Partida Rol por web

Cargamos  con el cadáver hasta el cementerio ,cada uno perdido en nuestros  pensamientos  y en respetuoso silencio,.De todas formas  , y como siempre en estos casos nunca  se muy bien que decir  que no suene trillado , así que mejor callar.

Ashlyn ,si necesitáis unos minutos a solas para despediros   podemos  ir al pueblo a buscar material para amortajarlo .Digo antes de la paladina reponda a Don Urik

Gracias se me oyó decir tras finalizar la conversación con Alese. Me acerqué a la barra, reuniéndome con Thokk y Wolkot.

Comida aquí dije señalando la superficie de la barra que tenía ante mi cuerpo. Esperé a que me sirviera un poco de guiso que pudiera calentarme el cuerpo.

Sólo nos queda un bicho que destruir, entrar en un bosque a por una espada y cargarnos al señor del castillo. Qué sencillo parece todo comenté con tono sarcástico.

No me cabe la menor duda. - dijo Thokk riendo mientras alzaba la copa. - Por los compañeros caídos. - dijo mientras brindaba con Wolkot. Quenya se acercó a donde estaban los demás y se sentó con ellos a cenar. - Cuanto secretismo, - dijo Thokk mientras le guiñaba un ojo a Quenya. - Si, es todo un juego de niños. - dijo soltando una carcajada. - Creo que tendríamos que encargarnos primero del otro bicho antes de visitar el bosque... - dijo mientras cogía un trozo de carne y se lo llevaba a la boca.

Sigo pensando que nos tocará volver a por cada uno de ellos, pero, mientras tanto me acababan de servir un vaso con... algún tipo de líquido que prefería no preguntar qué era. Lo levanté y bebí.
 

- Siento ser aguafiestas, pero a algunos de vosotros esos bichos os han hecho verdadero daño, y no puedo curaros con los dones que me son concedidos en un día. Y aunque pudiese, quedaría sin prácticamente magia para poder curaros si os vuelven a hacer daño ese mismo día. Mi sugerencia, como curadora, es que descansemos un día. Convocaré un Tordo del Eliseo que es un ser de otro plano cuyo canto hará que os curéis más rápido. Entre su canto y mis cuidados a la vieja usanza, con unguentos y cataplasmas, creo que os puedo tener a todos en forma para pasado mañana, pero mañana deberíamos descansar. Sois demasiados y con demasiado daño, no puedo hace más... 

-Tambien poseo algo de poder sanador.-Respondo.-Aunque lo he agotado ya hoy, mañana podré usarlo de nuevo para ayudar al grupo a reponerse antes. 

Envy habia entrado cansada, volviendo a su forma humana poco antes de entrar en la puerta. Ella no habia salido herida, no fisicamente, aunque eso no quitaba el que habia estado corriendo toda la noche y cambiado de forma muchas veces.

Ya todo el pueblo sabia quien y que era, con lo cual no le daba mucha importancia el haber llegado al pueblo con su otra piel a cuatro patas.

-Lo mismo que mi amigo- Le comento a ya conocido tabernero una vez dentro de la taberna, acomodandose al calor del local, mientras señalaba a Thokk. -Y por favor, avisale a Irma que necesitare ropa... de nuevo- Dijo soltando una pequeña sonrisa mientras alzaba un poco los hombros como si el haber destruido de nuevo sus ropas fuera una travesura de niña. -Ha sido un dia de perros- Luego fue hasta la mesa con sus compañeros, donde estos brindaban por los caidos y donde Quenya tenia su arma. -Gracias por cuidarmela- Le dice al pedirsela.

Ashlyn ayuda también a cavar la tumba, y coloca el cadáver con cuidado, cruzando los brazos de Haiayel sobre su tronco y cerrando los ojos del fallecido.

-Muchas gracias a todos por la ayuda y por acudir a este entierro. Creo que así será suficiente.- Contesta a Fisteus y Urik.

