Partida Rol por web

-Akerón, es el segundo idioma más hablado, después del latín. No te vendría mal aprenderlo, hay muchas novelas escritas en ese idioma que valen la pena.

Hogan levanta una mano cuando te despides de él, sin apartar la atención de sus cosas.

Mientras vas por el pasillo hasta el salón, distraída con tu ensalada de pensamientos, chocas con alguien.

-Mira por dónde vás, sonámbula. -Remiel, que hasta entonces estuvo callada, parece que se ha recuperado un poco, aunque no del todo, pues no ha elevado tanto la voz.

Te obstruye la visión un par de pechos, los cuales pertenecen a una chica alta que te mira desde una cabeza más arriba. -No soy sonámbula. -Responde sin inmutarse. Aunque su voz no es muy femenina, sigue siendo suave y con tono gentil. Es la alumna que ayer más o menos a esta hora se había topado con Yuri de una manera similar.

Detectas a tu alrededor las miradas nerviosas de un par de alumnos que están por ahí cerca, pero que se están alejando despacito.

La chica te mira a ti y luego a Remiel, levantando un poco las cejas. -Ah... -Acerca su dedo despacito para intentar tocarla. -Qué linda.

Ah,-Mi voz es tenue al chocarme con la otra muchacha, mis pensamientos me habían distraído lo suficiente para no ver lo que ocurría a mi alrededor.-No, Rem, ha sido mi culpa.- Digo mientras alzo la cabeza para ver a la muchacha.  En el momento que la veo un pensamiento pasa por mi mente. “Espera, ella no es… Si, si es.” Noto como mis nervios empiezan a aflorar.

-Yo… Lo siento, iba distraída.- Me disculpo mientras mi inclino. La verdad es que tenia pocas intenciones de tener problemas con alguien a la cual apodaban la dama de hierro y encima era de un curso superior al mío. Me percato entonces de que se ha quedado fijamente mirando a Remiel y esta intentado acercar un dedo para acariciarla. Vista de cerca… no parece una persona maligna ni nada parecido… Por qué tendría ese apodo era un misterio para mi.- Al contrario de lo que puede parecer no quema, bueno únicamente con sus comentarios.-Comento a modo de broma refiriéndome a Remiel.- Pero no se si se dejara tocar.

Doy una pausa para respirar, no iba a dejar que comentarios de otras personas formaran mis opiniones sobre alguien.- Soy Hanako, encantada… eh…- hice una pausa por si quería presentarse ella misma ya que aparte de su mote no sabia como se llamaba

-...Gamu. -Remiel le muerde el dedo índice al ella acercarlo lo suficiente.

-Ng... -Ella solo hace una mueca de dolor y le lagrimean un poco los ojos, pero no quita el dedo de ahí, mientras que la sheele no suelta. Extiende la otra mano y con el dedo acaricia su cabecita.

-Ggrgnrgr. -Remiel le gruñe, todavía forcejeando con sus dientes.

Se escapa un fogonazo pequeñito y la chica aparta el dedo enseguida, se lo mira y lo sopla con cuidado. Todos los alumnos que había en el pasillo salieron corriendo al oír el fogonazo, aunque no se trataba de muchas personas.

La chica se queda mirando a Remiel con los ojos humedecidos, sosteniéndose la mano con el dedo quemado. Luego te mira a ti. -Hanako... -Se quita las gafas para restregarse las lágrimas y se las pone de nuevo. -Soy Momohime, pero no soy de Lannet. -Si la observas con detenimiento notas rasgos ryuan en su aspecto, pero no es su etnia predominante.

Eeh… rectifico, no quema a no ser que ella misma quiera quemar.-Mientras lo digo me pongo a buscar en mi bolso cacao para los labios que suelo llevar y saco la barrita.- Échate un poco en la quemadura, asi no saldrá ampolla y dolerá menos.- Era un pequeño truco que había aprendido buscando por internet, ciertamente afectivo cuando Remiel tenia algún que otro berrinche.

Me extraño bastante la aclaración de la chica respecto a su procedencia o no de Lannet ¿Acaso importaba?.- Encantada de conocerte Momohime.- Comente cordial mientras remiel aún seguía mirándola y soltando pequeños gruñidos. Con un pequeño gesto mire la hora, aun había tiempo antes de que empezaran las clases.- Aun queda tiempo para que las clases comiencen, ¿quieres que te acompañe a la enfermería para ver si tienen alguna pomada o algo mejor?

