Partida Rol por web

Ante la muestra de "afecto" tan efusiva de Mia, Sonja mira a la pelirroja con una mirada gélida. Sin embargo, la mirada se vuelve frustración al ver la reacción de Zane, con lo cuál la niña se levanta sin mediar palabra y abandona el comedor a toda prisa. 

Vale, sí, está claro que las muestras de cariño le ponen nervioso si se las doy yo, puesto que se pasa todo el dia con Sonja  y a ella no le dice nada. En parte, me da pena porque mis sospechas parecen estar haciéndose realidad y por un momento pensé que realmente se había dado cuenta de que no soy tan mala. O tal vez sólo sea que no le gusten los besos... pero, ¿a quién no le gustan los besos? ¡A todo el mundo le gustan? 

-¿Que no haga qué? ¿ésto?-digo volviendo a darle un beso en la mejilla. Sea como fuere, me considere su amiga de verdad o no, lo estoy pasando de lo lindo viendo como intenta zafarse de mi abrazo, que sigue sobre él. La gente cuando se enfada o cuando está avergonzada por algo, es realmente divertida.

Su negativa hace que frunza ligeramente el ceño y cuando voy a contestar, la niña rubia que se pinta los labios se levanta, dejándome un sitio a su lado.

-Anda, qué maja, me ha dejado el sitio, ¡gracias!-le digo conforme se aleja. Me siento en el hueco que ha dejado la chica, al lado de Zane y me giro a hablar con él. Me siento muy rara vestida de rojo y entre tanto verde color esmeralda.-Me da que doy un poco el cante...-murmuro para mí, soltando una risa. Entonces hago que mi pelo imite el mismo color de los estandartes y túnicas Slytherin-...así mejor.-vuelvo a reír, descargando un poco las ganas que tengo de hacerlo desde que le di el abrazo a mi supesto amigo.-¿Tienes grupo ya? Jo... ¿Quiénes son? El director dijo que podrían haber grupos de cuatro...-sugiero con voz fina y agradable. 

A ver cuánto aguanta mi amiguito...-pienso divertida, con una sonrisa traviesa aún en los labios. 

Todos los alumnos de Slytherin que recaen en la presencia de Mia la miran con disgusto, aversión o descolocados. Muchos de ellos susurran a los compañeros que tienen al lado pero ninguno parece ir a más. Tal vez sea el hecho de que con lo del anuncio más de un alumno se ha ido acercando a compañeros de otras casas con lo que decir algo a Mia llamaría una atención innecesaria y posiblemente no causaría ningún efecto.

Atendí a las palabras del director sin apenas parpadear, pero cuando acabó miré cómo Aelia se iba sin ni siquiera esperar a nada. Por su forma de comportarse supuse que se había molestado por algo o que quizás se sentía desplazada, pero no entendía por qué. También había sido cierto que yo no la había visto cuando había llegado y esa había sido la razón por la cual no la había saludado, de repente me sentía bastante mal, incluso apenada. Solté un suspiro y acaricié con lentutitud la arrugada piel aterciopelada de Bach, con eso intentaba calmarme o más bien disminuir mi "angustia". Mientras estaba sumida en mis pensamientos, sentí la voz de Dharma gritando mi nombre, admito que pegué un brinco y la miré con los ojos completamente abiertos.-Me asustaste...-Murmuré muy suavito, para después soltar una dulce sonrisa.- Pues... ¡¡Me encantaría!! Pero...-Miré hacia la puerta de entrada nuevamente, acordándome de Aelia.- Es que... Aelia se quedará sola ¡Y no quiero! 

