Partida Rol por web

La calma tras la tormenta

4.5 De ratones y hombres

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30/07/2013, 16:22
Director (Arclite)

Un soldado debe desear hacer las cosas que tiene que hacer, o por lo menos, sentirse satisfecho con ellas. Yo no podía hallar razones lo suficientemente buenas para matar hombres y mujeres, ni tampoco podía entender las explicaciones que nos daban para hacerlo.

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30/07/2013, 16:27
Maximillian Von Reinholn

Maximillian no se lo creía, estaba en la calle, a un paso de la salvación. Carraspeó para aclararse la garganta y se alisó los ropajes que llevaba. Ante todo, pasar desapercibido. Con buen paso y ayudándose de su bastón-estoque camuflado, puso rumbo a la puerta más cercana, que quedaba relativamente cerca.

Dejó el Real Colegio de Música a mano derecha para acercarse a la salida. Había gente, como no podía ser de otra forma, así que Max esperó su turno para salir de la ciudad. Si preguntaban, sería un comerciante de grano de Nuln, Thobias Heinz, que había ido a Middenheim a cerrar una compra de grano. Lamentablemente, una carreta había quedado varada en el camino tras la rotura de un eje. Él iba a supervisar su reparación y la llegada de la misma a la ciudad.

Eso es lo que diría si le preguntaban los guardias.

Notas de juego

Max: Copio tu mensaje en esta escena. Seguiremos a partir de aquí.

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30/07/2013, 16:40
Director (Arclite)

La Real Escuela de Música

Este gran edificio con cúpula está en el corazón del mundo cultural que está el norte del distrito Eastgate. Es el hogar de
la orquesta de Middenheim y la compañía de ópera, ambos financiados por el Graf gracias a una larga tradición de mecenazgo de las artes. Durante la temporada de carnaval de Middenheim alberga una gran variedad de espectaculares entretenimientos para la elite de la ciudad, siendo el punto culminante del año.

Con el Graf y la mayoría de la nobleza masculina lejos de la ciudad, esta temporada está siendo más tranquila que de costumbre. Sin embargo, la compañía está organizando una serie de conciertos de tarde de música ligera para damas y niños olvidados. También está la función ocasional a beneficio de la población de refugiados de la ciudad, para apoyar a las viudas y los huérfanos de quienes murieron en el asedio, o para recaudar dinero para la reconstrucción de los edificios dañados y destruidos.

Max se alejó cuanto pudo de la Luna Roja, rumbo al pasaje Este que le permitiría salir de la ciudad, eso esperaba. Conforme ponía distancia entre él y los inquisidores la cúpula de la Real Escuela de Música se fue haciendo más grande, pero no había nadie cerca, al menos, no paseando.

Max vio a una docena de guardaespaldas (los identificó por las libreas de sus amos), custodiando las puertas de la ópera; era obvio que se les había dado orden de proteger a quienes estaban en su interior pues tenían las armas desenvainadas. Mirando por encima de su hombro Maximilian se dio cuenta de que sabían, o al menos intuían, lo que estaba pasando en la Luna Roja y estaban allí para defender a los nobles del interior de la ópera. Conforme pasaba junto a la plaza sentía las miradas inquisitivas de los guardaespaldas, sabían de dónde venía.

Notas de juego

Max: Me voy a reir a tu costa, ya verás.

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30/07/2013, 17:24
Maximillian Von Reinholn

Maximillian observó a los guardaespaldas con cierta prevención, las espadas a sueldo siempre eran sumamente imprevisibles, como había quedado patente en los sobresueldos que se había visto obligado a abonar a sus perros de la guerra.

Con paso firme, puso rumbo a la puerta del Este, lugar por el que pensaba abandonar Middenheim a la mayor brevedad posible.

No perdió de vista ni un solo instante a los espadas de alquiler del Colegio de la Música, estaba totalmente alerta, sabía que se había salvado de puro milagro y no quería pifiarla estando tan cerca la salvación.

