Partida Rol por web

Mike asintió a la propuesta del sheriff y se fue con el resto a sentarse en una esquina. Entonces Tris les habló de Charles. Mike recordó que sus amigos habían quedado inquietos ayer por la noche delante de la actitud que había mostrado el bueno de Charles.

-Yo no puedo aportarle mucho más jefe. Cuando llegue el ya se iba, así que no pude hablar con él. Sí que parecía...distraído. Pero creo que mis compañeros podrán aportar más que yo.

Y Mike se quedó en silencio, escuchando con atención.

¿Qué ha pasado? Todavía no sabemos nada, realmente. Anoche robaron un bote de pesca. Robado, no perdido. Alguien lo vio de lejos. Salía el bote, y no pudo distinguir al ocupante, llegó tarde al muelle. En realidad esa persona no sabía que se estaba topando con un robo: deseaba impedir que el hombre cometiera la locura de hacerse a la mar.

Esta mañana el bote ha aparecido en la playa, naufragado. En él han encontrado una nota de Baxter y algunas cosas que podrían ser suyas.

-Dios bendito...-dijo Jimmy, espantado por la idea de que alguien se hubiera decidido a navegar con aquel tiempo. 

-Entiendo que no han encontrado a Charles, ¿verdad?-preguntó, preocupado. Dijo que se iba a casa, no entendía como había decidido hacer eso...-¿y como llegaron la nota y sus posesiones? Con esa tormenta, me extraña que se encontrara siquiera el bote. 

Llegaron mojadas, por supuesto. Tris enseñó un colmillo en un asomo de risa. El mar estrelló la barca contra la playa, y las cosas estaban en el interior de la barca, dentro del compartimento de popa. Baxter no ha aparecido, evidentemente, por eso estamos buscándole. Nos alertó... una amiga suya.

¿Les parece que Baxter estuviera deprimido? ¿Algo más raro de lo normal? Era un artista, claro. Ese "algo más raro", contextualizado como era debido, podía excluir verdaderos paroxismos, juergas, peleas lacrimosas, estados de estupefacción... La comunidad de los artistas era bastante rara de por si.

-Estaba obsesionado con un libro de aspecto antiguo. No lo soltaba. Tampoco apartaba la vista de él, ni se daba cuenta del frío que hacía o la hora que era-dijo Jimmy-cuando le pregunté, fue algo evasivo, y no tardó en marcharse de aquí. 

Me mantengo escuchando la conversación con el policía, al fin y al cabo, ayer pude ver a Charles hacer poco más que marcharse. Escucho atento la conversación y sobre todo, las palabras de Jimmy, que además de ser la persona que mas intentó acercarse a Baxter, trabaja con barcos y podría aportarnos algún tipo de información que los demás desconozcamos.

Si a usted le parecen raros los artistas, no creerá como de raros me parecen a mi los contables. Sonrío respondiendo a Tris y me pongo serio al pensar en Baxter. Aunque pude verlo poco tiempo, lo noté bastante concentrado y esquivo, como le ha comentado Jimmy. Él, - pongo una mano en el hombro de Jimmy, amistosamente, sin dejar de mirar a Tris-  intentaba llamar su atención sin darse cuenta que Charles estaba sumergido en los pensamientos que le podrían haber ocasionado ese libro. Interpreté que como Charles no podía encontrar el silencio que necesitaba, este fue a buscar un lugar tranquilo para proseguir con su lectura. No se me pudó pasar por la cabeza que ni él ni nadie fuera a zarpar un barco con este temporal... Me mantengo pensando unos segundos. O se ha vuelto loco de repente, o alguién le ha metido alguna droga en su manzana... De repente me doy cuenta de que quería decir la palabra "Cómida", y que mi boca ha dicho "Manzana". Miro a mis amigos y me asalta el recuerdo de despertar atado golpeandome contra un acantilado.

Mike seguía en silencio viendo el intercambio de palabras entre el sheriff y Jimmy. Como ya dijo antes, poco podía aportar él, que llegó justo cuando Baxter abandonaba el local de Francine.

Pero como investigador, sabía que cualquier dato era importante, así que intervino cuando escuchó lo de “la amiga”.

-Disculpe jefe, ¿y qué amiga fue la que le informó si puede saberse?

¿Un libro, dice? ¿Podría describirlo?

