Partida Rol por web

El esmirriado ermitaño se deja llevar mientras murmura entre dientes. Parece hablar con alguien, pero no hay nadie que le escuche. Los que le acompañan lo miran con desprecio ante sus palabras sin sentido. No obstante su mirada es lúcida, una especie de determinación impregna sus gestos.

Cuando llega ante Garnath se constata la evidente diferencia física entre ambos. El recién llegado es pequeño, famélico y debilucho. Pero aún así se iergue ante él enfrentando las miradas y proclama a viva voz su profecía -para él y para los que quieran escucharle-.

- ¡Los espíritus me han hablado! ¡La sombra del mal se cierne sobre Brolia! ¡Esta boda no es más que el principio! -mira a los dos jefes- ¡Vosotros seréis los culpables! ¡Vuestra ambición será nuestra perdición!

-¿Como te atreves a presentarte aquí con tales presagios?- Brama Garnath con las venas de su cuello hinchadas. Pero antes de poder mover ni un solo músculo, el jefe de los Raicesheladas le susurra algo al oido que le apacigua inmediatamente. Garnath sigue hablando con mucha más calma. -Sin duda las profecías de los hombres solitarios son ciertas y respetadas, pero debemos actuar con cautela esta vez. mañana se celebra la boda más importante desde que nuestros ancestros fundaron las mayores tribus de Brolia y no podemos dejar que nada lo estropee.

Dicho esto, Garnath se fija en que vosotros estais husmeando por las cercanías y os llama, invitandoos a entrar en su cabaña, junto al ermitaño y Olaf. Cuando estais todos reunidos comienza a hablar d enuevo en su tono más sosegado: -Mañana debe empezar la ceremonia nupcial, pero hay algo que todavía no está completo. Para realizar el enlace según las costumbres Brolianas, cada tribu existente que de su visto bueno debe acudir a la ceremonia para presentar sus respetos. Desgraciadamente, ningún miembro del pueblo de Redes de Plata ha acudido. Siempre hemos tenido muy buenas relaciones con ellos y no comprendo a qué se debe esta demora. Redes d ePlata está a casi un dia de camino dirección Oeste;  quiero que vayais allí y averigueis el porqué de su ausencia; Si les hemos ofendido de alguna forma confío en que sabreis deshacer el entuerto al igual que hicisteis con los Valle Sombrío. Llevareis con vosotros al ermitaño; asi sabreis si sus profecías tienen algo que ver con esto.

Miro al recién llegado con curiosidad, luego al Jefe, y asiento sin decir palabra. Empezaba a hartarme de tanta boda y necesito asilvestrarme un poco para compensar.

Observo al chamán y a nuestro jefe, y asiento con la cabeza:

-Muy bien, nos ponemos otra vez en marcha.

Me caliento un poco las manos en una pequeña hoguera que había en la tienda y les digo:

-Tendremos que empezar a preparar la salida.

Me acerco al nuevo chico, y le extiendo mi mano:

-Muy buenas, soy Kilder, "mago guerrero" del grupo, y a veces atroz con mi arco.

Menos mal que nos vamos, no tengo ganas de tanta alegria y menos despues de los palos que me he llevado en el torneo de lucha, a ver si con suerte ahora encuentro un enemigo mas pequeño a quien pueda aplastar, hecho de menos aplastar.. donde he dejado mi martillo? no me puedo ir sin mi martillo.. sin el no puedo aplastar bueno que hago pensando esto me tengo que preparar

-Yo aun tengo que cojer algunas cosas cuando y donde nos reunimos?

-¡Por el Atronador! -digo para mis adentros con los ojos muy abiertos-. ¿Cómo no me he dado cuenta de la ausencia de los Redes de Plata? Tenemos que ir a sus tierras y hacer que vengan cuanto antes. La felicidad de mi sobrina depende de ello. Y, al parecer, también la prosperidad de todos los clanes, si hay que creer la profecía del ermitaño. Pero, ¿de dónde ha salido este tipejo? ¿No se habrá inventado la profecía? Me da mala espina este recién llegado.

Me planto delante del chamán con los brazos cruzados y la barbilla alzada, y le digo:

-Soy Kenvent, noble del gran clan de los Cuervos Rojos, los mejores guerreros de Brolia. ¿Quién eres tú? ¿Y de dónde has sacado esa profecía? -le espeto frunciendo el ceño.

