Partida Rol por web

Si no viene nadie, iré mañana.

Al parecer su compañero no se había podido presentar a clase, pero había podido practicar con alguna otra persona. Oliver recogió sus cosas y se marchó. 

- Buenos días, me alegra verles por aquí. Eso quiere decir que al menos muestran interés en mi asignatura.

Por favor, los que no se presentaron a la clase indiquen el motivo. Y cuando queráis podéis mostrarme lo que supuestamente habéis aprendido. A ver si es verdad.

Dice la gnomo con cara de muy pocos amigos.

Gwen miró de reojo a la profesora, si pensaba que esa gnoma iba a intimidarla ella... estaba equivocada. Podía haberle soltado "Falté porque su clase es un aburrimiento y porque me dio la gana..." pero esa mañana se había propuesto ser "buena". Así que la miró con tranquilidad y le dijo.

- Lamento haber faltado a su clase señorita Green, sé que no tengo excusa.  Aquel día trasnoché y fui incapaz de levantarme de la cama. Pero he estado estudiando y se lo demostraré. Venga Perry, prepárate.

Perry llegó con Gwen a la clase de recuperación de encantamientos. Esperaba no tener ningún problema con el hechizo, lo había practicado muuucho.

- Yo tampoco tengo excusa, pero lo que sí puedoi decir es que me he esforzado pro ponerme al día. Se lo demostraré.- Gwen toma la iniciativa y le lanza el hechizo. Perry se pone en posición defensiva y trata de resistirlo. Hoy no era su día.Cuando abrió los ojos Gwen le observaba con una medio sonrisa socarrona.

- Te vas a enterar ahora jeje.-Sabía que Gwen no quería que tuviera reparos en atacarla. Se puso en posición de ataque con la varita, tomó las hebras de lana de la bolsita de ingredientes y realizó el conjuro.

- ¡Agotattem Gwen!

Perry recibió parte del daño del conjuro que había lanzado Gwen, pero logró responderle con un buen Agottem... el chico era bueno.

- Bien, ataca...- animó a su compañero a que le lanzara el conjuro mientras ella se defendía como podía- Ups...-dijo la niña cuando fue consciente de que no sería capaz por completo de detenerlo.

Una vez fui al servicio debido al apretón de última hora, fui a toda prisa a la recuperación de encantamientos para ayudar a Selena.

¡Maldito almuerzo! - me dije.

Hola - saludé al entrar.

Una vez se presentó su compañero, Selena se puso manos a la obra, para hacer perder el menor tiempo de la profesora.

-Bien, aquí voy. Alzó la varita, junto a los materiales requeridos y ejecutó el hechizo que había estado practicando.

-Agotattem!

Diana entró en la clase y se quedó a un lado esperando que Joey llegase.

Joey entró corriendo a clase de Encantamientos y buscó con la mirada a Diana. Esperaba encontrarla allí pero no estaba aún. Entonces se dio cuenta que la profesora le miraba con mala cara y llevándose la mano a la nuca y con cara de no saber que decir y de apuro, comentó:

-Verá...profesora Green...yo...es que...me perdí. No supe llegar a clase...eran los primeros días y demás...y bueno...el castillo es tan grande...y...bueno...que se me fue el tiempo...y...se dio cuenta de que se estaba enrollando así que dejó la frase inconclusa y se fue a su sitio con un agobio tremendo.

En ese momento entró Diana en clase y Joey suspiró de alivio. 

-Diana! Ven...¿puedo utilizar el conjuro contra tí?

Cuando su compañera asintió dijo:

-Agotattem. Y movió la varita como creía que tenía que hacerse.

La profora Helen puso cara de resignación ante el fallo del conjuro de Joey, Te veo un poco mal en esta asignatura, o practicas más o creo que repetirás primero. La profesora Green hizo un gesto como no queriendo perder más tiempo con aquel alumno y se acercó a Selena, Perry y Gwen.

La verdad, que ustedes tres, se nota que han practicado con el conjuro. Han hecho un buen trabajo, por lo que se merecen 5 puntos para cada uno. ¡Buen trabajo!

Bueno, creo que ya es una buena hora para irnos a comer. Nos vemos ahora mismo en clase. Buenas tardes.

Uno a uno ibais entrando a la clase de la profesora más dura con la que os habíais topado hasta ahora. Esta vez, había una figura un poco más alta junto a ella. Allí había un elfo doméstico de aspecto ilusorio y difuso. Sin duda, era otro de los encantamientos de la profesora Green.

Cuando tomasteis asiento, en la pizarra había algunos nombres puestos:

Sr. Stone
Sr. Ravnos

He esperado a que todos estuvieran presentes para que supiesen que estos dos alumnos no me han mostrado el conjuro Agotattem. Dice mientras señala a la pizarra. Es cierto que el Sr. Stone vino por mi clase para practicarlo, pero su poco estudio hizo que, como era de esperar, no le saliese el conjuro. Por lo que me veo en la tesitura de tener que quitarle 50 puntos a Gryffindor por estos dos alumnos tan desconsiderados con los miembros de su casa.

Vergüeza debería darles. Dice mostrando una sonrisa y como disfrutando por haberles quitado puntos. Y si tienen cualquier problema, creo que ya saben donde está el despacho del profesor Lupin.

Ahora, dice mientras hace un gesto con su varita y la imagen del elfo doméstico borra los dos nombres, vamos a aprender un nuevo encantamiento para hoy.

De pronto unas palabras se escriben como por arte de magia en la pizarra.

Accio

Este conjuro os resultará muy práctico cuando queráis tomar objetos a los que no alcanzáis. Como os imaginaréis, debido a mi pequeño tamaño no alcanzo bien los libros de las últimas estanterías de la biblioteca. Realmente no alcanzaría ni los de la tercera o cuarta balda. Por lo que este conjuro es la mar de práctico.

Fijaros bien.

La profesora alza una mano, mientras con la otra apunta al libro de "Encantar Encantamientos Encantados" de Diana.

"Accio libro de encantamientos" - Dijo con voz seca y sonora. Y el libro se cerró y fue directamente a parar a la otra mano de la profesora.

Después mostró una sonrisa orgullosa por el efecto del conjuro.

A medida que vayais avanzando de curso, aprenderéis a atraer objetos mayores y más lejanos. Hasta ahora solo podréis atraer conjuros de tamaño pequeño y que podáis ver.

Bien, pues ahora elegid un conjuro que queráis atraer hasta vosotros, apuntad, alzad la otra mano para cogerlo y gritad las palabras mágicas. ¡Adelante!

Diana entró en la clase sin su habitual alegría, se sentía sin fuerzas. Parecía como si todo el empeño que ponía a la hora de aprender o ayudar a los demás fuera en vano. A Eli no la veía desde la clase anterior, que ella supiera en aquella ocasión no le había echado ninguna poción de dormir en la leche... esperaba que no se hubiera molestado con ella por algo, Eli era su mejor amiga en Hogwarts y no quería perderla.

Ocupó su lugar en el pupitre de la clase, leyó lo que había en la pizarra y escuchó a la profesora... 50 puntos menos... a ese paso quedarían los primeros pero de los últimos. En fin, ya todo estaba decidido y era absurdo competir por algo que ya estaba entregado a la casa Slytering de antemano. Ya no se preocuparía más ni por puntos ni por nada, como bien decía su abuela "No se puede nadar contracorriente".

Con un suspiro, atendió a las explicaciones, dejó a un lado de la mesa un caramelo, sacó su varita y apuntó.

- ACCIO CARAMELO

El caramelo se dirigió a su mano obediente. Pero ni siquiera eso, consiguió borrarle el sentimiento de tristeza que se había apoderado de la niña.

Perry acababa de estar en la recuperación de encantamientos y no tenía pensado volver a fracasar en esta clase. Esta profesora era un hueso duro de roer y cuanto menos la viera mejor. Así que atendió a las explicaciones después del rapapolvo que echó a los de Gryffindor. Al menos la clase no la compartían con los Slytherin.  Diana estaba por allí con cara triste.

- Bueno, el conjuro parece bastante útil para los vagos también. - Al sacar el estuche se le había caido la goma de borrar y aún permanecía en el suelo. Sacó la varita, apuntó a la goma, extendió la mano izquierda y realizó el conjuro. Era un conjuro sencillo que ya había visto realizar en su propia casa.

-¡Accio goma!

Tras llegar a la clase ya hubo una pequeña bronca de la profesora. -Empezamos bien... - Me senté junto a Perry sin hace mucho ruido y atendía a lo que decía. Me daba pena los de Gryffindor, siempre les tocaba recibir. Miré hacia ellos y vi la cara de Diana. Le sonreí intentándola animar un poco que parecía algo decepcionada. 

Tras eso la profesora explicó el siguiente conjuro. Iba asintiendo. Lo primera que tenía a mano era un papel que lo sacó del bolsillo. Lo dejó en la mesa, sacó su varita y la movió. - Accio Papel. - Inmediatamente el papel se vino a mi mano.

Bien, bien, veamos...Así debería de hacerlo, sí...

Espero no fallar este encantamiento, porque desde luego que haría el ridículo...

Me fijé en un libro que había junto a mi lugar y apunté:

¡Accio libro!

Fabuloso - dije al capturarlo al vuelo.

Selena asistió a clase y prestó especial atención al elfo doméstico de la profesora. "Vaya, si eso es algún truco mágico yo quiero aprenderlo!"

Cuando llegó la hora de practicar, la niña se sacó una de las hojas que llevaba en el bolsillo y la colocó a un paso de distancia.

-Acció Hoja. Esta voló tranquilamente hasta la palma libre de Selena.

Joey entró con desgana a clase y sin mirar a la profesora se fue directo a su sitio. Cuando la profesora Green comenzó a hablar, Joey abrió los ojos desmesuradamente y se puso rojo como un tomate y agachó la cabeza intentando esconderse. Colocó los brazos sobre la misma como si nadie le pudiese ver y se dió de cabezazos con el pupitre.

-Otra vez no...¿por qué?...idiota...idiota... De nuevo volvían a penalizar a su casa por su culpa y Joey ya no sabía que más hacer. Quizá fuese tonto y no le diese el cerebro para más, pues aunque se esforzaba lo que podía no era suficiente.

Sin embargo si que se enojó con la profesora. Se le notaba divertida cuando humilló a Niko y a Joey. No había razón para ser tan dura y humillar de aquella manera. Joey no sabía si llorar de la impotencia o qué. Permaneció oculto bajo los brazos un tiempo considerable, como si no estuviese allí, y la clase no fuese con él. Deseaba que la tierra se lo tragase o que nunca hubiese llegado a Hogwarts. Sus compañeros no merecían tener al tonto entre ellos. Maldijo todo lo que pudo y hasta que la clase no estuvo en desarrollo, Joey no levantó la cabeza del pupitre, esperando pasar desapercibido.

Diez minutos después levantó la cabeza y se aseguró que todos estaban distraídos con el conjuro. Así que con cara de odio, cabreo y frustración cogió su varita y miró a la profesora como si pudiese fulminarla en el momento. Entonces decidió que es lo que llamaría.

-Accio pendiente. Dijo moviendo la varita y el pendiente de la profesora Green salió volando hasta las manos de Joey que le miró con cara de venganza, para después tirárselo al vuelo para que lo recogiese:

-Ahí tiene profesora.