Partida Rol por web

Huesos y quitina [+18]

[Prólogo] - Estrella Plateada

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01/03/2020, 00:17
[OUT]Wigmar Dracheneisen

Wigmar sonrío al ver el final del combate, levantando su jarra en honor al vencedor y terminándose la oscura cerveza de un solo trago. A pesar de haber apostado por el vencedor su inversión había sido tan mínima que apenas obtuvo ganancias, pero había sido un buen combate. Y le habían caído bien los mineros. Había oído de regimientos novatos que se desmoronaban en el primer choque con el enemigo, pero los khrad mainers estaban hechos de una pasta mas dura. No saldrían corriendo, o al menos no lo harían sin pelear.

El robusto iloetiano se encamino de nuevo hacia la barra. Admirando de nuevo la sala mientras la cruzaba. Había estado en muchos bares y salas de fiestas y la mayoría no tenían ni punto de comparación con aquella. Costaba creerse que estuviesen de veras dentro de una nave de comandancia, y aun más creerse que realmente se hubiese habilitado para ofrecer comodidades a simples soldados como ellos. Pero el no era quien para cuestionar la generosidad del Lord General, ni para desperdiciarla.

Y sin duda era una buena colección de regimientos la que se había reunido, amen de una orden de sororitas. Pero lo que más le llamaba la atención no era solo el numero de las fuerzas congregadas, o la veterania de muchas de ellas, sino precisamente el hecho de que no hubiese allí ni un solo regimiento novato o bisoño. Wigmar no era tan ingenuo como para creer algunos de los disparatados rumores que circulaban por la flota (¿Caballeros Imperiales? Si, claro. Y ya puestos los Ángeles del Emperador, ¿no?), pero no le hacia falta conocer a su enemigo para saber que se encaminaban hacia una batalla de narices.

Una fiera y genuina sonrísa se dibujo en su cara al pensarlo.

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01/03/2020, 01:28
[Muerto] Amadeo de Souza-Cardoso

Sigo al "Bocas" con discrección y me acerco lo suficiente para hablarle:

- ¿Qué tal si te invito a un cupón de amasec, y me explicas en qué lío te has metido? Va a ser lo más interesante que oiga en toda la noche

 

El tío probablemente sabe que solo le estoy sonsacando a cambio de alcohol. Pero a eso es a lo que se dedica el impresentable este ¿no?

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01/03/2020, 04:20
[Muerto]Viktor Pavicik

Visioingeniero Krane

—SALVE, COMISARIO —dijo, con una voz que resonaba como un eco oxidado que hizo que varios de los que le rodeaban se volvieran para mirarle.

La costra del tejido cicatrizado en torno a una de las cejas del comisario se arqueó en respuesta a su recelo.

"Sea lo que sea, puede esperar" gruñó con voz cargada de flemas.

 

Los adeptos del Dios-Máquina eran misteriosos y conspiradores. Blasfemias ambulantes que rechazaban la verdadera divinidad del Dios-Emperador y la sustituían por su parodia-máquina. Tolerarles era un sufrimiento al que estaba obligado igual que para con navegantes y astrópatas.

Sin duda tenían sus usos, pero se encontraban fuera de su jurisdicción y la idea de que semejantes criaturas repugnantes estuvieran fuera del alcance de su castigo divino lo frustraba y enfurecía. Además le distraía de los guardias que sin duda estarían aprovechando para escabullirse a su alrededor y cometer todo tipo de faltas y delitos.

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01/03/2020, 09:26
Billy "El bocas"

Cuando Amadeo se acercó a Billy este lo miró extrañado, frunciendo el ceño y con cierta desconfianza - ¿qué? - preguntó de manera retórica, más sorprendido que otra cosa - tú dame el cupón - le arrebató el papelito* que le habilitaba a tomarse una copa de lo que había dicho y se lo guardó con la velocidad de un gato en el bolsillo lateral de su pantalón de faena - simplemente comente lo buenas que están las hermanas, y al parecer a esos grandullones les encantan las sororitas... pero no en un rollo sexual, ya sabes - hizo unos gestos rápidos e inconexos - dicen que son como madres para algunos y para otros ¿paladinas? el caso es que las admiran en plan locura total, yoquese tío - se rascó la mejilla con cierto nerviosismo y controló sus alrededores - ¿y porqué me preguntas tú? ¿no nos odiáis a todos los que seamos "normales"? - sonrió estúpidamente haciendo el gesto de las comillas con ambas manos.

Notas de juego

*Por acelerar.

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01/03/2020, 10:12
Hermana Caelestia-Adventia Agrippa

La hermana escuchaba a Robert con fingida atención, mirándole a ratos mientras seguía con la vista examinando la zona desde la cercanía que le brindaba estar en la barra; podía escuchar a las bestias en el foso desde allí y ver lo que hacían y como se comportaban; las hermanas de más alto rango los odiaban, y había oído toda clase de cosas sobre ellos. Esperaba que tuvieran un uso en el próximo conflicto, o tardarían poco en purgarlos a todos como era debido y con aquel pensamiento, volvió a tomar la bebida de la barra. La mención de Santa Veturia Reginus hizo que Caelestia girase el rostro como un resorte para mirar a Robert, una tenue sonrisa se dibujó en sus labios, soprendida de que conociera tanto sobre su orden. Escuchó sus siguientes palabras, apartando la mano de su bebida para ver la humedad acumulada en sus dedos, por lo que sudaba el vaso con la bebida fría en su interior, aunque ante aquel murmullo del doctor su mirada se clavó en la de él.- Ceiria Beaticus se encuentra alejado de este lugar, pero nosotras estábamos embarcadas en una flota cercana y respondimos a la llamada.-Sujetando la bebida en la zurda, la hermana lanzó la diestra hacia la pechera del doctor, agarrando esta con una fuerza impropia de una mujer. Su mirada seguía pendiente de la del doctor.

-Gloria in excelsis Imperator. No dudes, pues la duda puede llevarte al pecado.-Fueron sus palabras antes de liberar el pecho del hombre, con esa lección impartida, dedicó una breve mirada a Wigmar, que se acercaba también a la barra. Se tomó un breve receso en la conversación para llevarse la pajita a los labios y beber de esta, paladeando luego el licor afrutado, y fijándose de nuevo en Robert.-Los rezos pueden ayudarte a purgar la mente de dudas. Si quieres puedo ayudarte con eso, doctor, será algo bueno.-No había ningún atisbo de sonrisa en su rostro, simplemente la mirada de convicción de alguien que sabía que sería bueno.

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01/03/2020, 12:34
Hermana Ceres

Ceres se paseo de un lado a otro de la zona que ocupaban las demás soritas y ella y al final decidió ir a la barra, a ver el ambiente y si era solamente el espectáculo de la arena lo que teñía el ambiente de aquel tono soez que la disgustaba.

Allí encontró a otra de sus hermanas a la que saludo con una sonrisa cálida mientras se dirigía a la barra se quedó esperando diligentemente para ver si podía conseguir algo de beber. Hacía años que no estaba en un sitio como este, le recordaba a la colmena cuando era niña y eso le recordaban cosas que le hacían sentirse insegura, débil, como era por aquel entonces.

Miró al foso donde los gladiadores luchaban. Comprendía por que querían demostrar su fuerza, por que necesitaban convencerse a si mismos de que eran fuertes.

Cuando al fin consiguió la atención del camarero le pidió alguna bebida sin alcohol y se quedó sumida en sus pensamientos mientras iba a por ella.

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01/03/2020, 12:51
Visioingeniero Krane

El rostro del tecnosacerdote permaneció congelado, pero sus ojos brillaron cuando, al escuchar la incomprensible respuesta del comisario, aumentó instintivamente el consumo que la bobina de potencia dedicaba a sus implantes cerebrales. Detestaba las interacciones con el Homo sapiens. La biología nunca le había interesado, y lo poco que sabía de su funcionamiento se le antojaba errático. Tratar con ellos le exigía una capacidad de procesamiento que él, francamente, prefería dedicar a otros sistemas, y por norma general solo trataba con los miembros de su escuadra, a los que se había acostumbrado en mayor o menor medida. 

El ronroneo de los cristales de energía vibrando ahí donde hacía mucho había estado alojado uno de sus pulmones le tranquilizó, y le trajo algo de claridad: no iba a sonsacar nada al comisario. Krane asintió robóticamente al progena. 

—NEGATIVO. NO COMPARTO SUS CONCLUSIONES. PERO NO LE HARÉ PERDER MÁS EL TIEMPO. ADIÓS. 

Dicho lo cual, comenzó a deambular por la enorme estancia, muestreando sistemáticamente cada metro de su superficie en busca de alguien que estuviera más dispuesto a darle algo de información. 

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01/03/2020, 12:55
Friedrich Steiner, "Fred"

Fred se encontraba junto a su pelotón en un extremo de la sala, con una cerveza en la mano, si es que se podía considerar cerveza a aquel pis de ganado que te servían allí. Parecía que nadie fuera de Iloeter tuviese la más mínima idea de lo que era la cerveza o cómo se fabricaba. 

A pesar de ello, Fred se la bebía, y agradecía sinceramente todo aquello. Muy pocos altos mandos eran tan considerados con los soldados como para darles todo aquello, diversión, bebida, un buen descanso... iban a echar de menos todo aquello cuando entraran en combate. Paseó la mirada por la sala, y vio el final del combate en la arena. No había apostado, porque aquello le olía mal desde el principio: como todo el que hubiera combatido contra Orkos, sabía que grande no tenía por qué significar lento, y ese era el error que había cometido el preso. Se alegraba de contar con aquellos mineros en el equipo, que parecían tener seso además de fuerza. 

Cuando vio a las hermanas (era extraño verlas allí, cerca de la soldadesca) no pudo por menos que dejar su cerveza un momento y santiguarse haciendo la señal del Aquila Imperial sobre el corazón, juntando los pulgares con las palmas extendidas. No es que fuese el más religioso, pero sus padres le habían educado en el culto al emperador y él lo había profesado toda su vida. No había mayores sirvientes directas de Su voluntad que las hermanas, así que Fred les guardaba un gran respeto, además de un cierto temor reverencial. 

Por desgracia la paz no duró mucho tiempo, porque el comisario (ese que a Fred le daba más miedo que los Orkos) se acercó a la escena, y pronto se comenzó a formar allí un grupo que no auguraba nada bueno, entre las sororitas y los soldados. Fred miró con atención por si había problemas, y vio también a uno de los adeptos del Dios Máquina entre ellos. Todo aquello, desde la conversación de las sororitas hasta las rubias que bailaban, olía a problemas si te acercabas. Así que se quedó con su regimiento y esperó que aquella olla a presión no estallase demasiado fuerte. Se acercó a Dagmar y Helga, que igual que él se mantenían a la espera. 

-¿Os han dicho algo de a dónde vamos? O cuál es el enemigo, ya que estamos-preguntó sin apartar la vista de sus compañeros. 

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01/03/2020, 13:32
Tte. Mathis Reutter

La escena se desenvolvía ante Mathis, y parecía que no precisamente en el buen sentido. Puede que los penales estuvieran contenidos en la arena, pero había muchos otros focos que olían a problemas a kilómetros. El primero, el comisario. Él era novato, pero incluso un bisoño sabía reconocer cuando un miembro del Prefectus tiene el gatillo fácil y ganas de oler fycelina... Y ese tipo las tenía. 

Que se estuvieran añadiendo sororitas a la ecuación no mejoraba las posibilidades, así como un visioingeniero que parecía tener un tono elevado en sus conversaciones, aunque desde allí no alcanzó a entender qué dijo. Pero este último al menos tuvo el sentido común de salir de allí más pronto que tarde. 

Luego estaban los Skygge... Su vistazo había sido infructuoso, ni un sargento a la vista. Y la mayoría de los presentes con alguna marca en el uniforme parecían... Especiales. De hecho, todo el condenado regimiento lo parecía. Eso le obligaba a abandonar aquella pequeña zona de confort.

"Terra incógnita, allá vamos..." pensó suspirando, antes de internarse en el mar de bailarines. Le parecía haber visto, hacía un rato, una mujer con las insignias de sargento por ahí. Le costó un buen rato, pero finalmente logró dar con ella. Se acercó con el paso más firme que le permitían los frenéticos movimientos de los soldados y tendió la mano a la sargento de los Imperator Custos.

-Eh... Sargento Reutter, del 458º de Iloeter, un placer-dijo, intentando esbozar una sonrisa amigable. 

