Ahora que Heinrich tenía toda la información que necesitaba se apartó de la conversación mientras pensaba en las implicaciones de lo averiguado.
Se retira el profesional y que los novatos entren en juego. ¿Quién sabe? Existe lo que llaman la suerte de los principiantes. Solo espero que no hablen más de la cuenta. Al fin y al cabo los campesinos no tienen porque saber más de lo necesario.
Con este último pensamiento echó una mirada a Katherina antes de volver a hundirse en lo profundo de su mente.
Vino enfermo, pero no tenemos noticias de que Nuln estuviese infectada por entonces. Fue hace un mes, tiempo más que suficiente para que hubieran ocurrido los primeros casos allí. En cambio, ¿cuándo empezó la plaga en Altdorf? —el interrogador intenta recordar el dato— Me apuesto a que las fechas coinciden o como mínimo, la llegada de Albrecht ocurrió más tarde...
En cualquier caso, es probable que enfermara durante el camino. Es decir: estuvo bajo el efecto de lo que origine la plaga (el Forúnculo si no estamos equivocados) ya fuera cuando los esbirros de los Poderes Ruinosos lo traían hacia Altdorf, si las fechas coinciden, o mientras lo evacuaban. Habrá que averiguar el itinerario de la diligencia que trajo a Albrecht y seguir su rastro.
-¡NO! Gritó el hombre a Katherina, para luego darse cuenta de cómo había elevado el tono de voz y volver a responder. No, no... no lo se. Pero cuando fuimos a pedir ayuda a las Shallyanas, ellas ya tenían a un poco de gente enferma como mi primo. Más tarde, las cosas se pusieron feas de verdad en el barrio, y tengo que decir que pese al dolor que siento por lo que le ocurrió a Albrecht, temo por mi esposa e hijos.
Frederich pareció hablar con sinceridad cuando respondió a la mujer del grupo de templarios, y cuando en la taberna se escucharon aquellos últimos datos, algunas de las personas que allí habían se movieron para marcharse de allí y alejarse de Frederich.
Frederich no parecía estar enfermo, pero era evidente que algunos ya lo tenían por un apestado.
Desde la barra, la voz de una mujer de unos cuarenta años llamó la atención de Katherina. La mujer, desde la puerta de la cocina, dijo:
-Señora... no tenemos más que unos pocos clavos oxidados para poder ofrecerle. Dijo la mujer de blanco pelo rizado.
La cosa no pinta del todo bien... pensó el cazabrujas, puede que no consigamos nada más...
En un esfuerzo por intentar conseguir algo de información extra se mantuvo unos segundos pensando, y finalmente rompió su silencio.
- Señor Frederik, sabe usted si su primo contactó con alguien, o alguien contactó con él, a causa de su enfermedad... ofreciéndole algún tipo de salida que no fuera la curación a manos de Shallya? Si tiene constancia de ello sabrá a qué me refiero. Y espero que sea sincero, el presente y el futuro del Imperio dependen de la colaboración de sus ciudadanos... - levantó la vista, dirigiendo las palabras a todos los clientes que se mantenían atentos a la conversación - ¡Entre los cuales estais todos vosotros!
-No, no se nada sobre eso. Le respondió Frederick a Thalber. Ni siquera acudimos a un galeno. Nuestra economía no nos lo permite y fuimos directamente a pedir ayuda a la caridad de las hermanas de Shallya. Mi primo no anduvo mucho por la ciudad sin mí. Nada más que conocía a dos o tres personas de las oficinas Vientoligero, por lo que el tiempo que pensábamos que estaba resfriado estuvo casi constantemente en mi casa o conmigo.
Frederick levantó la vista para mirar fíjamente a Thalber.
-Al menos, que yo sepa. Aclaró.
Thalber asintió fastidiado.
- Señor Arztmann, dejo en sus manos la continuidad o finalización de esta "charla" con el señor Frederik. - concluyó el cazabrujas. Se levantó y caminó lentamente hacia la barra, haciendo sus cábalas e intentando averiguar si podría conseguir algo más de información.
Maul permanecio imperterrito, la informacion era buena, con mucho jugo como decia el viejo furriel del ejercito antes de ser reclutado; ahora solo quedaba salir de alli y constatar que el bueno del pobre interrogado no habia intentado colarles una bola calibre imperial, de ser asi, pronto iba a tener una platica con su hermoso martillo en los calabozos de la orden.
Cita:
La voz de una mujer desde la cocina llama la atención de Kat cuando se está ya dando por concluída la conversación con Frederick así que la sacerdotisa de Sigmar procede a acercarse a la mujer que le ha requerido respondiendo a sus raras peticiones:
- Buenas tardes. No se preocupe, me apañaré con ellos y puede que me vengan bien para lo que preciso. Que Sigmar la bendiga. - dicho esto a la mujer Katherina hizo un gesto religioso sigmarita en agradecimiento por el servicio prestado acercándose a su vez a la barra para recibir los clavos.
