Partida Rol por web

Mientras estás adormilada escuchas unos fragmentos de conversación.

- Gracias muchacho... vida. (Slughorn)

- No fue... amigos y yo... sólo pasabamos... bosque prohibido? (Artemis)

- ...muestras para... académicos, el bosque... plantas raras... (Slughorn)

- Ya veo así que estabas... (Voz poco familiar, posiblemente Caín o Bane)

- Me ofendes... Investigación... (Slughornn)

- Tranquilo Horace, es sólo... este año. (Dumbledore)

- Disculpen profesores... (Artemis)

- ... el bolsillo derecho... muestra de... aprecio. (Slughorn)

Luego escuchas dos conversaciones en simultáneo, pero no entiendes nada, sientes un beso en la frente y luego escuchas la puerta.

Una vez la señora me dio la poción sentí como todos los músculos se me relajaban y como el sueño me llamaba, por lo que me resultó imposible entender todo lo que hablaban a mi alrededor, aunque la impresión que con la que terminé por relajarme fue que no tendría que devorar a Slughorn tras despertarme. Otro sería el averiguar todo lo que habían hablado, pero ya me lo contaría Artemis, así que decidí dejar que mi cuerpo descansara después de sentir un beso y guardando unas pocas fuerzas pars una última palabra.

- Luego.

La dejé caer más como una advertencia a los profesores, aunque en mi estado fuera difícil discernirlo.

Cuando al final desperté me encontraba mucho mejor, algo adormilada, pero al menos ya no me sentía como si fuera a desfallecer, lo cual era un progreso, por lo que decidí levantarme de la cama.

- Gracias señora ¿qué hora es?.

Le digo justo después de incorporarme. No sabía si tendría tiempo para ir a comer, hacer algo, o directamente tener que correr a transformaciones.

Bueas tardes jovencita, son casi las 15:30, creo que aún tienes tiempo de llegar a tu clase de la tarde.

- ¿¡Ya!?

Pregunté alarmada. A este paso incluso iba a tener que correr para llegar.

- ¡Gracias señora!

Repetí nuevamente antes de salir pitando a la clase.

Mi niña, debes tener más auto control, el hecho de que poseas un conocimiento, no quiere decir que puedas usarlo si es que no cuentas con la capacidad para ello, pudiste haerte lastimado. - dice el mago mientras te conduce por un camino de brumas.

Trata de no ver enemigo en dónde no existen, estás dejando pasar una oportunidad de oro pra hacer aliados, no siempre la mejor forma de llegar a alguien es confrontándolo, recuerda que se cazan más moscas con miel que con hiel. Ahora depierta, que ya es tarde. - dice el mago mientras pone su mano sobre tu cabeza.

Despiertas en mitad de la noche en la enfermería.

Abro los ojos aturdida en mitad de la noche e inmediatamente me llevo la mano a la cabeza. Me dolía y las palabras de Slytherin aún resonaban con fuerza, impidiéndome reconocer el lugar dónde estaba, al menos durante un rato.

¿Qué hago en la enfermería?

Me pregunto bastante perdida antes de pasar a incorporarme aunque sin llegar a salir de la cama. Seguramente la señora Pomfrey andaría cerca y con el oído atento, por lo que no me convenía advertirle de mi recuperación hasta intentar recordar algo más.

A ver... estaba en pociones... recuerdo haber empezado la poción de esencia de murtlap... el wizangan y... y los intentos de Oclumancia. ¡Ahí! Ahí estaba dónde había acabado pifiándola.

Al parecer el viejo tenía razón y tomarme las cosas con más calma. Lo cual me resultaba difícil teniendo en cuenta la mucha presión que sentía por todos lados y, dado que no me apetecía quedarme sola toda la noche en la enfermería, eché mano de mi varita para llamar a Skaa.

- Serpent sortia.

Susurré esperando que la enfermera no se enterara, al menos hasta la mañana siguiente.

Tras conjurar a Skaa, la serpiente aparece, bastantae curiosa por tu llamado, pero siempre solicita a cumplir tus indicaciones.

Buenass nochess mi sseñora. ¿En que puedo seervirla?

El viernes por las mañana me salto el desayuno para ir directo a la enfermería, al verme entrar madame Pomfrey me observa con su mirada acusadora al tiempo que yo me excuso rápida pero cortésmente.

Sólo estoy aquí para ver a Hellen, no me ha pasado nada madame Pomfrey.

Tras lo cual la sanadora me indico en donde se encontraba mi novia.

