Partida Rol por web

Salisteis del lago en la distancia. Hogwarts era sólo una silueta lejana, pero de algún modo, no era el de siempre. le faltaba algo, pero no sabríais decir el qué. Hacía frío y la nieve que otrora fue pura y reflejaba la luz, ahora sólo parecía mostrar muerte.

Severus os llevó dirección a Hogsmade, pero no llegásteis a entrar en el pueblo. Seguisteis caminando en silencio hasta llegar a una granja de aspecto abandonado. Severus entró sin dudarle y le seguistéis. Una vez dentro visteis aue lq fqchqdq exterior era una ilusión. por dentro la granja estaba en perfecto estado. Severus encendió un fuego en la chimenea y os sentasteis alrededor de él. El chico suspiró, abatido, antes de levantar la mirada.

- Antes que nada supongo que aún tenéis preguntas. Si vamos a estar juntos, deberíais saber todo lo que yo sé. Adelante. - ya había explicado en el lago lo que ocurría, pero tal vez las chicas tenían preguntas que hacer.

Tras los abrazos iniciales, preguntas y lágrimas, Irina dio el mensaje de la profesora a Remus. Remus asintió y todo el grupo le siguió con prisa. Al final llegáisteis a la casa de los gritos y allí os acomodasteis. Entonces os explicaron lo ocurrido en la superficie, y vosotras lo ocurrido bajo el agua.

En medio de la prueba las cámaras de varios grupos habían dejado de funcionar. La profesora Elina intentaba saber qué ocurría y arreglalo, pero no parecía ser un fallo en el conjuro. Poco después imágenes confusas de sirenas aparecieron en las cámaras aun funcionales, pero estas dejaron de funcionar también. Vosotras explicásteis que las sirenas las habían destruído y aquellos tritones y sirenas negros cargando figuras oscuras habán empezado a ir hacia la superficie. Mientras eso ocurría la confusión se extendió en la superficie, pues no podían saber qué ocurría. Entonces las figuras oscuras surgieron del agua y empezaron a atacar a todos los presentes. Muchos estudiantes salieron corriendo, otros fueron alcanzados,... y un grupo de mortífagos fue hacia el castillo. Jack y Elina tuvieron claro que tenían ayuda dentro del castillo, ya que las puertas se abrieron para recibirles y se cerraron tras ellos, además de que pareía haber una batalla en el interior antes de que entrasen incluso. Elina se batió con varias figuras a la vez creando una distracción para que Jack pudiese guiar a todos los estudiantes que quedaban en la zona hacia el bosque. Ellos nosabían que más había ocurrido. Ahí rellenasteis vosotros los huecos: cómo llegasteis ante los destrozos, Elina malherida, cadáveres... Sirius y James también explicaron que Peter les había atacado bajo el lago y dicho algo sobre el Señor Tenebroso antes de reirse como un maníaco, y que Kristoff y Sanna habían hecho algo parecido con Joni.

Diane explicó cómo ella, Brad y Mia habían visto escondidos cómo ocurría eso y cómo los tritones se empezaron a llevar a todos los estudiantes que había bajo el agua, y que al parecer estaban atacando la ciudad de las sirenas también. Mia había lanzado un Carpe Retractum al tritón que se llevaba a Joni, quedándo enganchada y saliendo disparada con él. Brad se había quedado bajo el agua dónde se habían encontrado con Severus, London y Zoe. Iban a investigar que ocurría bajo el agua, pero Diane necesitaba saber que su hermana estaba bien.

Irina por su parte explicó cómo los tritones les dijeron algo y ella salió disparada hacia la superficie, pero al parecer Dean y donnie no habían podido escapar. A medio camino se vio atrapada en un remolino y cuándo este se detuvo vio a Anne, Ryan y Aelia. Anne y Ryan estaban desorientados, atrapados como ella en el remolino junto a varios tritones negros, y Aelia parecía ser la causante. irina no se detuvo y siguió nadando, sin saber qué ocurría con el resto.

- Esto no puede estar pasando... - dice Jack, quien es el obvio responsable del grupo. - El director y la subdirectora habían sido llamados al ministerio de manera uurgente, por eso no estaban... Pero tiene que haber sido una trampa. Los mortífagos les han engañado para tomar Hogwarts.

Por fin salimos del lago, y vimos como estaba Hogwarts, no estaba igual. Ahora parecía un lugar...oscuro.
Caminé junto a Severus sin saber dónde nos llevaría callada. Cuando llegamos vi que era una granja abandonada, o algo por el estilo. Pero por dentro estaba perfecta. -¿Tenias esta "granja abandonada" preparada, verdad? ¿Desde cuando sabías lo del plan...? ¿Podrías explicar un poco más su finalidad? Y... ¿porqué estas a favor? - necesitaba saber un poco más de lo que estaba pasando y no entendía casi nada de lo que hacíamos.- ¿Qué haremos ahora? ¿Sabes quien va... "Ganando"?- me sabió mal decir lo de ganar, no era ningún juego. Pero era para que me entendieran.

Severus no tardó en contestar a Zoe. Había dicho que les explicaría todo, y no mentía.

- Yo no la tenía preparada. La prepararon para nosotros, para que nos pudiésemos reunir cuándo nos llamasen fuera del alcance de la influencia del director Dumbledore. Enviaban sus mensajes a través de esos tritones y sirenas negros. Saana habla sireno. Después ella informaba a quienes estaban involucrados y veníamos. A veccs nos daban información nueva, otras veces simplemente era una reunión para asegurarse que nadie había hablado de más o para aceptar nuevos miembros.

- Al parecer el plan lleva varios años en proceso, pero se puso en marcha en el momento que aceptaron el intercambio con los chicos de Dumstrang. A nosostros nos iban dándo sólo la justa y necesaria información. He tenido que unir yo las piezas e investigar lo que me faltaba. Los infiltrados del Señor Tenebroso son mucho mayores allí que en Hogwarts, o al menos tienen más poder. La finalidad del plan es, obviamente, tomar Hogwarts. Es un lugar estratégico por muchos motivos, y si tienes cómo rehenes a los magos del futuro... el ministerio no puede hacer mucho. 

- La guerra mágica lleva años tratándose de un desgaste de ambos bandos, de esconderse y atacar cuándo nadie mira. El Señor Tenebroso está harto, así que planea algo así cómo un golpe de estado.

Suspira, derrotado, ante la última pregunta. Por qué está a favor... 

- No he tenido otro remedio, Zoe... Tú sabes cómo ha sido siempre mi vida. - dice mientras en su tono van apareciendo dolor, frustración y enfado - Un paria al que mangonear. Olvidado, o peor, humillado constantemente. Pero entonces Zane y Debbie se hicieron amigos míos. No tenían por qué, no tenía sentido de hecho. Ellos venían de familias extremadamente importantes y yo soy nadie. Pero lo hicieron, e insistían en mi valía y en cómo era injusto todo y... Bueno, sus familias apoyan la causa. Nunca han escondido que la sangre limpia debería dominar. Y... me vi metido en medio antes de darme cuenta, y ya no podía dar marcha atrás. Y luego Lily y ese Potter y sus amigos... - cierra los puños con fuerza mientras dice esa frase entre dientes - Unirme era lo único que podía hacer para dejar de ser nadie, y para no estar solo.

Se queda unos segundos en silencio.

