Partida Rol por web

Uno nunca tiene una espada vorpalina cuando la necesita...

Kurgan escuchó al mago rojo dar sus explicaciones con calma hasta el momento en que Nimrod hizo la demanda de liberar a sus compañeros. En ese momento su cara cambió, una de sus cejas se arqueó, y su gesto pasó a ser de una disconformidad evidente.

¿Pero que estas pidiendo, insensato?.

El semielfo de por si no era un individuo dado a hacer muestras de buena voluntad gratuitas, sin haber llegado a ningún tipo de trato como era el caso, y menos cuando la otra parte era alguien como Nimrod. Pero es que además en este caso, lo que pedía el mago rojo le parecía un error táctico.

No estoy de acuerdo.

Kurgan dio un segundo a Nimrod para que le mirase, y mientras se incorporaba hacia adelante en su asiento, le brindaba una cara que significaba... no te preocupes, ahora te lo aclaro.

Creo que debemos seguir haciendo creer a Bashnar que los magos rojos sois un aliado fiel, y para mantener la mascarada debemos hacerle creer que tenemos a dos prisioneros de los vuestros. Creo que no hace falta que el enemigo tenga unos espías muy buenos, ni que sea muy astuto, para sospechar que pasa algo si soltamos a dos prisioneros por las buenas....a no ser que les hagamos creer que han escapado.

Nimrod...

El murmullo de asobro de Kandalian es perfectamente audible por todos. Es evidente que el gnomo había oído hablar de él. Una significativa mirada a Amnyin revela que también el otro compañero podría saber algo.

El elfo Kurgan comienza entablando un debate estratégico acerca de la extraña petición realizada por el Mago Rojo. Al gnomo se le escapan todos los detalles de la petición y de la discusión en general. Su mirada parece perderse unos instantes, como buscando algo. Algo reciente.

De repente interrumpe el devenir de la conversación con una abrupta pregunta:

- ¿Qué sabes de Roerkas?

No son formas ni modos. Pero el nombre le ha llenado la boca y los de su raza no se caracterizan por esperar momentos oportunos.

El mago mira sorprendido al gnomo. La pregunta de Kandalian ha interrumpido cualquier respuesta posible, y ahora el mago rojo parece estar pensando de qué conocerá ese gnomo el nombre, más que en darle una respuesta. Mira un momento al clérigo de Vecna y luego se decide a contestar.

Roerkas es un Mago Rojo, pero queda fuera de mis órdenes o de las de cualquier otro. No te preocupes, él nunca tarda en encontrar a los que andan preguntando por él.

Deja la amenaza velada en el aire, como castigo a la impulsividad del pequeño monje, y se preocupa de dar respuesta a Kurgan.

Es inocente pretender engañar a Bashnar. De todas formas hay una buena razón por la que no podremos sostener esa mascarada que propones más que dos días.

Mira a los presentes, incluido a Derek, como para demostrar que sus palabras atañen a todos.

Las tropas que fueron vencidas en el Bosque Extenso o en Asbrav, no eran más que avanzadillas. El verdadero ejército del Elegido va a atacar Berfôska mañana al anochecer. Bashnar sabe que esta ciudad será la única que se le puede oponer en incontables millas a la redonda, y los Magos Rojos sabíamos que sin Berfôska, Cormyr no sería rival para Zhay. Por eso éramos parte de sus fuerzas... pero tal vez cambiemos de bando, después de todo.

Kurgan se quedó paralizado durante un momento tras escuchar la noticia de que al día siguiente, el ejército de Bashnar atacaría Berfôska. Estaba siendo demasiada información de golpe la que estaban recibiendo los compañeros en muy poco rato, y todo se sucedía muy deprisa.

Tras esos primeros segundos, el guerrero que había dentro del semielfo volvió a aparecer, y comenzó a ver la batalla que se acercaba como una oportunidad única, la contienda que se aproximaba era de aquellas que podía llevar la gloria eterna a los combatientes, incluso la inmortalidad para un guerrero valiente y capaz.

