Partida Rol por web

Harry Potter y la Nueva Generación

La Sala de las Recompensas

Cargando editor
05/11/2014, 20:50
Out(R) - William Pollock

Cuando llego a la Sala de las Recompensas y veo varios trofeos, en un primer momento voy muy interesado a ver qué son.

¡Hala! ¿Aquí se guardan los trofeos de los antiguos alumnos? —pero cuando leo de lo que son alzo una ceja y miro al resto con sincerísima extrañeza, esperando que, al ser de familias mágicas, me sepan explicar por qué ensalzan este tipo de premios—. ¿En serio esto son trofeos guays? Los magos sois muy raros, ¿eh?

Me rasco la cabeza y me acerco con cuidado a donde Orsolya se encuentra disponiendo los huevos sobre ramitas y demás cosas.

Guau... ¿van a abrirse ya? —pregunto, al verlos moverse tanto.

 

Cargando editor
05/11/2014, 20:53
1ºR - Edward Ward

Llego pegado a la espalda de William y de Willow, y como siempre lo hago bastante cansado. Estoy nervioso por el recibimiento que me darán las gemelas, sigo dándole vueltas al hecho de que no me han invitado.

Una vez entramos, sigo intentando mantenerme algo a parte, sin llamar la atención, pero no pierdo la oportunidad de echar un ojo a los trofeos que hay, me parecen de lo más ridículos, pero supongo que hay para quienes le parecerán grandes logros dignos de admiración, y no me parecería justo decir lo contrario.

— Creo que es más cosa de los que ganaron los trofeos que de la comunidad mágica — respondo a mi amigo en voz baja para no molestar al resto.

Al ver que se acerca a las gemelas, lo sigo.

— Ho... hola — saludo de forma temerosa —, he... Willow y William me... me dijeron que viniese — se me nota nervioso —, espero no molestar.

Cargando editor
05/11/2014, 23:29
1ºR - Willow Brontë

- ¡Hola! -Saludó a las gemelas nada más cruzar el cuadro. Aquella sala realmente le agradaba, a pesar de haber estado únicamente dos veces en ella. Pizpireta y Polvorilla habían decorado aquella sala para la fiesta, pero aún sin todos los adornos que las elfas se habían molestado en poner, la sala tenía bastante encanto.

- Creo que es porque a veces es más complicado hacer las cosas realmente mal que hacerlas bien. -Se encogió de hombros.- Normalmente, si intentas mucho una cosa, acaba saliéndote, y con la práctica lograrás mejorar, pero no puedes ensayar cómo hacer mal algo. Además, no van a ganar trofeos sólo aquellos que hacen las cosas bien, ¿no? Sería injusto. -Nunca se había planteado la duda que había formulado William, pero tras responderle, creyó que tenía bastante sentido la respeusta que le había dado.

Aunque sentía unas ganas enormes de ponerse a mirar todas las vidrieras, supo que no había tiempo. Los huevos estarían por eclosionar, por no hablar de que era ya demasiado tarde. Por ver a unos ciempiés nacer podía arriesgarse a llegar tarde al dormitorio, pero por mirar unos trofeos no, de eso ya tendría tiempo otro día.

- ¿Cómo van? -Se acercó a las gemelas y cuando vió lo que habían preparado para los huevos, se arrodilló junto a ellos.

Cargando editor
05/11/2014, 23:46
1ºH - Erzsébet y Orsolya Padurearu

Cuando finalmente llegaron sus invitados, hasta Erzsébet dejó de juguetear con su varita al ver al chico tímido y callado. Ya ambas se habían extrañado al ver a William animado por unirse a un plan, ya que hasta entonces creían que solo Willow era la única Ravenclaw salvable de la casa, pero ver a un tercero aparecer ya rompía todos sus esquemas. Ahora iba a resultar que iba a haber más gente guay en la casa de los supuestos listos que en la casa de los héroes con ínfulas o la casa de los arrogantes.

Tú también eres mago, contestó Erzsébet haciendo una mueca burlona a William.

Ambas saludaron a a Edward, en un primer impulso Erzsébet estuvo a punto de imitar su tartamudeo, pero Orsolya temiéndose lo peor se adelantó y tomó la palabra. ¿Por qué ibas a molestar? ¡Así Abracitos y Retortijones tendrán más padrinos!

Ni hecho adrede, fue que los seis cinco pares de ojos se posaran en los huevos de ciempiés que estos empezaron a moverse más aún.

Primero uno, y después el otro, los huevos de color verdoso claro con estrías de un tono esmeralda se resquebrajaron. Erzsébet tenía ganas de ayudarlos a nacer, pero Orsolya la miró con enojo. Los animales e insectos eran Su territorio y eso bien lo sabía su gemela.

Tardaron, pero cuando finalmente los dos pequeños bichos estuvieron libres, se abalanzaron sobre una de las ramitas. Parecía como si aquellas criaturitas hubieran nacido con los estómagos vacíos.

Cargando editor
06/11/2014, 01:31
1ºR - Willow Brontë

- ¡Halaaaa, mirad! -Su mirada se apartó durante un segundo de los ciempiés para buscar a sus compañeros de casa queriendo hacerles entender que no podían perderse aquello.- Sí que tienen hambre, sí... Aunque es normal. Pobres, tanto tiempo ahí encerrados... -Observó cada movimiento que los bichos hacían, sin perder detalle, anotándolo en su mente para más tarde poder plasmarlo en el pergamino del trabajo.

Cuando pareció que los ciempiés no harían nada más que pudiese ser interesante para el trabajo, se levantó del suelo, sacudiéndose las rodillas y la falda del uniforme.

- Creo que me voy a ir ya a la cama... No quiero quedarme dormida mañana. Nos vemos, ¿vale? -Miró a las gemelas, sonriente. Cada vez le gustaba más estar con las tejonas, hacían de cada día una nueva aventura. Además, se sentía más unida a ellas desde... aquello. Eso le recordó que quizás habría estado bien invitar a Asterope.- Vosotros no os despistéis, que ya es tarde. -Miró a William y a Edward y tras despedirse, salió de allí.

Notas de juego

Edito porque me voy a ir para la cama y no quiero dejar a Willow despierta >_<

Al dormitorio!

Cargando editor
07/11/2014, 14:48
1ºG - Kelly Doherty

Kelly no tenía muy buena capacidad espacial, si bien la nota que le habían dejado las gemelas adjuntaba un pequeño mapa hasta la secreta Sala de las Recompensas, la pequeña dio un inmenso rodeo hasta que consiguió llegar.

Era la primera vez que entraba en aquella estancia, y aunque los premios eran por logros de segunda, Kelly se quedó maravillada por la cantidad que había.

Por fin llegó a donde sus compañeros estaban reunidos en torno a una tela sobre la que descansaban los recién nacidos. Para desgracia de Kelly los ciempiés acababan de romper los huevos – Oh me los he perdido –dijo desilusionada. Cuando de pronto cayó en la cuenta de que ni siquiera había saludado – Bueno, buenas noches- dijo a los presentes a modo de saludo.

Cargando editor
08/11/2014, 12:20
1ºR - Edward Ward

Me siento aliviado a escuchar la respuesta de unas de las gemelas, aunque no termino de convencerme de que sea así, lo más probable es que lo haya dicho para no quedar mal.

Mi mirada pasa por Willow y luego por William antes de regresar a los huevos que parecen cercanos a nacer.

— ¿Abracitos y retortijones? — pregunto — ¿Se van a llamar así? — me parecen unos nombres ridículos para unos miriapodos mágicos, pero no tengo ninguna intención de decirlo.

Detengo mi impulso de sacar un cuaderno y tomar notas sobre el nacimiento, ya podré hacerlo después y no quede tan mal delante de las chicas de Hufflepuff, aunque realmente me parece lo más práctico.

— Hasta mañana, Willow — me despido de la chica, y me ahorro un «gracias» por haberme insistido junto con William de venir.

Sigo mirando a las pequeñas criaturas y cuando llega la otra chica me giro hacia ella.

— Ho... — hago un repaso mental de los nombres de los alumnos de primero — Hola, Doherty, siento que te hayas perdido el nacimiento.

Cargando editor
10/11/2014, 21:59
Out(R) - William Pollock

Cuando salen los ciempiés no puedo contener mi asombro y me acerco. 

¡Hala! ¡Cómo mola! —exclamo—. Me encantan los nombres. Abracitos y Retortijones —repito, como paladeándolos—. Son graciosos. ¿No te gustan, Ed?

Cuando veo que Willow se va la sigo con algo de resignación en la mirada. Estaría bien que se quedara, pero es cierto que no deberíamos entretenernos demasiado.

—¡Hasta mañana, Will! Nosotros subimos enseguida también —veo que aparece Kelly, una de las de Gryffindor—. H- hola —saludo, algo más cohibido por no haber tenido aún mucho trato con ella—. No te preocupes por llegar tarde, casi acaban de salir. Mira, mira los huevos recién abiertos —le digo, señalándolos—. Woaaah... cómo se mueven. ¿Os imagináis cuando crezcan? 

Cargando editor
11/11/2014, 23:38
1ºH - Erzsébet y Orsolya Padurearu

Al marcharse Willow fue cuando llegó Kelly, como si de una novela de ciencia ficción se tratase, en la que dos personajes nunca coincidían en las escenas, para al final acabar descubriendo que eran la misma persona. Era extraño ver a la ravenclaw con tantas prisas por irse, casi pareciese que quisiera dejar a los dos chicos a solas con las gemelas. Despidieron a su amiga y recibieron a la que seguidamente entró. ¡Hola Kelly!, saludó Erzsébet, que de los cuatro que estaban allí era la que menos interés ponía en el nacimiento de los bichejos.

¿A que sí?, preguntó Orsolya emocionada a William, sin darse cuenta de la mirada de extrañeza de Edward. Si había nombres que pudieran encajar con bichos de muchas patas y que además se moviesen de esa forma tan peculiar como se movían, debían ser aquellos.

Sí, acaban de nacer. ¿Qué tal va el tuyo? Espero que no se lo haya comido Blackie, preguntó Orsolya a Willow.

Erzsébet no paraba de moverse, como si estuviera pensando en muchas otras cosas más divertidas que estar ahí viendo el milagro de la vida. Estaría genial que crecieran tan grandes como elefantes, indicó. ¿Os imaginais poder montarlos? Con tantas patas serían una montura todoterreno, para poder ir a cualquier sitio que se quisiera.

Cargando editor
12/11/2014, 21:52
1ºG - Kelly Doherty

- Adiós Willow- se despidió, lamentando no haber podido llegar antes. -Mi Ciempiés está bien, creo, la verdad es que Blackie no ha mostrado demasiado interés en él- dijo mientras se sentaba para ver mejor a los recién nacidos.

Las palabras de Erzsébet le sonaban de algo, puede que de algún libro, pero sin duda la idea le parecía interesante - La verdad es que estaría muy bien ¿hasta qué tamaño podían crecer? -preguntó tomando nota mentalmente de que debía mejorar su redacción.

Cargando editor
18/11/2014, 15:40
1ºR - Edward Ward

La idea de ir montado en un ciempiés gigante se ma antoja extraña y algo ridícula, pero decido no decir nada para no terminar de destrozar mi posición social en la escuela, ya tengo suficiente con que más de la mitad del alumano haga como que ni existo, de hecho ahora mismo están las tres chicas y William disfrutando y hablando entre ellos de lo «maravillosos» que son esas criaturas, y si bien su fisonomía es interesante, no dejan de ser quilópodos con un veneno y tamaño por encima de los versiones mundanas.

— Ha...— digo aventurándome a hablar y temeroso de pasarme de listo y estudioso— habría que llevarlos a un ambiente más húmedo, este tipo de miriápodos, al menos los no mágicos, pierden una cantidad muy grande de agua debido a su fisonomía, lo cual es curioso si se tiene en cuenta su adaptación a ambientes fríos y cálidos por igual— no necesito ni que pase un segundo para saber lo que acaba de pasar, lo mismo que ocurría cuando estaba en los colegios normales, a la gente no le suele gustar que uno demuestre que sabe más cosas que ellos.