Partida Rol por web

La clase de Conocimiento de Criaturas mágicas es una de las asignaturas de primer y segundo año que se imparten por Sarth-Melem ó Pisínoe en el exterior de Hogwarts, junto a una vieja cabaña abandonada o junto al Lago Negro.

Esta clase consiste en aprender sobre criaturas mágicas, sobre su orígen, sus habilidades y sus debilidades, y sobre donde encontrarlas. De esta manera si los alumnos alguna vez se ven amenazos por ellas sepan como enfrentarse, cuáles son sus puntos débiles y por lo tanto como derrotarlas.

Allí, en la orilla del Lago Negro se encontraba la que sería vuestra nueva profesora de Conocimiento de Criaturas Mágicas, no había ni rastro del profesor Scammander, y desde que habíais vuelto a Hogwarts, no lo habíais vuelto a ver aquel año.

Pisínoe, para quien no lo conociera, era una sirena del Lago y ahora profesora de Hogwarts. Aunque jamás se la había visto por el comedor, ni dentro del colegio, pues era evidente dada su condición, se iba a dedicar en cuerpo y alma al desarrollo de la materia sobre criaturas mágicas.

La sirena llevaba lo que parecía ser una burbuja de agua pegada a su cara, mientras tanto os estaba esperando allí, muy cerca del embarcadero y con una sonrisa os fue indicando dónde debíais sentaros. Había unas cuantas barcas donde os podríais sentar y apoyar también para desarrollar la clase teórica.

Buenos días, queridos míos. Dijo la supuesta profesora. Estoy encantada de pertenecer al claustro de profesores este año y espero que vosotros lo estéis también. Creo que es importante que hoy estudiemos una criatura mágica, como lo son la gente del agua ¿No os parece? Dijo a modo de pregunta retórica.

Bien, acomodaos en las barcas y empezad a escribir. Dijo con un tono que simbolizaba que, para quien no le interesase, aquella clase podría suponer un auténtico aburrimiento.

Y zambulléndose en el agua, para segundos después volver a salir, comenzó a relatar como si fuera de memoria, el contenido de aquella clase.

"Hay gente del agua por todo el mundo, pero varían en apariencia casi tanto como los seres humanos. Sus prácticas y costumbres tienen un halo de misterio equiparable al que rodea a los centauros, aunque viven en comunidades sumamente organizadas que varían de tamaño según el hábitat y que, en algunos casos, disponen de viviendas construidas con mucho esmero. Como los centauros, la gente del agua ha rechazado el estatus de bestias, en favor de la clasificación de "Criatura mágica". Al ser inteligentes y capaces de hablar, son capaces de empuñar una varita y realizar magia.

El pueblo de la gente del agua más antiguo proviene de Grecia. Es en las aguas templadas de ese país donde podéis encontrar a las más bellas sirenas que la literatura y la pintura muggle han retratado en tantas ocasiones. Los pueblos de Escocia, conocidos como "selkies" o los de Irlanda, "merrows" son menos agraciados, pero comparten ese amor por la música que es común en toda la gente del agua.

Estaba claro que sabía de lo que hablaba. Y no necesitaba libro alguno para recitar aquellas palabras. Era completamente lógico.

Bien, pues como deberes quiero que hagais una breve redacción sobre lo que sabéis y conocéis sobre la gente del agua. Aceptaré ahora una primera parte del trabajo, quiero que me la entreguéis ahora. Y para la semana que viene quiero que hayais ampliado vuestro conocimiento y me hagais entrega de una segunda parte.

Ahora, sentaos comodamente y escribid en silencio todo lo que sepais. La semana que viene espero más.

Oliver llegó a la orilla del Lago, al lugar en el que les habian citado para clase de criaturas mágicas. Estaba ansioso por descubrir qué les enseñarian hoy. Recordó la conversacion sobre sirenas que habia escuchado por el Gran Comedor en semanas anteriores y se preguntó si quizás irian a estudiar alguna.

