Partida Rol por web

La Compañía Negra 2: La Puerta de Galdan.

Chon Delor: El Bastión del Dolor.

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19/04/2016, 16:44
Cabo Ponzoña.
Sólo para el director
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19/04/2016, 16:45
[RIP] León Anciano.
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19/04/2016, 20:58
Capitán Matagatos.
Sólo para el director
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19/04/2016, 21:30
[RIP] Pipo.
Sólo para el director

TRAS LA RECEPCIÓN, CUANDO YA LOS SONIDOS DE LA FIESTA MENGUAN.

Pipo regresó de su incursión a los sótanos tan inocente como había ido. Cadáveres o rostros cadavéricos e inquietantes no eran nada para él. Los engendros tal cual se les calificaba no lo eran para él. Todo lo veía con la primera mirada de la inocencia: curiosidad, quizá, desagrado, ciertamente... pero el concepto "antinatural" o, mejor "sobrenatural" le entraban por un oído y le salían por el otro. También la muerte, tal y como la entendían los demás.

Atravesó los pasillos silbando, ya sin acechar. Tenía sed otra vez, así que buscó una de aquellas maravillosas acequias. Su estómago vibraba como un tambor, porque se había empeñado en tocar la flauta todo el rato, sin detenerse a probar bocado, pero la tranquilidad de saber que cerca había, literalmente, toneladas de comida, le mantenía tranquilo. Estaba acostumbrado a pasar días sin probar más que un bocado de raíces.

Pipo debe encontrar a Serpiente. Si, lo había recordado. Así que regresó al lugar donde había visto al mago por última vez y, a partir de ahí, comenzó la búsqueda. No antes de llenar el buche de agua, por supuesto.

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20/04/2016, 00:09
Lagrimita, Escuadra Barril, Pelotón de Infantería.

Despido paulatinamente a Grito, Cielo, Desastre y Preocupado, hasta que me doy cuenta que comparto viandas únicamente con Romo. La fiesta se convierte en algo más desenfrenado después de la ceremonia de las dádivas, cosa que parece que la Compañía estaba deseando. No recuerdo una oportunidad así en un pasado reciente, y hasta el Ana... el Capitán parece hincarle el diente con saña a su filete, y apurar su copa con ganas. Por mi parte me he pasado al zumo de frutas. Es algo que mañana mi cabeza agradecerá, y después de que la Escuadra se haya retirado a descansar, sólo quedo yo presente para echar un vistazo al bueno de Romo, que estaba hoy bastante más jodido de lo habitual. Buen tipo este Romo. Ahora le ha dado por cortarle las pelotas y la hombría a alguien, pero espero que sea pasajero. En general se agradece una voz cabal.

Ahora parece que algunos toman ejemplo del atrevido Grito y se lanzan a poseer esclavas sin pudor ninguno. Bien por ellos, al menos aquí los daños a la parte contraria son menores. Ha habido otras campañas que… mejor no recordar. Como parte de la fiesta empiezan a circular sustancias estimulantes, narcóticas y otras que ni siquiera conozco. Ese último acontecimiento de la fiesta me hace mirar con anhelo los pasillos aledaños, pero prefiero permanecer cerca de Romo por el momento. Palmeo su espalda mientras procuro evitar mirar algunas cercanas escenas fuera de tono.

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20/04/2016, 00:25
Lombriz.

Lombriz encontró aquello insultante, pero no dijo nada. Un regalo era un regalo.

-Lombriz da las gracias por la dádiva. Recordará.

Y volvió con su grupo a dejar a la criatura que se le había concedido, para lo que fue después de ello a ocuparse de otros menesteres ya descritos que le ocuparon buena parte de la noche. Durante la fiesta, ya más discretamente recostado... aunque no en los aposentos privados, no tenía necesariamente esa noción del decoro aunque no hubiera decidido ser tan campeón como el infante... hizo uso de las magníficas esclavas que se les dispusieron, porque hubiera sido un desperdicio no hacer otra cosa.

"Dime, Lombriz. ¿Qué vas a hacer con este perro? Habrá que enseñarle algo para que nos sea de provecho en el cuerpo de Campamenteros. Y más importante aún, ¿Has pensado ya un nombre para él?"

Se encogió de hombros mientras lo ataba.

-Buscarle entreno. O comérmelo. Buen uso cualquiera. Nombre... -no lo había pensado. - Esclavo. Dádiva -se encogió de hombros- Lombriz aceptará consejos mañana, cuando despierte de la niebla del vino con sus pelotas secas y duras como nueces del baobab. Buena noche, Piojillo: ¡Lombriz está ocupado!

