Partida Rol por web

Hogwarts, Marauders and other stories [+18]

Torre de Ravenclaw

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09/07/2013, 09:18
Aelia Arin

Así que el prefecto tenía que vigilar que no hiciéramos maldades. ¿Qué maldad había en levantarse temprano en vez de quedarse hasta tarde en la sala común? De todos modos, tampoco parecía muy sociable. ¿Cómo iba a vigilar que no hiciéramos maldades si pasaba de nosotros, como parecía que hacía en todo momento? ¿Qué se creía que éramos nosotros, basura? Ahora que lo interrogaba, realmente me recordaba al chico de Slytherin de ayer, que me había tratado de aquella manera, y se parecía demasiado al mismo, pese a ser una coincidencia. Me irritó mucho ver que pese a que incluso me preguntó si me habían estado molestando después se mostró de esa manera conmigo. Arrogante, altivo, desdeñoso… ¿Por qué iba a aceptar consejos de alguien como él, mostrándose así con los demás? ¿Cómo demonios iba a pensar que iba a hacerme amigo de la gente mayor a mí si me trataban como me acababa de tratar él? Claro que no solía ser tan confiada, pero parecía el tipo de persona al que se le podían contar las cosas y con el que podía hablar sin excesivos problemas, aunque por lo visto, me había equivocado completa y garrafalmente. Claro que era mayor que yo, pero esa actitud, como si le estuviera molestando cada vez que articulaba palabra no me gustaba nada de nada. ¿Desconocido? Si no tomara confianza con nadie no haría amigos nunca. Enseñé un gesto de rabia contenida, más para mí misma por pensar que podía hablar con él, que era más maduro que la gente de mi edad, que por la manera de expresarse, siempre tan distante. Parecía que a aquél chico le pasaba algo serio. Finalmente decidí no contestarle en lo absoluto, centrándome en el libro de transformaciones. La curiosidad me podía, y estuve a punto de abrir la boca para hablar, pero lo único que me salió fue un –No te preocupes, no te molesto más.-

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09/07/2013, 10:05
Nathan Storm

El prefecto se encoje de hombros y se levanta del diván.

Al pasar por tu lado mira el libro de transformaciones y se para un segundo.

- Si quieres practicar antes de tu clase, ahora es el momento. No creo que se despierte mucha gente antes de las 7.

Después sigue andando camino a la salida.

Notas de juego

Qué carácter tiene Aelia xD Si le has preguntado así de repente algo que no tiene ni idea de que va, normal que le pille por sorpresa, sobretodo si lo haces como si le conocieses de toda la vida y le preguntas algo tan personal xD

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09/07/2013, 10:23
Aelia Arin

Me encogí de hombros yo también, al ver su gesto de suma indiferencia. Parecía no importarle nada o nadie, y eso me molestaba un poco. Algo le pasaba, pues no contento con eso al pasar por mi lado quiso aconsejarme sobre qué hacer, una vez más, como si tuviera en su mente posesión de la más absoluta de las verdades y las de los demás fueran erróneas y falsas verdades.

 

Claro que quería practicar. ¡Por supuesto! Pero no tenía ni idea de por dónde comenzar. Miré el libro de transformaciones, saqué la varita y la puse al lado del libro, y hojeé lo que vendría siendo las primeras páginas del mismo. Como no tenía ni idea de usar la varita (por otra parte, no era idiota, y sabía cómo se empuñaba la misma) la así, por hacer algo. Antes de que Nathan desapareciera, le espeté por lo bajo. -Si tan solo supiera hacer algo de esto...- Con un poco de rabia, puesto que seguro que aun siendo prefecto no sentía el menor interés por echarme una mano. Y mi orgullo no iba a permitirme pedírselo directamente, porque él tendría otras cosas que hacer.

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09/07/2013, 10:57
Nathan Storm

El prefecto se para y deja su libro en una mesa antes de darse la vuelta y acercarse. Se asoma por encima de tu hombro para leer lo que pone en el libro y después saca su varita.