Sin embargo, cuando llegó alli, con un ligero trote, lo que vio lo dejo con la boca abierta. No iban a estudiar una sirena... ¡les iba a dar clase una sirena! ¡Qué pasada!

El Hufflepuff miro a sus compañero, sencillamente alucinado. Era la primera vez que veia a una tan de cerca, y estaba emocionadisimo. Tenia que escribir a sus padres para contárselo. Iban a alucinar.

Se sentó a escucharla, ensimismado. Y fue una de aquellas pocas veces en las que el hiperactivo huffie consiguió centrar su atencion en la criatura, con un resultado más que positivo: en cuanto terminó y les mandó comenzar a escribir, Oli sacó la pluma y comenzó a garabatear concienzudamente en su cuaderno, teniendo claro qué comenzar a contar sobre aquella gente del mar. Y escribio, escribio y escribio.

Estaba decidido a hacer un trabajo más que decente.

Cuando Joey llegó al lago y vio a la sirena no pudo sino abrir los ojos como platos y señalar hacia el lugar:

-Mirad...chicas...una sirena...es una sirena. Sabía que las chicas tenían ganas de ver una sirena y tras verla a él también le pareció sorprendente. Ese hecho hizo que Joey estuviese más atento en aquella clase que el año pasado no siendo su clase favorita, estaba ensimismado con la sirena.

Cuando llegó el momento de redactar, cogió boli y papel y comenzó a escribir:

La gente del mar son gente sensible que vive bajo el agua. Pueden respirar aire por cortos periodos de tiempo. Son inteligentes y tienen su propia cultura y estructura social. Se encuentran por todo el mundo. 
La gente del mar tiene la piel grisácea y el pelo largo, verde, salvaje y oscuro. Sus ojos son amarillos, tienen los dientes rotos, y llevan sogas espesas de guijarros alrededor de sus cuellos. Sus poderosas colas de pez, les permiten nadar expertamente, mientras que la parte superior de su cuerpo les da apariencia humana. Son muy altos.

Las voces suenan como chirridos fuera del agua, dentro del agua se entienden y son como cantos. Su lenguaje es el Sirenio.

En el castillo de Hogwarts existen seres de este tipo, encontrándose su ubicación en el gran lago dónde comparten territorio con el calamar gigante. Su lider es Murcus y se dice que Harry Potter logró verlo un día...

Me asombra que la clase de CCM la dé una sirena mas no digo nada por educación a la Profesora.

Presto atención a sus palabras tras lo cual empiezo a escribir lo que recuerdo de La Gente del Agua.

La Gente del agua o Sirenas y Tritones son unas criaturas mágicas con inteligencia semi-humana que viven en el fondo del agua.

Las sirenas y los tritones son criaturas de piel cetrina y pelo color verde alga, su canto es muy hermoso, pero fuera del agua son chirridos que producen un terrible ruido, se dice que hay muchos en el Lago Negro, y que siempre tratan de dar caza al Calamar Gigante que supuestamente también vive allí. Viven en una gran ciudad de piedra en donde tienen Grindylows como mascotas.

Hasta hace nada, Mircea había estado sentado al final de la pasarela de madera que conformaba el embarcadero de Hogwarts en el Lago Negro. Fue de allí desde donde llegó el rumano a clase.

La primera impresión al ver a la nueva profesora fue de sorpresa. ¿Sería ella la misma sirena que habían visto Daphne y las gemelas? Tampoco es que hubiera pasado demasiado tiempo en el lago, pero las veces que había estado, lo máximo que había llegado a ver eran remolinos y olas formadas sin causa aparente.

Lo segundo que se preguntó fue: ¿Donde está Xenophilus?, mientras apretaba con fuerza el libro de Rolf, uno de los parientes de su antiguo profesor. Algo, por algún razón, hizo que pensara en ese mismo instante en el hombre-lobo del año pasado. Desechó al idea de su cabeza y se fue a sentar al lado de Oliver.