Notas de juego

OK, sin llamar la atención me dirijo a buen paso a la puerta Este, por la que intentaré salir de ahí.

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30/07/2013, 23:11
Director (Arclite)

Maximilian pasó de largo, los guardias no parecían buscar problemas; eran como los que él había contratado, una fuerza intimidante más que una fuerza de choque, aunque su destino en la posada puede que hubiera dependido definitivamente de cómo se hubieran desempeñado con la espada.

Conforme se acercaba a la puerta la gente fue aumentando en número, sin embargo los corros de gente preocupada y chismorreando le indicaron que estaban haciendo correr los rumores sobre la Luna Roja. Evitando esos grupos se dirigió hacia las puertas de la ciudad, que permanecían cerradas aunque sin ningún guardia en ellas, con las pequeñas poternas abiertas, a través de las cuales entraban o salían algunos peones.

Tuvo un...mal presentimiento. Algo no iba bien en la ciudad, algo oscuro estaba en ella...le martirizaba no saber qué.

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31/07/2013, 14:50
Maximillian Von Reinholn

¿Qué demonios estará sucediendo? Nada bueno, seguro.

pensó el joven heredero de los von Reinholn. Aquello de que las puertas estuvieran cerradas no le daba buen pálpito, necesitaba salir de ahí ya mismo.

Se acercó a un peón que estaba cerca y le inquirió

- Disculpad buen hombre, ¿Qué sucede aquí?¿Por qué las puertas están cerradas?. Tengo un negocio que atender fuera y no puedo demorarme.-

le dijo con gesto extrañado.

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31/07/2013, 16:10
Director (Arclite)

El humilde obrero miró al noble y ahogó una falsa tos al ver sus ropas. ¿Era una carcajada lo que contuvo el peón? El hombre tosió un poco más y acompañó a Maximilian hasta la pequeña poterna, para mostrarle lo que había más allá. Cruzó a través del pequeño arco de acero decorado con una gloriosa escena donde los Caballeros  del Lobo Blanco defendían a Ar-Ulric de una ingente horda de hombres bestia. Lo primero que vio fue el Bosque de Sombras, extenso y verde como si no tuviera fin, pero cuando bajó un poco la vista vio la calzada Este, o lo que quedaba de ella.

Tardaremos lo meno' cinco o seis meses en repararla, y un año más en dejarla tal co' estaba. No' se pode salir de la ciuda poaquí. No hará mucho negocio oy.

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01/08/2013, 14:44
Maximillian Von Reinholn

- Tranquilo, voy cerca. Saldré por aquí mismo y volveré en breve, tengo que revisar una carreta que se ha quedado averiada a menos de una legua. Daremos un rodeo si esta puerta no está operativa, gracias por la información-

le dijo Maximillian al peón. Así que la condenada calzada no estaba practicable... quizá fuera adecuado para sus intereses, si le seguían, pensarían que no habría huído por ahí.

El joven noble cruzó la poterna tras despedirse del peón e hizo memoria: al este de Middenheim quedaba un pueblo llamado Foth*, donde a buen seguro hallaría un caballo y comida para su viaje hasta Altdorf. Se puso en camino sin perder un instante.

Notas de juego

*- según he mirado en el mapa del libro, tras la portada. Creo que es "Foth", con F, aunque quizá sea "Loth", la caligrafía no es muy clara xd. En resumen, voy hacia el pueblo más cercano al este de Middenheim, supongo que no estará muy lejos -en el mapa aparece al lado-. Me sirve cualquier aldea que encuentre, también.

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01/08/2013, 16:06
Director (Arclite)

Pese al fiasco inicial Maximilian se decidió a seguir avanzando por aquel camino que no llevaba a ningún lado. Mirar a los bordes provocaba una peligrosa sensación de vértigo y el riesgo de caer al vacío aconsejaba no acercarse a ellos. Justo en el límite, donde el suelo desaparecía, había tres hombres recibiendo órdenes de un enano, el capataz a todas luces.