- Las transformaciones son hechizos que cambian las propiedades del "objeto" hechizado. Un objeto no tiene porque ser algo inanimado, podría ser también un animal, por ejemplo. Para comenzar, tienes ahí - dice señalando el libro con la otra mano - los hechizos "Engorgio" y "Reduccio". Son transformaciones simples que afectan al tamaño del objeto hechizado. El primero los agranda y el segundo los encoje. En las instrucciones puedes ver cómo se hacen, pero siempre es mejor verlo en directo.

El prefecto da una vuelta por la sala y vuelve con un jarrón de porcelana que coloca delante de los dos.

- Fíjate bien en mi varita y escucha mi tono. Reduccio. - dice mientras agita la varita como si diera un golpe suave y corto, pero decidido.

El jarrón se encoge considerablemente. Si antes media unos 50 centímetros ahora no debe medir más de 10. Nathan te da unos segundos para fijarte y entonces hace el segundo hechizo.

Engorgio.

El movimiento es similar, aunque dirías que esta vez es más lento. El jarrón se agranda de nuevo y recupera su forma original.

Notas de juego

Es el primer hechizo que ves en persona y de cerca (si no se cuenta las cosas que hizo Slughorn ayer), pero las explicaciones son buenas. Prueba una vez a dif. 15. Si lo aciertas a la primera la dificultad baja a 14.

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10/07/2013, 15:02
Dharma Gaayak

El sueño se apoderó de mí poco después de echarme a la cama. A eso de las 6 y media de la mañana me desperté sola, pero miré el reloj y decidí quedarme un ratito más en la cama. Pero me puse a dar vueltas y más vueltas, y acabé estando incómoda. Me levanté y fui al baño a ducharme y lavarme los dientes, no sin antes echar un poco de comida a Auri en su cacharrito. Hoy le tocaría estar un rato en la habitación, al menos hasta después de la primera clase. No tenía muy claro si la podía llevar conmigo a las clases y como no quería problemas esperaría a estar segura después de preguntar al profesor. 

Al terminar de ducharme salí a la sala común. Miré el reloj y eran poco más de las 7 y media. En menos de media hora servirían el desayuno. Además, recordaba que tenía clase poco después de éste, así que no me la iba a jugar, por lo que subí a la habitación a por los materiales para la clase y salí de la torre con todo cargado, en dirección al comedor. 

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10/07/2013, 16:36
Aelia Arin

En cuanto se asomó por encima de mi hombro, por poco salto del susto. ¡La madre que lo parió! ¿Qué interés tenía en ayudarme ahora? ¿Quería demostrarme algo? Me dolía la cabeza, ya, de tantísimas preguntas que me estaba haciendo a mí misma. Apunté en los márgenes del libro “Transformaciones: hechizos que cambian las características y propiedades del objetivo, que no tiene por qué ser inanimado. “ Y después fui apuntando, mientras asentía levemente, “Engorgio, más grande, Reductio, más pequeño.” En los márgenes. Ya sé que tenía el libro de transformaciones y en él figuraban los datos, pero en el caso de que tuviera que hacer una búsqueda rápida al libro ya la tenía. En cuanto vino con el jarrón, supuse que me iba a hacer una demostración, así que sonreí un poco hacia él como agradeciéndole el esfuerzo de echarme una mano, y de no tomarme por loca. No dije nada mientras él  se concentraba, aunque no tuve que esperar ni un segundo entre que paró de hablar y lanzó el conjuro, acompañándose de un movimiento de la varita suave, en dirección al jarrón. El jarrón se encogió, claro está, con suma facilidad. Era casi insultante la facilidad que tenía para usar el hechizo, y yo sabía que me iba a costar muchísimo más que a él. Después, con otro movimiento similar, aunque a mí me pareció más lento, lo hizo recobrar el tamaño original. Sonreí un poco, levemente desencajada. ¿Así que los jóvenes como yo también podíamos hacer esas cosas? ¡Qué pasada! La verdad es que ni en mis sueños me había imaginado algo así. Desde luego, superaba todo lo ordinario con creces.