Buenos días, Oli, le saludó mientras se agachaba a su lado para luego quedarse cruzado de piernas.

Usando el libro de CCM como base, sacó un par de pergaminos y empezó a transcribir la dicción de Partenope.

Cuando hubo acabado, trató de rescatar lo poco que sabía de nereidas y tritones. Escribió con pulcritud y su característica letra picuda y concisa.

Decidido a no dejarse nada en el tintero, Mircea no dejó de rasgar con su pluma en el pergamino hasta casi el fin de la clase.

El inicio de las leyendas de la gente del agua comienza en Assyria, la diosa Atargatis, amdre de la reina Semiramis, amó a un mortal, un paster y sin querer le mató. Avergonzada, saltó a un lago y se convirtió en pez, pero las aguas no pudieron tapar su divina belleza. Así pues, tomó la forma de una sirena -humana por encima de la cintura, pez por debajo-

En la antigua Babilonia, se encuentra el primer hombre-pez, en las representacion de su dios Oannes.

Y finalmente en Grecia, Atargatis fue reconocida bajo el nombre Derketo.

El filósofo milesiano Anaximander postuló que la humanidad había surgido de la evolución de una especie animal acuática. Creyó que los humanos, que empezaban la vida con una infancia prolongada, no podrían haber sobrevivido de otra forma.

Por otro lado, el sirenio, entre cuya orden se puede colocar el manatí, fue el primer avistamiento muggle de sirenas. Confundidas las criaturas mágicas como mamíferos acuáticos, las leyendas evolucionaron erróneamente hacia un descubrimiento peligroso para la gente del agua. Al tratar de esconderse detrás de la fachada de un animal feo y agresivo, las leyendas fueron tornando hacia el de mujeres mitológicas que cautivaban a sus presas con el sonido de sus voces. Cuando aún no existía el ministerio de magia, las sirenas tuvieron que apañárselas por sí solas.

La gente del agua tiene nombres prominentes como los de: Thessalonike, que dominaba las aguas del Egeo; Abdullah el pescador, que se convirtió en sirénido; y Suvannamaccha, una princesa sirena que se enamoró del dios mono Hanuman.

Siguió escribiendo todo lo que se le iba ocurriendo. Era una pena que no pudiera añadir nada del folklore de su Rumania natal, que carecía de criaturas marinas mágicas.

Ardeen llegó al lago negro y sonrió, amaba la naturaleza y los espacios abiertos, y oler la humedad procedente del lago sólo la hizo alegrarse más. Y entonces la vio, una sirena, se quedó mirando su piel anfibia y sus aletas, quieta para no asustarla.

Cuando dijo que iba a ser su profesora ella mostró una amplia sonrisa y se fue directa a una de las barcas más cercanas para escucharla y observarla mejor. Este año esta clase la iba a encantar.

Saludó a Oli y a Mir con la mano y se puso a escribir todo lo que decía. A ella las criaturas mágicas la encantaban, pero sólo aprender teoría la aburría así que poder ver a una era para ella un regalo.

Cuando la tocó escribir se acordó de algunas cosas que la habían contado sus padres y las escribió lo más coherentemente que pudo. al finalizar se dijo mentalmente Voy a ir a la biblioteca en cuanto pueda a aprender todo lo que pueda de la gente del agua.

Desde que había estado en Howarts había oído, al menos este segundo año, muchas cosas sobre las sirenas. Tanto que deseaba verlas, quería conocer a la gente del agua.

Cuando por fin los vio se quedó maravillada, poco tenían que ver con las ideas de los muggles sobre estos seres, menos humanos en apariencia pero no por ello menos espectaculares.

-Mira, Diana, por fin las hemos visto.

Una vez más calmada cogió su cuaderno y comenzó a describirlas.