La señorita Fistienne avisó a su compañero de piso, el señor Minot. Él, al ver que no aparecía por casa, nos avisó.

Corla Fistienne era conocida por dedicarse a hacer retratos rápidos a los turistas, durante el verano. Se le suponían encargos más importantes cada cierto tiempo, pero no con certeza. Era una de las pocas que pasaba el invierno en Kingsport. En realidad, durante el invierno la comunidad artística quedaba muy mermada. Corla tenía un pequeño apartamento en la calle Jefferson.

En esas entró al local William Andrews, un pintor, aterido de frío. No le iba demasiado mal, su ropa (cómo no) no era del todo nueva, pero no se veían parches ni parecía raída.

Oooooh, pobre Francine, dijo nada más entrar. La mirada que lanzó al jefe Tris os hizo saber que ya habían hablado. Fue hacia la barra y tomó a Francine de la mano, paternal.
 

Andrews te ha abordado alguna vez con la idea de que poses para él como modelo. Le parece muy interesante tu rostro desvelado (una vez que hacía viento... tu velo se alzó). Siempre te ha hablado de que no deberías avergonzarte de tus heridas "gloriosas", "en pro de la ciencia", que deberías llevar como una medalla... Dice estar completamente convencido de que te hacen atractiva.

Escuchaba atentamente, tremendamente triste la conversación que mantenían los hombres sobre la posible desaparición del poeta.

Mantenía la cabeza gacha, y es por eso que no me di cuenta de que quien había entrado en el local era William hasta que no escuché su voz. Alzo entonces la cabeza y sonrío con cordialidad, mientras, como si se tratara de un reflejo, compruebo que la mitad quemada de mi rostro está bien tapada.
Después, vuelvo a la conversación de los hombres.

- Entonces, Charles no llegó a pasar por casa. ¿Tenía planeado de antes el hacerse a la mar? Si es que es eso lo que ha ocurrido...

No sé si me resulta mas duro pensar que le han secuestrado, o que se hizo a la mar y ha naufragado. Ambas ideas me parecen horribles.

-Era un libro pequeño, con tapas de cuero y aspecto antiguo-dijo Jimmy en respuesta a la pregunta del policía-dijo que era de poemas... Pero no sonaba muy sincero. Lamento no tener más datos al respecto, agente.

Y la verdad era que no tenía mucho. Dudaba que el agente le creyera si le decía lo que vio con el relámpago. Pero, desde luego, algo pasaba con ese libro. Algo malo. Puede que, por obra suya, el pobre Charles se hubiera echado a la mar en aquella noche tormentosa. 

Pasó tiempo suficiente entre su estancia aquí y el momento en el que le vieron robando un bote como para pasar por casa, pero entonces el que no estaba en casa era su compañero de piso, con lo que no sabemos demasiado.

Escuchó atento la descripción del libro. Asintió. Si. Uno de los que encontramos podía ser ese. Se levantó para ir donde tenía colgado su chaquetón de invierno y buscó en uno de sus enormes bolsillos. Extrajo de él un libro estropeado por el agua, pero en bastante buen estado. Mostró a Jimmy la cubierta. Parecía una edición moderna de una editorial llamada Erebus Press. El título rezaba: Sueños y Quimeras. El nombre del autor aparecía grabado con elegantes letras: Roger Ainsley.

¿Es este? Parecía el mismo libro aunque, claro, anoche no estaba tan estropeado. Dejó también que lo vieran los demás, aunque no permitió que lo sujetaran: quedó en sus manos.

Mike anotó mentalmente los nombres que a los que el sheriff hacía referencia.

Señorita Fistienne, Minot...

Al fin y al cabo era detective, y uno de sus trabajos más comunes era encontrar a gente desaparecida.

Cuando Tris sacó el libro, Mike lo miró durante un momento. Pero como él ayer no llego a verlo, no podía aportar nada, así que aprovechó para preguntarle al policía.

-¿Han registrado su casa? Ya sabe notas, o alguna cosa que pueda indicarles algo...y por cierto jefe Crane, si necesitan que alguien les ayude en la búsqueda yo puedo ayudarles sin problema.

Iba a decir que no, pero en el último momento le pudo la fatiga. Me arrepentiré de esto, debió pensar por el gesto. Pues mire, le voy a nombrar ayudante ahora mismo. Puede ir a ver a la señorita Fistienne y luego me cuenta todo. Yo voy a ver si me echo un par de horas. Estaré en la comisaría.

