Partida Rol por web

AÑO: 201 DE KHATOVAR.

MES: OCHO (MES DE LA CEBRA, SEGUNDO DEL VERANO).

DIA: VEINTE DEL MES.

HORA: AL MEDIODÍA.

Matagatos nos convoca y se ve por su andar que las heridas recibidas en el Fuerte Chuda aún le pesan mucho. Me da gusto verlo ya en pie, es un buen hombre y merece recuperarse pues luchó con valor y dirigió a las tropas con sabiduría. Una vez está frente a todos, comienza a hablar y nos explica acerca de las próximas actividades de La Compañía, desde atacar la Puerta de Galdan hasta ir a celebrar nuevamente los nombramientos a Cho'n Delor.

Finalmente pide voluntarios para quedarse con el Capitán y pienso en ello:

"Quedarme con el Capitán herido y pocos efectivos es probablemente quedarse con un cebo andante que llama a atacar para cortar finalmente la cabeza de una serpiente que somos nosotros. Ir a Cho'n Delor es ir a celebrar con esos sucios hechiceros y sus zombies. No me interesa, lo mío es La Compañía."

Levanto la mano luego de que termina de hablar Ojopocho, llamando a las miradas hacia mí. Una vez Matagatos me ve, le asiento en señal de que me quedaré. Así podré proteger a nuestro líder máximo y creo que aquí habrá más peligro que en la ciudad de nuestro empleador.

AÑO: 201 DE KHATOVAR.

MES: OCHO (MES DE LA CEBRA, SEGUNDO DEL VERANO).

DIA: VEINTE DEL MES.

HORA: AL MEDIODÍA.

Miro al suelo cuando el cabo Matagatos pidió voluntarios, no quería esa misión. Aunque ser guardia del capitán era un gran honor el jorobado quería estar con sus compañeros en combate, no quería quedarse en retaguardia como paso durante la batalla del Fuerte Chuda. Pero si le designaban a él cumpliría la misión sin rechistar.

AÑO: 201.

Estación: Verano.

Mes: Séptimo. Mes de la Arena.

Día: 20.

MADRUGADA.

Era su quinta noche con la Quinta. Nadie lo había planteado, nadie lo había propuesto. Simplemente había ocurrido. Recuperado de sus heridas más graves, el destino simplemente había consumado lo que estaba predestinado y Ponzoña no solo ocupaba una parte de la vida de Khadesa sino también su tienda. Ya no solo los días, sino también las noches. No solo su sueños, sino también las pesadillas. No solo su alma, sino también su cuerpo.

La sintió agitarse y como un felino listo para la caza, despertó completamente. Sus pupilas se dilataron tratando de absorber la escasa luz reinante. No era la primera vez que ocurría. Quizá por ello se levantó y avivó la llama de la lámpara de aceite, rompiendo la oscuridad con sombreadas lenguas de fuego. Tras ello volvió a acostarse a su lado, observándola. Giraba sobre sí misma, braceaba, sudaba. Hablaba con los espíritus, quizás con la diosa. Así se lo había dicho. Y no quiso interrumpir aquella comunicación como uno no molesta al escarabajo pelotero que empuja una bola de excremento.

Pero cuando pareció calmarse un tanto, la abrazó, protector. Retiró un mechón húmedo de su frente y la llamó en un murmullo.

-Khadesa, Khadesa.

AÑO: 201.

Estación: Verano.

Mes: Séptimo. Mes de la Arena.

Día: 20.

MADRUGADA.

El viento cesa. Las hojas se arremolinan casi inermes a mis pies. Intento otear algo más, pero no hay nada, ninguna referencia. Giro sobre mis talones, ansiosa por encontrar algún detalle, algo que memorizar. Pero no hay nada. Gris. La nada. Me siento zarandeada y empujada. Una voz familiar, calor, luz. Mi cuerpo se proyecta...

Abro los ojos de par en par y boqueo como un pez tratando de ganar oxígeno. Emerjo a la realidad. Desorientada, braceo, buscando liberarme de la cárcel de fuego que me constriñe.

