Partida Rol por web

La niebla de la noche no ayudaba demasiado, equipados para sortear los estragos de la oscuridad, la densidad del ambiente enturbiaba sus gafas de visión nocturna. Estaban muy lejos de donde empezaron su ultima asignación, y sin un líder claro entre ellos, estaban obligados a colaborar y decidir entre todos que camino llevar o no. Cierto es que la figura del soldado de asalto Haugen debería ser suficiente para poder liderar, eso no había quedado nada claro entre los cinco que no habían tratado ese asunto en ningún momento.

Con esa tribulación sin resolver, los Skygge habían avanzado a buen ritmo por las angustiosas calles de la colmena, las cuales estaban vacías por completo, o al menos deberían.

¿a que esperamos? - preguntó uno de los soldados del pequeño grupo del que formaban parte los tres.

Kristoff miró dubitativo a los otros cuatro Skygge, no estaba acostumbrado a trabajar en equipo y se notaba. Antes de salir, se reunió con todos.

Bueno, ya lo sabemos todos pero no está de más recordarlo,separación corta, todos atentos y mantened el silencio el mayor tiempo posible, esos bichos són silenciosos y si nos emboscan estamos jodidos. Comprobad el equipo una última vez.

Asintió esperando a ver si alguien quería decir algo y tras asentir señaló hacia los dos flancos. Yo iré en el centro un poco más adelantado, si veis alguna cosa avisad antes de entrar en contacto.

Nilsa se estiró como una gata dentro de su traje y armadura. Hacer una patrulla con aquel armatoste en la espalda era poco ortodoxo, pero no pensaba separarse de aquella maravilla. 

La mujer asintió a su compañero Kristoff, terminando de comprobar el fusil que llevaba. - Nosotras iremos en el centro pero algo retrasadas, así podremos cubrir a la mayoría. - 

Dicho y hecho, a pesar de estar poco habituados a trabajar en equipo, el despliegue fue bueno y coordinado. 

Como siempre, se sentía un poco mamá-pato, vigilando a sus polluelos. 

Flanco derecho.- Dijo Viggo por el comunicador. Hacer una ronda con el rifle pesado a la espalda era una pesadilla, pero después de haber visto las tropas que los xenos podían movilizar sabía que era su mejor opción, que bien valía pagar los dolores de espalda que seguro tendría. - ¿Habéis oído algo sobre el suministro de municiones? Si esto sigue así nos quedaremos sin balas en un par de días.

A Viggo no terminaba de gustarle la idea de tener que acudir a la intendencia a pedir un rifle láser.

- Copiado. - contestó a su compañero Viggo. 

Los siguieron poco a poco, como siempre ambas mujeres, Silje y ella, atentas al entorno en una especie de repartición tácita que ambas ya conocían. 

- Sí, la cosa no pinta bien. Y si hay un ataque a gran escala, como se rumorea, no nos dura la munición ni un día. ¿Para que nos dan éstos juguetes si no podemos jugar a gusto? - dijo refiriéndose a los Solothum. 

Un láser largo era letal en sus manos y las de sus compañeros, pero estaban hechos a los proyectiles sólidos, su cadencia, su caída, la compensación del desvío por humedad o velocidad del viento... Muchas horas de experiencia que se irían al garete por una cagada más de alguien. 

Me pareció escuchar a unos oficiales del Munitorum que estaban recopilando municiones de los caídos para repartirlas, puede que tengamos suerte - comentó uno de los observadores mientras avanzaban por entre las calles, en sigilo como acostumbraban, aunque al ir hablando iban rompiendo un poco ese avance sigiloso. 

¡Movimiento! Nilsa detectó con claridad como a varios metros delante de ellos, una figura con cola avanzó entre la espesura tras emerger, de la nada ¿otra entrada?

Nilsa hizo un gesto con la mano y Silje y ella adoptaron la posición de combate en un segundo, apuntando a algo. 

Sin levantar la voz, pero hablando claramente por el canal de audio de la patrulla dijo - Enemigo varios metros a mis doce. Delante de tí, Kristoff. Posible brecha. - 

Con una rápida pulsación, dejó ir una ráfaga de diez balas hacia la figura con cola que había visto. Si era una de esas malas bestias todo garras, no tenía que darle ni una sola oportunidad. Silje marcó sus disparos con su propia arma. 

A pesar de su enorme puntería, el movimiento repentino la había sorprendido y gran parte de la ráfaga se perdió en la oscuridad. 

Sin poder evitarlo, hizo un mal movimiento abriendo su capa, descubriendo su posición. 