No esperaba que me entendiese, nadie tenía por qué hacerlo, pero allí había hecho amigas y todas eran de gran importancia para mí. Aelia y Dharma ahora eran mis dos únicas amigas y no quería estar sin ninguna de las dos, aparte... Con Lion estaba muy molesta por lo que había ocurrido hace unos días.-[b] Entiendo que quieras ir con Lion, pero... No puedo mentirte, estoy muuuy molesta, tanto cómo un troll con un  dolor doloroso de muelas y no me apetece ir con él. Me gustaría hablar con Aelia, preguntarle si querría venir... ¿Te importa?-En realidad me sentía entre la espada y la pared, me llevé ambas manos hacia las mejillas y me las froté un par de veces desesperada. Dejé que Bach se bajase de mis piernas, para después levantarme de la mesa de los azulosos, sin pensármelo miré a Dharma.- Ahora vengo ~-Dando saltitos, seguida por mi esbirro me acerqué a uno de los chicos que parecía de mi curso y le piqué de la túnica para llamar su atención. Al igual que Aelia, eran de la misma casa, por lo que era más que perfecto para mí. 

El niño se gira mirando a Diane con sorpresa.

- Hola...¿Querías algo? Qué pregunta más boba... - susurra al instante.

No pude evitar reír divertida al escuchar su pregunta, pero después sonreí con dulzura asintiendo- Sí, la verdad es que... Quería saber si podrías hacerme un pequeño favor.-Empecé diciendo. Me llevé la mano hacia mis rizos, jugando con ellos unos instantes, pero paré de hacerlo al darme cuenta de ello.- Podrías darle una nota a Aelia, es que por más que corra ahora por los pasillos no daré con ella, es una chica realmente escurridiza... ¡¡Empiezo a creer que huye de mí!! Es realmente frustrante ¿No crees?.-Suspiré suavemente, antes de sacar de mi portador una pluma y el tintero, con suavidad me arrodillé sobre el banco y escribí sobre un pedacito de pergamino. Mi letra estaba realmente cuidada, aunque algunas letras daban verdadera pena, por no decir otra cosa. Al acabar me levanté de nuevo d eun salto sonriendo, con gracia alargué los brazos hacia él, sujetando entre mis dedos la nota, la cual había doblado.-Me harías este favor... Sé que no nos conocemos de nada, pero al ser de la misma casa, creí que podrías ayudarme si no es gran molestia ¡¡Después de todo con esto salvarás la vida de muchos patitos!! ¡¡Patitos para todos!!.-Canturreé divertida, mostrándole una mirada dulce y sincera.- Por cierto... Me llamo Diane, soy de... Hufflepuff, aunque estos días me siento un poco azulosa, paso más tiempo aquí que allí... Curioso ¿Verdad?.-Le saqué la lengua, asomándola un poco entre los labios.- ¿Y tú eres...?

¡Aelia ~!
Soy Diane, la chica achocolatada, creo que con eso sabrás ¿Verdad, verdad?
Bueno, supongo que habrás escuchado lo que dijo el director, la cosa es que me preguntaba si te gustaría ir conmigo para lo de la Gin... ¡¡Seguro nos lo pasaremos chachirimundi!! 
Bueno, cómo esto de las "notas" no es demasiado rápido... Podríamos quedar, así cómo quien no quiere la cosa. ¡¡Te esperaré mañana en los pasillos!! O... Bueno, en el comedor.
¡Buenas noches, Diosita ~!

- Eh...sí, vale. Se la daré cuándo la vea. - dice aceptando al nota - Soy Michael, y creo que sobra decir cuál es mi casa. - añade bromista.

-¡Aibá! Eres de los azulosos, que sorpresa, quién lo diría ¿Eh?.-Bromea ella también, mostrando una sonrisa, mirando después hacia los demás de la mesa.- Creo que sería una buena niña adoptiva... Apenas se nota que soy de otra casa ¿verdad? -Reí, sentándome unos instantes, pero cómo buen culo inquieto me levanté de un salto, moviéndome inquieta.

¿Cómo tenía la desfachatez de atreverse a sentarse junto a ellos? Desde luego cada vez estaba más convencida que aquella niña no debía ser muy normal. ¿A qué estaba jugando? ¿No se daba cuenta que no la queríamos entre nosotros? Me estaba sintiendo asqueada, sobre todo después de haber visto cómo repetía el beso, y el dolor de cabeza volvió con fuerza.