"Khadesa"

Esa voz...

Parpadeo.

"Khadesa"

Consigo ya enfocar mi vista en él, en mi hombre. Estoy en sus brazos, rodeada por él. Me relajo y me dejo arrullar. No me pregunta. Su forma de ser, tan silenciosa, es ahora una bendición. Tengo mucho que pensar. Mucho que rumiar. Vuelvo a dormirme arropada por él, exhausta. Me sumerjo en un sueño tranquilo, sin visiones esta vez. El rítmico latido de su corazón en mi oído me tranquiliza y acuna como la nana de una madre a su bebé. Una sonrisa se dibuja en mi somnoliento ya rostro. Bebés...

- Al alba...- murmuro- Al alba...

AÑO: 201 DE KHATOVAR.

MES: OCHO (MES DE LA CEBRA, SEGUNDO DEL VERANO).

DIA: VEINTE DEL MES.

HORA: AL MEDIODÍA.

Yo me ofrezco también voluntario- dice finalmente el tagliano. Con todo lo que había ocurrido con su fatídico entrenamiento, consideraba que no merecía el honor de ir de nuevo a la ciudad para recibir aquellos festejos. Lo mejor era quedarse en el campamento y cumplir la importante misión que le encomendaba Matagatos. 

AÑO: 201 DE KHATOVAR.

MES: OCHO (MES DE LA CEBRA, SEGUNDO DEL VERANO).

DIA: VEINTE DEL MES.

HORA: AL MEDIODÍA.

"Ojopocho, Peregrino y Sicofante... Bien."

-Muy bien, ya tenemos a los tres voluntarios. Permaneceréis aquí, con otros tres miembros de cada pelotón que quede aquí, para ayudar a Guardaespaldas y Segundo Guardaespaldas. Espero que no sea necesario que hagáis gran cosa en nuestra ausencia. 

AÑO: 201 DE KHATOVAR.

MES: OCHO (MES DE LA CEBRA, SEGUNDO DEL VERANO).

DIA: VEINTE DEL MES.

HORA: AL MEDIODÍA.

- Un Explorador, un Guerrero Cuerpo a Cuerpo y uno de Caballería. - pienso al comprobar los que nos hemos presentado voluntarios. He trabajado con ambos y sé que sin duda saben lo que hacen.

Asiento con la cabeza deseando que tenga razón y no tengamos demasiados contratiempos en su ausencia.

Ponzoña estaba acuclillado, acariciando el haz de madera de granadillo que Pipo le había traído. Eran varias las ramas, pero no todas parecían óptimas. Sin duda le llevaría tiempo pero confiaba en que el resultado fuera bueno y que Pipo se sintiera satisfecho de su trabajo. Era algo altruista en parte, pero el alma del Hiena gozaría de la sensación de paz que tallar la madera le proporcionaría.

Extrajo su pequeño cuchillo para tallar y comenzó a dibujar sobre la madera lo que serían las líneas maestras sobre las que comenzar su labor.

MATAGATOS:

- Serán necesarios otros dos Voluntarios para formar parte del Retén junto con Ojopocho.

BOTIN HOSTIGADORES:

• Caballos de Guerra del Triplete: 1.
• Alfanjón a dos manos.
• Lanza de caballería.
• Armadura de escamas.
• Cota de mallas.
• Armaduras de cuero: 15.
• Abalorios por valor de 40 platas.
• Monedas de plata: 75.
• Lanzas de dos manos: 18.
• Lanzas cortas: 75.
• Machetes: 5.
• Cuchillos: 12.
• Escudo redondo de acero.
• Hachas de mano: 5.

AÑO: 201 DE KHATOVAR.

MES: OCHO (MES DE LA CEBRA, SEGUNDO DEL VERANO).

DIA: VEINTICUATRO DEL MES.

HORA: AL MEDIODÍA.

