Partida Rol por web

-. Perfecto-. Digo como respuesta al informe de Akibel-. Como siempre han hecho un buen trabajo… cuando terminemos con esto os dejare devorar el cadáver de aquel bastardo-.sonrió tétricamente, contemplando a mis dos diablillos.

- Sólo muéstrame el camino maldita alimaña y yo me haré cargo de ese imbécil por la gloria de Bucón. - 

Suspiro, simplemente suspiro, ante las palabras tan básicas y primitivas de Dagoba-. Sugiero que calmes ese instinto asesino, demonio… al menos por ahora-. Mis ojos se posan directamente en los suyos-. Sería una gran molestia si echaras todo a perder por tus acciones tan impulsivas-. Hago sonar mi cuello calmadamente-. No me gustaría reportar un informe a Bucon donde exprese que la misión, que se nos encargó, se haya ido a la mierda por culpa de un demonio indisciplinado-. Vuelvo a suspirar pensando cual sería la mejor opción de acción…

-.Lo mejor sería un ataque sigiloso y preciso, ya que, como dijo mi querido Amalek, si hacemos mucho alboroto todo se puede ir al carajo…-.miro a mi alrededor-. Retirarnos y dejar la misión a cargo de mis diablillos no sería ningún problema, ya que confío en su naturaleza sigilosa, el problema es este estúpido demonio guerrero y el nivel desconocido de la magia sagrada que nos enfrentamos…-. Toco mi mentón tranquilamente-. Lo mejor sería adelantarnos al camino que esté tomando nuestro objetivo y organizar una emboscada… usaremos los diablillos y nuestra magia como distracción…-. Sonrió oscuramente-. Y Debora, en medio de todo este jaleo, tú serás el privilegiado de penetrar a nuestro enemigo por donde estimes conveniente y reitero, el enemigo que nos enfrentamos usa magia sacra... puede que el usuario no sea tan poderoso pero aun asi, sus conjuros siguen siendo efectivos y mortales si nos distraemos por un segundo-. Saco el oscuro diario de mi padre para luego mirar a mis camaradas-. ¿Qué les parece? Si tienen alguna sugerencia o crítica será más que bienvenida-. Manifiesto mientras comienzo a hojear aquel antiguo libro…

Alexander es media noche, lo más probable es que ese iluso esté en su dormitorio, así que no hay forma de poder atacarlo sin armar jaleo, te sugiero que busquemos un buen lugar para observar el espectáculo sin ser vistos, dado que nuestro amigo aquí presente va a hacer todo lo que este a su alcance para despedazar a nuestro objetivo sin importar quien se cruce en su camino.

Con algo de suerte hasta quizá se cargue al enclenque de Dumbledore en el proceso. - digo con una sonrisa.

Al momento de que el señor Potter pusó atención en ella Katherin se sonrojó moderadamente, para evitar que la viera así la pequeña bajo la mirada, en esa poco convencional posición la niña dijó con cierto toque de timidez:

-Era.......como una especie de bola de fuego azul, creo que se llamaba Exodia o Exodiux.

Dijo eso en base a su memoria, la niña no se acordaba bien del hechizo en cuestión, pero si habia visto que este era muy extraño, no habia conocido magia así. Luego volteó hacia Jane y le preguntó:

-Oye Jane, ¿No sabes como se llamaba el hechizo que uso Artemis en el lago?

¿Sería Exordio quizá? - pregunta Hermione uniéndose a la conversación. - Pues de ser el caso, su amigo está haciendo uso de magia muy antigua. - añade ella rápidamente.

Ante la mención de aquel hechizo los ojos de Dumbledore se abren como platos.

Por cierto, señoritas, ¿Saben ustedes en dónde pudo su amigo obtener ese conocimiento? Pues son muy pocos los libros que lo contienen, la mayoría de ellos muy antiguos y raros, casi de la época del mismo Merlín. 

Mientras Hermione los interroga, el director parece estar observándolas con detenimiento como evaluando si ese lugar es o no el más adecuado para sostener dicha conversación, sopesando la idea de llevarlas a su despacho, lo que no pasa desapercibido para Harry y McGonagall.

-¡¡Si!!, ¡¡ese mismo!!-Dijó en tono triunfal por la corrección de la señora Weasley-.