A pesar del óxido deberían funcionar perfectamente para el uso que quiero darles... pensó la mujer observándolos una vez los tuvo en sus manos.
La mujer tendió a Katherina un total de seis clavos, doblados y herrumbrosos, que habían pasado días mejores.
Por lógica, Katherina dedujo que habrían pertenecido a un cubo o tonel pequeño ya en desuso, y puesto que unos clavos no eran ingredientes para un plato de comida, no era de esperar que en la cocina pudieran encontrar más salvo rompiendo los útiles que pudieran usar para preparar la comida en el lugar.
—No, eso es todo por ahora mein Führer —mirando al hombre que acaban de interrogar añade—. Gracias por su cooperación Herr Frederick. Siga por el camino correcto y no tendrá nada que temer.
Hizo gesto de levantarse de la silla comprobando si los demás también lo hacía.
Se me olvidó preguntar: ¿sobre qué fecha comenzó la plaga en Altdorf? Por lo que ha dicho Frederick es antes de que llegara su primo pero, siendo agentes imperiales super-chachis, ¿tenemos una ventana de tiempo más exacta?
El grupo de templarios parecía haber dado por concluida la entrevista con Frederick tras las últimas palabras de Thalber y Heinrich, por lo que, no teniendo nada más que hacer allí, se retiraron del local, dejando que los parroquianos volvieran a respirar tranquilos, pero con desconfianza, debido al secreto que acababan de descubrir por parte de uno de los clientes habituales.
Y es que una enfermedad, no distingue entre ricos y pobres, y no es un enemigo al que poder combatir con la fuerza de las armas, además de ser capaz de medrar entre las personas sin que estas sean capaces de saber lo que está ocurriendo escondido en sus cuerpos y en los allegados, por lo que Frederick, se vio ahora el centro de todas las miradas, que iban desde el miedo, hasta el odio.
Afuera, el día había continuado igual, impasible a lo que se cocía en las calles de la ciudad, y la quietud del puerto, parado a causa de la hora de la comida, los volvió a recibir con los brazos abiertos.
Cita:
No tengo el recuerdo de que os hayan dado este dato, y tampoco lo encuentro por ningún lado repasando anteriores escenas (y me he tirado un buen rato).
Voy a dar por supuesto que lo sabéis y todo este jaleo ha comenzado hace un mes.
Impresionante Herrs...comenta Maul vaciando la jarra de cerveza que habia pedido a la camarera al inicio de toda la escena; sabia que no debia beber en servicio pero estar con la armadura, el martillo y de aqui para alla durante horas lo habia dejado seco.
Y si bien, al igual que ustedes quiero al responsable de esto; a ser posible en trocitos y en una hoguera, les recuerdo que no han probado bocado, ni bebido nada desde ayer; lo siento por que ha aparecido una pista justo ahora pero a la hora del almuerzo no hay oficina en Altdorf que este abierta, por que me supongo que las oficinas de las carretas son nuestro siguiente destino..¿ no?....Maul parecia casi confundido con esto ultimo; habia supuesto eso pero...la verdad es que pensar no era lo suyo, les habia aconsejado parar, descansar, centrar su mente antes de lanzarse a otra pesquisa.
Testigo de primera mano de las habilidades de sus nuevos compañeros no abergaba dudas de sus fuerzas, ni de sus capacidades pero no hay hombre...ni dama; ahora que lo pensaba, que aguantase sin comer un dia entero.
Dejando aparte que no recuerdo haber parado a zampar en ningun momento y ya llevamos una buena tirada de "tiempojuego", propongo un pequeño interludio, interpretado aqui mismo, como si zamparamos en una posada sin mas; asi de paso ponemos un "resumen" de la info obtenida para todos...XD
Las tripas de Thalber rugieron ante las palabras de Maul. Con tanto interrogatorio y tanta concentración no se había dado cuenta del hambre que tenía.
- Tiene razón, aquí mismo podríamos comer. - Buscó con la mirada una mesa ligeramente apartada del resto en la cual pudieran hablar con mayor tranquilidad. - Sentémonos en aquella misma. - dijo señalando una mesa cercana a una pared, desde la que se podría ver bien la entrada y la barra del local.
Katherina no dijo nada pero asintió agradecida a las palabras de Maul y su ide ade almorzar ago antes de proseguir.
Ante las palabras y el dedo acusatorio de Thalber señalando a una de las mesas, se dirigió hacia allí con rapidez para llenar la tripa y descansar un momento tras la dura mañana que estaban teniendo.
Y que Sigmar se lo pague al jefe, porque mis bolsillos están bien vacíos, pensó la mujer mirando a sus compañeros y a la espera de poder degustar algo, como un niño espera a que le den un juguete nuevo.
- Efectivamente, pequeño. - dijo Kat mirando a Maul con cierta confianza.- Lo suyo sería acercarnos después de comer a la oficina de Vientoligero, una vez hayamos puesto en claro todo lo encontrado hasta ahora... aunque tras la interesante visita a los de La Llama Purificadora creo que todos tenemos nuestras cavilaciones.
Tras dar un largo trago a su cerveza, esperar a que la camarera se marchará para traer la comida y mirar un par de veces a mi alrededor, me dirigi a mis compañeros.
Tal vez, tras visitar Vientoligero, deberíamos investigar en las aldeas cercanas. También se ha informado sobre gente que sufre efectos similares a la enfermedad que nos atañe. Es posible que el primo de Frederick fuese infectado en algún pueblo tras parar a recoger a alguien.
Los templarios volvieron a entrar en la taberna tras decidir por unanimidad, hacer una pausa en su investigación con el fin de reponer energías con una buena comida.
De esta forma, irrumpieron nuevamente en el local, sobresaltando a los parroquianos, quienes volvieron a guardar silencio ante su vuelta, y siguieron con la mirada sus pasos hasta la mesa. Cuando llegaron a la misma, la moza que los había atendido anteriormente se apresuró a volver a tomar nota de lo que la autoridad quisiera comer.
- ¿Qué van a comer? ¿Les preparo unos pequeños aperitivos para ir abriendo boca mientras les traen la comida? Preguntó la moza, quién una vez metida en la repetitiva rutina de atender a los clientes, parecía habérsele olvidado con quienes hablaba .¿Van a querer vino o seguirán con la cerveza? Les recomiendo que prueben un poco de nuestro queso especial Bretón junto con alguna botella de vino de Bordeleaux. Es un poco caro, pero es de lo mejor que tenemos aquí, aunque si prefieren una buena comida para saciar el hambre, no seré yo quien se la niegue. También puedo servirles el plato del día, si no desean darle muchas vueltas al menú.
Un bol de carne asada y una pinta de cerveza negra gracias Maul era un defensor a ultranza de las comidas de la abuela, abundantes y con un plato tienes para una semana; ademas eso de los quesos y los vinos era cosa ajena para el; igual le daba que le daba lo mismo.
Entonces el siguiente paso es hablar con los de las diligencias, aunque la verdad como ha dicho Frau Müller, lo de la llama... no he visto patanes mas descordinados...pero llegar a esconder algo asi...la desaparicion de un artefacto como ese...¿a estas horas no creen que Herr Neuman habra acabado su charla acerca de la sinceridad con el jefe de la llama?...estoy deseando ver como plegaba velas en muy....
Maul se quedo blanco ante estas ultimas palabras; el hombre no le caia nada bien pero no podia faltar al respeto a una figura en teoria importante de una rama de los cazadores de brujas...
Idiota...eso pòr dartelas de listo, hazte un favor y la proxima date un martillazo antes de hablar...a ver si con acero se te aclaran las ideas...
Kat se sentó en la mesa tras esperar que sus compañeros dieran el visto bueno a la que ella había señalado.
Las miradas de los demás clientes los taladraban al igual que habían hecho con Frederick tras las palabras que habían oído de su boca pero la camarera, muy profesional, hizo su trabajo tal como siempre hacía sin formalidades de más para con ellos.
La idea de un buen vino bretón alegró la mente de la mujer pero finalmente, y con el hambre que tenía, prefirió llenar el estómago en condiciones y dejarse de nimieces:
- Para mí un buen plato de lo que sea, un buen plato de legumbres por ejemplo si las hubiera o de carne asada como mi compañero el grandullón. - dijo a la camarera con las tripas ya rugiéndole de solo pensar en la comida.
Después, cuando la muchachita apuntó lo necesario y se hubo ido asintió ante las palabras de Maul. parecía un cabeza hueca pero a veces sacaba a relucir que tenía algo de sesera, lo cual venía de perlas al igual que lo venían sus músculos y su imponente figura.
- Cierto, no estaría de más volver a hablar con Neuman para ver qué ha sacado en claro de su visita a... bueno, al de la Llama. - había olvidado momentáneamente el nombre del Arzobispo Konrad pero tampoco tenía mayor importancia.- Quizá haya podido sonsacarle información valiosa del forúnculo ese...
Thalber no tenía muchas ganas de ponerse a pensar. Alzó la vista hacia la muchacha.
