Partida Rol por web

La Compañía Negra 2: La Puerta de Galdan.

Chon Delor: El Bastión del Dolor.

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12/04/2016, 15:26
Dedos.

Pensaba que el mago querría llevarme hacia algún lugar donde no se nos pudiera ver, quizás más tranquilo, más discreto. Sin embargo, comienza su conversación donde aún se puede ver la fiesta aunque con el jaleo hablando en un tono medianamente bajo, no se nos escucharía.

¿Que qué veo?

No me parecía momento de hacer preguntas absurdas, ni misteriosas.

¿Era absurda aquella pregunta?

Conociendo a Serpiente, seguro que tenía algún sentido, o era un preludio, una entrada para entender algo, pero era confuso. A mi alrededor había muchas cosas, muchas personas, cada una con sus situaciones. ¿Quería que se lo describiera todo o que me fijara en algo en concreto?

Miro a mi alrededor y procedo a contestar.

- Soldados celebrando. Comida y bebida. Gente admirando sus dádivas o disfrutando de la compañía de las esclavas o de otros soldados... - Después miro a nuestra espalda. - Nada.

Sabía que no era la respuesta que buscaba, o quizás sí. Fuera lo que fuera yo no podía contestar otra cosa. No tenía terceros ojos ni veía espíritus. Me hubiera gustado decirle que fuese al grano, pero algo me decía que no era buena idea, o que sería inútil. Serpiente hace las cosas como quiere.

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12/04/2016, 18:08
[RIP] Pipo.

Pipo, poco a poco, fue percibiendo cómo el ambiente dispersaba su fuerza, su potencia, surgida por algo así como... (pero él esto no lo pensaba de esta manera). Ya las voces no sonaban tan al unísono. Y tenía sed. Pipo, poco a poco, dejó de tocar y se levantó. Tenía mucha sed. Había sudado mucho. Miró la comida que le rodeaba... quizá fruta. Pero recordó el agua, el agua clara y limpia que recorría interminable como un río los canales que había en el palacio.

Total, que se fue a ver el agua. Recogió sus cosas y salió de la estancia.

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12/04/2016, 18:11
[RIP] Pipo.
Sólo para el director

Pipo estaba un poco inquieto, además de sediento. Lo primero que hizo es ir a beber agua. Tras llegar al agua y saciar la sed, se dedicó a recorrer los pasillos oscuros del palacio, escuchando los ecos.

Notas de juego

Pipo se da una buena vuelta por los alrededores de la sala del banquete. Sin seguir a nadie ni a nada en especial, al buen tun tun. Lo hace intentando no ser notado, porque está inquieto y se aburre un poco.

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12/04/2016, 21:22
[RIP] Belleza, Pelotón de Exploradores.

Belleza se quedó mirando el espectáculo desde su posición, viendo como Pipo dejaba de tocar la flauta y algunos se habían retirado con esclavas a un lugar más íntimo. Otros bebían y cantaban, y otros simplemente miraban. Belleza observaba, sin acercarse a nadie en particular, sin que nadie se le acercase a ella. Miró de lejos si Niña de Oro estaba bien, y tras eso siguió observando como todo seguía sus intrigas, todas ajenas a ella.

Se encongió de hombros, mientras reposaba para calmar su mente de todo el vino que acababa de tomar. Todos parecían divertirse, y la verdad era que para la vida que llevaban, eso era una agradable novedad.

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12/04/2016, 23:14
Indómito, Escuadra Barril, Pelotón de Infantería.

Indómito no tomó parte del baile que había causado la armoniosa y movida melodía de Pipo, pero no pudo contener sus extremidades, que parecían tener mente propia, pues su pierna, y también una de sus manos, se movían al ritmo de la música, golpeando la mesa y también el suelo, llevando el tempo de la canción tanto como sus extremadamente escasos conocimientos de música le permitiesen.

Por supuesto, el movimiento cesó tan pronto Plumilla y Belleza empezaron a bailar, al igual que la gran mayoría de su actividad cerebral, y casi podía decir que la de muchos hermanos, y también hermanas, que se encontraban allí festejando. Embelesado, Indómito observó y apreció cada detalle de la danza de ambas mujeres, como se movían al ritmo de la música. Cuando Pipo termina de tocar, Indómito siente que su corazón da un vuelco, no por la música, si no que el cese significa que Belleza y Plumilla volverían a sus lugares.

Aún con el recuerdo de ambas bailarinas en su mente, Indómito se acomodó en su asiento, y se internó en sus pensamientos, dejando de prestar atención a sus compañeros de escuadra.

