Partida Rol por web

AÑO: 202 DE KHATOVAR.

MES: CAIMÁN (MES TRES, ÚLTIMO DEL INVIERNO)

DÍA: SEGUNDO DE MES.

Soy la última en entrar a la Tienda, con expresión preocupada. La batalla de la puerta está cerca, y una herida como esa podría hacer que Manta se la perdiera. Sin embargo, el buen humor del antaño segundo de los campamenteros me hace tener la esperanza que no sea tan grave.

Una vez en la tienda, veo que Dedos se acerca a tratar la herida. Sabiendo que no es bueno que haya tanta gente en la tienda, y que Caracabra no va a querer apartarse de nuestro común amigo, me acerco. Supongo que ya no me necesitais. así que me marcho. Luego te haré una visita, amigo.

Antes de salir pongo una mano sobre el hombro del jorobado y le lanzo una sonrisa de ánimo.

AÑO: 202 DE KHATOVAR.

MES: CAIMÁN (MES TRES, ÚLTIMO DEL INVIERNO)

DÍA: SEGUNDO DE MES.

Manta compone una mueca a Dedos bastante graciosa, como diciendo «no se pudo evitar» y bajó la cabeza en señal de disculpa. Luego miró a Niña de Oro, que se iba.

— ¡Oye, Niña de Oro! ¿Podrías llevar mi armadura y a Lejana a mi tienda? Por favor —pidió el herido en voz baja, mientras con la mano del brazo derecho se desabrochó el cinturón de la cadera. Le tendió el cinturón completo a Niña de Oro, con la espada colgando de él en su funda, y entendió que Lejana era el nombre de la espada. Luego, se sentó en alguna de las camillas desocupadas mientras esperaba a que Matagatos lo atendiera.

AÑO: 202 DE KHATOVAR.

MES: CAIMÁN (MES TRES, ÚLTIMO DEL INVIERNO)

DÍA: SEGUNDO DE MES.

Asiento a Manta en silencio y vuelvo sobre mis pasos para cojer su cinto de armas. Luego me vuelvo a acercar donde Caracabra para cojer la armadura y me marcho. Antes de salir, me giro y saludo a los tres con la cabeza.

AÑO: 202 DE KHATOVAR.

MES: CABEZA CORTADA (PRIMERO DEL INVIERNO).

DÍA: 9. Poco después del alba.

La preocupación en el gesto de Loor es evidente; su postura corporal parece desprovista de esa confianza, de esa completa convicción, con la que se rodea como una armadura, y su mirada a Khadesa es de agradecimiento.

Por un segundo, es evidente lo tremendamente joven que es Loor. Pero sólo dura eso: un segundo.

- Gracias Khadesa. Se que no es culpa mía, pero... sin mi entrenamiento él no estaría ahí-  toma la infusión de manos de la quinta mientras observa como empiezan a tratar a Sabandija, buscando a Lengua Negra con la mirada- Lo siento cabo- dice tan pronto lo vea- no se como está pasando esto con los entrenamientos. Pero realmente necesitan entrenarse. Sabandija... ¿se recuperará?

Casi una disculpa, seguida de una pregunta llena de sincera preocupación. Luego da un sorbo a la infusión preparada por Khadesa.

AÑO: 202 DE KHATOVAR.

MES: CABEZA CORTADA (PRIMERO DEL INVIERNO).

DÍA: 9. Poco después del alba.

Otro herido, y este parecía grave. Y otra vez fruto del bastón de Loor. Matagatos no entendía que pasaba con los entrenamientos, además de manera cada vez más frecuente, e incluso algunos podrían decir que más letal. Bien parecía que toda la Compañía estaba maldita, pero no era el momento de pensar en eso. Ahora había que intentar salvar una vida. 

-Déjalo ahí-dijo, indicando un jergón libre, para después reunir las herramientas y mejunjes necesarios y empezar su trabajo. Y el primer paso era el más espectacular, y probablemente el más doloroso también. Con poca ceremonia, agarró firmemente el trozo de madera y lo sacó, lo que desde luego sí provocó sangrado. Sin embargo empezó a contenerlo pronto, para extirpar también cualquier posible astilla. 

-Creo que sí-respondió al rato, mientras trabajaba-aunque no sé si estará listo para asaltar la Puerta de Galdan. 

AÑO: 202 DE KHATOVAR.

MES: CAIMÁN (MES TRES, ÚLTIMO DEL INVIERNO)

DÍA: SEGUNDO DE MES.

Matagatos negó suavemente cuando apareció Manta herido, diciendo que le habían matado, y no puedo evitar suspirar levemente. 

-Pues eres el muerto más vivo que veo desde el cabo Barril. Anda, siéntate ahí, que te sacaré eso-dijo, mientras reunía algunas cosas que necesitaría. Asintió como agradecimiento, con una sonrisa, a Dedos cuando le acercó el desinfectante, antes de ponerse a la labor e indicar a la muchacha que se acercara.

-Vas a recibir otra lección. Muy bien Manta, esto va a doler. Pero si lo dejo ahí dentro, te morirás, así que...-explicó, mientras tendía al k'hlata un trozo de cuero para morder. Una vez este hubo aceptado o negado el ofrecimiento, empezó sin más ceremonia. Apresó firmemente el trozo de madera, y tiró sin ninguna contemplación hasta que consiguió extraerlo. Tras aquello, revisó rápidamente en busca de astillas, antes de dar algunos puntos y vendar fuertemente la zona.

AÑO: 202 DE KHATOVAR.

MES: HIENA (SEGUNDO DEL INVIERNO).

DÍA: CUARTO DE MES. