Partida Rol por web

Al llegar a la escena de donde el grito provenía, pudieron verlo. Allí estaba él, el mismo loco de antes, cargando casi una docena de cadáveres que estaban atados a sus vendas. 

Junto a él, dos chicos estaban parados, uno boquiabierto, otro completamente aterrado, pero desafiante. Por otro lado, Akemi estaba tirada en el suelo, solo miraba los cadáveres, al 484, los cadáveres, sus amigos... Estaba aterrada y no lograba mover un pelo.

El 484 observó con su sonrisa burlona al muchacho de ropa colorida que se dispuso a enfrentarlo, lo miró de arriba a abajo. Entonces respondió

-Fácil... Todos ♥!- Dijo con un tono burlón antes de lanzar una venda en dirección al muchacho.

Fue entonces cuando giró la cabeza mirando al resto del grupo, los recién llegados. Niño por su parte estaba escondido, sin embargo fue el primero en llegar, y el primero en ser detectado

-Ohhh~ vinieron a jugar conmigo?! ♪ son tan buenos ♥!- Dijo señalando a la dirección donde Ginnei, Mary y Niño venían llegando.

Kairen, envalentonado por la llegada de refuerzos (quizás si, quizás no) aprovechó la distracción del vendado para recoger a Akemi, sin embargo aún sin mirar una venda se clavó en el suelo cual acero, justo frente a sus pies.

-He dicho que el juego comenzaba??- Dijo claramente molesto hacia el muchacho...

Los cadáveres que llevaba entonces empezaron a envolverse en vendas, y quedaron como algo similar a Momias... Fue entonces cuando el tono molesto volvió a ser el mismo tono burlón que tanto caracterizaba a este psicópata...

-Les daré una oportunidad... SOLAMENTE porque estoy ansioso por probarlo ♥! tienen suerte chicos, sí que la tienen!! Les prometo que será un juego.... MMMMMMMM ♥... Divertido!!- Dijo finalmente antes de que las vendas se cortaran.

Entonces 5 cadáveres se levantaron del suelo, completamente momificados. -Si pueden con estos chicos... mmmm a ver~... YA SÉ!! ♪- Parecía emocionado, una idea maquiavélica vino a su mente... Tomó a Akemi con unas vendas y subió de un salto a un árbol, a una altura considerable, con el peso de 6 personas colgando de sus vendas... -Cada vez que alguno resulte herido, lastimaré a la tierna chica ♥ MMMMMMM ♥ ESTO ME EMOCIONA!!!- Su mirada estaba en llamas, podía verse un brillo siniestro en sus ojos. Akemi por otro lado, estaba aterrada, no solo la impotencia de no poder luchar contra ese monstruo la invadía, sino que lo que esa bestia pudiera hacerle era lo que la asustaba aún más. Las vendas la aprisionaban de forma tal que la sangre se agolpaba en su cabeza, y desde arriba era obligada a mirar como sus compañeros morían en manos de unas extrañas momias sin poder hacer nada. Quizo gritar, pero una venda tapó su boca y todo lo que pudieron escuchar fueron simples "MMMM"

La batalla por Akemi comenzaba...

Apreté los dientes al ver que el chico había sido detectado... aunque por lo rápido que se giró hacia Mary y hacia mí diría que no era cuestión de sigilo. Su nivel estaba tan por encima de los demás que ni siquiera alcanzaba a imaginarlo.

La situación era horrible... Sin necesidad de mirarlo, bloqueó el intento de huir de un chico al que antes vi charlar con la enferma y la olvidadiza, y luego colgó a Akemi de un árbol. Al parecer, estaba probando un poder y por ese motivo era que no nos mataba sin más. Menudo enredo.

Compuse una sonrisa, tensa como el acero, pero sonrisa al fin y al cabo. Odiaba a ese tipo, pero sabía que no podía enfrentarlo, y la única manera de que nos dejase un rato en paz...

- Vaya. Una oferta generosa, supongo. -comento, realizando un par de molinetes con la espada a uno y otro lado para calentar el hombro- Dado que nos das la oportunidad en vez de matarnos sin más, ¿qué te parece si yo también te doy un adelanto? Hay algo que guardo para la prueba final solamente, pero te puedo mostrar una versión reducida... Podrás ver más cuando lleguemos hasta allí, "cazador"... aunque me parece que ese término disminuye cómo te veías frente a nosotros, ¿me equivoco? -planteé.

Quizás era hablar de más, pero era precisamente por lo que me había atrevido a curar a Ruud tan cerca suya. Se había definido como un cazador y a nosotros como sus presas, pero nadie en la sala suponía siquiera un mínimo reto para él, como para aportarle emoción a la cacería. Estaba aquí para entretenerse, y eso era lo que le iba a dar. Llevé mi mano izquierda a mi camiseta y saqué de ella el collar de plata que ahora todos podían ver de nuevo, dos monedas antiguas de plata en dos engarces simples. Ahora que estaba completamente a la vista y podía atraer algo de atención, quizás las personas de la zona pudiesen percatarse de algo raro en él*... No obstante, algo más extraño pasaba después. Casi pareció que el tiempo se congelase un instante mientras cuatro frases abandonaban mis labios:

- Yo, quien hoy cierra los ojos a la vida,
soy el recipiente y la guadaña del Dios de la Muerte
mi luz y mi mente son mis monedas de plata
¡acude a mi llamada, Hades, y reclama las almas de los impuros!

Sentí la puerta abrirse, y en seguida luché con todas mis fuerzas para mantenerla cerrada casi por completo. Toda la zona pareció oscurecerse en el momento inicial y una sensación terrible emanó de mi cuerpo hacia el resto. El collar se soltó de mi mano y, con un efecto bastante tértrico, se hundió en mi carne dejando ver sangre, hueso y músculo por un instante, aunque esas heridas en seguida desaparecieron.

Odio que hagas esto, niñato... Escuché en mi mente con una voz terrible.

Tras el segundo inicial en el que parecía que algo mucho más sobrecogedor iba a suceder, con la energía ya contenida, la única presión que quedaba fue la proveniente de 484, aunque sin duda era más aplastante que la que yo había emitido... Pero algo cambió. Observé a mis compañeros y a los demás con una nueva media sonrisa, sabiendo de sobra lo que veían. Ahora tenía, justo frente a los ojos, como si estuviesen pegadas de alguna forma sobrenatural, las dos monedas de plata vieja de alguna civilización antigua cubrían mis ojos y mis cejas.

- ¿Qué tal si dejamos muertos a los muertos? -dije a mis compañeros, antes de lanzarme al frente... Pretendía que Mary tuviese tanto tiempo como pudiese para disparar...

-Nakamura, estás bien??- Preguntó al ver que la venda le había atravesado en un lado del abdomen. La herida no era tan grave, podría pelear.

-Nakamura... Levántate... Tenemos que salvar a nuestra amiga!!- Susurró completamente determinado a superar esta "prueba" impuesta por aquel maniático.

-AKEMI-CHAN!! VAMOS A SALVARTE!! TE LO PROMETO!!- Gritó finalmente

"Todos", una respuesta ciertamente simplona pero eficiente, para un número tan absurdo como lo era 2 elevado a 99, directamente. Suspiró entonces pero no de molestia ni alivio, para nada, sino más bien por la razón de que simplemente necesitaba soltar un poco de aire y de que inevitablemente podía casi ver venir que no iba a salir tan fácil, claro que no. Por definición existían, muy como tipos de creaturas, juegos excepcionalmente cortos e instantáneos (como los animales pequeños, insectos, ratas, bacterias) y juegos que se alargaban en partidas más y más extensas, fijas pero largas, alargables o indefinidas (como los animales grandes, mamíferos de gran tamaño y otros semejantes), lo que al final le hizo entender que esto sería una puta joda.

Pasaron muchas cosas, pero la primera fue una que le hizo preguntarse: ¿Por qué Akemi? Siempre era Akemi, así que sospechaba que simplemente le gustaba, tal cual, puesto que un hombre no podía ocultar realmente cuando le gustaba una chica, y eso le hizo pensar en... Oh mierda. Nada más mirar hacia el costado ante los allegados sus ojos reaccionaron, sus pupilas contrayéndose (¿o dilatándose, podría decirse para el caso puntual?) pero inmediatamente buscando enfocarse de nuevo en Akemi, ahora elevada, y en este tipo...

_{- Señor Shishio...}

Así es, le llamaría de tal modo porque podía, aún si le costaba su propia existencia, fin del asunto. Se preocupó por Kairen, considerando ir a asistirle al ver que la venda aquella le tocó, claramente un poder sobrenatural y no mera habilidad exagerada, cuando sucedió entonces. Ni alcanzó a considerar lo que haría ante estos zombies de vendas para cuando, de la nada, un destello pasó en el cual la animación simplemente pasó de "Takuro moviéndose hacia alguna parte" a "Takuro con un gesto completamente afligido siendo cortado por un vendazo imperceptible y sangrando por el torso empujándole hacia atrás". Se tambaleó entonces pero logró sujetarse en sí mismo. Kairen se preocupó por él y Akemi sería dañada por culpa de él en primer lugar. Ahora mismo, debía ignorar distracciones, como... Aquella distracción e incluso aquel joven con esas monedas y su extraño nuevo estado de, em, monedas en los ojos. ¿Qué pasaba con eso?

Sacó su revólver, saltando hacia atrás cuanto pudiese, tratando siquiera de intentar disparar. No, él no era para pelear, pero tenía que, o tenía que buscar un modo de hacer algo al respecto. La desesperación afecta la estrategia y ese es el principal problema. ¿Qué sucedería ahora?

Parecía un tablero ciertamente agitado.

No pasó mucho para que la sonrisa confiada del vendado pasara a un rostro de excesiva curiosidad ante las palabras y la transformación de Ginnei. Akemi quedó igualmente impactada ante lo que pasaba y sus ojos comenzaron a ponerse de un intenso color rojo... Acaso era una Kurata?? Su clan se suponía extinto...

Las momias por su parte no prestaban atención a nada, y una a una se avalanzaban contra sus presas

Avanzando, me topé con que sólo una de las momias se abalanzó sobre mí, al contrario de lo que me esperaba... El primer ataque lo evité con facilidad, pero el segundo no sólo eso, sino que parecí bailar alrededor del ser con la hoja-látigo convertida en un ciclón alrededor de mí, evitando el movimiento de la criatura desde sus orígenes y luego, con un tirón, la obligué a plegarse lanzando un corte a tres zonas del cuerpo de la criatura a la vez. Quizás no era un golpe devastador, pero sí lo suficiente como para causar ciertos daños.

Mi rostro se muestra en cierta manera impasible ante toda la carnicería que se da frente a nuestros ojos. Justo la persona a la que no quería encontrarme durante el examen. Sabia que el crio me traería algún problema. Hubiera preferido encontrarme un equipo siendo devorado por lobos.

El vendado con ciertos problemas para identificar lo "divertido" toma a la misma muchacha que había atravesado antes de empezar la prueba. Parecía que simplemente quería acercare a ella... aunque fuera para tomarla como rehén. No tenia claro si simplemente era un psicópata con intenciones de hacer daño o, para colmo, tenia cierto complejo reprimido para hacer bondage con la pobre muchacha.

No tengo tiempo para exteriorizar mis pensamientos ya que tan pronto como explica las reglas de aquel juego que acababa de iniciar una de las momias se lanza a por mi. Esquivo su primer ataque de forma casual por reflejos y me preparo para el siguiente golpe haciendo rotar mi tobillo y saltando hacia un lateral mientras le apunto con la pistola y le disparo sin siquiera inmutarme. Eran rápidos, pero a no ser que aun estuviera medio dormidos aquellos ataques no serian difíciles de esquivar.

Tadashi, Mugen y Nero, llegaron al sitio luego de la primera oleada de ataques entre aquellos entes y sus compañeros.

Además de sus compañeros, estaba también un chico de ropa chillona y un chico rubio, todos peleando contra lo que parecían ser... Momias??

Estaban ocultos, entre los arbustos... Podían intentar hacer algo, o podrían quedarse donde están

Al llegar a la zona, veo la terrible escena que ha dispuesto el hombre de las vendas. La misma chica de antes está en una peor posición y ese tipo haciendo un espectáculo con el dolor ajeno. El hombre me detecta de inmediato, sin ninguna dificultad, casi como si sus destinos estuviesen en un nivel muy distinto al nuestro. Nos incluye de inmediato en su juego, aunque no sea nuestro deseo en lo más mínimo.

Pero tampoco dejaría solo a quienes lo necesitan. Es hora de luchar y son los extraños muertos que ha vendado y que ahora se mueven, los que nos atacan. No entiendo lo que ocurre, pero generalmente entiendo las cosas, así que no cambia en nada.

Evito los golpes de aquellos muertos y le lanzo un golpe de vuelta, que no es el golpe más fuerte que he dado, pero esto está recién empezando.

