Partida Rol por web

¡Hola Amon! Buenas tardes, ¿en qué puedo ayudarte?

-Buenas profesor, es que tengo una duda respecto a la recuperación de mañana -dije aún con la escoba en la mano- ¿Tienen que ir solo los que no saben volar o también los que no superamos las pruebas de los aros?

Ya tenía que ir a una recuperación global de Alarrrrrrrmir y no quería tener que ir a otra.

No os voy a suspender Vuelo por no haber superado la prueba de los arcos. Pero no estaría demás que aprendieras a volar mejor, esto te ayudará en el futuro. Lograr levantar el vuelo y mantenerte en equilibrio es algo sencillo, si no aprendes a hacer giros y movimientos, apenas llegarás a ningún sitio sin caerte.

Tú verás lo que haces, pero eso ya es cosa tuya. Dice el profesor Krum encogiéndose de hombros.

Segundos después tocaron a la puerta y Sara Lago asomó su pequeña cabecita.

El profesor Krum estaba reunido con Amon en aquel momento, pero cuando Sara tocó la puerta, éste le invitó a pasar.

No me esperaba la presencia de Amon en el despacho, pero como el profesor Krum me invitó a pasar, no tuve más remedio que hacerlo.

Buenas noches dije mientras miraba al suelo y me apartaba, esperando que terminaran su conversación.

Entiendo -dije al profesor- Hola Sara -sonreí hacia ella- ¿Qué tal?

Hola Amon, te has perdido la cena dije mientras soltaba una sonrisa tímida, pero sin mirarle a los ojos.

Profesor Krum, tengo que hablar con usted... A solas terminé la frase retorciéndome las manos con nerviosismo.

-No, ahora iré a cenar algo -dije sonriendo y aproveché para hacer mutis por el foro- nos vemos mañana, profesor. Hasta luego Sara.

Y sin más salí del despacho.

Esperé a que Amon desapareciera para hablar con el profesor.

Profesor Krum, tengo algo que decirle seguía retorciéndome las manos, estaba muy nerviosa, iba a traicionar a mis compañeros.

Me he enterado de que hay varios alumnos de primero que quieren ir al Bosque Prohibido esta noche. Creo que ya estarán por allí... Las lágrimas acudieron a mis ojos y no pude retenerlas.

¡Profesor, tengo miedo, y si les pasa algo! ¡Profesor, por favor, tiene que hacer algo!

¿Estás segura, Sara? Dice Krum mientras grita la palabra "Accio" y su fantástica escoba aparece en pocos segundos en su mano. ¿Y sabes para qué han ido allí? ¡Hace demasiado frío! Dice mientras abre la ventana del despacho para salir de allí con su escoba. Aunque antes espera tu respuesta para saber a qué atenerse. ¿Sabes quién ha ido allí?

He visto que cogían carne y que hablaban del hombre lobo. ¡Creo que quieren ir a verlo! grité entre hipidos causados por el llanto.

Va gente de todas las casas, pero no se cuantos, profesor Krum... Lo siento...

En tan solo el segundo que tardaste en parpadear el profesor Krum había desaparecido, cuando te asomaste por la ventana para ver donde estaba viste que se había volando en dirección al bosque y que ya varios metros lejos de ti.

Salí corriendo a la ventana para ver cómo el profesor Krum salía volando por ella

Vaya, ya entiendo por qué es el profesor de Vuelo... pensé en voz alta al ver las velocidades que cogía.

Tras unos segundos, me di cuenta de que estaba en el despacho de un profesor sola, y si alguien entraba allí y me veía a lo mejor no se lo tomaba bien.

Nerviosa por lo que podía estar pasando allí abajo, salí del despacho de Krum.

Al cabo de unos minutos Oliver llegó al despacho, como una exhalación, cogiendo aire al detenerse. Y, ni corto ni perezoso llama a la puerta, tres veces, educado.

-¿Profesor Krum? Soy Oliver Blackwood. Creo que hay un error en mis exámenes...

Y, tras el aviso, esperó paciente a que la puerta se abriera.

En vista de que parecía no haber nadie, Oliver acabó por escribir una nota contando lo sucedido y se marchó de allí, muerto de hambre.

Oliver llegó hasta el despacho del profesor Krum, a la carrera, deteniéndose sólo cuando llegó a la puerta, inclinándose para coger aire, con un pinchazo en el costado. Aún resollando llamó a la puerta un par de veces, mientras intentaba recuperarse:

-¿Profesor Krum? Soy yo, Oliver Blackwood... Me gustaría hablar con usted sobre el tema del Quidditch... - le dijo, esperando a que el jefe de su casa lo dejara pasar y, sobre todo, que estuviera dispuesto a escuchar lo que iba a proponerle.

¡Hola Oliver! Buenas tardes, ¿en qué puedo ayudarte?

Oliver sonrió a Krum, su idolo y héroe absoluto, cuando lo vio abrir la puerta- ¡Hola profesor! Perdone que le moleste, seguro que quiere descansar despues de la clase, pero he estado dándole vueltas al tema del Quidditch y... Bueno, ya sé que ha dicho que no podemos jugar aún en los equipos de nuestras casa, pero realmente tengo muchas, muchas ganas de jugar y, si no es posible que haga las pruebas pues... Bueno, me habia preguntado si sería posible que montáramos nuestro propio equipo de Quidditch, con los chicos de primero y segundo, por ejemplo. Así, al menos, podriamos montar nuestros propios partidos e ir practicando para cuando nos deje ingresar en los equipos oficiales.

¿Qué me dice, profesor Krum? ¿Me daría permiso para organizar una liguilla o un pequeño campeonato con los más pequeños? -preguntó, con una sonrisa ilusionada, esperando que Krum no se negara a algo así. El mismo habia dedicado su vida al Quidditch, debia suponer la pasion que despertaba en Oliver ahora mismo.

Los de primero aún no saben volar, ni si quiera han tenido clase conmigo y todavía no han aprendido. Y respecto a los de segundo, la verdad que no lo veo ningún problema. Podríamos probar, a mi no me importa siempre y cuando juguéis bajo mi supervisión. Habla con tus compañeros a ver qué te dicen, y cuando tengas el equipo formado, o el grupo, vente a verme.