Luego de eso la abordo el director de manera que rayaba en lo brusco mientras buscaba saber de donde Artemis habia obtenido semejante conocimiento. Un poco abrumanda Katherin intentó hacer memoria, ella de pronto se acordo del viejito con una piedra roja que lo habia curado del ataque del diablillo, alzó la vista y declaró:

-Creo que se lo enseño su abuelo, ese viejito amable que se hacia llamar Niccolas Flamel.

Dijo esto mas como una deducción que una verdad acertada, no estaba segura que su abuelo le enseñara tal cosa, pero seguramente su abuelo era muy versado en la magia ya que con solo verlo se sentia un aire de grandeza y poder, justo como Dumbledore. Luego investigaria quien era Niccolas Flamel, seguramente seria algo famoso, como el director Dumbledore o el Auror Harry Potter.

Así que fue Nicolas, que interesante. - responde Dumbledore con tranquilidad.

Creo que mañana tendré algunas palabras con mi viejo amigo. Ahora jovencitas, creo que es hora que vayan a descansar.  - añade el Director con una sonrisa.

Minerva, si tuvieras la bondad de acompañar a estas jovencitas a su dormitorio, te estaré muy agradecido.

Me puse a pensar en el hechizo de Artemis cuando Kat me preguntó, sin acordarme yo tampoco de las palabras exactas. Por suerte, la señorita Grager pudo decirnos de qué hechizo se trataba. Asentí, sonriendo.

- Sí, creo que era esa - luego se puso a pensar de nuevo - mmh, bueno, no sé exactamente de dónde lo saco... - no quería decir de dónde lo había sacado, eso era algo que Artemis debía decir por si mismo. Sospechaba, que a parte de su antepasado, tal vez el libro que había encontrado podía tener algo que ver.

Entonces, el director nos mandó a la cama. Una vez notificado lo que había descubierto Katherin no había nada más que pudiéramos hacer y quería hablar con ella en la habitación, lejos de oídos ajenos.

- Esto... sí, director, nos iremos inmediatamente para la habitación - dije tomando de la mano a Katherin - no se preocupe, profesora, podemos ir solas. Vamos, Kat - y eché a correr hacia la habitación.

-Deacuerdo Jane.

​Concordó con su compañera de cuarto con la que salió corriendo hacia su dormitorio. Mientras corria con Jane le dijó:

_{-Oye Jane ¿que crees que quiera el director con el libro de Artemis?}

Katherin dijo esto con cierta incredulidad, pero tampoco le daba buena espina que el director Dumbledore se pusiera así por un conjuro de magia antigua. Luego de meditarlo un poco la pequeña bruja por fin se decidio, tambien deberian aprender el hechizo "Exodio", mas que nada para evitar que este cayera en malas manos. Se volteó a Jane y le murmuró:

_{--Creo que seria buena idea aprendernos el hechizo "Exodio", así atraeremos la atención de los diablillos y evitaremos que sigan atacando a Artemis.}

Luego es decir esto espero la respuesta de Jane.

- Mi señor, dígame ¿Cuál es su voluntad? ¿Quiere que ataquemos al mestizo en este instante o desee que aguardemos? - pregunta Akibel

- Estoy aquí para derramar sangre, así que no me hagas perder mi tiempo mortal o beberé la tuya. - reclama Dagoba, azotando nuevamente su lanza contra el suelo ante la desaprobación de Amalek, quien pareció mascullar algo entre dientes.

"Soldado estúpido" - dice Amalek en un susurro casi inaudible.

-.Hacer conclusiones con supuestos no comprobados es lo peor lo que uno puede hacer mi querida Samantha-. Manifesté mientras miraba a los esbirros-. Además si dejamos a este demonio…. -. Me detengo para pensar por un momento-. Si lo dejamos suelto y causa una conmoción lo suficientemente fuerte… podríamos aprovechar el caos para terminar con nuestro trabajo de forma limpia y sin ningún problema… gran idea Samanta-. Miro a Dagoba y luego a mis diablillos-. ¿Akibel sabes algo de nuestros exploradores y de la ubicación de nuestro objetivo? Amalek, invoca vuestros esbirros para luego fundirte en las sombras, lo mismo contigo Akibel…-. Hago sonar mi cuello lentamente-. Dagoba  guarda esas estúpidas amenazas y concéntrate en tu trabajo, ya falta poco para que dejes libre esa sed de sangre-. Dije sin vacilar, mirando directamente el rostro del demonio-. Como ya habíamos dicho esperemos el reporte… y si resulta que nuestro objetivo está en su dormitorio… no se preocupen… tengo un plan de contingencia-. Sonrió oscuramente, disfrutando del frio de la noche…