El recién llegado mira y no mira a Kilder -desde que expuso su profecía parece en otro mundo-. Sus ojos atraviesan al aficionado a la magia.

- Sí, Gunhar, tiene un poderoso espíritu, pero déjalo tranquilo. No es enemigo, por ahora...

Con quién habla es una incógnita, aunque parece estar sobre el hombro derecho de Kilder pues ahí es donde dirige su mirada.

- Swen, de los Pies Fríos -contesta a Kilder y Kenvent-. Los espíritus hablan del pasado, del presente y del futuro -es toda su respuesta al segundo interrogante-.

Su mirada deambula entre todos los integrantes del variopinto grupo como ida y a un mismo tiempo analítica. Parece estar viendo más allá de su piel.

Choco la mano, y miro sobre mi hombro a ver si tengo algo.

Pues no, no tengo nada, me parece que a este chico le falla algo en la cabeza, espero que no tenga la misma afición que yo a quemar cosas.

Me acerco a  Kenvent, y le digo en voz baja:

-¿crees que será buena idea que venga?, a ver si nos la va a liar por el camino, que le de un ataque o algo así, no parece tener muy bien los pies sobre la tierra, yo no quiero llevarle la contraria al jefe, pero a este hombre habla un poco raro, y me parece que vo ve muy bien, y se guia mas bien por los sonidos.

Me acerco a el despacito, y le chasqueo los dedos delante de los ojos, a ver si responde a los estímulos.

"Que hombre mas extraño" pienso mientras lo miro. Es la primera vez que oigo hablar de tal profecia, no entiendo porque habla de ambicion, ni que tiene que ver eso con una catastrofe, desde siempre han habido bodas, la gente se ha casado, tanto la humilde como los hijos de los poderosos. Observo al hombrecillo con desconfianza y sigo sin comprender que tiene que ver la boda con la perdicion de Brolia. Tal vez pronto lo sepamos. Mientras tanto tenemos algo que hacer, averiguar porque nadie del clan Redes de Plata ha venido.

-No tenemos mucho tiempo, mañana empezara la ceremonia nupcial, debemos darnos prisa y averiguar lo que Garnath nos ha pedido. 

Exhalo un suspiro burlón y me aparto del chamán entre extrañado e indignado. -Este tipo está chiflado -le comento a Kilder por lo bajo-, pero será mejor que vayamos con cuidado, si de verdad puede hablar con los espíritus, es un tipo muy peligroso. No le pienso quitar el ojo de encima.

"de los Pies Fríos", dice, ¡ni siquiera sé si he oído hablar alguna vez de ese clan...!

-Partiremos de inmediato hacia las tierras de los Redes de Plata -le digo a mi hermano-. Y volveremos mañana con la solución a este misterio.

Salgo de la cabaña de Garnath y voy a recoger mis armas, mi armadura y mi escudo. Luego recojo un poco de carne salada de conejo, pan, queso y odres de agua para el viaje, pieles de abrigo y yesca y pedernal. Me siento orgulloso de la confianza que Garnath deposita en mí y el resto de mis compañeros, aunque también me inquietan mucho las palabras de ese tal Swen y la ausencia de los Redes de Plata. Luego inspiro profundamente y la brisa fresca me aclara la mente y me da ánimos para encarar lo que está por venir. Recuerdo un viejo dicho: "el que se pasa el día preocupado por su cosecha, ni ara el campo ni cosecha nada al final".

Vuestra disposición me llena de orgullo.- Dice garnath con una sonrisa. -Pero sobretodo recordad que sois cuervos rojos y que debeis estar presentes en la boda. No quiero sorpresas ni heroicidades esta vez. Limitaos a viajar hasta el pueblo, averiguar qué está pasando y regresar aqui con las noticias. Yo decidiré como actuar con los Redes de Plata.

Me inclino levemente de nuevo en señal de aquiescencia pero, tras dudar un segundo, pregunto, con una ceja levantada.

- Iremos a buscar a los Redes de Plata desaparecidos, aunque -miro a Kenvent interrogativamente- ¿alguien me puede explicar algo sobre ellos? ¿Tienen enemigos o frontera con algún peligro tan serio como para justificar su ausencia? 

Máster: ¿Sé algo de los Redes de Plata?