-Reduccio- Dije, o más bien apuntaría que intenté decir. Nada pasó, los nervios de la situación hicieron que la voz temblara y no saliera como debía, y salió temblorosa y débil, y el hechizo, obviamente no salió. Me aclaré la garganta. Esa no contaba, no se podía hacer magia así. Suspiré, tranquilizándome, o por lo menos intentándolo. Me rasqué el cuello con la mano que no sujetaba la varita y apunté de nuevo al jarrón con ella, mirándolo casi con desafío. No quería quedar en ridículo. Y menos delante de aquél chico. No quería que pensara que era idiota, o algo por el estilo. –Reduccio.- Repetí una vez más, ahora ya de forma clara.

En cuanto hube acabado de recitar el hechizo, suspiré levemente, mirando los resultados de la prueba. El objeto se había reducido. No sabía si se había reducido lo mismo que con la magia de Nathan, pero había pasado. ¡Y podría decir que había sido a la primera! Sonreí un poco, avergonzada, mirando a Nathan. –Lo siento. No quería molestarte, en serio. Desde que te has levantado no he estado más que molestándote, cuando seguro que tenías mil y una cosas a hacer mucho más interesantes que ayudarme a mí...- Noté una vibración en el estómago. ¡Me acababa de dar cuenta de que era la primera vez que había hecho magia! ¡Tenía ganas de saltar y echar a volar! Me recordó un poco a cuando tocaba el violín delante de gente y a la gente le gustaba y me aplaudían. Me sentía genial. Y era la segunda vez en dos días. Mis padres eran magos, ¡y ahora resultaba que yo también sabía hacer magia! -Muchas gracias. No creo que me hubiese salido sola con esto.-

- Tiradas (1)

Motivo: Engorgio

Tirada: 1d20

Dificultad: 15+

Resultado: 13(+5)=18 (Exito)

Notas de juego

La tirada pone engorgio, pero es reduccio. No he podido contestar porque no he tenido internet hasta ahora. Mil perdones.

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10/07/2013, 17:09
Nathan Storm

- Ahí lo tienes. - comenta en voz alta cuándo el jarrón se encoge. - Cuánto más practiques más facilidad tendrás para hacerlo. Y no te preocupes si no te sale a veces, es normal. Sobretodo teniendo en cuenta que hasta ayer no se te permitía sostener una varita.

Guardó su varita en la túnica y te dejó con el jarrón encogido enfrente, por si querías practicar más.

- Que tenía cosas que hacer puede ser verdad. Más interesantes que enseñar magia... no lo creo. Pero sí, tengo que irme. Dentro de un rato se servirá el desayuno y esto se va a empezar a llenar de gente. 

Nathan te hace un gesto de despedida con la mano y sale de la sala común llevándose con él el libro que había dejado apartado.

El el momento que el prefecto desaparece, Dharma baja por las escaleras, así cómo un par de alumnos mayores.

Notas de juego

Al acertar a la primera la dificultad de "Reduccio" Se te ha reducido a 14.

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10/07/2013, 17:13
Director

Antes de salir te das cuenta de que Aelia está en la sala, con un jarrón delante suyo más pequeño de lo normal, un libro abierto y la varita en la mano.

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10/07/2013, 17:54
Dharma Gaayak

Estaba a punto de salir por la puerta cuando me doy cuenta de que Aelia está tramando algo. Me acerco despacio, pero no o suficiente como para sobresaltarla.

-Buenos días Aelia. Esto... ¿Qué estás haciendo? - digo mirando el reloj para asegurarme de que no llego tarde al desayuno. 

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10/07/2013, 18:16
Aelia Arin

