrimiento eternos.

Podéis interactuar con los que os rodean con normalidad pero estáis encerrados aquí, sin poder salir.

¿Es este el fin del camino?

Nada de eso, esto es una tierra de demonios, dispuestos a conceder favores, siempre a cambio de algo, a cualquier incauto dispuesto a escucharles...

Has llegado al reino de los muertos...

Has aparecido en el reino de los muertos, por fin la conexión se ha establecido. Quizás esto te resulte útil en tu búsqueda...

Supuestamente a la zona en la que te encuentras solo llegarán aquellos directamente implicados con esta terrible batalla que se avecina, ya sean siervos del Bien, del Mal o tengan sus propios propósitos...

Ahora mismo solo un alma errante se encuentra en este lugar...

Braka aparece en el reino de los muertos...

-Vaya...qué extraño es esto...¿hola? ¿Hay alguien ahí? -dijo el orco en alta voz tras aparecer en un lugar completamente desconocido para él.
 

Avanzo lentamente hacia el orco, mirandolo con cautela. Este lugar era extraño y sobrecogedor, y ya que mi último recuerdo era haber sido partido en dos, podía hacerme una idea de donde me encontraba. A cierta distancia levanto una mano a modo de saludo.- Veo que no soy la única alma en pena de este lugar. Mi nombre es Plandir el Rojo.

Korina aparece en el Reino de los Muertos...

-Saludos Plandir el Rojo, soy Braka Bagim, líder del clan orco de la Mano Roja, quizá hayas oído hablar...aunque imagino que los motivos para los nombres no coinciden en este caso. -dijo el orco con una sonrisa en la cara. -Y dime...si estás aquí es porque has muerto, no? ¿Qué te sucedió? -entonces el orco se percató de la aparición de otro individuo. -Saludos a ti también. -dijo, sin saber bien a quién se refería.

Riora llega al Reino de los Muertos.

- Que demonios...

Riora avanzó lentamente, observando cuanto la rodeaba.

- ¿Que es esto... Donde estoy?

No estaba sola, pero esta no era la gente con la que estaba, sentía nauseas. No solo eso, una especie de hormigueo invadió todo su cuerpo. Deambuló sin rumbo un buen rato hasta que reparó en Korina, si, la imágen de la chica, todo le vino a la memoria como un carruaje lleno de cajas de madera a toda velocidad por una calle adoquinada, los recuerdos eran ensordecedores, dolían. Caminó hacia ella, no pudo evitar fijarse en su cuello, como si esperara ver la soga que le hizo abandonar el mundo de... Claro, Riora también estaba allí, también había dejado el mundo de los vivos, pero... ¿Era este el mundo de los muertos, o el de los sueños?

No osó tocar a la humana, pero alargó la mano hacia ella, en un gesto de... ¿Compasión? ¿Vergüenza?

- Serás vengada, me he encargado de ello. Mi... Lo que sea esto... Ha sido el precio a pagar para que el que te hizo esto vaya al infierno. Si pudieras dar un mensaje a los que dejaste atrás, ¿Cual sería? Te aseguro que ellos lo oirán.

Z llega al Reino de los Muertos.

Muestro una sonrisa amarga al orco al escuchar su pregunta. Con un suspiro de resignación, le respondo:.- En camino a la tierra del agua, un portal se abrió cerca de mí, y dos lores oscuros salieron de él dispuestos a acabar conmigo. Me defendí como puede, pero resultaron unos oponentes formidables. Lo último que recuerdo es ser partido en dos, y luego la oscuridad me engulló. Lo siguiente...- Y hago un gesto amplio con las manos mostrando el lugar en que nos encontramos.- La verdad es que no he oido de tus hazañas, Braka del clan Mano Roja ¿que te sucedió a tí?...-Entonces reparo en las otras figuras que van apareciendo en este macabro lugar. Hago un gesto con la cabeza al orco para que se fije también en ellas, y levanto una mano a modo de saludo.
 

La orco hizo caso omiso al gesto del brujo, fingió no darse cuenta, mas no pudo hacer lo mismo con la llegada de Z. Se dió la vuelta y buscó su arma i su escudo instintivamente. Posiblemente de nada sirvieran aquí, pero los instintos de un cazador son difíciles de ignorar.

Cuando iba a responder al brujo la reacción de la desconocida alerta a Braka. -Un momento, ¿qué está pasando aquí? ¿Porqué te inquietas así con la llegada de ese? ¿Y qué has querido decir con lo de que el mensaje se oirá? ¿Serías capaz de hacer llegar un mensaje a alguien? ¿A quién? Yo tengo información importante.

Sin apartar la vista de Z Riora respondió a Braka.

- No he dicho que sea capaz de mandar un mensaje, he dicho que el mensaje será escuchado. No se quien eres, y no me interesa demasiado, pero no veo por que debería prestar atención a todos los que pueblan estas tierras yermas. Respecto a ese. - Hizo un gesto con la cabeza hacia Z. - Es la razón por la que Korina y yo estamos aquí, y parece que hasta después del Sueño tenemos una cuenta pendiente.

No sabes nada, le respondía a la palabrería de la orco, aquel caballero oscuro con su ataque cambio algo en mí, y por eso hice lo hice, no sabes nada.

No aparte la vista ni un momento de la orco, yo no era del tipo de personas que matan a sangre fría, no fue algo que quisiera hacer.

Zorin y Glardom aparecen en el Reino de los Muertos.

Vaya por Dios. Y ni lo he visto venir. 
Bueno, ha sido un placer jugar con todos en esta extraña y original aventura. 

-Que la verdad sea dicha...Yo no estoy muerto, sigo tan vivo como siempre fuera de este extraño lugar...pero por alguna razón que desconozco puedo comunicarme con los muertos. Quizá guarde relación con la muerte de todo mi clan...Pero sea como sea yo puedo utilizar cualquier clase de información que me podáis ofrecer. Y bien, ¿qué decís?

Miro atónito al orco tras escuchar sus palabras.- ¿es eso cierto? ¿puedes hacer de vínculo entre los vivos y los muertos? ¿Y por ventura no sabrías la manera de que los muertos volvamos al mundo de los vivos? Daría lo que fuera por otra oportunidad...- Suspiro en tono apesadumbrado. Espero la respuesta de Braka pero me retiro un poco del resto, su actitud no parece demasiado amigable...