Sirenas, o mejor dicho, gente del agua. Son seres con apariencia en parte humana pero plagada de diferencias. Aparte de la obvia, vivir y respirar bajo el agua también tienen un color verdoso, al menos en esta parte del país. A pesar de esas diferencias tienen inteligencia y parecen vivir en comunidad.

Según parece son originarias de Grecia pero pueden coexistir en aguas templadas de los lagos, como el de Howarts...

Tras las explicaciones de Pisíone se interesó por las sirenas de Grecia. Según dijo estas eran más similares a los ideales de los muggles y eran seres hermosos. Se hizo una nota mental, si algún día viajaba a Grecia, intentaría ver sirenas.

Diana había decidido comportarse como una chica tranquila y educada cuando se dirigía hacia la clase de criaturas, lo hbaía decidido y se había autoconvencido para no ser una de las culpables de la sangría de puntos de su casa... pero cuando entró y vio que su profesora de aquella asignuta era una sirena... sólo le faltó hacer palmas con las orejas.

- ¡OH!... ¿LO HABEIS VISTO? ES UNA SIRENA DE VERDAD...- dijo agarrándoles el brazo de Eli y Joey totalmente emocionada... como si se tratase de una quinceañera que acabase de ver a uno de sus ídolos- ¡¡¡HALA!!! ¡¡¡¡¡BUENOS DÍAS SEÑORITA PISÍNOE!!!! ESTOY ENCANTADÍSIMA DE CONOCERLA... YO ME DIANA- saludó a la profesora con los ojos brillantes de la emoción- sabe usted... yo creía que todas las sirenas era pelirrojas... por lo de la sirenita... unos dibujos muggles... pero usted mola mucho más- declaró satisfecha.

Entonces cuando la profesora comenzó a dictar, la chica tomo más notas de todas las que había tomado en su vida, con la atención completamente centrada en la sirena, totalmente ensimismada y aplicada en su tarea... por primera vez en su vida.

Sara estuvo a punto de llegar tarde a la clase de Conocimiento de Criaturas Mágicas. Se acercó corriendo, con la mochila en una mano, pues se le había descolgado del hombro y la varita en otro. A medio camino recordó que en esa clase no se utilizaba, así que se detuvo para guardarla en la mochila.

Cuando quiso llegar, ya estaban todos sentados muy cerca de la profesora...¡que era una criatura horrible! Sara tembló mientras se acercaba. Era muy fea y daba mucho miedo. Dando unos pocos pasos más, pensó que si Dios había creado a seres así, tendría sus motivos. Un poco menos aterrada, se acercó hasta una de las barcas, la más alejada de la sirena. Se sentó y empezó a tomar apuntes sin levantar la cabeza de ellos.

Cuando les tocó el turno de ponerse a escribir, Sara se quedó en blanco. ¡No podía poner que eran seres muy feos! Tenía que comerse más la cabeza. Ella poco sabía de criaturas mágicas, sólo que la daban miedo. Así que con lo que había oído y usando un poco la imaginación, se puso a escribir.

La profesora/Psíone iba recibiendo uno a uno los trabajos de los alumnos, al tiempo que les lanzaba un conjuro impermeabilizador para que no se mojasen en el interior del lago. Pero cuandoe escuchó la voz irritante de la pequeña Salcedo, la profesora soltó todos los trabajos y estos se quedaron flotando en el agua. Los gritos de la niña la habían alterado y había hecho que se llevara las manos a los oídos, por alguna razón, aquel sonido para ella era como el sonido de las tizas en la pizarra para los muggles.

Cuando la joven se calmó, volvió a recoger los trabajos y contestó: Ehmm... sí,sí. Yo también estoy... ehm... ¡encantandísima de conocerte, Diana! Dijo lanzando una mueca incómoda a la leona.

Antes de marcharse de allí mencionó al chico que no se había presentado. Por favor, decidle a Daphne que miraré con lupa su trabajo. Le va a costar mucho aprobar esta asignatura si no se presenta a ella.