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13/04/2016, 00:04
Mago Serpiente.

No hubo mohín alguno que delatara la opinión que tenía sobre la respuesta de Dedos, tan solo la sonrisa que ora alegre u ora torcida, ora interesada u ora sombría, parecía en mis labios perpetua prisionera.

- Ahora abre bien los ojos y mira lo que hay donde nada puedes ver. Lo que no es pero podría llegar a ser y lo que parece ser pero en realidad no es. En un mundo en el que nada es lo que parece y lo que parece puede no ser, aun pudiendo haber sido antes de lo que ahora es, lo inesperado esperado es.

La sonrisa aleteó en mi rostro como un pájaro acostumbrado al encierro, al principio juguetona pero ansiando libertad, esa libertad que solo se llega a alcanzar con la carcajada estentórea.

- Así pues dime, Dedos, ¿qué es lo que tú esperas?

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13/04/2016, 00:14
Keropis, el Guardián de los Muertos.

— Observa a tu alrededor, Dedos... — le pidió Serpiente mientras se alejaba de la algarabía y su voz se perdía en el jaleo para ser escuchada tan solo por ella.

La muchacha paseó la mirada por el atestado salón. Cuerpos sudorosos bailaban sumidos en el trance hipnótico de una flauta lejana. Algunos aullaban hacia el abovedado techo; otros reían histriónicamente, brindando mientras el vino y el grog salpicaba su rostro. Aquí y allá, los soldados saciaban sus bajos instintos, bebiendo, jurando y usando a las esclavas como si fueran animales.

Todo era desenfreno ante los ojos de Dedos. Un grupo de hombres que se bamboleaba en lo que para ellos era un baile festivo, se apartó a un lado en su torpe coreografía. Por un instante, se hizo un hueco entre la aglomeración de cuerpos danzantes. Solo fue un segundo, quizás el tiempo que tarda un corazón en latir. Durante ese fugaz momento, una figura apareció en la penumbra, quieta como una estatua, como un dolmen antiguo y desgastado por el paso de las eras. Keropis, el Guardián de los Muertos, permanecía erguido e inmóvil entre la masa bullente de bailarines.

Y sus ojos de fuego verde se clavaban en la Pies Rojos.

Dedos pestañeó y la visión del eremita había desaparecido, oculta otra vez tras la maraña de brazos, piernas y sonrisas que cabrioleaban en el salón del Bastión del Dolor.

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13/04/2016, 00:39
Dedos.

¿Mirar donde nada puedo ver?

Menos mal que gracias al propio Serpiente apenas había probado el vino, ya que aquella especie de acertijo, de juego de palabras me habría mareado y dado dolor de cabeza. Miro con intensidad a los ojos del mago.

Este es el lugar en el que menos puedo ver, dentro de ti. Escrutar tu rostro siempre enigmático. No saber, no entender tus intenciones a la hora de actuar. ¿Y qué espero yo?

Aparto mi mirada del mago, pues empiezo a sentirme incómoda con mis propios pensamientos, y de nuevo miro a mi alrededor.

- Yo espero que vayas al grano y te dejes de juegos. - En el tono de mi voz hay cierto hastío. - No es precisamente la noche adecuada para andar con rodeos conmigo...

Apenas terminé la frase y me quedé extrañamente callada. Creía haber visto algo. ¿Lo había visto realmente? La sangre de me agolpa en la cara. Sentía calor. ¿Miedo?

Un instante después, miraba a Keropis y a Serpiente alternativamente. Sentía que entre ambos estaban jugando conmigo. El miedo dio paso a la rabia.

- Qué quieres.

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13/04/2016, 12:30
Analista Lengua Negra.

Miró a su alrededor. La fiesta seguía su curso. Cargaba en una mano la dádiva y lo ofrecido por Matagatos y con otra tomó una copa que pidió llenaran con agua. Anduvo de un lado a otro sin destino aparente, observando, escuchando palabras sueltas, contemplando cómo unos se retiraban para volver al poco tiempo o cómo otros se entregaban al sexo en público. Sus pasos lo encaminaron finalmente hacia Analista, el nuevo Capitán.

-¿Puedo sentarme a su lado, Capitán?

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13/04/2016, 13:04
Capitán Matagatos.

Matagatos asintió ante las palabras de su primo, con una ligera sonrisa.