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01/03/2020, 15:38
Dr. Robert James Death

A pesar de estar escuchando sus palabras, la hermana estaba más pendiente de lo que pasaba alrededor que de la conversación que estaba teniendo con Robert. Su mención de la Santa pareció despertar la atención de su interlocutora pero lo que vino después sorprendió al doctor. En un parpadeo, la Sororita estaba cogiéndole de la pechera y tirando hacia ella. El doctor sostuvo la mirada, con gesto serio y sin atreverse a hacer nada que la mujer pudiese malinterpretar. Si bien es cierto que había leído mucho sobre las Hermanas de Batalla y su rígido código, no esperaba tal falta de cortesía. Claro que, por lo que había visto en ese breve intercambio, Caelestia se creía por encima de él resto de soldados.

Una vez que le hubo soltado, el doctor dejó la copa sobre la barra y se ajustó el uniforme con mimo. - Nunca he dudado, Señora. Las historias como las de Santa Reginus o Santa Asceline me han acompañado en los momentos más oscuros y me han inspirado a seguir adelante cuando el futuro se mostraba incierto. - habló mientras recuperaba su copa. - Aún así será un verdadero honor poder participar en uno de vuestros rezos. Según he oído es tal el fervor que demostráis que las almas de los que participan en tales actos se llenan de luz y se ven inspiradas a los mayores actos. - la mirada del doctor tenía un brillo de ilusión y parecía haber olvidado cualquier posible afrenta por el gesto que había tenido la sororita con él momentos antes. 

Notas de juego

Santa Asceline: Era una hermana de batalla del M39. Es la patrona de los exploradores. Cuando el navegante de la nave en la que iba, Kalendra Asceline guió la nave de vuelta al espacio controlado por el emperador viajando a través del Inmaterium guiada por el emperador. 

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01/03/2020, 16:22
Hermana Varinia

Ya recuperada del episodio con el ogrete, Varinia se dispone a marcharse del lugar lo más rápido que sus piernas le dejen. Sin embargo antes de irse no puede evitar mirar a su alrededor para evaluar la situación. La fuerza de la costumbre y el entrenamiento, supone.

Puede ver varias cosas. Algunas esperanzadoras, otras preocupantes, pero todas lo suficientemente interesantes como para captar su atención. Lo primero que ve es a un soldado, un hombre grande, hacer la sagrada señal del Áquila al darse cuenta de que hay tropas de la Eclesiarquía presentes. Siempre es bueno ver que el Credo Imperial se tiene en cuenta en todo momento. Hace una nota mental intentando recordar el rostro del soldado, pero sólo el Emperador sabe si podrá reconocerlo de nuevo entre la muchedumbre de cuerpos que componen esta fuerza de desembarco.

También puede ver a un comisario, un hombre lleno de cicatrices que cualquiera diría que se mantiene en pie por pura fuerza de voluntad. Moviéndose entre la gente y destacando mucho entre todos, un sacerdote de marte examina la escena. Al pasar cerca de ambos de camino a la zona reservada para las sororitas Varinia les dedica a cada uno un saludo leve con la cabeza como señal de respeto a su posición, aunque para ella ambos cargos son un mal necesario en el gran plan del Divino Emperador.

A punto de empezar a subir por la pasarela se da cuenta de que dos de sus hermanas están en la barra. A una ya la había visto, Adventia, la otra celestial de su unidad. La otra es Ceres, la hospitalaria. El ambiente parece bastante volátil, no parece demasiado buena idea que se mezclen con el resto de las unidades ahora mismo. Viendo que la celestial está en mitad de una conversación decide acercarse a la hospitalaria. Cuando está a su altura habla en voz baja.

- Los sanitarios están muy agitados en los momentos posteriores a la batalla. Los soldados están muy agitados en los momentos previos a la batalla. Anda con cuidado, hermana. Dice a modo de saludo y de despedida.

Se gira sobre sus talones y empieza a andar, dispuesta a retirarse de la escena, pero se encuentra incapaz de hacerlo. A pesar de que la prudencia dicta que debería abandonar el lugar no puede dejar a sus hermanas si sospecha que algo puede ir mal, aunque solo haya una pequeña posibilidad. Vuelve junto a la hospitalaria con un paso más lento.

- Espero que mi compañía no sea una molestia, Ceres, habla en un tono mucho más informal mientras sonríe.

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01/03/2020, 16:48
Bender McKnife

Solo en una de las jaulas más bajas, Bender permanecía en modo de espera. Desde el instante del Procedimiento, su vida había cambiado para siempre, y ahora se limitaba a observar como el espiritu máquina operaba su cuerpo a través de incontables nanomáquinas. Como sacrificio en pos del conocimiento, había sido un intercambio provechoso para el joven, pero sentía un poco de pena al no poder comunicar sus numerosos descubrimientos a las autoridades competentes. Estaba seguro de que podrían ser de utilidad a alguien interesado en las máquinas.

El espiritu maquina dentro de su cuerpo, al que él llamaba cariñosamente Rod, estaba formado a su vez por una cantidad asombrosa de entidades diferentes, como las ramas de un gran árbol, que se coordinaban en jerarquía para llevar a cabo su función. Algunos de esas ramas habían sido creadas hacía más de veinte mil años, mucho antes del imperio, durante lo que se llamaba "La era oscura". Durante esa época los hombres empuñaban el poder y el conocimiento con arrogancia y sin control. No era que Bender estuviera interesado en el poder o la arrogancia, pero el saber había sido siempre su llamada.

Los días de permiso no tenían mucho sentido para la máquina, así que, exceptuando las tareas de mantenimiento programadas en su cuerpo como microestimulos de la musculatura, comprobaciones metabólicas y depuración de código automatica, no había mucho que hacer. Tampoco es que se aburriera, viendo como se desplegaba ante él tan elegante y concurrida variedad de programas y subrutinas. Rod estaba formado por un núcleo duro muy antiguo, algo creado hacía miles de años por un misterioso creador terrano cuyo nombre no decía nada a Bender (llamado "Departamento Correcional de Tijuana, División de Adecuación de Conducta"). Sin duda debían haber sido poderosos technoherreros capaces de forjar espiritus máquina con auténtica alma que pudieran adaptarse y cumplir su propósito sin importar las circunstancias. Sobre ese núcleo, había otros espiritus antiguos que se habían fusionado hasta crear a Rod, espiritus ancianos que traducían las palabras de un programa a otro, espiritus de control, espiritus que se encargaban de arreglar las partes rotas por el uso, espiritus que explicaban el mundo exterior... toda una ciudad dentro de él. Una bulliciosa pero ordenada megaurbe en la que vivían esos fantasmas del pasado, usando su cuerpo y su energía para cumplir sus arcanos propósitos.

El objetivo original de "reinsertar presos comunes en la sociedad como trabajadores tipo #C37, jardineros" se modificaba y mezclaba con cientos de lineas de código, plegarias y añadidos varios que le convertían en la maquina de matar que era actualmente. Sus propios pensamientos se convertían en una entrada más de datos para la toma de decisiones, convirtiéndole a él mismo, Bender McKnife, en una suerte de espiritu máquina. ¡Ja! Eso si eran buenas noticias. Y si alguna vez su cuerpo caía y las piezas del proyecto #223 eran recuperadas, él continuaría dentro del programa.

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01/03/2020, 17:52
Hermana Ceres

Ceres pareció sorprendida al ser arrancada de sus propios pensamientos. Su bebida estaba en frente de ella y el camarero había volado sin decir nada. Antes de que se de la vuelta  varinia se va, pero vuelve antes de que  pueda hacer nada más.

- Al contrario. - Dijo Ceres - Me habéis arrancado de pensamientos sombríos que me llevaban a rincones oscuros de mi memoria, vuestra compañía es una bendición hermana. - Reconoció Ceres con una sonrisa.

Luego procesó su advertencia y dijo mirando alrededor.

- ¿Que cree que puede pasar aquí en mitad de la oficialidad?  ¿Le ha pasado algo a usted?

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01/03/2020, 18:54
Novalee Custer

Aun siendo aire reciclado, el aire de esta estación se notaba limpio, se notaba libre, libre de la opresión de la oscuridad, la locura y la corrupción. Habíamos salido del infierno y aunque lo mas seguro era que nos encaminábamos a otro, de seguro era un lugar que podríamos entender. En medio de la pista, la sargento de Imperator Custos, se mantenía saltando, riendo, bailando, era una vorágine de sentimientos de libertad, pues habían salido de la oscuridad perdiendo parte de sus almas en el proceso y hoy había cosas por las que celebrar. Pues incluso el agua destilada, era mucho mejor que los charcos pútridos de los que habían tenido que beber los últimos meses. 

 - ¡Que siga la fiesta!. 

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01/03/2020, 22:01
Tte. Mathis Reutter

¡Que siga la fiesta!. 

Las cejas de Mathis se enarcaron levemente cuando la mujer soltó aquel grito. Miró su mano tendida, a la mujer que le acaba de ignorar de manera tan flagrante, de nuevo su mano, de nuevo la mujer que bailaba ajena a todo. Su sonrisa se ensanchó, aunque no era una sonrisa alegre, sino más bien una sonrisa nerviosa, del tipo "tierra, trágame". Por un fugaz momento, pensó que podría encajar entre los Skygge, tras aquella muestra de auténtica invisibilidad a plena vista, pero apartó aquellos pensamientos y, con mucho esfuerzo, logró ponerse en movimiento de nuevo. 

-Eh... Bien, vale-replicó, aunque en voz menos baja, decidiendo bajar la mano y alejarse. 

"Todo un éxito diplomático Mathis, estás que te sales..." pensó con amargura y bastante vergüenza ante lo que acababa de suceder. 

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01/03/2020, 22:41
Sargento Miller

Antes de que Mathis pudiera alejarse, se encontró con una enorme sonrisa y una mirada cansada - ¿Inmortales? - se fijó en los galones que lo identificaban como sargento y lo cogió del hombro - no se lo tenga en cuenta a la sargento Custer, literalmente hemos salido del infierno hace no mucho, y esta fiesta, tras tanto tiempo aislados y sobreviviendo... para muchos esta es la oportunidad de poder desfogarse y liberar tensión ¿no le parece? - le sonrió como sonreiría un abuelo a su nieto, con calidez y protector - me pareció escuchar que se presentó como Sargento... ¿Reutem? - sin haberlo soltado del hombro, el cual era un agarre terriblemente firme, le acercó su diestra para estrecharla, con camaradería - Sargento Miller, le acompaño 

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02/03/2020, 11:23
[Muerto] Amadeo de Souza-Cardoso

Cuando Amadeo se acercó a Billy este lo miró extrañado, frunciendo el ceño y con cierta desconfianza - ¿qué? - preguntó de manera retórica, más sorprendido que otra cosa - tú dame el cupón - le arrebató el papelito* que le habilitaba a tomarse una copa de lo que había dicho y se lo guardó con la velocidad de un gato en el bolsillo lateral de su pantalón de faena - simplemente comente lo buenas que están las hermanas, y al parecer a esos grandullones les encantan las sororitas... pero no en un rollo sexual, ya sabes - hizo unos gestos rápidos e inconexos - dicen que son como madres para algunos y para otros ¿paladinas? el caso es que las admiran en plan locura total, yoquese tío - se rascó la mejilla con cierto nerviosismo y controló sus alrededores - ¿y porqué me preguntas tú? ¿no nos odiáis a todos los que seamos "normales"? - sonrió estúpidamente haciendo el gesto de las comillas con ambas manos.

Frunjo el ceño: 

- ¡A ver...! ¡Odiar, odiar... es una palabra muy fuerte!. No caer del todo bien se acerca más. Y todos somos humanos ¡y en general olemos mejor que aquí, tus ciclópeos nuevos amigos!

Le conduzco hasta la barra:

- ¡Jefe! ¡Ponle algo aquí al colega! -digo evitando proclamar su nombre en alto por si acaso, antes de retomar la charla- de todas formas te doy la razón: ¡Ni que las Sororitas hicieran voto de castidad o algo!. Entre tú y yo: una vez escuché que van "comando" dentro de esas armaduras*. Pero eso lo podemos discutir aquí tú y yo... y con cuidado: La postura más respetuosa para con su sagrada misión, que deja intactas las esperanzas de nuestro frágil ego, es que aceptaríamos gustosos cualquier propuesta que nos hicieran.

Hecho un trago

- Todo lo demás, es una bala en la ruleta de que lo ejecuten o lo laceren a uno. ¿No te parece?