Buenos días Hellen. ¿Cómo te encuentras? - digo mientras la abrazo fuertemente - Me tenías preocupado. ¿Qué te ocurrió? Caín nos obligo a abandonar el aula y luego salió corrinedo contigo en brazos.

La aparición de la serpiente me resulta reconfortante. Al menos podía contar con alguie que me hiciera sentirme segura.

- Nada en especial Skaa, solo me gustaría que durmieras conmigo.

Respondo a la serpiente aunque en realidad lo que quería era sentirme segura durante la noche. Luego simplemente me acomodé a la espera de que el sueño me llamase, pues tenía cosas que pensar.

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A la mañana siguiente, despierto poco antes de que Artemis llegue, pues a decir verdad me despierta su conversación con la señora Pomfrey.

- Bien. Skaa me hizo compañía toda la noche. - respondo sonriente a mi novio mientras algo se mueve bajo las sábanas - Pero no se muy bien qué ocurrió. Recuerdo estar en Pociones y luego despertar aquí... supongo que me extralimite - admito azorada - Creo que le debo una disculpa al profesor Cain.

Admito poniéndome colorada por la creciente vergüenza.

Bueno básicamente te desmayaste y Cain dió por terminada la clase, luego nos echó del salón y salió corriendo contogo en brazos.

Yo vine a verte un rato anoche, y me quedé aquí hasta que madame Pomfey me envió a mi habitación como a las diez de la noche, según me dijo te iba a dar de alta hoy si es que no había ninguna complicación.

La información que me faltaba no distaba de la que ya disponía. Sin embargo el gesto de Artemis de quedarse hasta que lo despacharon consiguió enternecerme.

- Pues me tocará esperar un poco más me temo.

Señalo acomodándome un poco más en la cama, pues debíamos esperar a que Pomfrey me permitiera irme.

- Pero tu deberías buscar a Jane y Kat e - bajo la voz hasta ser prácticamente un susurro - ir al pasillo del quinto piso.

No podíamos dejar escapar la oportunidad de comprobar si lo del este se refería al amanecer.

Mientras Hellen y Artemis conversan, la sanadora hace acto de presencia.

Señorita Greystoke, una vez que beba esto ya se puede ir y trate de no excederse la próxima vez. - dice madame Pomfrey a modo de advertencia.

Luego los deja para que sigan conversando, mientras la puerta de la enfermería se abre y se oye la voz de Sñughorn.

- No le prometo nada señora.

Le aseguro sonriente antes de tomar el brebaje.

Mientras Hellen se prepara para salir de la cama, ambos escuchan con claridad la conversación de Slughorn con madame Pomfrey.

- Gracias por tus cuidados querida, pero creo que es hora que me vaya, no me gustaría volver a toparme con Bane o Cain, son demasiado..... estrictos y no comprenderían que mi visita a la escuela fue sólo con fines académicos. Por cierto Poppy, si ves a Flamel dile que en seis meses cumpliré con remitirle lo prometido.

- Horace ¿No crees que remitirle seis Felix Felicis es demasiado? Aunque teniendo en cuenta la tendencia de ese muchacho a lastimarse, creo que quizá le queden cortas. - responde la sanadora en tono de broma.

- Es lo menos que puedo hacer por él y sus amigos, ahora si me disculpas me voy pues quiero tomar el tren antes de que anochezca, después de todo no quiero encontrarme con ningún dementor, sé que Albus y Bane los mantienen lejos del castillo, pero creéme cuando te digo que no han podido expulsarlos del bosque, yo en tu lugar no me adentraría mucho en ese lugar si tener algunas varitas extras. - comenta Slughorn

- Muy bien horace, que tengas buen viaje.

- Gracias Poppy
 

Las palabras de Slughorn con Pomfrey me dejan intranquila. Poco me importaba la interesante noticia de que iban a entregarle una especie de premio, estaba más preocupada por los guardianes de Azkaban en el bosque.

¿Habrían sido ellos lo que atacaron a Slughorn y no un diablillo?

Me pregunto intranquila antes de dejar la enfermería con Artemis.

- Vamos.

Le indico agarrándole de la mano y prácticamente arrastrándolo al pasillo del quinto piso.

En aquella tarde todo iba bien, las camas estaban bien, las medicinas estaban en orden y la enferma parecía estar aburrida por no tener pacientes que atender. De repente la puerta se abrió de golpe y por el marco entraba Katherin Darling y con ella iba Artemis Flamel quien estaba inconsciente.

-¡¡¡Madame Pomfrey!!!, ¡¡¡Artemis se desmayo!!!.

Dicho esto lo llevó a la cama mas cercana y lo tendió ahi, en espera de atención médica.