Lombriz estaba recostado en uno de los reclinatorios, rodeado del efecto de dos mujeres que compartían con él unos relajantes tragos (y fumeos) después de haber utilizado la feminidad de la más hermosa de ellas como habitáculo para esnifar aquel polvo que ardía como el olor a tigrera, pero le llenaba a uno el pecho de ardor, energía y entusiasmo. Hubiera pensado que estaría derrengado o muerto a aquellas alturas, pero... sorpresa. Trataría de sacarse un poco de aquello por su parte: sería mucho más fácil de escurrir que la comida y la bebida, incluso, y podría conseguir grande ventaja en el campamento con ello.

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20/04/2016, 01:17
[RIP] Manta.

Yo seguía en pleno uso de mis capacidades físicas y mentales, incluso ya avanzado el banquete. Aunque había bebido vino sin aguar, sólo lo había bebido durante la comida, además de una copa extra tras ella para una buena digestión. Empezó... bueno, la orgía.

Muchos dirán esto o aquello, pero lo cierto es que yo fui criado por prostitutas. Por diversos azares de los dioses al momento de echar en el caldero de la creación la mezcla que resultaría en mí, el ser criado de esa forma me hizo ser algo reticente al sexo no consentido. No me gustaba demasiado la esclavitud, y la esclavitud sexual lo hacía un poco peor inclusive.

Algunas prostitutas defienden su oficio como el arte de dar placer, y vaya que está bien; pero la esclavitud, eso es algo totalmente distinto y con lo que no me sentía para nada cómodo. Varias veces a lo largo de esa noche me abordaron algunas esclavas, yendo a cumplir con su deber, y varias veces las espanté.

De lo que sí estaba totalmente seguro era de que no podría soportar mucho tiempo en esa estancia: el día siguiente empezaría mi entrenamiento con Sar Krogan, pero además de eso, mi erección era definitivamente visible a través de la ropa. Me levanté para marcharme, avergonzado como estaba por mi comprensible reacción física a la desenfrenada orgía que se desarrollaba por todas partes y justo antes de lograr alcanzar una puerta, un par de esclavas me cerraron el paso y me arrinconaron contra una pared.

— ¡Dejadme pasar, mujeres! —les dije. Pero las laboriosas esclavas, mayores que yo, parece que se tomaron como un juego de resistencia infantil impulsado por el pudor y la vergüenza mis palabras. Con los ojos abiertos como platos y contra la pared, eché un vistazo al salón por encima de los hombros de las esclavas, barriendo con la vista a todos los miembros restantes de la algarabía, preocupado por si algún miembro de la Compañía se había dado cuenta del aprieto en el que aquellas mujeres me habían puesto.

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20/04/2016, 01:49
Plumilla.

Plumilla dejó de bailar con un último giro y abrió los ojos. Había disfrutado como una niña desde hacía mucho tiempo, entre luchas y desastres no había tenido ocasión de dejarse llevar por un poco de alegría y entretenimiento, pero allí nada la privaba de liberarse. 

Vio a Desastre acercarse a Matagatos, parecía estar mucho mejor que cuando lo llevaron a la tienda de los heridos. Posiblemente pronto estaría otra vez listo para la lucha, pero la curandera esperaba que no se hubiera excedido en la fiesta.

Entonces, vio entrar a los esclavos y como algunos hombres buscando mujeres para calmar sus apetitos sexuales. También había esclavos de buen ver que corrían entre las atractivas esclavas, pero a la curandera no le gustaba mucho aprovecharse de los esclavos por lo que no hizo ademán de acercarse a ninguno. Por lo que se entretuvo mirando a sus compañeros y en beber un poco. Tras ver como Grito arrinconaba a una joven y procedía a descargarse con ella delante de todos, Plumilla se quedó en una esquina algo azorada, observando su copa de vino y esperando a irse cuando todo estuviera más calmado, pues temía enojar a los anfitriones si se marchaba demasiado pronto. 

Antes de irse, saludaría a la bruja Sesvolea como correspondía, pues era el mínimo gesto de respeto que correspondía a alguien que iba a impartirle valiosas lecciones. 

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20/04/2016, 10:56
Mago Serpiente.

- El tiempo no se pierde, Dedos. Gota a gota el vaso de la clepsidra va quedando vacío para saciar a su hermano, que una vez hinchado vomita su contenido para dar comienzo a un nuevo ciclo. En cualquier caso y por lo que comentas, siempre y cuando seas sincera, he venido a hablar de lo que desconoces y de lo que no has tenido curiosidad por conocer.