-Sí que lo son. O, al menos, lo parecen-respondió, en oscuro, mientras recogía las armas que le devolvía Pelagatos. De momento tendría que llevarlas en las manos, ya fijaría las vainas al cinto después de la fiesta. Lo cierto es que estaba deseando probar aquellas armas con uno de sus enemigos, pero por otro lado, sabiendo lo que tenían por delante y lo que iba a costar... 

Por un momento, el cabo recordó la reunión de mandos y lo que en ella se dijo sobre la Puerta de Galdan. A día de hoy, seguían tan poco capacitados para tomarla como en el momento en el que se habló, incluso menos, debido a las bajas sufridas. Pero era mejor no pensar en esos asuntos. Tendrían de hacerlo, de un modo u otro, y después de la fiesta, en los días siguientes, encontrarían el modo. 

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13/04/2016, 16:12
Desastre.

La música había parado casi tan pronto como había empezado. Desastre, como la gran mayoría se había quedado pasmado mirando como Plumilla y Belleza bailaban en medio de todo el mundo de una forma casi mágica. Escuchó las bravuconadas de alguno de sus compañeros mientras Preocupado se esforzaba por poner algo de sensatez en aquella mesa. Grito era todo ímpetu como había demostrado hace no mucho mientras él estaba inconsciente y eso era algo que preocupaba a Desastre sobremanera. 

Era la segunda vez que salía de sus habitaciones desde el accidente y era la primera vez que coincidía con Matagatos en el mismo lugar. Debía ir y darle las gracias. - Deberías relajarte Grito, deja de vivir como si mañana fuese el último día o corres el riesgo de que de verdad lo sea. - dijo el soldado mirando directamente a los ojos de su hermano antes de levantarse haciendo una mueca de dolor y cruzar el salón en el que se encontraban en dirección a Matagatos.

Cabo. - dijo el soldado para llamar la atención del oscuro. - Quería darle las gracias, señor. De no ser por usted no estaría aquí, le debo la vida. - añadió mirando a los ojos del oscuro con el rostro lleno de determinación.

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13/04/2016, 17:30
Capitán Matagatos.

Matagatos miró a Desastre cuando éste se acercó a darle las gracias, y asintió levemente ante sus palabras.

-La mejor forma que tienes que darme las gracias es no esforzarte y esperar a estar recuperado de tus heridas para entrenar o cualquier otra cosa. Te hará falta mucho descanso para recuperarte, Desastre-respondió, en k'hlata y con gesto serio. 

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13/04/2016, 17:43
Grito, Infantería, Escuadra Barril.

Grito se encongió de hombros ante las palabras de Preocupado, su mueca de sonrisa se acentuaba con la hinchazón de sus pómulos amoratados por el correctivo recibido.

¿Fácil? No, no será facil... va a ser un jodido infierno, mira a tu alrededor, todos celebran porque saben que pueden estar muertos cuando termine la batalla. Ahora su sonrisa se volvió franca, no era una expresión de esperanza pues en la guerra es un sentimiento vano. Asi que riamos, que ría Desastre, el también tiene motivos... Aunque insista en ser un agorero ahora.

La mención al compañero herido que le había intentado reprender fue la única reacción. La alegría es un don escaso en la vida del guerrero, la guerra es un negocio sangriento y cruel. En los ejercitos no hay sitio para los pesimistas, salvo las tumbas.

No se, no se... Los Campamenteros tienen un depósito secreto de culitos alegres dijo en tono de burla, confidencialmente, a Preocupado mientras recordaba a Plumilla y Belleza bailando. Quizás pronto tengamos que preocuparnos de alguno.

Le dió un codazo amistoso mientras reía, era obvio que había bebido lo suficiente pero se acercaba a demasiado. Con la mirada buscaba algo con que rellenar su copa mientras el juguete favorito de todo soldado empezaba a dar muestras de revitalización ante la visión de las esclavas y sus sugerentes, escasos y reveladores atuendos.

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13/04/2016, 18:08
Desastre.

Sí, señor. Descansaré hasta estar de nuevo en buena forma. - dijo Desastre asintiendo a las palabras del médico. - No quiero que piense que no apreció su trabajo Cabo Matagatos. - añadió antes de bajar el tono mientras miraba a su mesa. - Me he enterado de lo que ocurrió mientas estaba inconsciente, señor. Me gustaría pedirle disculpas en nombre de mis hermanos y mío por el comportamiento de Grito, señor. Su trabajo conmigo y con el Cabo Barril han sido importantes para todos, señor. Le demos mucho... - aseguró el soldado agachando un poco la mirada avergonzado. 

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13/04/2016, 18:56
Capitán Matagatos.