Tras aquellos hombres había un andamio de madera cuyas paredes estaban reforzadas por barras de acero, a través de ellos los obreros subían y bajaban durante la jornada o lo utilizaban para, mediante un sistema de poleas y grúas, alzar materiales para la construcción. Cuando se aproximó más pudo ver bajo él toda una construcción de madera y hierro de gran tamaño que serviría para volver a alzar la calzada. La provisional estructura se elevaba dese el extremo oeste e iba ganando altura hasta llegar a unos sesenta metros de altura en su punto más alto. A intervalos regulares se habían dejado huecos donde irían las enormes columnas de sustentación, la base de la futura calzada.

¡Eh, tú! ¿Adónde vas?

Notas de juego

Max: La determinación tiene su premio.

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02/08/2013, 14:01
Maximillian Von Reinholn

Maximillian esbozó la mejor de sus sonrisas, puede que la calzada en cuestión no estuviera operativa, pero seguro que se podría salir de allí, de una forma u otra.

- Saludos caballeros- les dijo a los hombres y al enano tras escuchar su interpelación. Cuando llegó hasta ellos prosiguió. - Soy Thobias Heinz, natural de Nuln y me encuentro en la ciudad por razones comerciales, me dedico al transporte de grano. Verán, una de mis carretas se ha quedado averiada en Foth, una localidad cercana, y es imperativo que me desplace hasta allá de inmediato. Observo que están en obras y que la calzada aún no puede utilizarse. Bien, a buen seguro vuestras mercedes, los constructores, cruzarán de lado a lado por algún medio, bien sea una grúa o una estructura de andamios, para realizar la obra y las comprobaciones ¿no es cierto?. Estaría encantado en ofrecerles una gratificación por su ayuda, dadas las circunstancias y mi apremiante necesidad-

les dijo.

Notas de juego

Editado por el Director: Tirada de Carisma rutinaria (+10) para sobornar al capataz enano. Precio 5 coronas.

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06/08/2013, 15:04
Maximillian Von Reinholn
- Tiradas (1)

Notas de juego

éxito!!! jejeje menos mal

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06/08/2013, 16:01
Director (Arclite)

El amor de los enanos por el oro era legendario, y con ese conocimiento Maximilian deslizó algunas brillantes monedas sobre la sucia (llena de tierra y con cicatrices de una vida de trabajo) palma del capataz, quien las aceptó gustoso y sin fruncir el ceño. El propio enano mostró a Maximilian el camino a seguir.

En primer lugar se descendía unos veinte metros a través de unos andamios de maderas unidos por escaleras de mano, aunque la estructura se movía a cada paso el enano avanzaba con seguridad, y si un enano se sentía seguro...El capataz dio algunas instrucciones a los obreros sobre como colocar unas pequeñas piedras que servirían de argamasa en la nueva calzada.

Los obreros que trabajaban en las construcción se veían delgados y enfermos, sucios y desnutridos, picando sin fuerzas y acarreando peso con la esperanza de ganarse unas míseras monedas de bronces que les permitieran comprar una hogaza del desorbitadamente caro trigo de baja calidad con el que hacían su pan. Apenas parecían personas y sólo se veían huesos y pellejo a través de ropas raídas que no protegerían esos débiles cuerpos en invierno; si es que llegaban vivos al invierno. Muchos de ellos trabajaban en el límite del equilibrio.

Después del descenso llegó un breve viaje en una barcaza que se deslizaba por cuerdas, hubiera sido excitante y divertido de no ser por lo violentos temblores. Al entrar en la estructura Maximilian se fijó que otro enano era el encargado de hacer funcionar las poleas que permitían el movimiento. Los simples humanos sólo eran mano de obra. Al llegar al otro lado hubo mayor confirmación de aquello, mientras los hombres cargaban con pesadas rocas a sus espalda para construir la base de la calzada los enanos golpeaban con martillo y cincel los bordes grabando imágenes en la roca en un trabajo de gran precisión.