Seguí concentrada en el jarrón, poco después de despedirme de mi compañero con la mano libre de objetos (en este caso, la varita). No podía decir que era un amigo, pero sí que era un buen compañero. Supuse que era su forma de entablar amistad con alguien, puesto que parecía querer desaparecer antes de que apareciera más gente. O eso, o era un chico muy ocupado. Seguidamente vi cómo Dharma y dos más bajan a la sala común. Sonreí un poco en la dirección de Dharma a modo de saludo y miré al jarrón aquél, apuntándolo con la varita. A ver si funcionaba, bajo presión solían dárseme las cosas mejor que cuando estaba tranquila, curiosamente, y hacía un momento todo lo que tenía sobre mí eran esos dos ojos y la presión que ejercía el no querer hacer el ridículo delante de alguien como él. Como que supuse que los alumnos mayores tendrían un mínimo de respeto y no se mostrarían ufanos por ver a alguien en su segundo día en la escuela fracasar estrepitosamente en un hechizo tan sencillo como seguramente era el mío, me aclaré la garganta, poniendo toda concentración en el pequeño jarrón que tenía delante. -Engorgio.- Murmuré. Sabía que tenía que haberlo dicho claro y no murmurarlo. El hechizo no salió para nada bien, y un súbito aura de decepción me inundó por unos breves instantes.

 

En cuanto Dharma estuvo cerca mío, la saludé con la mano efusivamente. -Pues mira, estaba intentando practicar un poco los hechizos de transformaciones de la clase de transformaciones, pero parece que este no quiere salir. Supongo que en clase me lo explicarán mejor. ¿Quieres esperar a alguien o quieres bajar a desayunar?- Dije con una sonrisa dulce.

- Tiradas (1)

Motivo: Engorgio

Tirada: 1d20

Dificultad: 15+

Resultado: 1(+5)=6 (Fracaso)

Notas de juego

Pifiaco en el primero, no repito el hechizo por si reviento el jarrón o algo. 

 

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10/07/2013, 18:22
Director

Mientras Aelia habla con Dharma no se da cuenta de que sí ha funcionado...y se ha descontrolado. El jarrón ha crecido a su forma original, y ha seguido, y seguido... 

Cuando uno de los alumnos mayores se da cuenta de que ya tiene el tamaño de las niñas grita a Aelia.

-¡Lánzale un Reduccio, rápido!

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10/07/2013, 18:33
Aelia Arin

Apunté hacia el jarrón con la intención de hacer el hechizo y me quedé sorprendida un instante. Quise reaccionar, pero no sé si fue porque no hice el toque con la varita correcto o simplemente el hechizo no funcionó, pero al decir -Reduccio- no pasó nada de nada. "Ay, me acabo de matar" pensé, mientras intentaba hacer que Dharma se apartara del jarrón. No quería que sufriera daños por mi culpa. Se me había ido de las manos, y un pensamiento súbito se me vino a la cabeza. "¿Qué clase de gilipollas intenta usar la magia, hace que un jarrón se haga tan grande, y pone en peligro a la gente? Soy lo peor." -¡Reduccio!- Repetí, esta vez con los ojos cerrados, anhelando que el hechizo funcionara. Miré a Dharma y a los otros chicos avergonzada cuando vi que en efecto, había funcionado y murmuré algo como un -Lo siento, no pensé que se me fuera a descontrolar tanto.- Bajando la cabeza un poco.

- Tiradas (2)

Motivo: Reduccio

Tirada: 1d20

Dificultad: 14+

Resultado: 5(+5)=10 (Fracaso)

Motivo: Reduccio

Tirada: 1d20

Dificultad: 14+

Resultado: 13(+5)=18 (Exito)

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10/07/2013, 20:44
Dharma Gaayak

-Pues iba a bajar ya a desayunar.- contesté mirando hacia el jarrón un momento y luego posando mi mirada en la cara de Aelia. Le correspondí a la sonrisa y me acerqué un poco con intención a tomarla por el brazo para irnos hacia el comedor, pero entonces llegó otro chiquillo mayor y chilló algo que no entendí. Y al mirar hacia el jarrón otra vez, éste tenía mi altura. Abrí mucho los ojos sin entender qué estaba pasando, y me aparté rápidamente, sin saber qué estaba pasando. 

Pero parecía que Aelia sí que tenía claro lo que estaba pasando y se hizo con el control de la situación. - Vaya... - murmuré cuando Aelia se acercó a pedir perdón.- Parece que tú sabes de magia. -dije con un brillo de entusiasmo en la mirada.No entendía por qué la niña se sentía avergonzada de lo que ha hecho, porque dentro de lo que cabe no había hecho nada malo.- No hace falta que pidas perdón, Aelia. Yo ni siquiera habría sido capaz de hacerlo crecer, mucho menos de controlarlo para devolverlo a su tamaño. Vamos a desayunar, anda. Y no te preocupes, que no has hecho nada malo. - digo con una sonrisa comprensiva y alegre. 