La situación había cambiado, por desgracia para todos, y era necesario reunir de nuevo a los Hostigadores para solicitar un nuevo voluntario para guardar al Capitán en el campamento principal ante los peligros que se presentaran, mientras el resto acudían a la ceremonia de jura. Una vez consiguió reunir a todos, el líder de los Hostigadores habló.

-Seré breve. Nuestro hermano Peregrino ha caído, algo que todos lamentamos, y que deja un vacío en nuestras filas, y también en el retén que los Hostigadores íbamos a dejar para proteger el campamento y al capitán. Necesito un nuevo voluntario, ¿quién está dispuesto?

AÑO: 201 DE KHATOVAR.

MES: OCHO (MES DE LA CEBRA, SEGUNDO DEL VERANO).

DIA: VEINTICUATRO DEL MES.

HORA: AL MEDIODÍA.

Caracabra se movió incomodo en su sitio, no tenía que participar en la ceremonia ya era soldado y nadie le había pedido que fuera hermano de capa de otro soldado. Yo puedo quedarme. Aunque sabía que no era tan buen guerrero como Peregrino, creía que podría desempeñar esa tarea.

AÑO: 201 DE KHATOVAR.

MES: JIRAFA (MES NUEVE, TERCERO Y ÚLTIMO DEL VERANO).

DÍA: CUARTO DEL MES.

Matagatos volvió a convocar a todos los Hostigadores de nuevo, al menos, a los supervivientes a aquellas negras jornadas. Desde el maldito Fuerte Chuda, casi parecía que el pelotón no podía ejecutar ninguna tarea sin que parte de sus integrantes muriera. Una vez estuvieron todos, un ojeroso Matagatos se aclaró la garganta antes de hablar.

-Seré breve. La trágica muerte de Sicofante deja otra plaza vacante en el retén que se quedará a defender este campamento mientras vamos a Cho'n Delor. Necesito otro voluntario. 

AÑO: 201 DE KHATOVAR.

MES: JIRAFA (MES NUEVE, TERCERO Y ÚLTIMO DEL VERANO).

DÍA: CUARTO DEL MES.

- Parece que es deseo popular marchar hacia Cho'n Delor, Cabo. Parece que las historia de las maravillas que puedan encontrarse allí han calado en los oidos de los Hostigadores. Por mi parte, también deseo marchar, así que me veo en la obligación de plantearle que sea usted quien decida quien se queda ante la escasez de voluntarios. - Parece que nadie diría nada, y que él, el viejo leñador tendría que ser la voz de la razón tras una barba, y empuñando una de sus hachas.  Se cruzó de brazos, aun sosteniendo el hacha dejando el filo hacia la parte exterior, dejando que el frio metal acariciara la sien.

- El silencio otorgará razón, Cabo. - Le dijo ante la falta de otros comentarios por parte de los hostigadores.

AÑO: 201 DE KHATOVAR.

MES: JIRAFA (MES NUEVE, TERCERO Y ÚLTIMO DEL VERANO).

DÍA: CUARTO DEL MES.

Y allí estaba dando consejos el leñador que había hecho de partir ramas ajenas su profesión. Unos chasquidos que no pocos beneficios habían proporcionado a su anterior patrón, siempre que el pasado fuera pasado y no estuviera tiznado de un presente en demasía cercano. Pero si el anciano barbado pretendía dárselas de sabio había confundido hacha por cayado y no callando había probado la estulticia que el silencio hubiera velado.

- Te muestras excesivamente locuaz cuando según tú, Ikharus, el silencio otorga razón- solté con sorna.

AÑO: 201 DE KHATOVAR.

MES: JIRAFA (MES NUEVE, TERCERO Y ÚLTIMO DEL VERANO).

DÍA: CUARTO DEL MES.

- No estoy hablando contigo, Hijo. Una vez más, la ignorancia te hace morderte la lengua, haciendola más bífida si es que esto es posible. - Si Mago Serpiente solo tenía eso que decir, mejor hubiera tenido la boca cerrada. Para escuchar tonterías ya tiene a los exploradores.

AÑO: 201 DE KHATOVAR.