Al acabar el trayecto Maximilian von Reinholn quedó a los pies de la calzada oeste, con la imponente ciudad de Middenheim a sus espaldas y frente a él unas tierras de cultivo que finalizaban en cuanto comenzaba el Bosque de las Sombras; un lugar al que no debía ir si quería llegar a Altdorf.

Si quiere volver por aquí aceptaré más monedas -dijo al tiempo de despedirse.

Notas de juego

Max: Resta 5 monedas de oro de tu riqueza. Ahora que eres jugador individual procuraré tenerte controlado y mimado.

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06/08/2013, 21:34
Maximillian Von Reinholn

Tras el interesante pero sin duda alguna peligroso periplo, Maximillian consiguió dejar atrás la ciudad. Ya era hora, después de tanto desvelo y conflicto. El joven noble imperial prácticamente había olvidado a su fiel servido, Marcus, que, según suponía, debía de estar muerto a estas alturas de la función.

- Muy agradecido caballero, le deseo la mejor de las suertes en la construcción de la calzada.-

dijo Maximillian despidiéndose del enano. Al final, había aceptado el soborno. El heredero de los von Reinholn había aprendido a lo largo de una vida de intercambios comerciales que todo el mundo tenía un precio, bien fuera en oro o en otras especies.

Pensó sobre su destino, Foth, un pueblo cercano en el que intentaría lograr una montura y mudaría su aspecto: rapado al cero y afeitado así como nuevos ropajes, más discretos.

No tardó en ponerse en camino; en la ingente biblioteca de su padre había podido observar mapas de las cercanías de Middenheim y de muchas otras ciudades imperiales y dedujo que no andaría muy lejos el villorrio.

Notas de juego

bien, me resto las 5 coronas y actualizo mi dinero -a la mitad de lo que tenía antes de separarnos de Klins e Ibrahm-. Me pongo en marcha hacia Foth.

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13/08/2013, 15:14
Director (Arclite)

Salir de los muros de la ciudad pronto dejó de ser una buena idea. Apenas se alejó dos kilómetros de la ciudad empezaron las columnas de humo, densas columnas de humo negro que brotaban del suelo e impregnaban el aire con su hedor. Al subir una pequeña ladera Maximilian pudo ver el origen de una de aquellas columnas. Una montaña de cadáveres ardía en una gran pira común, las llamas carbonizaban los cuerpos, aún con las ropas puestas mientras otro grupo de aldeanos alimentaba el fuego con más cuerpos.

Pese al asfixiante calor y el sol de verano (aunque aquel estaba siendo un verano frío) los fogoneros estaban completament cubiertos de ropa, sin ninguna parte de su cuerpo expuesta. Sólo había tres de ellos pero la montaña de cuerpos muertos era más alta que los tres juntos, y diez veces más ancha.

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13/08/2013, 20:45
Maximillian Von Reinholn

Maximillian no se detuvo ante la dantesca escena, simplemente la evitó. Su objetivo: Sokh, no muy lejos de allí, el lugar donde consguiría una montura y mudaría su aspecto. Sin embargo, la humeante pira humana le hizo reflexionar. La guerra había generado numerosos males, entre ellos la propagación de varias enfermedades, y, a suponer del joven heredero de los von Reinholn, esa era la causa de la hoguera.

Peste, a buen seguro. Mejor evitar a esa gente, seguro que contagiarán a más de uno, pese a sus intentos por evitar que se extienda la enfermedad.

pensó el joven Max. Sacó un pañuelo levemente perfumado, que se llevó a la nariz para evitar que sus fosas nasales se vieran inundadas por el nauseabundo olor a carne quemada.

Prosiguió con su camino.