El oscuro suspiró ante los susurros de Desastre, recordando aquel desagradable incidente, antes de responder en voz baja también, sin molestarse en alejarse de Pelagatos. 

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13/04/2016, 19:00
Capitán Matagatos.

-Agradezco tus disculpas, Desastre. Supongo que no se puede evitar que algún bocazas se venga arriba de vez en cuando. Pero no estoy dispuesto a consentir que se cuestione mi puesto o mi desempeño en combate, y más después de todo lo que he hecho, y de tirarme meses en coma después del Fuerte Chuda. Y créeme que lamento que Grito no aceptara el desafío, le habría venido bien esa cura de humildad. 

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13/04/2016, 19:02
Campaña.

Campaña dejó de bailar (a su manera, claro) cuando Pipo dejó de tocar. Se lo había pasado bien, a pesar de que no tenía ni idea de lo que estaba haciendo, bailaba como le salía, sin más. Pero cuando cesó la música ya no tenía nada más que hacer, de modo que se encogió de hombros, agarró un buen trozo de carne y se acercó a su primo Matagatos y a los que estaban con él.

- A Campaña le gustan tus armas, primo - dijo Campaña, refiriéndose a las espadas que acaba de recibir.

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13/04/2016, 19:36
[RIP] Manta.
Sólo para el director

Notas de juego

¿Sigo pudiendo escuchar a Grito? Tuve un éxito bastante bueno en mi tirada anterior, ¿debo repetirla?

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13/04/2016, 19:57
Cabo Ponzoña.

La carne, encendida por la proximidad y el roce, transpiraba el deseo en forma de sudor, cubriendo la piel negra de Ponzoña con una pátina brillante que hacía resaltar cada músculo y cada tendón en cada movimiento. La música concluyó pero las respiraciones acompasadas del Hiena y de la Quinta era cuanta música necesitaba. Y la danza habría de seguir.

-Salgamos de aquí, hembra mía. Cuanto había de hacerse se ha hecho. Cuanto debía decirse se ha dicho. Despidámonos de tu hermano y de Campaña -dijo a Khadesa. En sus ojos un mensaje alto y claro que la pitonisa ya conocía.

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13/04/2016, 20:17
Lagrimita, Escuadra Barril, Pelotón de Infantería.

Desastre se incorpora con evidente esfuerzo, agarrándose la panza en un rictus que trata de calmar una punzada de dolor. Una vez veo cual es su destino, decido hacerlo mío también. Me incorporo, con un ligero esfuerzo de equilibrio, - Vaya, un poco de vino de más... - y palmeo la espalda de Preocupado, sonriendo a Grito con un elocuente gesto hacia las esclavas, sin prestar atención a su marcado rostro. La lengua desatada tiene a veces algunas consecuencias imprevistas. Que todas las correciones de disciplina sean así.

No me cuesta esfuerzo alcanzar a Desastre, su avance es lento y cuidadoso, sin duda motivado por el dolor de su reciente herida. Cuando llego a él está cambiando sus primeras palabras con el Cabo Matagatos. Me mantengo un paso atrás dejando que ponga en orden sus asuntos, y saludo con un cabeceo a Pelagatos y al Cabo Matagatos. Las palabras de Desastre no me llegan claras, ya que me encuentro distraído por las armas que el Cabo sostiene en sus manos de manera casual. Casi me pareece oír el zumbar del acero a través de las vainas, como una vibración mental, un rumor inaudible, en un segundo plano difícil de ignorar...

Sólo me saca de ese trance el inconfundible vozarrón de Campaña y la proximidad de su enorme figura. Parpadeo algo sorprendido, y alzo una mano en mudo saludo en su dirección. Tras ello pongo una mano en el hombro de Desastre en apoyo a su discurso.

Primos, Cabo, - saludo deferente con la mano en el pecho a Matagatos - reitero el agradecimiento de Desastre, la Infantería debe mucho al buen hacer de sus prácticas médicas. De hecho referente a ello, me gustaría poder verle después de la fiesta, Cabo. Contar con alguien capaz de aliviar su trabajo dentro de la Infantería sería algo bueno. No quiero molestar ahora - señalo el ambiente festivo -, pero me gustaría postular para esa responsabilidad y aprender de quien considero el mejor * - observo de reojo las armas que sostiene Matagatos, sin poder evitar mirarlas un par de veces durante el discurso, el cual termino algo apresurado, al notar que Ponzoña y la Quinta se aproximan por el flanco.

Notas de juego

* en Oscuro.