- Pero entonces aparecisteis vosotroas. Bueno, tú llevabas mucho tiempo igual que yo, excepto porque no eres el centro de las burlas de nadie desde hace tiempo. - dice a Zoe - PEro todo el mundo te ignora, te menosprecia... No existes para nadie. Pero yo sabía de tu potencial, por eso la única persona a la que toleraba cuándo Zane y Debbie desaparecieron eras tú, y por eso te pedí unirte al grupo, ya que no podía abandonar la competición. Y entonces llegó London. No la conocía, pero escuché habalr de ella. Por un lado, que era una estudiante brillante en SAlem. Por otro, su apellido decía mucho de ella. O eso creía. Me sorprendiste, London. Tu hermano era tal y cómo habríamos esperado, por eso apenas entrar en el colegio ya estaba metido en esto. Pero tú no. Y a medida que pasábamos más tiempo juntos más dudas me entraron sobre mi decisión... pero ya no podía echarme atrás. No quería que os pasase nada, pero tampoco quería involucraros... por eso esperé hasta el último momento para entrgaros una copia de esos medallones. De hecho, pensé que tal vez James ya lo habría hecho, pero cuándo le pregunté ayer me dijo que no. No entendí por qué, y eso me hizo querer lanzarle una maldición... Pero me contuve.

Suspira y se detiene un poco. Está habalndo mucho, demasiado, él que nunca ha sido hablador y eso le resulta cansado.

- Supongo que el Señor Tenebroso va "ganando". - responde a Zoe. - El castillo está bajo la custodia de mortífagos y los estudiantes de Hogwarts que apoyan la causa. Los estudiantes bajo el lago - excepto Brad y Diane al parecer - han sido capturados y llevados al segundo frente. Ahí están los aliados de Dumstrang y más mortífagos. Deberían estar de camino hacia el... centro de operaciones. - dice al final, cómo dudando cuál era la palabra adecuada. - Cuándo todo esté absolutamente bajo control, deberían empezar a negociar con el ministerio, aunque haya poco que negociar...

No sabéis muy bien por qué vais hacia el norte, pero es un hecho.

Un rato tras haberse llevado Zane a Aelia, ambos vuelven. Zane empuja sin cuidado a Aelia soltando una carcajada despectiva mientras ella cae entre vosotros el resto de capturados.

- Ya he terminado con ella, podéis seguir con las instrucciones.

Un mortífago recoge todas vuestras varitas excepto la de Aelia, que debe habérsela quedado Zane. Un par más os llevan a una especie de despensa bastante pequeña dónde os dejan encerrados. Estáis todos en el suelo con las manos atadas, aún en vuestros trajes de neopreno, sin vuestras preciadas varitas. En la habitación sólo parecen haber cosas viejas e inútiles: redes o velas de repuesto, cuerdas y boyas... Podéis notar el vaivén de las olas, pero ya no sabéis si cambian de rumbo o no.

- Estás bien, Aelia? Qué querían? - pregunta Anne preocupada a su amiga.

En cierto momento se han llevado a Aelia dejando al resto atrás. Un rato después sale acompaãnada de alguien, quien la empuja al suelo con el resto. Después se los llevan a todos a algun sitio bajo la cubierta y las figuras oscuras van desapareciendo también. Algunos se quedan en la cubierta y otros parecen tener tareas de navegación.

Sigues al barco desde una distancia más que prudencial. No quieres que te vean y un barco de ese tamaño es difícil de perder de vista, de todos modos.  

Ves que el barco acaba llegando al mar y va avanzando hacia lo que crees que es el norte. Si ahora sigues al barco no sabes cuanto tiempo vas a tener que estar montada en esa escoba sin posibilidad de aterrizar. 

Estaba realmente molesto, y no sólo eso, también preocupado. ¿Estarían todos bien?

Me levanté como pude sin manos y me puse a buscar algo que pudiera ser útil para cortar las cuerdas mientras le preguntaba a Aelia:

-Aelia, por favor, dime que la serpiente de Zane es un traidor de los que nos tienen aquí y tienes la varita contigo...

En cuanto vi a mi queridísimo Remus ahí me lancé a sus brazos. 