-Los redes de plata son la tribu más al Este de Brolia, más allá de los Valle Sombrío. Su asentamiento se encuentra en las lindes de un gran bosque que hace de frontera con las tierras del imperio lunar. Siempre hemos tenido buenas relaciones con ellos, aunque nuestro contacto se ha limitado a ocasiones muy especiales como esta. Sé que son un clan pequeño pero poderoso, muy ligados con los dioses y otros espíritus por lo que dudo que haya podido pasarles algo y no haber recibido noticias de ello. Ahora partid y recordad: Solo quiero saber por qué no han venido; Ante cualquier contratiempo regresad aquí e informadme. Todo tiene que salir bien.

Dicho esto garnath se retira y podeis preparar vuestras cosas.

Partís de inmediato. El clan Redes de Plata está a mas de un dia de viaje por lo que es inevitable pasar una noche al raso y e spreferible pasarla cerca de casa. Partís por la tarde cuando aún quedan varias horas de luz y caminais hasta que el ultimo resplandor del sol ha desaparecido. Acampais cerca del camino junto a u fuego que cuidais durante toda la noche y al amanecer partís de nuevo.

El paisaje carmaniano es uno de los más bellos del Imperio como han atestiguado artistas pintores y poetas durante las décadas de expansión imperial, pero ahora que avanzais por las suaves llanuras de la parte más alta de Brolia os dais cuenta de que toda la poesía se queda corta ante tal espectaculo: La luz de la mañana hace brillar el rocío sobre la hierba como cientos de miles de diamantes; las colinas terminan abruptamente en escarpadas paredes de piedra que terminan en bosques inmensos que se extienden más allá d ela vista y aquí y allá, el sonido de decenas de arroyos nacidos de la misma roca os guía hasta lagos cristalinos que reflejan las nubes con nitidez.

hacia mediodía alcanzais un punto en el que el camino se adentra en el bosque, no demasiado denso en este punto. A partir de aquí comenzais a ver pequeños hilos, probablemente telarañas, que cruzan el camino de lado a lado; Al principio son escasos pero a medida que avanzais se van haciendo más y más numerosos hasta que forman un curioso espectaculo. este fenómeno es, sin duda, lo que dió nombre al clan hace muchos años.

No puedo evitar sentirme feliz al comenzar el viaje. Necesitaba volver al bosque. Como de costumbre, avanzo un poco mi posición, sirviendo de explorador y rastreador, y aprovecho la tranquilidad del viaje para cazar un par de presas y probar mi nuevo arco. 

De vez en cuando, me quedo quieto en algún mirador natural, contemplando extasiado las bellezas salvajes de Brolia. Y yo que pensaba que las montañas de Carmania eran hermosas...

En uno de esos pequeños avances, encuentro un fenómeno curioso: las telarañas cubiertas de rocío parecen una preciosa red de plata. Aguardo a mis compañeros frente a las primeras que cruzan el camino mientras observo los márgenes, evaluando mis posibilidades de avanzar entre los matorrales.

Caminando jovialmente junto a mis compañeros, comienzo a ver los hilos tejidos por el camino, y me sumo en mis pensamientos:

Me encantaría ver una de esas arañas, hace tiempo que no tallo ninguna figura de madera, y ese parece un buen reto. ¿habré perdido mi fuente de inspiración?

De repente, me paro en seco, y le señalo a todos con el dedo:

-¡Mirad eso!

Indiferente al paisaje, me paso todo el viaje reservado sin dejar de vigilar a Swen Pies Fríos. A mis preocupaciones se suma ahora la sospecha de lo que ha podido pasarles a los Redes de Plata... Tan cerca del Imperio Lunar... Bah, será mejor no preocuparme por ahora, tengo suficiente con ese chamán que nos acompaña.

-Vete con cuidado con el chamán -le susurro a Kilder sin que Swen me vea-. Podemos enfrentarnos a muchas cosas, pero los espíritus están más allá de nuestras posibilidades. ¿No habrás aprendido algún conjuro para protegerte de ellos en ese libraco que te regaló mi hermano, no?

Respondo a Kenvent en voz baja sin perder de vista eso que he oteado.

-Pues no se ningún conjuro de esa clase, yo sólo puedo atacar a cosas que vea, o como mínimo que las pueda tocar, pero creo que si me como alguna seta como me parece que el chamán es aficionado, algo podría intentar hacer.