-Segura que funciona? -Toma el cacao y se lo acerca a la nariz para olerlo. -Huele rico.
Usa un poco en su dedo índice y luego te lo regresa. -Gra.. -Pero casi se le cae al suelo ante tu siguiente propuesta.
-N-no! Digo... no, no es necesario, ir a la enfermería, no. Estoy bien. -Niega rápidamente con la cabeza.

Tras eso se fija en tu cara, en la cicatriz que cubre la mitad de la misma. Su expresión varía de forma sutil, pero no cambia a una de asco sino a una de preocupación. -Tú estás bien...?

---Maldita sea ¿por que el tiempo siempre pasa tan deprisa cuando estas en lo más interesante?- digo, sin darme cuenta, en voz bastante alta debido a la frustación, con cuidado cierro el tomo viejo y lo dejo en el estante y salgo corriendo a buscar a Yuri del futuro.

Sus palabras se quedan flotando en el aire y tardo un par de segundos en comprender a que se refiere.-Si, estoy bien.- Aclaro mientras desvío la mirada hacia un lado. En cierta manera entendía lo que podía causar mi aspecto, curiosidad, lastima, en algunos casos asco. No por ello me contentaba con esa actitud por parte de la gente simplemente no me agradaba que intentaran tratarme de manera diferente por mi aspecto.- Nada importante.-Declare con poca seguridad reprimiendo mis ganas de marcharme de allí.

Entonces, ¿De que clase eres Momohime?-Suponía que era de las clases superiores ya que una persona nueva no podía tener ya rumores sobre su persona al entrar.

Pero cómo es posible que ese tal Wil me supere en velocidad de reacción? Pienso cuando este me atesta un golpe crítico con el que se me nubla la vista. Acaso supera naturalmente la velocidad de mis técnicas? y, justo en ese momento, quedo inconsciente, cayendo al suelo.

Al despertarme, después de un extraño sueño tan lúcido como si fuese un claro recuerdo, me encuentro con Nerine en la enfermería, que parece haber utilizado su magia para curarme de vuelta, aunque parece algo nerviosa. Será por mi presencia o simplemente será así? Me pregunto mientras compruebo que estoy vestido esta vez, para no cometer la estupidez de la última vez, levantándome completamente desnudo. Por suerte esta vez estoy con los pantalones, así que me levanto con calma, echándome la mano a la cabeza. más que ningún tipo de dolor, es la vergüenza de perder contra la misma persona dos veces de forma tan patética.

- Lo único dolido es mi honor.- Contesto de forma seria, algo realmente extraño en mi, aunque rápidamente vuelve mi sonrisa al mirarla directamente a los ojos. -Muchas gracias por tratarme esta vez... Nerine, ¿verdad? Podrías guardar el secreto por mi esta vez?.- Le comento guiñándole un ojo mientras me pongo de pie con tranquilidad. Parece que no tengo ninguna herida que me incapacite para andar.- Aunque no sé si Ifi-dono le contará a su marido lo ocurrido. Si te pregunta directamente no mientas, por favor. No quiero meter a nadie en un lío.- Le sonrío de vuelta mientras busco mi camisa y chaqueta.- A qué hora estamos? No se cuanto llevo inconsciente...

-Tercero. -Responde y deja de prestar atención a tus cicatrices. -Estoy en la clase E.
Está mirando más a Remiel, que le devuelve la mirada con desdén. La joven no es capaz de mantener así el contacto visual con la sheele y agacha la cabeza con un gesto triste.

Ocurre un silencio incómodo que dura unos segundos, tras los cuales Momohime decide intentar iniciar una conversación. -...Tú eres de prim...

-Hoo, aquí está la p*ta que casi me desfigura la cara. -Aparece en escena un alumno con un claro aspecto de delincuente y un pompadour que no cabe en su retrato. Trae unas cuantas vendas en la cabeza y una gasa en el pómulo y otra en su barbilla.
Interrumpe a Momohime y avanza crujiéndose los nudillos.
Detrás de él viene todo un séquito conformado por unos diez o quince muchachos más. Todos ellos con pintas de que vienen con fines delictivos. Hay incluso bates de baseball y similares.

Momohime en seguida se da vuelta y antepone su brazo para cubrirte y mantenerte detrás de ella.