Eché un vistazo a mi alrededor. Los ánimos de la fiesta comenzaban a subir y con ello el desenfreno se convirtió en el protagonista de una fiesta en la que ya no tenía interés alguno. Tampoco es que antes hubiera tenido demasiado interés con la salvedad de la obtención de mi dádiva, pero aquel espectáculo en el que buena parte de la compañía se rebajaba ante la posibilidad de una muerte temprana resultaba patética. La muerte siempre estaba presente, era la única certeza, y comportarse de manera diferente a como lo hacían día a día solo porque se creyera más cercana resultaba estúpido.

- Las casualidades no existen, Dedos, y esa marca ha despertado el interés de algunos. Algunos que no son yo.- Sonreí.- Y ese interés que ha despertado no es casual. Que no notes algo no significa que ese algo sea inocuo. Una cuchillada en el corazón del durmiente hace que el que es deje de ser sin que el que era, y ya no es, se percate de su cambio. Y créeme cuando te digo que una marca como esa puede ser una daga en el pecho. Así pues, ¿quieres conocer o prefieres vivir en la ignorancia hasta que lo que ignores te obligue a conocer que debiste haber conocido antes que ignorado?

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Notas de juego

Tirada de Otear.

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20/04/2016, 14:14
El Cráneo de Plata.

Bien avanzada la noche, escucháis ruidos. Alzáis la cabeza entre las brumas del sueño y el alcohol y os parece ver cómo muchos de los guardias de la ciudad acompañados de varios sacerdotes entran y estrangulan uno a uno a todos los esclavos con cuerdas finas. Son rápidos y muy eficientes. En cuanto acaban cargan los cuerpos en carretillas y se disponen a sacarlos de allí.

El Capitán y los oficiales aun presentes no hacen nada salvo recordar a algún incauto que ya sabíais que habría sacrificios humanos.

Finalmente uno a uno os vais todos a dormir. La noche ha sido muy larga.

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20/04/2016, 14:16
El Cráneo de Plata.

El sueño y el alcohol, y quizá algún narcótico si lo consumisteis, enturbian vuestros sentidos. Dormís hasta la mañana siguiente. Aunque los excesos alimentarios, de drogas, alcohol y demás, o quizá la esencia oscura del lugar, os causan sueños intranquilos y con extraños sueños inconexos en los que tan pronto el durmiente es un torturador como una víctima.

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20/04/2016, 14:17
El Cráneo de Plata.

El sueño y el alcohol, y quizá algún narcótico si lo consumiste pues no estás seguro enturbian tus sentidos. Los miembros de tu escuadra se están burlando de ti. Tratas de defenderte pero acaban arrojándote a un pozo de serpientes, te señalan y siguen riéndose.

Cuando despiertas te das cuenta de que todo ha sido sólo un mal viaje.

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20/04/2016, 14:18
El Cráneo de Plata.

Por la mañana todo ha cambiado en varios sentidos, está todo sucio y revuelto por efectos de la fiesta. Sin esclavos que hayan recogido y limpiado. Sólo estáis presentes los miembros de la Compañía y no hay un alma.

De hecho no es hasta que salís a las murallas, torres o al exterior para regresar al Palacio de la Discordia, que no veréis centinelas de guardia, y en las calles la actividad normal de la ciudadanía. Las docenas de esclavos presentes en la fiesta de anoche han desaparecido por completo.

La mayoría tenéis resaca, os duele la cabeza y los colores os parecen excesivamente brillantes. Una copa de peltre cae al suelo y los más resacosos podéis escuchar el retumbar amplificado del estrépito. Incluso os molesta el sonido de cristales rotos pisados por las botas de los miembros de la Compañía.

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20/04/2016, 19:07
Rastrojo.

AÑO: 201 DE KHATOVAR.
MES: ANTÍLOPE (MES DÉCIMO, PRIMERO DEL OTOÑO).
DÍA: SEGUNDO DE MES.

Rastrojo abrió los ojos con un lado de la cara recostado sobre la mesa. Más allá de un frutero, un cochinillo asado le devolvía la mirada, y la manzana de su boca hacía que adoptase una sonrisa. No era lo más raro que había vivido en las últimas veinticuatro horas.

¿Nh?

Con pesadez de movimientos se incorporó y miró a su alrdedor. No había ni rastro de la esclava que...

¡Maldita bruja! ¡Me hechizó! Sus palabras hicieron que me cayese dormido sobre la mesa. ¿Qué ha pasado? ¿Qué me he perdido?