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10/07/2013, 21:27
Director

Brad, Michael y los otros chicos bajan entonces de su habitación, hablando animadamente de las clases que vais a tener hoy.

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11/07/2013, 02:40
Aelia Arin

-La verdad es que hace un par de horas no tenía ni idea. Supongo que he tenido muchísima suerte. Bueno…- Comencé a decir a Dharma, mientras una gota de sudor congelada me bajaba por la frente, del miedo y la angustia que acababa de pasar. A partir de ese momento medí las palabras con suma cautela. –Casi hago que un jarrón gigante nos aplaste en nuestro segundo día en Hogwarts, aunque no haya sido queriendo. Por lo menos he sabido rehacerme.- Sonreí un poco, encogiéndome de hombros, agradeciendo con un gesto de cabeza al chico mayor que me gritó que le hiciera el encantamiento reductor al maldito jarrón. No sé si llegado el momento habría sabido hacer el encantamiento por mi cuenta sin la ayuda de aquél chico. Quizá me hubiera bloqueado, fue como si el grito de aquél chico me hubiese sacado de mi ensimismamiento. Arqueé mis cejas un poco, haciendo una mueca extraña y asentí con la cabeza, justo cuando los otros chicos bajaban. –¿Bajamos a desayunar? No me gusta mucho ir en grupo, así que por mí bajaríamos ya. Además, ya tengo hambre, me he despertado pronto.- Le dije, en voz baja, a Dharma, con una sonrisita, recogiendo los útiles de estudio, junto con los libros que iba a necesitar hoy en las siguientes clases durante el día y colocándolos en los bolsillos de la túnica. Saludé a los chicos con un brevísimo movimiento de la mano mientras me dirigía a la puerta que daba acceso al castillo.

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11/07/2013, 11:40
Dharma Gaayak

Comprendía el nerviosismo de la chica. Y más después del incidente de ayer con Anne. - Venga, vamos.- dije con una sonrisa cuando ésta propuso bajar. Estaba tan centrada en la muchacha que cuando me dí la vuelta para irnos hacia el comedor me encontré con Michael y Brad que estaban bajando de los dormitorios masculinos. - Buenos días chicos.- Les saludé con una sonrisa. 

Seguí andando hacia la puerta, pasando por al lado de la gran biblioteca que teníamos en la sala común. Seguía impresionada por todos esos libros disponibles para nosotros solos, y pronto me pasaría mucho rato aquí leyendo. Seguro que había cosas muy interesantes en esos libros, pero como tenían que ver con la magia prefería empezar las clases y meterme un poco en materia, para comprender de lo que hablarían, antes de ponerme a leer por mi cuenta. 

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11/07/2013, 11:46
Aelia Arin

Notas de juego

Supongo que nos movemos hacia el gran comedor, Dharma y yo.

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11/07/2013, 11:51
Dharma Gaayak

Notas de juego

Por mí sí, aunque creo que nos esperaremos a ver si postea algo Brad y luego ya nos moverá. Creo, vamos.

Brad está ausente, es pnj en estos momentos. Ahora os saco.

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07/08/2013, 15:45
Director

La torre parece vacía y definitivamente no hay nadie en tu habitación.

Notas de juego

Son las 9, ¿seguro que te vas a dormir ya?

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07/08/2013, 19:30
Aelia Arin
Sólo para el director

Hice un escrutinio de la sala común a ver si había alguien que conocía y con el que podía hablar con tranquilidad, como aquél muchacho prefecto que ya me había ayudado. No quería atosigarlo, de todos modos. En caso de que no lo encontrara iría estudiando pociones y/o historia de la magia un par de horas.

Notas de juego

Engorgio 12, Reduccio 10. En caso de duda siempre puedes redescargar la ficha ya que al tenerla en el dropbox cuándo la actualizo el link se actualiza. Si no ¿tienes cuenta en dropbox?