Partida Rol por web

No los avise a tiempo Dijo Vaechio chasqueando la lengua. Mandragora es un traidor,el te mató Anabel.

- Según tú, Vaechio, ¿Mandrágora ha sido siempre un traidor? Su don no puede haber cambiado, pues fue llevado de vuelta por mi hija. En ese caso, ¿cómo no lo delataste antes?- responde Erial con tranquilidad.

No. No siempre lo fue.

Confío en Vaechio.

Mis palabras son pocas, tantos ataques, tanta desconfianza, tantos errores. Guardo silencio tras mis palabras y me coloco al lado de Shioban. Trago salivo y una mirada de comprensión hacia Prue, y un dolor en mi propio corazón. Cierro los ojos.

- ¿Y bien? - pregunta Erial a sus compañeros de ultratumba - Ya que al menos aquí sí tenemos palabra... ¿a quién creéis que deberíamos apuntar? No podemos olvidar que hay traidores entre nosotros. Si se ponen de acuerdo y no estamos ligeramente organizados, puede que sus votos pesen más que los nuestros.

-Y mi pregunta es... ¿Realmente deberíamos de judgar a los vivos estando muertos? ¿Alimentar más el odio por la esperanza de salvarlos... aún pudiendo condenarlos por error? Sé de lo que hablo... Lo he vivido.

Mis ojos buscan a Mustard.

- Mi promesa desde que llegué aquí fue que haría lo necesario porque saliesen vivos la mayor cantidad de gente posible. No lo he conseguido con mis votaciones cuando estaba vivo, pero eso no me hará dejar de intentarlo muerto. Si Mandrágora tiene razón y quedan dos traidores puede que caigan en estas votaciones, entre los votos de los vivos y los nuestros. Es una oportunidad para que al menos los inocentes que hay ahora sobrevivan a la noche.

Mandragora es uno de los Traidores, el mató a Anabel. Dijo Vaechio mirando a Erial Yo lo vi con el don de Mustard que copió mi animal.

- Ya me estoy dando cuenta. Eso explica su comportamiento desde que llegó aquí. - le responde Erial con cierta tristeza. - Él nunca había sido... así, en ciertos sentidos. Pero necesito que me confirméis algo: vuestro don, ¿realmente fue tomado de Mustard, o fue tomado de Prue?

Yo lo tome de Mustard,dudo que alguien pueda interferir en la acción de la magia de un animal,eso esta por encima de nuestros poderes Confirmó el conde

Apenas con una leve inclinación, como si uno de los últimos hilos que sostenían al bardo hubiesen recuperado tensión, Mustard mira a Vaechio. No hay ninguna expresión en su mirada. Tras un largo segundo, se gira hacia Erial.

Asiente y su mirada, una vez más, se pierde. 

-Dime, Vaechio, y dime la verdad. Cuando volviste con los vivos... ¿Volviste al Cubil de los Hombres Lobo? Dime la verdad, por favor.

Alejado y ajeno a todo lo que se decía, no podía evitar de escuchar el comentario de Erial.

Podrían estar calladitos estos muertos...no se rinden...con lo bien que estoy ahora que he asumido que no hay nada que hacer...bien a tocar los huevos...

Erial ahora quieres que nos unamos para decidir a quién votar...no cuentes conmigo ni tu ni nadie para eso. Estoy aquí en mi árbol muy bien solo y yo ya he tomado mi decisión. 

Si me disculpan, voy a ser contemplando lo que hacen el resto de idiotas.

- Señor Vaechio, he intentado confiar en ti, pero me lo pones difícil. La única oportunidad que quedaba era que tu don hubiese sido tomado de Prue. Creo que has sabido adornar tus palabras mucho mejor que la última vez cuando estuviste con los vivos, y puede que te ganases la confianza de algunos de ellos, pero cada vez está más claro.

- Llevo desde mi muerte pensándolo: creo que Drakonia nos engañó. Por eso ella no quería que yo observara a Mustard.

- Bardo sé sincero, ya no tienes nada que perder. Y quizá empezando a decir la verdad te ganes de una vez el perdón de tu hermana. Vaechio afirma que robó de ti su don. ¿Cuál era ese don?

Mustard miró entonces a Erial, su Emperador, con asombro. ¿Cómo negarle nada? Pero aquello era... demasiado. 

La tormenta de lealtades del bardo tira de él, y en mitad de ese torbellino, una verdad por encima de cualquier otra se impone. 

Agacha la cabeza y cuando habla, su voz se escucha rota, quebrada. 

- Vaechio... no es una persona en la que se pueda confiar. - La loza que sentía sobre su pecho no le permitía agregar nada más.

No lo robe,aprendí de él Dijo ignorando la pregunta de Kuvia Es un don anatema de los Traidores,l a luna le da su poder

Tras eso espero la respuesta del Bardo,en ese momento la Constelación de Aries se manifestó violando sus recuerdos,enseñandoselos a todos.

El grito que dió resonó en el mundo de los vivos. NOOOOO. NO TENEIS DERECHO,SHIONNEEEEEEE PORQUE ME HICISTE ESTOOOO

Estaba escuchado a todos  y seguía a mi rollo ya que nada serbia lamentarse de nada una vez muerta de que sirve nada...
Mire a todos y les dije.-Yo no voy a cambiar mi voto... Porque una persona diga de unirnos y votar a la misma, yo ya voto y lo hice por mi cuenta... Me aleje de ellos y me fui hacer compañía a Cole porque se veía como el árbol y se vería mejor las vistas de la distancia.

Prue no decía nada. Se mantenía alejada sola, acunando la soledad o la soledad la acunaba a ella. Su corazón estaba roto por la falta de perdón de la única persona que amaba y estaba muda presa del dolor

Negó y miro a Erial -No creo que Mandragora sea peligroso, veo mucho más peligrosos a los cambia votos, ya que por ahora hay dos, Kalin queme parece de los más listos de arriba y Elvira que me parece la más arpía de todas, esa si cambia los votos para que mueran los que ella quiere ¿no lo veis? manipula como quiere los votos y al final solo quedara ella-miro a Vaechio y algo parecido a lastima apareció en su fría mirada

Erial asiente ante las palabras de Ankara. - Estoy de acuerdo contigo. Nunca he entendido por qué esa bruja seguía con vida, si hace dos días que pretendemos acabar con ella. El primero murió Xar en su lugar, y ayer fuiste tú. Mi voto será o bien para ella o bien para Drakonia. No podemos olvidar que los de arriba votarán a Mandrágora, así que lo mejor sería escoger otro objetivo.

- Sobre la supuesta vidente... bueno, creo que busca la destrucción tanto como Elvira. Es la única forma en que se explican las listas de dones y muchas actitudes. Puede que no sea una asesina, pero trata de guiar los pasos de los asesinos hacia un camino concreto, y que proteja a Elvira es una muestra más de ello. Ahí arriba yo los señalé a los tres, pero en lugar de justificarse o defenderse decidió hablar de mis gestos sólo como un ataque a Mandrágora.