Apareció de la nada y a la nada se fue. No quedaba rastro de ella, y lo peor es que todos tenían suficientes distracciones en la fiesta para haber reparado en la muchacha. Tampoco estaban los dos esclavos que se supone que tenían que llevar su dádiva. ¿Cómo iba a cargar ahora con el cofre hasta el Palacio de la Discordia? La cosa podía terminar todavía peor, pues como discípulo de Caratótem, Rastrojo tenía muchas papeletas para ser uno de los que cargase con el tótem.

Ooooogh... maldita sea...

Alargó el brazo hasta coger un plátano de un frutero, y con lentitud empezó a pelarlo con la mirada fija en la pared de enfrente. Resignación. Solo quedaba desayunar, y tener fé en que el futuro se desvelaría de la manera más amable posible.

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21/04/2016, 07:06
Cielo, Escuadra Barril, Infantería.

Se tapó los oídos cuando la copa de peltre cayó cerca de donde se encontraba. Había estado deambulando aturdido sin comprender porqué se encontraba tan mal sin haber bebido una gota de alcohol.
El ruido amplificado lo asustó de verdad, estaba claro que habían sido víctimas de una droga en la comida, o alguna clase de conjuro. Ninguna de esas opciones le gustaba en absoluto.
Trató de reunir al pelotón de infantería para preguntarles si se encontraban igual
-¡Desastre, Indómito, Preocupado, Lagrimita, Grito! ¿ Dónde estáis?, ¿ Os encontráis tan mal como yo?
También buscó con la mirada al Cabo, estaban en peligro y el pelotón debía estar unido.

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21/04/2016, 09:01
Preocupado, Pelotón de Infantería, Escuadra Barril.

AÑO: 201 DE KHATOVAR.
MES: ANTÍLOPE (MES DÉCIMO, PRIMERO DEL OTOÑO).
DÍA: SEGUNDO DE MES.

Preocupado abrió los ojos de par en par al escuchar los gritos de Cielo y se levantó como un resorte mientras embrazaba corriendo su escudo y empuñaba su lanza listo para defenderse. Había estado durmiendo plácidamente la mayor parte de la noche tras la fiesta aunque ya llevaba un tiempo en un duermevela, ni siquiera le prestó atención al ruido que provocó una copa al caerse, era algo normal en una fiesta o lo que quedara de ella si aún quedaba algo.
Miró a su alrededor preocupado pero aparte de algunos de sus compañeros durmiendo no vio nada más. Con precaución se asomó a la puerta de la estancia en la que habían pasado la noche y tampoco vio nada extraordinario, solamente el salón casi vacío y lleno de los restos de la fiesta que habían quedado.

Una falsa alarma, no hay de que preocuparse.

Más relajado se volvió hacia Cielo.

-¡Me has pegado un susto de muerte! Creí que nos estaban atacando. ¿Que te pasa? ¿Demasiada bebida ayer? Me preocupaba que bebierais demasiado, pero era una fiesta... Yo me encuentro algo cansado, pero supongo que se me pasará en unas horas, tampoco bebí tanto. Pero tengo hambre, voy a ver si quedó algo para comer.

La cena del día anterior tan solo era un recuerdo y le preocupaba desaprovechar la ocasión de comer alguna otra cosa que no fuera estofado o gachas. Seguramente habían quedado bastantes cosas del día anterior y parecía que los esclavos no habían tenido tiempo de recoger nada, cosa que agradecía.

Puede que hayan estado muy ocupados dando placer a los miembros de la Compañía, aunque me preocupa que sus amos se enfaden por haber dejado esto tan sucio, podrían enfadarse y castigarlos.

Preocupado se quedó parado y con la cara descompuesta cuando ese pensamiento cruzó su mente. ¿Había sido tan solo un sueño? No, ahora lo recordaba con más claridad y un escalofrío recorrió su mente. Sacudió las manos intentando alejar al mal yuyu. Cuando se tranquilizó siguió su camino hacia las mesas.

-Buenos días Rastrojo. ¿Que tal pasaste la noche?
-Mientras saludaba al aprendiz de chamán, buscó algo para comer. Aún no tenía claro el efecto que había tenido su conversación del día anterior sobre Rastrojo, al principio había pensado que seguiría a los espíritus en su camino, pero después le había visto con una de las esclavas. Le preocupaba que perdiera su conexión con los espíritus, eso era un don demasiado grande como para desaprovecharlo, pero no era quien para decirle nada.- Cuando volvamos al Palacio de la Discorida me gustaría hablar contigo, si tienes tiempo claro.