MES: JIRAFA (MES NUEVE, TERCERO Y ÚLTIMO DEL VERANO).

DÍA: CUARTO DEL MES.

¿Qué la ignorancia me hacía morderme la lengua?

A punto estuve de soltar una carcajada que dejaba a las claras lo que opinaba de su comentario. En verdad la edad le había afectado, eso o que tener el hacha tan cerca de su sien le enfriaba la cabeza hasta el punto en el que la razón se le congelaba y el ardiente sinsentido campaba a sus anchas. Si por algo había tenido yo problemas a lo largo de mi vida no había sido por ignorancia y aún menos por morderme la lengua, sino al contrario, por saber poner el dedo en la llaga, y algo más que saber: hacerlo.

Los incoherentes exabruptos de Ikharus eran precisamente prueba de ello. Le había dado donde le dolía con un sencillo comentario, sin insultos, y él en respuesta se había desgañitado insultando. Y es que le dolía saber, pero aún más que le recordaran, que si estaba en la Compañía no era por méritos propios, no era por sus consejos, aun menos por su sabiduría y tampoco por su habilidad con las armas... No, si estaba en la Compañía era por mí y solo por mí. Gulg le había rechazado una y otra vez y, ¡oh, casualidad!, ahora le aceptaban y en lugar de ir al pelotón de Campamenteros, como hubiera sido normal, acababa en el de Hostigadores conmigo. Los mandos le habían puesto allí para que me controlara, a él, un hombre incapaz de controlar su propia lengua.

Sin perder la sonrisa y encogiéndome de hombros llevé el índice a mis labios recordándole una vez más que según él el silencio daba la razón y que él no callaba.

AÑO: 201 DE KHATOVAR.

MES: JIRAFA (MES NUEVE, TERCERO Y ÚLTIMO DEL VERANO).

DÍA: CUARTO DEL MES.

Tras el intercambio de pullas entre Ikharus y su hijo, Matagatos se mantuvo en silencio. Un silencio sepulcral e incómodo, casi tangible, en el que dedicó unos segundos a mirar a cada Hostigador presente, repitiendo la operación durante un tiempo. Un silencio alargado de manera evidente, a la espera de que alguien se adelantara para cubrir el hueco que la terrible muerte de Sicofante había dejado en el retén de Hostigadores, alargado para intentar que alguien lo rompiera presentándose voluntario. Pero aquello no resultó. Finalmente, tras un minuto en el que sólo se escucharon los ruidos y conversaciones de fondo del campamento, Matagatos negó y suspiró.

-Sea pues. Ya que nadie se presenta voluntario para guardar al Capitán en nuestra ausencia, escogeré yo mismo. Uro, esta vez te ha tocado a ti. 

AÑO: 201 DE KHATOVAR.

MES: JIRAFA (MES NUEVE, TERCERO Y ÚLTIMO DEL VERANO).

DÍA: CUARTO DEL MES.

Dedos escuchó, con una ceja enarcada, los comentarios de Ikharus y Serpiente. 

Le parecía inverosímil que estuvieran insinuando lo que estaban insinuando, después de que Matagatos estuviese a punto de perecer y teniendo en cuenta que aún seguía moderadamente herido. Sintió rabia, y quiso decir mucho, pero aquello habría sido desautorizar al que, al fin y al cabo era su superior. 

Matagatos hacía caso omiso a tales habladurías, y al contemplarlo ignorar a aquellos dos hostigadores, Dedos no pudo sino reprenderse a si misma, por permitir que la hicieran reaccionar, y por no tomar su ejemplo. También se sintió culpable de no ofrecerse voluntaria ella misma, aunque tuviese sus razones. La pequeña K'hlata solía desanimarse con facilidad últimamente, y se encontraba disconforme con su propia actitud a menudo. 

Emitió un largo suspiro, y ligeramente cabizbaja, dio por concluida aquella reunión y se alejó del grupo, preguntándose si habría algo de comer con lo que llenar su estómago, que rugía, vacío, desde hacía ya un par de horas.