De pie, con el abrigo todavía goteando sobre el suelo encerado, el jefe Tris miró con ojos graves a Hammer: no haga tonterías, ¿de acuerdo? No tome iniciativas tampoco. Haga lo que le he dicho y vuelva a informar.

Entregó a Hammer una plaquita de esas que debían llevarse colgadas de la solapa, donde ponía: "ayudante". Luego se marchó. Se llevó el libro consigo. No había respondido a muchas de las preguntas, desechandolas sin considerarlas. Era evidente que se estaban "ocupando". Pero estar en el ajo era muy útil para enterarse poco a poco de lo que se iba haciendo. Y esa plaquita valía su peso en oro.

Andrews se acercó cuando se acababa de marchar Tris. Iba comiendo un enorme bollo relleno de chocolate que tenía agarrado con la mano, el muy truhán. Levantaba el dedo meñique, como si este se avergonzara de lo que hacían el resto de los dedos. Tenía un poco de crema oscura en la comisura de los labios.

Vaya lío, ¿no? Hola a todos. Hola Amanda, hola Fawkes. Jimmy le conocía de vista, quizá de hablar un par de veces, y a Hammer no le habían presentado. Se chupó un dedo que estaba algo grasiento y tendió la mano al detective.

Soy Andrews, ¿qué tal? Miró la plaquita y silbó. Vaya. Ayudante.

Mike miro la chapa que reposaba en su mano algo sorprendido. Se había ofrecido de manera altruista, por su experiencia como detective, y por que era un compañero del pueblo el desaparecido. No esperaba pasar a ser un “ayudante” del sheriff, ni que fuera momentáneamente.

Pero en el fondo le agradaba la idea. ¡Otra historia más que contar!¡Llegó a ser un ayudante del sheriff!

Así que se puso la chapa en la solapa casi con orgullo y luego levantó la vista antes de que el Sheriff marchase.

-Ok. Sin tonterías, entendido.

Volvió a fijarse en la chapa mientras Tris abandonaba el local, entonces William se acercó.

-Buenos días, soy el ayudante Hammer... -pero se sintió un poco ridículo diciendo eso- Bueno, llamame Mike.- Estrechándole la mano. -Sí, una ascenso meteórico, diría yo -Añadió con una sonrisa.

Y Ya que tenia al señor Andrews delante suyo, y el poder de la placa le poseía, aprovechó para iniciar sus pesquisas.

-¿Conocía usted al bueno de Charles? ¿Lo había visto últimamente? ¿Sabe usted si le pasaba algo?

Y se quedó en silencio, observándole fijamente.

Desde luego parecía el libro, pero mientras meditaba si sería efectivamente o no, Mike intervino y Tris acabó marchándose, tras nombrarle ayudante. Y, poco después, se acercó William, al que saludó con un ligero asentimiento.

-Diría que es algo más que un lío. Pobre Charles, ¿cómo se le habrá ocurrido?

Oh, ni siquiera sabía que fuera poeta. Me habían contado que escribía, claro, pero no tenía casi trato con él. Iba muchas veces a la biblioteca. Oh, un minuto, déjeme pensar. Esto podría ser embarazoso y no querría equivocarme. A Andrews algo le había venido a la memoria y se centró en ello poniendo los dedos sobre las sienes. Alguien me dijo algo de él. En una fiesta, creo. No recuerdo quién. Las fiestas de los artistas tenían fama de abundar en licor conseguido quién sabe cómo. Su compañero de piso, juraría, pero no pondría la mano en el fuego. Tuvo algunos problemas con la bebida hace unos pocos años, pero remontó. Claro, ya se quién me dijo eso: Corla. Eso es. Corla y yo coincidimos mucho. He estado empleándola como modelo, cuando está de humor, habla por los codos, y yo escucho a veces y a veces... estoy demasiado concentrado en mi trabajo.

Escucho con atención a William. La revelación de aquella fiesta me sorprende, no me habría imaginado nunca a Charles con problemas de alcohol, y desde luego el día anterior no parecía bebido, sólo distraído.

- Bueno, no sabemos si eso es verdad, aunque tampoco tenemos porqué dudar de Corla o del señor Minot. Pero en todo caso no veo la relación entre una antigua adicción a la bebida y su desaparición.