- Sorpréndame con el plato. Sólo pido que la vajilla esté limpia y la comida esté bastante sabrosa, me gustan las especias. Ah, y traiga la botella de vino. Gracias. - bajó la mirada hasta la altura de los ojos de sus compañeros y se introdujo en la conversación.
- A ver, hemos conseguido información sobre la plaga. Puede que un brote, o posiblemente el único brote, venga de fuera de Altdorf con el difunto primo de Frederik. Pero ahora se extiende por aquí. También deberemos cerciorarnos de si el Forúnculo tiene algo que ver en todo esto. Deberíamos volver a hablar con Von Newman, si nos dice que ha visto el Forúnculo con sus propios ojos podremos descartarlo.
También hay algo que me inquieta, y es el mercader que buscan los de La Llama, puede tener algo que ver con esto, todo, nada... Quizá no lo sepamos hasta que no demos con él.
Miró a Lazár, el explorador - Señor Harish, no estoy seguro de que nuestra misión llegue más allá de las murallas de Altdorf, aunque no hay que descartarlo del todo. En caso de que vayamos a salir de la ciudad necesitaremos grandes capas, del estilo viajero, para camuflarnos, y... un buen equipo de purificación. Nadie nos asegura si allá fuera nos vamos a encontrar con un ejercito de engendros, quizá volvamos con las manos vacías, pero prefiero que algo sobre y no echarlo en falta si se necesita.
A mi traedme un poco de queso y nueces. Continuaré con la cerveza, gracias.
Después de lo que había visto y oído durante el día no tenía el estómago como para comer mucho. Además nunca había tenido un gran apetito.
Herr Maul, el auténtico problema de la Llama, por lo menos desde mi, un tanto provinciano, punto de vista, es que se han rebajado a usar las armas del Enemigo. Creo que dentro de poco veremos arder a gente importante- dije bajando el tono de voz.
Después de escuchar a Wurtbad y terminar mi cerveza le expuse lo que había pensado.
Por supuesto Herr de Wurtbad, primero habrá que afianzar todos los cabos sueltos aquí en Altdorf, para después pasar a una posible investigación en los campos de los alrededores.
He pensado lo siguiente. Imaginad que yo fuese el jefe de la secta encargado de Altdorf. Sería peligroso tener el puesto de mando, por llamarlo de alguna forma, aquí, cerca de los templarios y la Inquisición, puesto que un desliz podría poner en peligro nuestros intentos de destruir la capital del Imperio. Además, huir en caso de ser descubierto entraña muchas dificultades, teniendo en cuenta la cantidad de tropas y servidores de Sigmar presentes.
Sin embargo podría colocar a mis agentes para propagar la miasma y de paso mantenerme informado de la evolución de nuestros movimientos. Agentes como por ejemplo ese mercader que habéis citado, el cual, no creo que tenga muchos problemas en pasar algo de contrabando, pues sabemos hasta que punto los guardias pueden ser sobornables.
También usarían métodos más indirectos, como el caso del primo del señor Frederick…
De todas formas todo esto no son más que meras especulaciones que probablemente puedan ser echadas por tierra esta misma tarde por la información que recibamos de nuestros superiores o por lo que saquemos en la compañía de diligencias.
La moza de buen ver, tomó nota de todo lo que los templarios fueron pidiendo para llenar el buche y una vez terminaron de decidir lo que iban a almorzar ese día, la chica se marchó rauda, apresurándose en llevar a la mesa la comida pedida y dejando al grupo conversando e intercambiando opiniones sobre lo que tenían hasta ahora en aquella investigación, que no era poco.
La profesionalidad de los trabajadores de la taberna, o tal vez el miedo, hizo que la pitanza estuviera servida en muy poco tiempo, llegando a sorprender al grupo por la profesionalidad de los que allí trabajaban, tanto por la rapidez del servicio, como por la caldiad de la comida, cuyo aroma y aspecto hacia salivar abundantemente mucho antes de que esta llegara a la mesa.
Con un delicado Que aproveche, la chica dejó a los templarios con la comida mientras se alejaba a atender otras mesas.
Tirada oculta
Tirada: 1d100
Motivo: Percepción de Heinrich
Dificultad: 44-
Resultado: 91 (Fracaso)
Tirada oculta
Tirada: 1d100
Motivo: Percepción de Katherina
Dificultad: 40-
Resultado: 56 (Fracaso)
Tirada oculta
Tirada: 1d100
Motivo: Percepción de Lazár
Dificultad: 41-
Resultado: 92 (Fracaso)
Tirada oculta
Tirada: 1d100
Motivo: Percepción de Maul
Dificultad: 29-
Resultado: 51 (Fracaso)
Tirada oculta
Tirada: 1d100
Motivo: Percepción de Thalber
Dificultad: 63-
Resultado: 72 (Fracaso)