Partida Rol por web

Aelia y Donnie abandonan el comedor.

-No sé, Dharma. Si tienes a alguien en mente adelante. Si no...la verdad no se me ocurre nadie.

Mía parece tener equipo ya.

-Claro que siempre está la posibilidad de incluir a mi super Axel. Con él ganaremos seguro.

- Jajaja. No creo que dejen participar a Axel por mucho que lo pidamos, pero seguro que ganaríamos con él. Oye, ¿hacemos algo? Llevamos tanto rato aquí charlando que ya se ha ido todo el mundo.

Efectivamente apenas queda nadie en el comedor y los que quedan parecen estar estudiando o charlando, ya que la comida hace rato que ha desaparecido.

-Yo tenía pensado estudiar, pero si tenéis algo mejor en mente, incluso me plantearía dejarlo para más tarde.- digo con una sonrisa animada en la cara.

Seguro que sería divertido hacer algo con ellos dos. 

-Podríamos ir a los jardines, o volver a explorar el castillo... O podríamos estudiar en la biblioteca... No sé, en este sitio tan enorme y genial podemos hacer miles de cosas divertidas. Sí, estudiar me parece divertido.- les saqué la lengua haciendo una mueca y luego me eché a reír. 

-Bueno...ayer Anne y yo practicamos conjuros, y no nos fue mal del todo. Salvo un par de incidentes...pero casi todo bien. Podemos ir a los terrenos, así saludo a Axel, y practicamos allí. ¿Os parece? O nos podemos poner a estudiar allí también, claro.

Me encojo de hombros, cualquier opción me parece muena si incluye a Axel.

- Oh sí, podríamos practicar más conjuros. Es parte de los estudios. ¿Qué clase tenemos esta tarde? ¿Practicamos algo para la clase? ¡Tal vez consigamos puntos así!

Pienso unos momentos, tratando de recordar el horario. Y creo que no me equivoco al responder.

-Pues tenemos...si no recuerdo mal, Herbología con Hufflepuff. ¿Qué hechizos podemos practicar para herbología?

-Si no, podemos volver a intentar el casco burbuja...aunque es complicado.

- Uy, es verdad, qué despiste... - dice Anne mientras saca la lengua de manera divertida - Tal vez etonces algo de encantamientos... O el casco burbuja. Me da un poco igual ¡simplemente quiero hacer magia! - exclama emocionada.

-Bueno, vamos a los terrenos entonces. Al lago. Por si nos sale el casco ¿Vale? ¡Vamos!

Sin más, me pongo en pie y me encamino a la salida. De paso iría a recoger a Axel. Seguro que se divierte con nosotros.

-Aunque si prefieres algún encantamiento dilo ¿eh, Anne?

Para cuándo llegas al comedor ves que apenas quedarán 5 minutos para que sirvan la comida. Algunos alumnos ya están sentándose en las mesas. Ves a varios Gryffindor y algún Slytherin de tu curso, Charlotte entre ellos, pero ni a Debbie ni a Zane. También hay algunos Ravenclaws y Hufflepuffs pero ninguno con el que hayas tenido algún tipo de relación ya. Puedes ver a Nathan sentado con una chica, la otra prefecta, hablando de algo con aparente interés o pasión.

Hice una vista panorámica de todas las mesas, poco a poco. También dirigí mi mirada hacia la mesa de los profesores, con una sonrisita traviesa. Disfrutando del murmullo de los alumnos como si fuera una arrulladora nana para un bebé, me aproximé paulatinamente hacia la mesa de mi clase, sonriendo hacia aquellos que me miraran y saludando con la cabeza a todo aquél que lo precisara. El sitio que escogí estaba enfrente de Nathan y Elisa, unos sitios desplazado hacia la derecha de los chicos. Quería que pareciera que había escogido el sitio de manera aleatoria y no arbitraria. Tenía ganas de hablar pero más de saber de qué estaban hablando, así que resté en un silencio tranquilo tan solo roto por el hojeo de uno de los libros de texto que de manera distraída sostenía entre mis manos.

- Y yo te digo que Lucius no conoce la expresión "jugar limpio". Estoy seguro de que aprovechará que sabe mucho sobre los juegos para dar información a los equipos más prometedores de su casa y así ganar los puntos extra. Es su último año, quiere irse con la copa de la casa bajo el brazo y sabiendo que él la ha conseguido.

La chica no parecía del todo convencida de las palabras de Nathan, pero tampoco sabía qué decir para desmentirlas.

- ¡Por las barbas de Merlin, chica! ¿Es que sigues colada por él? ¿Después de lo que te hizo? ¿Y aún así no ves que es una víbora? Increíble... - Nathan se levanta frustrado y se da cuenta de tu presencia mientras se aleja, saludándote con una inclinación de cabeza. 