- Mierda. - 

No habían visto a los enemigos y eso les generaba un problema, pero instintivamente Viggo afianzó en rifle Solothum, mientras ambos los buscaban con la mirada, pues temían estar siendo emboscados.

Mientras recorrían con la vista el area circundante los dos soldados hicieron honor a su unidad y se desvanecieron.

Tal y como dicata su entrenamiento, Kristoff se echa a un lado para disminuir su silueta y si puede esconderse. Entonces prepara el rifle hostshot para disparar hacia la dirección a la que ha disparado su compañeroa Nilsa.

Nilsa fue la que lo vio y reaccionó con rapidez disparando contra la espesura donde había calculado la posición que ocuparía la figura que había salido de entre las sombras. El disparo apenas hizo ruido por el silenciador instalado en el cañón de su rifle automático, en cambio, el grito de dolor si se hizo perceptible, pero ¿no había sido aquel alarido uno muy humano? la figura empezó a arrastrarse por la espesura haciendo ruido por el movimiento, denotando que al menos, con vida seguía. 

Fastidiada por el fallo tan enorme que acababa de cometer, Nilsa  siguió como pudo con la mira del rifle la silueta en movimiento y ni corta ni perezosa espetó con toda la mala leche del mundo que le salió de dentro - ¡Maldito hijo de mil putas! Tengo más putas balas como esas, y te aseguro que no van a fallar, cabrón de mierda. ¡Sal ya con las manos en alto si quieres vivir, joputa!. ¡YA HOSTIAS! -

Si aquello se volvía a mover, dispararía sin dudar...aunque Nilsa no era especialmente convincente ni carismática, ni mucho menos y dudaba que aquello se parara. 

Le estaba costando horrores detener su dedo y no disparar, pero aunque le había parecido ver una cola, no estaba del todo segura al cien por cien, y aquel grito había sido bastante humano como para detener la presión sobre el gatillo. 

El quejido había sonado humano, pero según las informaciones del mando era posible que hubieran humanos mutados entre las fuerzas invasoras, así que eso no era un motivo para confiarse.

Viggo continuó en las sombras, seguía sin ver al herido, pero ahora oía sus ruidos, así que continuó apuntando en la dirección del movimiento dispuesto a disparar a la menor señal de peligro.

Kristoff no estaba seguro de como continuar, ¿se suponía que había civiles por aquí? Intentó pensarlo pero no bajó el arma, apuntando hacia el origen de los sonidos, pero vigilando alrededor, aquello podía ser una maniobra de distracción o algo peor.

Más figuras salieron de entre la espesura pero en dirección opuesta a la que había ido la primera. Dos de ellos fueron abatidos por Nilsa, pero quedaba un tercero que seguía a la carrera alejándose a gran velocidad. El que estaba arrastrándose seguía en su tortuoso intento de escapar. 

Kristoff salió de su escondite y esprintó en dirección a la gente que estaba huyendo, no sin antes echarle un vistazo al herido para ver si estaba mutado.

Parecía que las balas del rifle bastaban, no había motivo pues de desperdiciar valiosa munición- Cambio de arma.- Le pidió a Bjorn que inmediatamente le entregó el rifle automático que llevaba en la manos.

Tras apuntar a quien no estaba respondiendo a salir con las manos en alto de Nilsa como esa orden requería y había preferido echar a correr hizo un único, certero y silencioso disparo.

Las figuras se movían rápidamente, intentando huir sin decir ésta boca es mía, así que los disparos se sucedieron uno detrás de otro conforme la mujer había cumplido. Dos cayeron al suelo fulminados, pero un tercero salió corriendo y Kristoff salió a toda mecha detrás del desconocido. 

- No correrás más que una bala. - murmuró la mujer. Con toda la tranquilidad del mundo apuntó a una de las piernas - veinticinco metros, 2 grados a la derecha. - escuchó en su oreja la voz de Silje, dándole información precisa de dónde apuntar, y disparó, sonriendo cuando vio un reguero de sangre saltar. - Blanco. - 

- ¡DEJAD UNO VIVO! - gritó, apuntando de nuevo hacia donde había visto salir el primero. 

La capa revoloteó alrededor suyo y cubrió su cuerpo y la noche hizo el resto, haciendo muy complicado fijar su mirada en ella, un bulto más en la noche.

Kristoff salió corriendo hacía el que había huido, al cual alcanzó en seguida gracias a que este era realmente veloz, pero cuando lo alcanzó, fue abatido por sus compañeros. Ya solo les quedaba el que reptaba y no veían.