 

Notas de juego

*Disclaimer: Los fantasmas de Gaunt: alguien comenta que cierto tipo que cuenta chistes verdes "podría hacerle caer las bragas a una sororita" (De escándalo, se entiende por el contexto) Rawne, que me parece que es el aludido, responde alegando que "no sabía que las llevaban en primera instancia" lo que tiene, entre otras cosas el subtexto de que no lo ha comprobado en la vida.

Comentario: Ciertamente, al menos yo no he encontrado por ninguna parte que el clero imperial en general haga voto de castidad: son como las tropas del terror de la iglesia imperial, y lo único que les importa es su misión religiosa y política: no necesitan, entiendo yo, el voto de castidad para tener el necesario nivel de desprecio por esas cosas mundanas, sobre todo cuando se interponen en el camino de la causa. Por otro lado, se hace muy poca mención a ciertas inclinaciones históricas de los soldados que, en lógica, deberían estar presentes en la Guardia Imperial -y entiendo que lo están- así que...

...

Grimdark

Dicho esto, aclarar que las opiniones de Amadeo no reflejan necesariamente las del jugador que lo interpreta, y por tanto este declina toda responsabilidad si la interpretación le lleva a expresar opiniones ofensivas ^-^u

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02/03/2020, 13:23
Tte. Mathis Reutter

No logró dar ni un par de pasos antes de verse apresado por otra figura. Bueno, quizás apresado era una palabra muy fuerte, pero en cierto modo se sentía así. Su ridículo no había sido ignorado, y alguien había acudido por lástima para echarle un capote... Haciendo más flagrante aún su fracaso. 

-Eh... Sí, el 458º de Iloeter, eso es-replicó, sin comprender del todo las explicaciones que le daba.

-¿Del infierno? Bueno... Sí, supongo que hay escenarios de combate muy duros. Entiendo que quiera sacarse eso de encima. Soy el sargento Reutter-repitió, optando por volver a presentarse al ver que su apellido no había quedado claro, estrechando la mano de su nuevo interlocutor-encantado, sargento Miller. Mi intención era, bueno, presentarme... Y ver si ustedes saben algo. Parece todo un señor despliegue, hay quien dice que incluso los Ángeles del Emperador caminan entre nosotros, y no puedo evitar preguntarme qué enemigo merece todo esto. 

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02/03/2020, 14:37
Hermana Varinia

Varinia llama la atención del camarero con una mirada fría que hace que el hombre priorice servirla por delante del resto, aunque sólo sea para alejarse de allí. Se limita a pedir lo mismo que está tomando la hospitalaria mientras responde a sus preguntas.

- No me ha pasado nada, no. Bueno, quizás que con cada batalla me vuelvo más rezongona. Dentro de poco voy a quejarme como si fuera una anciana con todo el cabello blanco. Dice la celestial entre risas mientras se rasca la cicatriz de la cabeza.

- No pretendía preocuparte más de la cuenta. Es sólo que conozco bien a los soldados, y este... desenfreno puede resultar una vía de escape o una excusa para comportamientos menos adecuados, especialmente entre tropas no tan disciplinadas como las nuestras. Estar esperando que te desplieguen es como un picor que no te puedes rascar, y no todo el mundo es capaz de ejercer el autocontrol necesario para mantenerse firme.

Sigue hablando y hace un gesto con la mano, como quitando importancia al tema.

- No te preocupes, seguro que todo termina bien. Dice en tono amable. No es mi intención cargarte con más problemas, especialmente si estabas teniendo pensamientos poco agradables. Soy tu celestial, pero también somos hermanas. Valoro el protocolo, pero no tanto como para ignorar a una hermana que necesita compañía.

- El punto de vista de una hospitalaria suele ser muy distinto del de una militante. Di en voz alta si algo te inquieta y preocúpate por una supuesta reprimenda disciplinaria más tarde. Es difícil saber si habla sobre la disciplina en broma o en serio, pero sí parece dispuesta a escuchar lo que la hermana Ceres tiene que decir.

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02/03/2020, 19:38
Viggo Falkenberg

Estaba sentado en uno de los sofás de la zona en la que estaban el resto de los jægerkorpset con las botas apoyadas sobre la mesa que tenía justo delante mientras los vasos de chupito se amontonaban alrededor de sus pies.

La fama de malditos nos precedía y nadie se acercaba a aquella zona, lo que Viggo agradecía hasta cierto punto. - Parece que la fiesta se anima.