Partida Rol por web

Diana se acercó a su amigo y le apoyó una mano en el hombro.

-Eli, no te desanimes eh!, yo tampoco he dado pie con bola. Seguro que la proxima vez nos sale bien. Bueno, voy a ver si encuentro as Vicky hace tiempo que no la veo. Nos vemos chicos.

- Nos vemos. - digo saliendo del patio.

-Pero... la recuperación es para los que no saben volar aún, ¿no? -pensé en voz alta, tras lo que opté por seguir al profesor de vuelo- Ahora os veo chicos, tengo que preguntar una cosa -dije mientras intentaba alcanzar al maestro Krum.

Cuando se va el profesor dejo la escoba y me dirijo al Gran Comedor. 

Vaya pérdida de tiempo - pienso para mis adentros.

¡Hola Jakson! ¡Me alegro de verte! Buenos días.

¡Veamos a ver si consigues volar! Parece que la escoba se está resistiendo. ¿Eh?

Sí, profesor.

Parece que he descubierto que no es lo mío eso de volar en escoba. Siempre había pensado en intentar jugar al Quidditch pero viendo que por ahora no soy ni capaz de levantar la escoba, creo que no sería muy útil - digo en broma.

¿Hay algo que deba tener en cuenta para intentar que la escoba por fin me haga caso? 

Chico, supongo que será cuestión de cocentración y de habilidad, Tu concéntrate y desea con todas tus fuerzas conseguir que la escoba se levante. Si lo intentas con todas tus fuerzas seguro que lo consigues.

Luego alzó la vista y pudo comprobar que Diana y Gwen se animaban también a la recuperación.

¡Bienvenidas jovencitas!
 

Diana entró en la clase con su escoba dispuesta a hacer lo posible por probar aquella clase. De manera que alzó el vuelo y se puso a hacer varias piruetas...pero cuando parecía que le estaba saliendo chocó con uno de los aros y terminó en el suelo.

- Profesor...no me sale...

¡Vamos Señorita Salcedo! Si sigue insistiendo verá como tarde o temprano lo logra. ¡Ánimo! Dice el profesor Krum apremiando a Diana y esperando a que el resto de los presentes se dispusiese también a hacerlo.

Me monto en la escoba y con todas mis fuerzas digo:

Vamos, vamos, vamos, arriba, arriba, arriba.

De pronto comienzo a volar.

Sí, por fín.

Gwen entró en silencio con su escoba, dispuesta a hacer lo que fuera con tal de aprobar aquella maldita clase. De manera que tomó impulso y se puso a realizar todas las piruetas que pudo, cuando quiso darse cuenta ya había conseguido pasar por todos los aros y aterrizar con elegancia en el suelo.

Sonrió satisfecha, esperando la aprobación del profesor.

¡Que buen trabajo, muchachos! Dice el profesor Krum a James y a Gwen justo cuando Amon llega a los terrenos. La verdad que habéis logrado el objetivo pedido.

James por fin había logrado subirse en su escoba, y Gwen había estado "zigzageando" por los arcos del terreno de quidditch.

Amon llegó a su primera recuperación y cogió la escoba sin decir a nadie, intentando poder elevarse y pasar por los aros, pero esta vez no consiguió ni levantarse. Parecía que las escobas hacían huelga los domingos, al menos la suya.

Diana un poco desanimada salió de allí para dirigirse a su recuperación de transformaciones.

Gwen estaba satisfecha, tanto, que cuando salió lo hizo con una ligera sonrisa en los labios. Ella también tenía que asistir a Transformaciones.

¡Bueno, chicos, una pena! Nos vemos ya en el comedor. Espero que tengais mucha suerte durante los exámenes. Ya nos veremos a la vuelta el año que viene.

Dice el profesor marchándose de allí y yendo hacia el comedor.

¡Buenos días! Dijo el profesor de Vuelo y Quidditch emocionado por comenzar una nueva clase. ¡Me alegro mucho de volver a vernos este año! Parece que las clases de vuelo no fueron del gusto de todos, pero ya veo que a vosotros os causó sensación este año.

El año pasado aprendisteis a volar, quién más o quién menos desarrolló unas interesantes aptitudes para el vuelo, lo que implica unas interesantes aptitudes para el quidditch. Pero antes de nada, deberíamos empezar por lo más sencillo y lo más básico. ¿Qué es el quiddicth?