Por un momento casi me cago encima al ver tanta venda junta cuando llegamos al lugar de los gritos. Estaba preparado para salir corriendo, pero al ver que mis compañeros siguen vivos, y que esto parecen simples momias y no un tío capaz de matarte de un golpe me quedo a combatir.

Desenfundo mis dagas y preparo mi primer movimiento aprovechando nuestra ventajosa posición. Me muevo hacia la momia más cercana dispuesto a dejarla fuera de combate. Una sonrisa se me dibuja antes de lanzarme a por mi objetivo, hora de la acción, ya la echaba de menos.

Kairen lanzó un cuchillo pequeño a uno de los muertos, quizás un bisturí. Por su parte Mary dispara su arma causando que cientos de aves circundantes emprendan vuelo. Por un segundo hubo mucho revuelo en el bosque... Niño impactó con fuerza en el mentón de uno de los ya profanados cadáveres, y por último teníamos a Ginnei, quien con su espada látigo atacó con fuerza a su atacante a la vez que se defendía haciéndola girar a su alrededor... Sin duda la situación parecía por completo a su favor, pero aún había algo que les llamaba un poco la atención... Algo no andaba bien...

¿Qué? ¿Más momias? El encuentro fue sorpresivo aunque un poco aliviador, no estaba 484, ¿serían amigos de él o seres parte de la prueba? De cualquier forma, no sintió la presión cuando el vendado había comenzado la matanza. No esperó demasiado, todavía estaba molesto porque el mocoso lo insultó. Avanzó hacia la acción y atacó a la primer momia en su camino.

De la nada compañeros aparecieron atacando a las momias!! los golpes impactaban por todas partes, pero ni una gota de sangre se derramaba!! Tanto Tadashi como Mugen impactaron con sus golpes. Su sorpresa fue mayúscula cuando al atacar oyeron una voz, una voz que no les gustaba para nada... La del 484

Sobre la rama de un árbol, estaba parado. Sus vendas sostenían 5 cadáveres que estaban colgados a su cuerpo... No! 4 cadáveres!! Entre los cadáveres había alguien con vida, una muchacha... Al verla mejor era la misma chica que había sido obligada a limpiar las vendas de ese maniático con anterioridad.

-Ohhh~ Parece que tengo muchos juguetes ♥!- Sentenció. -Pero... bueno... mientras más sean, más fácil es que salgan lastimados ♪... La pequeña a mi lado sufrirá cada uno de los golpes que ustedes sufran ♥!- Entonces volteó a ver a la chica, que colgaba de cabeza completamente amordazada por las vendas -Me suenas de algo chica... Te conozco?? ♪-

Los tres compañeros que dejamos atrás se han unido también a la lucha, lo que me parece bien pero siento que mejor se hubiesen quedado atrás por si nosotros morimos. El tipo es tan letal que dudo que nuestra supervivencia depende de cuantos seamos, sino que exclusivamente si él nos permite seguir vivos o no.

El muerto que me ataca pero sus golpes son lentos y descoordinados, similares a los de mis oponentes cuando tenía nueve años. Es fácil para mí esquivarlos y a menos que hagan un movimiento muy excepcional o yo cometa un error muy garrafal, no podrán alcanzarme.

Lanzo un puñetazo al rostro del enemigo, impactando con fuerza sobre él y escuchando un par de huesos crujir, esperando que con eso se termine el combate para esa cosa.

El disparo resonó por todos los alrededores pero parecía que aquella momia aguantaría mas que un simple disparo. Con cuidado me preparo para su ataque y los esquivo diestramente. El combate se desarrollaba sin mucho peligro por nuestra parte, pero cualquier daño haría que aquel participante empezara a divertirse con la muchacha. Vi como mis compañeros llegaban y se incorporaban al combate. Gire la cabeza hacia ellos mientras hacia un disparo mas al pecho de aquella criatura.- No dejéis que os toquen. Cada herida significa laceraciones para la muchacha.- Quería informarles de lo que conllevaría un fallo.

Me gire de nuevo hacia las momias… A las malas si conseguíamos sobrevivir a aquello tendríamos ya carne muerta para llamar a los lobos que buscábamos. Si sobrevivimos, claro. Pensé mientras echaba una mirada al vendado. Confiaba mas bien poco en las palabras de un tipo que se dedicaba a ese tipo de cosas. En cierta manera aquella situación, quitando de lado a las momias me recordaba a algo que ya había vivido. Un idiota con un rehén… Dios, parecía que el pasado intentaba perseguirme con situaciones similares para atormentarme…