Para mejorar en vuestro trabajo os recomiendo que os paséis por la bibliteca e investiguéis por allí, o que busquéis cualquier tipo de lugar de información alternativa, pues podéis incluso preguntar a profesores o investigar de otras formas. ¡Lo que se os ocurra! Pero para la semana que viene, quiero la segunda parte de vuestros trabajos. ¿Entendido?

Por lo demás, que tengais un buen día. ¡Muchas gracias! Dijo mientras se zambullía de nuevo y se marchaba buceando hacia el interior del Lago Negro.

Cuando Partenope les dio la espalda, dando la clase por concluida, Mircea secó la pluma que había estado usando, tapó el tintero y metió todo en el sombrero junto a los pergaminos sin usar.

Tendría que aprovechar el día al máximo, porque el viernes le esperaba un día bien ocupado.

Aprovecharía a sacar unos cuantos libros para hacer un trabajo decente de gente del agua. Que aunque no se entregaría hasta dentro de 7 semanas, era mejor empezar pronto. Se dedicaría el fin de semana a ello. ¿Ir ahora a la biblioteca o ir por la tarde?

¿Qué vas a hacer, Oliver?, preguntó a su amigo.

Oli recogio todas sus cosas deprisa y corriendo, como de costumbre. Estaba más o menos contento con lo que habia conseguido escribir con las sirenas.

De hecho, sonrio a Mircea cuando se acercó a él, preguntándole por sus planes- Pueees... He quedado con Cass, para que nos cuente todo lo de ayer... Que al final ha triunfado.. - dijo, alzando ambas cejas, con aire satisfecho- Vente, va... Y esta tarde si quieres vamos juntos a la biblioteca... - añadio, casi leyendo el pensamiento a su amigo, suponiendo que aquel dilema debia estar presente en su mente.

Y, acto seguido y sin darle más opcion, tironeo de él, en direccion a la otra parte del lago en la que habia quedado con Cass, no muy lejos de alli.

Mircea se caló el sombrero de mago. Los de segundo habían dejado de usarlo casi el primer día de primer curso. Y los nuevos tampoco parecía que se habían acostumbrado a aquel accesorio. A él le encantaba.

Uhm, hizo un gesto Mircea como si hubiera mordido algo amargo. Realmente esperaba que le hubiera ido bien a Cassius, pero no le interesaba nada saber los detalles. Era algo privado y él no quería meterse.

Bueno..., acabó concediendo. Trataría de aplacar a Oliver si se ponía muy insistente con el viperinilor.

Aunque su amigo tiró de él, el rumano se lo tomó con calma. Se veía el embarcadero ahí cerca y Cassius aún no estaba.

Hasta luego, se despidió de las chicas.

Diana observó como la sirena se perdía en el lago con un rápido chapuzón, de buena gana la niña hubiera ido detrás de ella para que le contara cosas de la gente acuática... pero la cordura que de vez en cuando se le manifestaba, le hizo caer en la cuenta de que lo mejor sería ir a la biblioteca para hacer el trabajo.

- Bueno chicos, yo me voy a ir a la biblioteca, cuanto antes termine el trabajo mejor... además esta clase me ha encantado, seguro que encontramos muchas más cosas interesantes sobre las sirenas.

Parece que Diana le leía el pensamiento, ella misma iba a estudiar a la biblioteca, para averiguar más cosas sobre las sirenas.

-Te acompaño- le dijo a Diana- voy demasiado mal en las demás cosas como para suspender esta también.

- Voy con vosotras. - digo a Diana y Elisabeth.

Llegó el momento de ir a comer y después a clase. Así que se despidió de los que quedaban y marchó hacia el castillo.

Ardeen se quedó mirando a la profesora hasta que se fue, estaba tan impactada que tardó un rato en espabilarse.

¿La habéis visto?- pero ya sólo quedaba Sara- Ha sido guay. Me ruge el estómago, vamos a comer y luego a duelo, te veo allí.