-Pagarrrás por lo que le hiciste a Johnny, sucia **** ***** de ******. -Junto al de gafas de sol hay otro, notoriamente feo, que masca sin ningún pudor una piruleta.

-... -La chica mantiene la calma a pesar de la situación. -Váyanse... no sean tontos. -Les habla sin elevar el tono y sin enfadarse, pero se nota que está haciendo un terrible esfuerzo para esto último, el brazo que tiene delante tuyo está temblando con fuerza y cierra el puño.
La manada de violentos no retrocede, sino que continúa avanzando.

-No. Vamos a quedarnos y darte un buen jarabe de palos. -Responde Johnny con una mueca de malicia. -Y te llevaremos con Víctor, que desde hace tiempo te está con ganas.... huh? -En ese momento se percata que estás detrás de la chica. -Qué es esa cosa de ahí? No me digas que hoy tenemos doblete. -El grupo festeja cada uno de sus comentarios.

-Qué tiene en la cara? Parece que alguien la masticó un rato. -El otro se acerca también, estirando el cuello para tratar de verte mejor. -Ey! Muéstrate mejor!

Remiel se ha vuelto invisible en el instante en que aparecieron todos estos.

Nerine te mira a los ojos sonriendo timidamente. -Ahaha... -Se acerca a ti ofreciéndote un vaso de agua. -No te preocupes.

-Te has quitado ya las vendas de ayer, y veo que la herida se ha recuperado del todo. -Vuelve a llenar el vaso y lo deja sobre la mesita de luz junto a una jarra. -Trata de tener más cuidado, sí? Los de los clubes de artes marciales a veces son muy brutos... ah, tu hermano dejó esta nota con tus cosas. -Te da un papelito.

Dice la instructora que quiere verte cuando despiertes.

-No ha pasado mucho tiempo, son las siete y media. -Ahora está preparando instrumentos y limpiando, seguramente para dejar todo prolijo y ordenado para cuando llegue Taisei. -Pero por qué has venido tan temprano? 

Al ver a todos aquellos matones doy un pequeño paso hacia atrás, no entendía lo que estaba pasando, pero seguramente aquel movimiento fue lo que delato mi presencia. No tengo muy claro que hacer, Momohime se ha puesto delante pero no puede evitar que escuche el desafortunado comentario del tipo de la piruleta. Me quedo de piedra sin saber que contestar hasta que veo como Remiel ha bajado de mi hombro y en su forma invisible esta revoloteando hacia detrás de ellos.

No me gustaba cuando se metían conmigo o preferían algún insulto, pero podía tolerarlo. Remiel era un caso distinto, cualquier ofensa que fuera dirigida hacia ella o hacia a mi parecía sacarla totalmente de sus casillas. Realmente en aquel momento no temía por mi, no temía por ella, temía por aquellos chicos.

Sin saber que hacer me gire hacia Momohime.-¿Pu… puedes pararlos? No… no quiero que mueran…- Pregunte preocupada, bastante había tenido con que casi incinerase a una persona el día pasado como para que otro suceso de ese tipo pasara con varios chicos. No sabia como iba a reaccionar ante ese comentario, pero la ultima vez que ocurrió algo así las noticias lo anunciaron como una bomba colocada en un autobús con un único herido de gravedad. Del autobús no quedaron ni los restos, no sé como los periodistas pudieron pensar que lo que había destruido todo el autobús solo había herido a una persona.

Lentamente empecé a acumular zeon puro por lo que pudiera pasar.

- Muchas gracias.- mientras recojo el vaso que me ofrece y le pego un sorbo, además de la nota que Ethien me dejó. No es de extrañar que Ifi quiera hablar conmigo, aunque tampoco sé exactamente lo que querrá hacer- Así que no ha pasado mucho tiempo. Menos mal...

- En cuanto a lo que hago tan temprano. La señorita Ifi-sensei me pidió que viniese temprano para apuntarme y conocer a la gente del dojo. Y claro... el primer reto para conocer quién sería el capitán no ha salido muy bien jejejejejeje... Sonrío echándome la mano a la cabeza, entre vergüenza pero pareciendo que no me importa mucho.

Creo que tengo que ir a hablar con mi sensei.. Probablemente me vaya a echar la bronca por perder tan rápido y ni siquiera dar un combate mínimamente digno.