- Pensaba que te había perdido...- le digo mientras notaba como se resbalaban las lágrimas por mis mejillas. Odiaba llorar pero por la situación, no lo podía controlar. Entonces fue cuando me di cuenta de que también estaba Inuix y me lancé a ella. -Tu.. Peligro. No... No te separes de nosotros.- Pude decir entre sollozos mientras la abrazaba. 

Al resto no le saludé de la misma manera, solo pude lograr una sonrisa triste pero alegre al ver a Lily, Sirius y -no tanto- James. Pero cuando vi a la hermana de Dean... 

Llegando a la casa de los gritos me pregunté porqué Remus se sabría ese lugar. Yo lo sabía porque Donnie iba allí en sus noches "malas" pero... ¿Él? Sin embargo, supe en seguida que no era el momento de preguntar esas minucias. 

- Jack... Mis amigos no han podido salir del lago.-Repito.- Tenemos que ayudarles de alguna manera... - Miro a la hermana de Dean. Su hermano estaba en peligro y yo era tan inútil que no había podido ayudarle. 

Pienso en Peter durante unos segundos... No me lo esperaba para nada de él. 

- ¿Seguro que Peter estaba bien? O sea... ¿No estará hechizado y por eso decía esas cosas? - Esa idea me aterraba. Significaba que a mi me podían hacer lo mismo y sería de los malos sin poder controlarlo. 

Hay mucha mierda y poca cosa útil, hablando en plata. Encuentras un par de roldanas y pastecas* oxidadas. Tal vez si consigues sacar los tornillos puedas hacer algo, pero sería difícil y nunca ha sido recomendable herirse con algo oxidado. Lo más afilado que encuentras los los clavos que cierras las cajas de madera. La madera no es nueva, de hecho parece algo gastada, pero los clavos están bien hundidos.

Los Gryndillows nadan a gran velocidad, cómo alma que lleva el diablo. Nadáis un buen rato pasando por el canal dónde el lago se conecta al río. Una vez salís, el río va ensanchándose. Es probable que estéis llegando a la desembocadura que da al mar. No estás del todo seguro si a los Grindylowws les gustará nadar en agua salda, pero del mismo modo, desde dónde estás bajo el agua, no ves nada que te indique si han ido dirección al mar o río arriba.

El frío golpeó mi rostro con mil cuchillas. Entrecerré los ojos, y miré a mi alrededor, buscando encontrarme en aquel lago acerado.

Cuando vi el castillo a lo lejos, dibujé una "o" con la boca. No me imaginaba que pudiéramos estar tan lejos. Y, sin embargo, me sentía con una soga al cuello de manera continua. Carraspeé la garganta, casi sintiendo la cuerda clavándoseme en el cuello, y miré a mis compañeros, nerviosa por los próximos momentos que nos tocarían vivir, pero expectativa acerca del grupo que formábamos. Más que nunca era el momento de confiar los unos en los otros. Debíamos de ser plenamente conscientes de que, si realmente había una guerra allí fuera, sólo nos teníamos nosotros tres.

Me abracé con fuerza cuando salimos del lago, y tirité todo el camino por el frío. El pelo mojada lo sentía pesado, y los músculos agarrotados. Pero no quise decir nada. No quería parecer débil o asustadiza.

Entorné la mirada al ver aquella granja, después de evitar decir nada acerca de acercarnos tanto al pueblo, y ahogué un grito al ver su interior. Asentí con la cabeza, satisfecha de poder tener un techo bajo el que refugiarnos. De momento.

Cuando Severus encendió la chimenea, se lo agradecí con la mirada, y casi corrí para calentarme.

De espaldas a la chimenea, sintiendo el calor de las llamas en mi trasero, miré tanto a Severus como Zoe. Sí, claro, las explicaciones debían de empezar.
Escuché las preguntas de Zoe, y, después, todo el relato de autocompasión de Severus. Me puso enferma, enfadada, ardí tanto como las llamas de la chimenea.