Kurgan pensaba para si mismo, que habría al menos entre los caballeros un Filo del Ocaso. Un luchador de una larga estirpe guerrera, que con el tiempo había perdido su esplendor, llegando casi a la extinción. Esta seria una buena oportunidad de reivindicar esta élite de combatientes con su ejemplo, pudiendo tal vez quedar reflejado en los libros de historia.

Tras esos segundos de pensamientos épicos, el hombre práctico volvió a aparecer, y fue cuando tomó la palabra.

Entonces debemos informar de esto lo antes posible a Bohemond....dedicó una mirada al clérigo de Vecna y luego a Derek mientras hablaba... para que informe a su vez a Hagen. Hay que comenzar a preparar las defensas de la ciudad lo antes posible.

Luego miró al mago rojo presente.

Tienes mi promesa de que estaré entre los que están de acuerdo con liberar a tus compañeros.

Desde luego, a Kandalian la respuesta que le han dado no le satisface. Pero la fuerza interior y el control que ejerce el Clérigo de Vecna son grandes. Cuando lo siguiente que dice es que la ciudad va a ser atacada por un gran ejército, al gnomo se le olvida preguntar por misteriosos y esquivos magos y decide centrarse de nuevo en la conversación.

Demasiado que hacer y poco tiempo...

Este era uno de esos momentos en los que era mejor dejar hacer a los saben organizar el asunto.

Cosas de humanos, al fin y al cabo.

El elfo no podía creer lo que estaba sucediendo, querían hacer tratos con los traicioneros magos rojos, que solo pensaban en como conseguir mas, y mas poder, era una cosa que Naldar nunca acepatría pero por lo visto no estaba completamente n sus manos, pero su opinión tenía que ser escuchada...

 - Mi decisión es que no debemos entregar a ningún prisionero de estos magos. Ellos pierden mucho si todo es arrasado, si quieren unirse a luchar para que eso no ocurra por el bien de todos, mejor, pero no seré yo quien deje libre a dos hombres peligrosos que finalmente se puedan volver contra nosotros, no señor...

 - Como bien a dicho Kurgan hay que preparar las defensas de la ciudad, el tiempo se nos echa encima, no hay tiempo que perder...

Pero antes de todo, estos dos prisioneros se encuentran aquí en Berfôska?

Esos magos están bajo la custodía de Berfôska, sí, aunque su ubicación es secreta, claro mira al Mago Rojo, como advirtiéndole.

Creo que la decisión de los presentes es clara. Agradecemos la muestra de buena voluntad la habitual forma de hablar del clérigo hace imposible apreciar más ironía en estas palabras que en todas las demás pero preferimos interceder en favor de los prisioneros después de que los Rojos hayan demostrado de qué lado están en la batalla. Supongo que será un gran sacrificio que tus hombres esperen un día y medio más.

Se encoge de hombros y levanta las palmas de las manos, señalando el evidente acuerdo de los presentes con sus palabras, como si eso lo hiciera inapelable.

Yo, al menos, prometo hablar en su favor si la ayuda de los Magos Rojos nos permite ganar este conflicto.

Nuevamente, varios de los presentes ven bastante razonables las palabras del clérigo.

El mago mira con expresión indescifrable al sacerdote de Vecna, sonríe ligeramente y saluda con la cabeza a todos antes de abandonar la sala por donde vino. Esta vez sin la escolta de Derek.

Ahora, si no os molesta, creo que habrá muchas cosas que hacer como para seguir nuestra grata conversación.

Se levanta de la mesa, como para reforzar la conclusión del encuentro.

Además, tenéis que informar a vuestros respectivos superiores de las novedades.

Kurgan, Derek... mira a ambos os cedo el honor de comunicar las buenas noticias a Bohemond.

Tras una pequeña pausa parece recordar algo, y mira a Arkaeron.

Antes de que te vayas, me gustaría decirte algo en privado, nigromante.

Y, Con Derek a la cabeza, todos excepto Arkaeron desalojan la habitación, aún aturdidos por la conversación tan reveladora y con un final tan abrupto.