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21/04/2016, 09:30
Romo, Escuadra Barril, Pelotón de Infantería.
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21/04/2016, 11:51
Keropis, el Guardián de los Muertos.

AÑO: 201 DE KHATOVAR.
MES: ANTÍLOPE (MES DÉCIMO, PRIMERO DEL OTOÑO).
DÍA: SEGUNDO DE MES.

La música, las carcajadas beodas y los alaridos de la noche anterior, se habían convertido en un murmullo de resaca que llenaba el Gran Salón como el rumor de un arroyo perezoso. Aquí y allá, los soldados de la compañía despertaban tumbados en banquetas o sentados aún en las mesas, con la cabeza caída entre los brazos y mal sabor de boca. Los cortinajes que cubrían las entradas a las estancias laterales se iban abriendo para escupir a más miembros de la Duodécima, que marchaban tambaleándose en busca de sus compañeros y de algo que llevarse al buche.

Un tapiz en uno de los extremos de la amplia sala retembló como si una puerta se hubiera abierto tras él. Al instante siguiente, una mano enfundada en acero hizo a un lado la vetusta lona. Keropis, el Guardián de los Muertos, había regresado. Pocos eran los que habían percibido su partida a últimas horas de la noche, guiado por el mismísimo Chambelán de las Cuchillas hacia un lugar desconocido de las entrañas del Bastión del Dolor.

El puño izquierdo del eremita sujetaba una gruesa cadena que se perdía al otro lado del tapiz. El acorazado campamentero paseó la mirada por la enorme cámara antes de dar un ligero tirón a la cadena. Un figura delgada y endeble apareció tras el tapiz: poco más que una muchacha cubierta de mugre y con la ropa hecha jirones. Una máscara de metal ocultaba su rostro, como si fuera la versión femenina y desastrada del mismo ermitaño. La cadena colgaba indolente de una argolla encastada en la base de la máscara, que lucía dos aberturas para los ojos cruzadas por estrechas barras de metal.

La piel de los brazos de la esclava, allí donde la suciedad no la recubría, era pálida como la de un Oscuro. Muchos chondelorianos también eran de tez blanquecina, de manera que no podía asegurarse la procedencia de la chiquilla, pero a medida que el Guardián de los Muertos avanzaba por la sala, pasando entre los soldados k'hlatas y sus negros cuerpos, las miradas de los Hermanos iban posándose sobre la nueva propiedad del eremita.

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21/04/2016, 12:43
[RIP] Loor.

Loor observa distraidamente la muerte de los esclavos y esclavas, sin hacer gesto alguno ni de disgusto, ni de placer. Internamente no puede sino alegrarse de no haber disfrutado de ninguno de ellos sexualmente. Se le haría desagradable ver su posterior sacrificio como si fuera ganado.

"La guerra de los dioses y los demonios", piensa para sí, mientras se gira y, elevando un rezo a la Diosa que debe limpiar el mundo, y traer el paraíso, cae finalmente dormida.

Más tarde, cuando ve como Keropis entra con la esclava observa la escena con atención y, tras dudar un instante, se pone en pie, y se acerca a su hermano.

- Saludos, Keropis, hermano de la Compañía. Veo que tienes un nuevo objeto. Te felicito por tu dávida.- el tono de Loor es correcto, sin mostrar emoción positiva ni negativa.

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21/04/2016, 12:57
Keropis, el Guardián de los Muertos.

AÑO: 201 DE KHATOVAR.
MES: ANTÍLOPE (MES DÉCIMO, PRIMERO DEL OTOÑO).
DÍA: SEGUNDO DE MES.

Keropis se volvió hacia la soldado k'hlata y sus ojos verdes y llameantes se clavaron en la antigua Lágrima de la Diosa. Los pesados pasos de la esclava llevaron el maltrecho cuerpo hasta casi chocar con la espalda del ermitaño. Un olor acre y desagradable a podredumbre asaltó las fosas nasales de Loor, que no sabría decir si procedía de la roña que cubría a la muchacha o de la moza en sí. Ahora que estaba más cerca, la Hostigadora pudo percibir el color cetrino de la piel de la chiquilla, los mechones polvorientos y apelmazados que nacían bajo el yelmo-arnés que le ocultaba el rostro y lo demacrado de su enjuto cuerpo.

— Otrrro compañerrro parrra misss nochesss de sssilencio... —respondió el eremita con su habitual tono cansado y monocorde— Uno másss de losss que essstáisss por llegarrr...