Luego, me relajé. Traté de empatizar mientras Severus seguía su relato, y por el hecho de que había intentado protegernos. Eso me gustó. E hizo que lo mirara de manera diferente. Otra vez. El calor de las llamas, o eso quería pensar, subió hasta mis mejillas, y las noté extremadamente calientes. Me rasqué la nariz para disimular un poco, y pensé en lo que debíamos hacer a continuación.

-Bueno, yo no soy ninguna heroína, y no pienso entregar mi vida por una causa en la que no creo- comencé a decir, con la voz un poco congestionada por el frío-. Pero tened por seguro que por vosotros haría lo que fuera- afirmé, seria, decisiva-. Debemos irnos de aquí en cuanto podamos, y decidir qué camino seguir. Podemos pasar de todo esto, y mantenernos al margen. O podemos tomar partido por un bando. No conozco a ese Señor Tenebroso, pero tampoco me gustan sus método. El Colegio está lleno de niños, ¿qué es lo que esperaba conseguir? Una victoria fácil. Cobarde. Si realmente quiere hacer un mate al rey debería de haber ido directamente al Ministerio. Ahí es donde se decidirá todo.

Hice una pausa, donde aproveché para rascarme la nariz.

-Se acercan tiempos oscuros, ¿no?- dije con una sonrisa en los labios-. No nos precipitemos en nuestras decisiones.

Zane me había llevado con mis compañeros de curso otra vez. «¿Por qué iba a raptar a todo sexto si el peligro más grande lo ofrecen los compañeros de séptimo?» Esa pregunta divagaba en mi mente cuando sentí la mano de Zane en la espalda y sin poderlo evitar las rodillas golpear el suelo bruscamente, tras lo cual caí al suelo de lado, con dureza. -Sí, Anne. Estoy bien, aunque he estado mejor -comenté irónica, mientras me reincorporaba, no sin ciertas dificultades, y me dirigía a esa despensa. Una vez estuvimos los presos a solas proseguí hablando-. Pues Zane quería que me uniera a ellos. Y bueno, ya veis el resultado -especifiqué, tratando de sonreír, sin conseguirlo del todo-. Claro, Donnie -espeté sarcástica, en un arrebato de furia por sus palabras-, en realidad todo esto es una broma de mal gusto que os gasto yo por mi cumpleaños y tengo la varita escondida en el escote. ¡Donnie, despierta, hombre! Mi varita se la ha quedado Zane y la ha guardado bajo llave, no creo que vaya a poder recuperarla sin ofrecer un gran sacrificio a cambio. Ya sabéis cómo es. De hecho, no sé si vamos a salir de esta. Me pregunto qué tienen preparado para nosotros... -Murmullé bajando mucho el tono de voz, sin querer realmente pronunciar ese fatal augurio, sentándome en un lado de la habitación con cara de fastidio e impotencia. No podíamos hacer más que esperar, o por lo menos esa era mi impresión.

Aw... fuck.

El barco entra el en mar, sinceramente, no sé qué esperaba. Pocas opciones me quedaban, podía volver atrás e intentar buscar Hogwarts o podía seguir el barco... o subirme a él. Descendí un poco para poder ver mejor cómo entrar. Tal vez si encontrase a los demás podríamos hacer algo entre todos... 

Descubrí entonces los cañones, quizás podría entrar por ahí. Descendí hasta ahí y me dispuse a meterme por esos ventanucos, aunque antes me detuve al lado para comprobar si había alguien o había algún ruido procedente de allá dentro. 

Escuché a Severus muy atenta y no le interrumpí ninguna vez, por una vez que se ponía a hablar con exceso quería escucharle bien. Me quedaba sorprendida con casi todo lo que decía. Me acerqué un poco más a Snape posando mi mano en su espalda, con una triste sonrisa. Sentía pena por él, era un gran amigo.

-Vale, por fin tengo las cosas más claras...