- Ya he terminado de cenar... no me encuentro muy bien. Nos vemos en la sala común.

Y sin molestarme tan siquiera en prestar mi atención en aquella sangre sucia, salí del comedor.

Me fijo en que Mia estaba sentada con los slytherin y que en esa mesa había un ambiente extraño. Aviso a Dean con la mirada . 

- ¿Vamos a preguntarle a Mia si había pensado en alguien para formar el grupo?- Le pregunto con tono extrañado.

Cuando Irina me hace el gesto con la cabeza para que mire a la mesa Slytherin, veo a Mia dando besos a Zane. 

Irina, ¿estoy viendo visiones? - pregunto sorprendido.

Creo que no sería propicio acercarnos a esa mesa Irina. Creo que si vamos, debe ser para traernos únicamente a Mia - digo tras comprobar las caras del resto de alumnos Slytherin.

Debbie abandona el comedor.

Dharma pasa olimpicamente de Anne...por lo que probablemente no esté interesada en absoluto. Como quiera.

-Oye Anne ¿Y si le preguntamos a Mia? Parece que los Slytherin la vayan a matar o algo ahora, no creo que vaya a terminar en ningún equipo con ellos ¿No? Si te parece bien, preguntémosle lo antes posible o nos quedaremos solos.

Aunque Anne y yo podríamos ganar sin problemas...

Anne mira con una mezcla de curiosidad y desconfianza al lugar dónde Mia y Zane están, pero finalmente asiente a Brad.

- Vale, pero no quiero meterme en líos, así que ignoremos a Zane, ¿vale? -  dice a Brad sabiendas de lo mal que se llevan y las pullas que han volado del uno al otro en los pocos días que lleváis de colegio.

- ¿Que va a notarse? A mí me has engañado completamente. - dice Michael a Diane. - Oye, me voy yendo, le daré tu carta a Aelia, ¿vale? ¡Nos vemos!

- Yo también creía que veía visiones... Pero si tu las ves, no puede ser una visión.- Digo firme. - ¡Vamos a por ella!- Me levanto cogiendo la mano de Dean y voy hacia la mesa de slytherin, donde estaba Mia. 

- Mia, Dean y yo queríamos preguntarte una cosa... En privado.- Añado esto último mirando a Zane con el ceño fruncido. 

Al ver que Diane se marchaba y Lion me ignoraba deliberadamente, me giré hacia Anne y Brad. 

-Chicos, ¿aún estoy a tiempo de unirme a vosotros? Porque parece que Mia ya tiene grupo.- dije mirando en dirección hacia la muchacha.

La verdad es que me decepcionaba verla así de melosa con aquel que la había insultado anoche y no pude evitar que se me notase en la mirada. Tenía el rostro triste, cosa bastante inusual en mí. Me volví a poner recta en mi asiento, mirando para adelante y clavé la mirada en el plato, suspirando.  

A pesar de que busco una excusa para contestar a Mia, gracias a Dios llegan dos tontos más a interrumpirnos y me dan la excusa perfecta para irme junto con la que me dió Debbie.

-Entonces por pura educación os esperáis- Digo a la niña pelirroja con una mirada fría y desagradable, por mí perfecto que me la quiten de encima... pero más rojo en esta mesa no -¿Es que no os habéis dado cuenta de los colores de la mesa? Plateado y verde...- Digo como obviedad.

-De todas formas yo ya me iba, Debbie parece tener mal aspecto y creo que se encuentra mal...- Añado, levantándome de la mesa -Nos vemos...- Digo de forma genérica, y esta vez nada desagradable. Seguramente Mia se tomara que iba hacia ella aunque no fuera así... me tendria que librar de ese incordio.

Cuándo bajas al comedor el desayuno acaba de servirse y tan sólo los más madrugadores están ahí. No hay nadie de tu curso y la mayoría de Ravenclaws están sentados en grupitos. Tampoco ves a Nathan pero sí te llama la atención un chico rubio de mirada soñadora que está sentado sólo, jugando un poco con el desayuno.