Por esta noche será mejor que nos retiremos a nuestras habitaciones. Es precisamente en la paciencia donde tenemos la ventaja sobre nuestros enemigos. No saben de nuestra existencia y nosotros sí de la suya. No cometamos el error de mostrar nuestra daga antes de estar listos para descargar el golpe mortal.

Al cabo de un par de minutos se presenta un diablillo y tras hacer una reverencia a Akibel les informa lo siguiente:

- Mi señor, el objetivo está bien resguardado, hemos podido seguir su esencia hasta un pasillo cerca de la torre norte, pero hay una barrera que nos impide el acceso e incluso una guardiana que pide contraseña, si gusta le muestro el camino. - dice el diablillo mientras Amalek convoca a seis esbirros y se funde con las sombras.

Al escuchar la palabras del esbirro Dagoba sonríe mientras coge con firmeza su lanza.

- ¿A qué esperamos mortales? Tengo sed..... - dice el demonio relamiéndose lo labios.

-.mmmmmmm…..-. Me quedo meditando por un momento-.Dagoba, creo que ha llegado el momento que muestres la fuerza de los soldados de Bucon, ha llegado la hora de derramar aquella sangre que tanto añoras-. Mis labios forman una sádica sonrisa-. ¿Crees que puedas con esa barrera y el con guardián?-. Pregunto  mientras, al mismo tiempo, hablo con mis diablillos usando el pacto-. AKibel , Amalek quiero que aprovechen todo el revuelo que hará este estúpido demonio… lo más probable, cuando Dagoba comience con la fiesta, que querrán evacuar el lugar y en ese momento actuaran… como siempre desde las sombras, hagan que sus últimos momentos sean confusión y miedo… pero recuerden tengan cuidado con la magia sacra…-. Termino con la comunicación para luego volver a mirar al enorme demonio-. Y recuerden que si fallamos seremos material de experimentación de Bucon... dicho esto... que comience la cacería-. Dije sonriendo al mismo tiempo que daba la orden…

_{- Supongo que querrá saber qué clase de libros leemos, porque todavía somos de primero y no querrá que leamos libros peligrosos, pero por si acaso, mañana le pediremos a Artemis que nos deje leer un poco de su libro, a ver si vemos algo interesante - le contesté en un susurro mientras corríamos - y también aprender algunos, como has dicho. Artemis nos dijo para practicar con él, así que no creo que nos diga que no.}

Seguí corriendo junto a Kat hasta la habitación, y una vez allí, entré rápidamente. Yo también quería enseñarle algo.

Mientras ven como el soldado de Bucón marcha hacia el castillo ustedes deciden abandonar el lugar de la manera más sigilosa posible pues no desean toparse con ningún celador entrometido que pueda meterlos en líos, en especial, teniendo en cuenta lo que está por suceder.  

Samantha, de forma altiva, observó y escuchó a Aexander mientras este concretaba con sus diablilos el plan de ataque que iban a seguir. - Alexander, supongo que si pretendes armar tal revuelo para que evacuen el castillo, y abrir una posibilidad para Dagoba, deberíamos estar en nuestras habitaciones cuando vinieran a buscarnos. - dijo, girándose y comenzando a alejarse de aquel lugar. Cuando hubo andado unos tres pasos se giró, y con mirada penetrante, añadió. - Y no se os ocurra fallar. - sentenció, apuntando con la varita a los otros

Yo sigo a Samantha hacia las habitaciones hasta que nuestros caminos se separen.

Ya era hora.

Mientras abandonan la seguridad de la sala común, escuchan que los ruidos son bastante continuos, casi como pasos. 

Tras algunos minutos los ruidos cesan y luego escuchan otro estruendo, seguido de un enorme griterío, esta vez proviene de la zona de la torre norte.

Mientras se ponen en marcha hacia el lugar escuchan algunas explosiones y notan que todo el castillo empieza a despertar de su ensoñación.