Bien. Haced el favor de sentaros y tomar apuntes. Comenzaremos con una clase teórica, y para la semana que viene quiero que me presentéis un trabajo realizado sobre Historia del Quidditch. En vuestro libro tendréis gran parte de la información, pero en la biblioteca podréis obtener más.

Materializando un libro de la nada, Viktor Krum comenzó a dictar la clase de aquel día.

"Si conocemos los rudimentarios comienzos del quidditch es gracias a los tectos de la bruja Gertie Keddle, que vivió a orillas del pantano Queerditch en el siglo XI. Afortunadamente para nosotros, ella escribía un diario que ahora está en el Museo del Quidditch de Londres. Los pasajes que podemos encontrar revelan como la pelota que aterrizó en su huerta de coles estaba hecha de cuero, como la quaffle moderna; naturalmente, la vegija inflada que se utilizaba en otros juegos de escoba de aquella época sería difícil de arrojar con precisión, sobre todo cuando hiciera mucho viento.

También se puede apreciar que mencionaba algo así como que "los hombres trataban de colarla entre las copas de los árboles que hay a cada extremo del pantano". Y finalmente nos permite vislumbrar las precursoras de las bludgers.

No encontramos ninguna otra referencia al deporte que se jugaba en el pantano Queerditch hasta un siglo más tarde, cuando el mago Goodwin Kneen tomó la pluma para escribir a su primo Olaf de Noruega. Kneen vivía en Yorkshire, lo que demuestra cómo se había propagado el deporte por toda Gran Bretaña.

En esa carta se pueden aprenciar palabras como "catcher" que hace referencia al "cazador", "blooder" que hace referencia a la "bludger" y hablan de una "vara" que sería el bate que usaban entonces los golpeadores. También mencionan que las metas ya no son árboles, ya que hablan de toneles sobre postes.

Sin embargo, todavía faltaba un elementro crucial del juego: la snitch dorada. La incorporación de la cuarta pelota no tuvo lugar hasta mediados del siglo XIII y sucedió de una manera muy curiosa.

Pues bien, vuestro trabajo de la semana que viene, tratará sobre ello. Sobre la incorporación de la snitch al sistema de juego actual. Podéis ir empezando ahora, y complementar el trabajo con toda la información que conozcais sobre el quidditch.

Aprovechad ahora para hacerme las preguntas que querais, para el viernes que viene quiero el trabajo bien completo. ¿Entendido?

La Ravenclaw apareció feliz escoba en una mano, magdalena en la otra. Se acabó la magdalena y tiró un par de papelitos envoltorios a la basura. Ahora ya estaba preparada para afrontar la clase de Vuelo y Quidditch.

Sin embargo, el profesor parecía que tenía otros planes. Una clase teórica. -Entonces, hoy no volaremos, profesor? Preguntó con un poco de esperanza que le dijera que sí. La niña disfrutaba demasiado volando como para perder una de las pocas oportunidades que tenía para hacerlo.

Aun así, el trabajo que les encargó el profesor era de su agrado, pues sabía perfectamente la respuesta a esa pregunta. De hecho, había visto en directo la rara y protegida ave de la que había que hablar. Así que prestamente puso a escribir su experiencia con el ave y lo que recordaba relacionado con el Quidditch.

Con energías renovadas tras el desayuno tardío, Mircea llegó a clase. Durante el año pasado no se le había dado demasiado bien vuelo con escoba, pero gracias al verano y a las gemelas, había recuperado el gusto por surcar los aires. Eso era lo que le había llevado a querer volver a cursar aquella asignatura. Lo que no se esperaba fue que aquel día fuera a ser teórico el aprendizaje.

Saludó con una ligera sonrisa y una leve inclinación de cabeza a Selena antes de sentase. Sabía que Oliver tendría que ir a aquella clase, pero no sabía quien más.

Llegado el momento, sacó todo lo necesario de su sombrero y empezó a escribir la redacción.

Cuando la clase fuera a acabar, Mircea se acercaría a Viktor Krum para preguntarle: Perdone. El año pasado no llegué a sacar la última actividad en vuelo con escoba. ¿Sería posible que volviera a practicarlo? No le importaba tener que dedicar todo el domingo a ello. Había sido lo único que le había quedado pendiente de primero.