Me giré para mirar a London. - Si London, yo pienso lo mismo. No me sacrificaría por esta causa, pero sí por vosotros. Pienso que lo más seguro sería mantenernos al margen, pero cuando acabase todo no sé lo que haríamos... 

Me quedé mirando fijamente el fuego, pensando en lo que podía ser nuestras vidas ahora o después de todo.

Tras las palabras de Aelia la situación era aún más complicada.

Necesitamos salir de aquí como sea, no creo que la mayoría de nosotros les resultemos valiosos, tal vez nos tengan aquí para intentar llegar a algún tipo de acuerdo en caso de que hayan capturado a alguno de los suyos. Y cuando ya no le hagamos falta - justo en ese momento mi voz se quiebra y pienso en la situación.

Tal vez no sea lo mejor en este momento, debería dar alguna solución o ánimo en vez de decir, lo obvio, lo que todos ya sabemos. Espero que el resto esté bien: Annie, Mia, Irina...

¿A alguno se le ocurre alguna idea?

- Tranquila Aelia... - dice anne intentado calmar a su amiga - No nos peleemos aquí, que estamos del mismo lado. La pregunta de Donnie no es absurda. Zane y tú fuisteis muy buenos amigos, podría haber intentado ayudar por los viejos tiempos....

- Pero siempre fue un imbécil estirado, Anne. - contesta Ryan - Y no se llevaba bien con estos dos Gryffindor, sobretodo con Donnie, y contigo y conmigo apenas habló en seis años. No creo que quiera ayudarnos...

- Ya bueno, la esperanza es lo último que se pierde... - dice Anne poniendo los ojos en blanco.

Ryan contesta a Dean.

- Supongo que podríamos intentar desatarnos y salir de aquí... Pero no se me ocurre cómo escapar sin varitas en medio del mar y estando en una habitación sin tan siquiera un ventanuco.

Severus asiente a vuestras palabras, aunque no dice en voz alta que él también haría cualquier cosa por vosotras. no es de esa clase de personas... Pero vaya, ha desertado por salvaros y os cuenta todo, dispuesto a que tracéis un plan sobre qué hacer ahora. A veces los actos dicen más que las palabras.

- Podrías decir que es cobarde, o que es astuto. - contesta a London sobre los métodos del Señor Tenebroso. - He pensado mucho en todo lo ocurrido y todo lo que va a ocurrir. Por lo que escucho a veces, tiene infiltrados en el ministerio. Pero no basta con tomar el ministerio sin más. Capturar Hogwarts no es sólo un as en la manga, si no un acto simbólico. El Señor Tenebroso nunca ha podido enfrentearse al director Dumbledore, y por ello Hogwarts ha sido siempre seguro. Tomando control del colegio ha conseguido que ese lugar seguro desaparezca y que la credibilidad de Dumbledore disminuya. Aquellos que creían que gracias a eso estaban seguros, se lo pensarán dos veces. Aquellos que dudaban, tal vez se tornen a favor de el Señor Tenebroso. Habrá quienes culparán a Dumbledore y el ministerio de lo ocurrido con sus hijos. Tomar control de Hogwarts no es sólo una manera de controlar al ministerio, es una manera de crear una guerra civil entre sus enemigos. - dice Snape, razonando.

- Cómo bien habéis dicho , no es nuestra causa personal. Sin embargo, elegir o no elegir nos pondrá en cierta posición. Yo no tengo demasiados problemas eligiendo un lado u otro, pero vosotras tenéis familias. Por lo que decía tu hermano, London, él y tu padre están del lado del Señor Tenebroso. Zoe, no conozco a tu familia, pero sé que si Cyril, Sonja y el resto no te repudiaban es porque tus padres no son precisamente defensores de los hijos de muggles. Si huimos hasta que cambien las tornas o nos decidamos por un bando, es probable que vuestra familia os repudie. Podréis con ello?

- Pues no lo sé, Irina, pero parecía realmente emocionado con lo que decía... Cómo si creyese de verdad en ello.