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13/08/2013, 21:24
Director (Arclite)

El pañuelo "levemente perfumado" había dejado de oler como debiera. Maximilian se dio cuenta de ello y, como si hubiera despertado de un sueño, se dio cuenta de que todo en él no olía como debería. Los perfumes y sales de baño habían desaparecido tras aquella sucesión de carreras, luchas, mezclarse con gentuza, entrar en la posada putrefacta y, de eso estaba seguro, haberse aproximado al orbe. Ahora Maximilian olía al más espantoso de los olores: el olor a plebeyo.

Caminó y caminó. Una hoguera tras otro, del polvo caí una fina nieve que no enfriaba, era una lluvia de ceniza, las cenizas de los muertos. Todo lo que quedaba de ellos. Siguió andando a través de una carretera a veces pavimentada, rodeado de vegetación baja carente de vida, el Caos se había llevado toda la vitalidad de la zona y, por lo que parecía, también a sus habitantes. ¡Qué distinta era la vida en la capital! Donde se hablaba de la guerra como algo terrible y emocionante que ya había pasado. Pero aquí, en el norte, las secuelas seguían muy presentes.

Se detuvo al oir un grito, un grito de mujer, al que le sucedió otro, después un llanto y el relinchar de un caballo. Al acercarse a escuchar quedó detrás de un arbusto seco que se revolvió.

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13/08/2013, 21:51
Maximillian Von Reinholn

Ciertamente, tantas aventuras, combates y penurias habían hecho de Max un viajero errante, algo realmente alejado de su alcurnia y costumbres habituales. Pero quien algo quiere, algo le cuesta. La vida era así, no se le podían dar muchas vueltas.

Max siguió de camino a Sokh, hasta que escuchó los gritos de lo que parecía una mujer, acompañados de otros más y los relinchos de un caballo. El joven noble imperial presionó el pequeño botón que servía para soltar la vaina de su bastón y convertirlo en un mortal estoque. Lo mantuvo listo para la acción, pero sin revelar el arma.

Se escondió tras unos arbustos y observó el origen de aquella perturbación en su periplo.

Notas de juego

observo con toda la precaución del mundo qué hay ahí, solo para estar informado. Dependiendo de lo que sea, me largaré discretamente (lo más probable)

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13/08/2013, 22:01
Director (Arclite)

Lo que surgió del arbusto, y casi se clava en su estoque eran una niña de unos ocho años y otro niño de unos cuatro o cinco. La niña sí se cortó con el filo de la hoja, un corte no muy grave en su delgado antebrazo, cuando lo levantaba para protegerse de los arañazos del arbusto pronunció un grito cuando se corto, y otro más cuando vio a Maximilian. Se tapó la boca de inmediato y miró hacia atrás, donde se oían gritos y jadeos.

Después, con prisa, echó a correr hacia su izquierda alejándose y casi arrastrando del brazo al pequeño. Mientras observaba la escena Max se giró al oir el trote de un caballo, por encima de los arbustos pudo ver a un hombre a caballo (aunque no veía el caballo) que portaba una lanza e iba hacia él.

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13/08/2013, 22:24
Maximillian Von Reinholn

Maximillian no se cargó a la cría de puro milagro. Había aparecido así, de improviso, con otro chavalín y parecían huir de algo.

Algo que vino tras ellos con furia, un jinete armado de una lanza y que, en breve, quizás atacaría al joven noble. Tenía que evitarlo a toda costa.

-¡Esperad, esperad, solo soy un viajero!¿Por qué perseguís a los niños?-

le inquirió al hombre montado mientras echaba un paso atrás. El noble volvía a confiar en su mejor arma, que no era de acero, sino de inteligencia y carisma.

Notas de juego

intentaremos salir de esta por las buenas xD!

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14/08/2013, 10:24
Director (Arclite)

De poco iban a servirle las palabras allí, el jinete bajó la punta de la lanza, una simple lanza de madera con punta de acero, pero aún así letal, y cargó hacia Maximilian.

No era una pelea justa, un infante frente a un jinete.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Max: Iniciativa. Él tiene 41.