-Eh..? Pararlos? -Por su cara notas que no comprende, pero ves que da un respingo al ver allá al fondo, detrás de donde están los buscapleitos.

Remiel se ha materializado allí y está a punto de lanzar una bola de fuego enorme.
En ese mismo instante, Momohime estalla. Sientes un calor extraño brotando de ella que hace que te apartes como si te hubiera dado un chispazo, y ves que tanto de sus ojos como de sus manos se desprenden unas llamas pálidas de color azul.

-Háganse a un lado!! -Les grita Momohime a los muchachos de ahí, pero es poco el caso que le hacen.

-Hah? Qué coñ...

No tiene tiempo a responder. Momohime sale disparada hacia adelante al mismo tiempo que Remiel lanza su hechizo, deteniendo la bola de fuego con ambas manos puestas hacia adelante.
Todos ellos salen despedidos hacia los costados debido a la potencia y chocan contra las paredes, quedando allí adoloridos y aturdidos.

Momohime gruñe y forcejea un poco más, pero no puede evitar que el proyectil siga su curso y queme toda la parte delantera de su ropa y sus mangas. El humo la hace toser.

Remiel busca entre los caídos al raro que fue grosero con Hanako, que está intentando levantarse frotándose el trasero.

-HIII!! -Al ver lo que acontece retrocede muy tembloroso. -Fuera! No me toques! Hablaré con el director!

-Ah, la profesora Diotrephes. Te has apuntado al club de kendo? -Con gentileza te acerca tu bolso y tu espada cuando te levantas. -A veces se pasa por aquí a traerle el almuerzo al señor Taisei, son una pareja encantadora y muy amable.

-Aún tienes algo de tiempo, no te recomiendo hacerla esperar. -Suelta una risita. -Pero trata de no llegar tarde a clase.

Nada más cruzas la puerta del dojo te encuentras con la profesora Ifi. Está allí sola, y cuando das un paso dentro ella te mira con una sonrisa gentil, o eso parece.
Todo a su alrededor es muy oscuro, como si de ella salieran llamas negras, y sientes que hay demasiada presión en el ambiente. Pronto te invade un fuerte miedo que no sabes de dónde viene, que es tal que te cuesta mover tus extremidades, sintiéndolas entumecidas. No ves a Wil en ninguna parte, tal vez no haya regresado por aquí.

-Hola Yuri. Cómo te ha ido en la enfermería? -Pregunta con voz calmada y amable.

Empieza a caminar hacia ti lentamente.

Miro durante un momento aturdida como Momohime para la bola de fuego que ha lanzado Remiel desde el otro extremo del pasillo. ¿Habría sido consciente de que si no la paraba nadie nos hubiese acabado impactando a mi y a Momohime?. Sacudí la cabeza confusa y me limite hacia correr por el pasillo hacia donde estaba Remiel acercándose a aquel idiota. Mientras corría detuve el drenaje de energía que estaba efectuando Remiel a mi cuerpo haciendo que su trasformación acabara volviendo a su pequeña forma. Revoloteo aturdida en el aire durante un instante hasta que llegue y la cogí con la mano.- Ni lo pienses.- Le dije mientras no paraba la carrera.

Quería salir de allí, demasiadas miradas, demasiadas experiencias en lo que iba de dia, quería sentarme en mi silla y descansar. Cuando corría y pase a Momohime mi boca se abrió para recitar una disculpa.- Lo siento…- No me pare para ver que respondía, simplemente seguí corriendo intentando alejarme de todo aquello.

Notas que la gente te mira correr, entre los rostros ves algunos conocidos, o más o menos. Puedes ver al chico rubio de más temprano, acompañado de la otra alumna que estaba con él, levantan la mano para saludarte pero sigues de largo y los dejas atrás. También te cruzas con un profesor que te grita que no corras en el pasillo.

Cuando llegas al salón está vacío, salvo por una persona.

Está Sveinn Muspellsmegir dormido en su asiento, en la última fila junto a la ventana. Tiene un antifaz para dormir tapándole los ojos.

-Estaba todo calculado. -Remiel rompe el silencio tras haberte sentado en tu sitio y puesto el bolso sobre la mesa. -Si no se hubiera entrometido la sonámbula habría salido todo bien.
-Además, ese catatuflo te... te dijo algo horrible...