El final de la conversación que acababa de presenciar me había dejado perpleja. Supuse que Lucuis era una persona, muy probablemente uno de los prefectos de Gryffindor, Ravenclaw y Slytherin. Si habían comentado quién era, yo no lo sabía, pero por el carácter diferente de los miembros de las casas en general, supuse que sería uno de los prefectos de sexto o séptimo curso de Slyhterin. Jugar sucio sonaba bastante feo, a decir verdad. Para mí, jugar sucio y hacer trampas eran, cuanto menos, muy parecidos. La acalorada discusión terminó con la pobre prefecta de Ravenclaw totalmente cohibida, y con un Nathan totalmente exasperado y casi gritándole a la prefecta. Tenía muchas dudas, y muchas más preguntas que quería hacerle, pero parecía que no era el momento apropiado para hablar con el prefecto de Ravenclaw. Parecía que Nathan había sacado su lado mas competitivo con esa chica. No es que fuera una experta en relaciones sociales y amorosas, pero ¿podía ser que a Nathan le gustara esa chica, Elisa, y a Elisa le gustara Lucius? 

Bueno, yo me mantenía ajena a todo ese tipo de tratos, pero no quería molestar a Nathan, y tampoco a Elisa. No obstante, mis dudas estaban por encima de la intención de no molestar en ese y saludé con la mano a Nathan, con un gesto prácticamente demandante en su dirección pero sin articular una palabra, esperando que se acercara sin pedírselo. La situación para mí sería la óptima si se acercase puesto que de suceder lo contrario era obvio que no iba a insistir en saludarlo, el chico no parecía tener un buen día y no iba a atosigarlo como ya había hecho en exceso. Ese saludo con la mano se vio mermado debido a otro ataque fuerte de tos, que me mantuvo prácticamente un minuto tosiendo. Tuve que taparme la boca con la otra mano e incluso bajé la otra (la que estaba saludando a Nathan) por instinto, llevándola a mi pecho. De todos modos, parecía que el joven detestaba estar con más gente que no fuera de su círculo, y estaba bastante segura que por el momento yo no pertenecía al interior de uno de aquellos círculos de amistades. En caso de que él no correspondiera al saludo acercándose, cosa bastante probable, intentaría hablar con la otra prefecta, que, pese a no conocerla, seguro era más apática que el otro prefecto.

No quería decir nada de no ser estrictamente necesario, pero me preocupaba toser tanto, y además ahora notaba presión y un poco de dolor en el pecho, así como un fuerte dolor de garganta. Me puse la mano en mi frente y percibí calor. No sabía si tenía fiebre pero aún así notaba cómo me sentía diferente al resto de los días, notaba que mi cuerpo estaba raro y podía ser que estuviera incubando alguna enfermedad. Esperaba que si así fuera, no estuviera incubando pneumonía y fuera un simple resfriado, porque no pensaba perderme ni un día de clase, por más enferma que estuviera.

Justo cuándo la comida se sirve, un grupito de Slytherin llega al comedor, entre ellos Debbie y Zane. Los otros tres son los chicos restantes. Charlotte y las chicas están sentadas ya y se empiezan a servir la comida.

Aelie está sola en su mesa, o al menos alejada de cualquier compañero, y al parecer tiene un ataque de tos.

También llegan Brad, Dharma y pisándoles los talones, Anne. 

Ha sido un rato muy divertido. Y además, provechoso. Pero claro, debido a ello...

-Me muero de hambre.

Casi corro a mi mesa para empezar a servirme comida. No sea que los elfos decidan que cierran la cocina antes de tiempo.

-¿Qbé habémos eb hebbología, Dhabma?

La niña se ríe levemente ante la "perfectamente pronunciada frase" de Brad.

- Pues la verdad es que no tengo ni idea... Tal vez salga más a cuenta seguir con los hechizos.

Poco después llegan varios niños y niñas de Hufflepuff y el profesor Slughorn, el cuál se acerca a Zane con una sonrisa bajo su espeso bigote.

- Ah, señor Knight. Le alegrará saber que... eso, ya está en su habitación. Recuerdos de sus padres, qué buena gente son... - murmura mientras se aleja directo a la mesa de profesores para ponerse él también con la comida.

Miro al profesor Slughorn con los ojos brillantes y una sonrisa ¡por fin! Ahora sí, parece que no han puesto más pegas y por fin Susan está en mi cuarto.

-Gracias, profesor- Respondo, de forma educada. Tras la noticia comienzo a servirme la comida con gran alegría, poner en su lugar a una sangre sucia y que esté por fin Susan, por una vez olvido lo patéticos que han estado mic compañeros en la clase.

El camino por el pasillo había sido silencioso, Elle pese a sus intentos de animarme parecía no conseguirlo, pero es que yo ya no estaba triste, más bien se podría decir que estaba tranquila y por ello callada. Antes de pasar al gran comedor le dediqué una pequeña sonrisa y después miré hacia las mesas, buscando caras conocidas, la verdad es que había bastantes ¡Sí! Pero no me apetecía hablar, por lo que sin más me dirigí a la mesa de mi casa. 

Con suavidad me senté en uno de los huecos libres, cogiendo un pedacito de pastel de calabaza. Mamá siempre me decía "No juegues con la comida" pero es que no podía evitarlo, con suavidad moví el pedacito de pastel con el tenedor.-Está triste y ojeroso...-Murmuré mientras partía un cachito llevándomelo a la boca poco después, poco a poco acabé mi comida, apartando el plato un poco para abrir mi libro y mirar que era lo que tenía ahora, si es que era que tenía algo, claro.

Mia entra al comedor parloteando con su hermano, quién dirige una mirada helada a los niños de Slytherin.