-Haiayel dedicó su vida a luchar contra el mismo mal que ha terminado pudiendo con él. Era un hombre de corazón puro, que siguió la senda de la luz e intentó dirigir sus acciones a hacer de este un mundo mejor. Su muerte me apena, pero puedo encontrar dentro de mí la alegría de saber que su alma estará ahora mismo con Pelor, bañada en luz celestial y en paz para siempre. 

Hace una pausa mientras unas lágrimas caen por sus mejillas antes de continuar.

-He hecho voto de vengar su muerte, y aquí lo renuevo.  Esta aventura se ha llevado ya a varios de mis compañeros, pero los Iluminadores jamás nos rendimos frente al mal. Os agradezco de nuevo que hayáis venido.

Después del emotivo discurso, la paladín empieza a cubrir el cuerpo de su compañero caído con tierra.

- Que Pelor lo tenga en su gloria- rezó escuetamente el caballero. Y acto seguido ayudó a Ashlyn a cubrir el cuerpo de tierra.

Al terminar, se quedó mirando un momento a la tumba y luego miró a sus compañeros.

- Volvamos y descansemos. Él se ha ganado el descanso eterno. Nosotros debemos seguir luchando.

Tras decir esto se giró y se dirigió al pueblo.

Irina observó cómo enterraban al cadáver, mientras sentía que todas esas muertes eran culpa suya, si ella hubiera podido sola con el mal de estas tierras, o al menos hubiera sabido cómo utilizar los amuletos que su padre poseía. se sentía inútil, frustrada y con ansias de venganza.

Haiayel, tu muerte no será en vano- dijo a modo de despedida. Sí, volvamos a la taberna.- concluyó apoyando a Don Urik.

El camino de vuelta duró mucho menos, pero fue casi más desagradable. El silencio reinante y recordar el enterramiento llevado acabo hace unos minutos hacía que el caballero no quisiera hablar.

Por fin llegaron a la taberna. La entrada fue como si hubieran perdido una batalla. Pese a que Urik no mostraba sus sentimientos, esta vez su cara apenada dominaba sus facciones.

Se acercó a la barra y pidió algo de beber. La comida no la podría ni tocar si la pidiera, aunque sabía que dentro de poco tendría otro enfrentamiento y debería estar lo mejor posible y eso significaba que debía alimentarse todos los días. Pero esa noche no tenía ganas. Ya desayunaría fuerte. Cuando le sirvieron la bebida (algo fuerte), se sentó al lado de los guerreros que estaban en la barra y escuchó su conversación sin intervenir.

Ashlyn avanza en silencio y algo decaída. Al entrar en la posada, sin embargo, recupera su postura orgullosa y se sienta en la mesa en la que están sus compañeros.

-Ya le hemos enterrado.- Dice por toda explicación, sin entrar en detalles ni desvelar sus sentimientos. Permanece a la espera, por si el resto del grupo ha hablado algo importante en su ausencia.

La vuelta a la taberna se hizo en silencio ya que nadie parecía tener nada que decir  y cuando llegamos  tampoco hay ganas de contentar nada.La paladina resume nuestros sentimientos con su escueta frase  y lo hace a la perfección .Agarro una silla vacía y me siento a la espera del próximo paso .

Si no nos queda más remedio, descansemos. Son duros los rivales a los que nos hemos enfrentado, y duros serán aquellos que nos esperan. Bebí otro trago. A lo mejor con el paso del tiempo también me curaba sola, y así no les entorpecería.

Yo estoy bastante cansado. - dijo el semiogro tras abrír su bocaza para bostezar ruidosamente. - Creo que, con vuestro permiso, me iré a dormir. - dijo el joven antes de levantarse, pagar la cena y la bebida de todos y salir de la posada. 

Cuando salió de la posada comenzó a montar la descomunal tienda de campaña para meterse a dormir y descansar, algo que le hacía bastante falta...