A Kandalian no le ha gustado un pelo como se ha esquivado la opinión de Naldar el elfo. El gnomo está seguro de que la posición del explorador es compartida por más de uno de los compañeros. Sin embargo, nada se ha hablado al respecto...

No hay nada peor que acabar una reunión sin conclusiones aparentes...

Eso si sera una batalla en toda regla...el que quedan pocas horas y hay mucho que hacer.

Orphen sale a paso rápido hacia el exterior. Frenando a la altura de Kurgan.

Nos veremos luego, supongo, hablando en general.

Haz lo que tengas que hacer, pero como has escuchado pocas horas quedan ya.

Kurgan respondió al humano cuando se despidió.

Seguro que si Orphen, seguro que si.

Dejo a mis compañeros hablar, comprendo perfectamente a los Magos Rojos, incluso me identifico totalmente con ellos, a fin de cuentas mi objetivo es muy similar al suyo, y si mis compañeros se enterasen seguramente no les pareceria nada bien.

Durante toda la conversacion me mantengo al margen, cualquier palabra deberia estar muy bien pensada para no revelar mis intenciones y ahora mismo no estoy por la labor, la idea de la batalla ocupa mi mente por completo.

Cuando todos mis compañeros han salido me giro hacia el clerigo de Vecna.

Cada uno de los compañeros abandona la habitación, apresurándose por informar a sus respectivos jefes de orden de las novedades. Las reacciones de los seis líderes son muy distintas pero, en todo caso, las noticias provocan tal revuelo que es difícil considerar la cosa con calma.

En cualquier caso, todos se encuentran, apenas unos minutos después de haber salido del despacho del clérigo de Vecna, en una sala común en la que los líderes se han reunido con unos pocos ciudadanos y caballeros selectos.

Ante todo, para vuestra tranquilidad dice Hagen, que se ha proclamado portavoz del Consejo, a los aventureros debéis saber que el ataque a Berfôska ya estaba previsto.

Todos los presentes, excepto los compañeros, parecían saber esto, a juzgar por sus caras. Sin embargo, sus expresiones son nerviosas y preocupadas.

Lo temíamos desde hacía tiempo, y la carta que nos entregó Kandalian de parte de Vangerdahast nos despejó las dudas. Según sus averiguaciones, Berfôska sería un objetivo del ejército oscuro del Clérigo.

Suspira. Aquí se han acabado las buenas noticias.

Lo que no podíamos saber es que sería tan pronto. Los preparativos están avanzados, pero poner una ciudad en pie de guerra requiere tiempo y medios. De no ser por vuestro aviso nos habríamos visto sin tiempo para organizar una defensa suficiente. Aún ahora, tendremos que apresurarnos para estar listos. Me han comunicado cuál es la fuente de vuestra información, y el Barón Letard ha insistido en iniciar unas negociaciones con Nimrod, el líder de los Magos Rojos. Aunque ellos tengan mucho que perder en esta guerra, el resultado de esta batalla les afecta de forma más indirecta, de manera que temo que serán necesarias ciertas concesiones para asegurarnos de su colaboración. Podríamos sobrevivir, quizá, a lo de mañana sin la ayuda de los Rojos... pero no podríamos hacerlo si se deciden a actuar contra nosotros.

El comandante de los Caballeros del Gran Reino busca con la mirada a cada uno de los reunidos, terminando con la vista sobre el grupo, de nuevo.

Supongo que sabéis que vuestro reciente nombramiento os obliga a participar en la batalla, pero no quisiera que un honor rendido en agradecimiento os pasara factura tan pronto. Por lo que a mi respecta, sois libres de actuar como prefiráis, aunque valoraría vuestra colaboración. No disponemos de muchos hombres con vuestra experiencia luchando contra la horda.

Me ofende el hecho de que por lo que respecta a mi, no tengais claro mi postura. dice con una sonrisa medio burlona.

No es que haya nada pendiente con ese ejercito ni nada por el estilo, es por el simple hecho de aniquilarlo de forma deportiva, violenta y divertida como sea posible.

Yo me quedo.