Me senté en mi sitio y apoye el bolso encima de la mesa, cerré los ojos intentando calmarme durante un momento. No tardo mucho en dejarse oír la voz de Remiel.- Si la “sonámbula” no se hubiera interpuesto ahora mismo habría gente en el hospital.- Aunque era curioso que Momohime hubiera podido parar el hechizo de Remiel, debía de ser bastante fuerte, aunque su ropa quedo quemada, tendría que compensarla de alguna forma.

-Y por si no te has dado cuenta, detrás de esos chicos estaba yo, si no hubiera parado tu hechizo yo también habría salido herida. Te lo he dicho muchas veces, da igual lo que diga la gente, las ofensas no se hacen, se toman. Si respondemos de forma agresiva a toda provocación no será bueno para nadie y solo acabaremos haciendo daño.- Dije finalizando mi discurso mientras sacaba de mi bolso un libro de lectura para entretenerme hasta iniciar la clase.

Tras unos segundos que aprecen varias eternidades juntas, Ifi deja de desprender ese aura rara y suspira. -Yuri... -Arquea las cejas, la notas afligida por el tono de voz. -No debiste haber tenido problemas para vencer a ese otro chico. Qué te pasó? Te has puesto nervioso?

La mujer se queda un rato mirando el suelo y pensando, hasta que eleva la vista de nuevo, directamente a tus ojos. -Mientras estuviste en la enfermería hablé con tu padre y le conté de esto. -Su semblante es serio ahora. -Me dijo que no me hiciera mala sangre, que lo deje estar. Pero no puedo dejarlo estar. -Se lleva una mano al corazón. -No puedo permitir que el talento del primogénito de Ishikawa se eche a perder.

-Y es por eso que... -Hace una pausa y luego prosigue. -Voy a considerar la posibilidad de tomarte como discípulo en nuestro dojo. Y no hablo de este dojo en la mansión Fuuten. Hablo del dojo en la residencia Kamigawa.

Te diriges al salón con las palabras "puedes tomarte tu tiempo para pensarlo, pero dame tu respuesta en el correr de la semana, sí?" rondando por tu cabeza. "Hablaré con mi esposo, pero seguramente esté de acuerdo." Ya pronto sonará la campana que dan inicio a las clases del día.

Tras unos minutos de más silencio, Yuri entra al salón.

Solo hay dos personas y una personita, Hanako leyendo en su asiento con Remiel sentada sobre su cabeza y Sveinn durmiendo también en su sitio, con un antifaz para dormir cubriéndole los ojos.

La verdad es que la charla de Ifi-sensei me había dejado pensando bastante tiempo. Era cierto que mis movimientos son mucho mejores que los que llevo mostrando desde que llegué a la academia. Es como si mi cuerpo estuviese entumecido... no soy capaz de dar mi máximo y ya van varias derrotas seguidas desde que llegué pero... será buena idea unirme a su dojo? Por una parte me vendría bien conocer otros estilos para perfeccionar el mío, pero por otro lado no me gusta la idea de aprender de otras personas. Siempre he aprendido del estilo de mi abuelo, que era bastante libre. Tendré que pensarlo más detenidamente durante la semana... a ver qué es lo que ocurre. Además está la hija de los senseis. Era posible que si me unía al dojo pudiese acercarme más a ella.

Mientras camino y voy pensándolo entro en el salón. Parece que soy de los primeros en llegar, estando únicamente mi prima y Sveinn en la sala, que está durmiendo tan tranquilamente, aunque ahora que lo pienso. ¿Qué se supone que hacen agentes de Tol Rauko en un instituto? Entiendo que el día anterior estuviesen buscando a esa criatura que causaba problemas, pero acaso ocurre algo más aquí? O simplemente están de vigilancia al haber tanta gente con poderes especiales? Es una posibilidad, no lo voy a negar

Así pues, me acerco a mi prima, que tiene a Remiel en su cabeza, con total tranquilidad y comienzo una tranquila charla con ella mientras no empieza la clase, omitiendo por supuesto el hecho de que he vuelto a la enfermería tan pronto. Esperaba que esa información fuese lo más secreta posible, aunque no sé hasta qué punto eso puede ser posible

Paso el día en clase con total tranquilidad, entre siestas mientras me voy aburriendo y las correspondientes broncas de los profesores. Así también intento hacer amistad con más compañeros de clase e ir conociendo sus historias, así como contar la mía un poco por ahí...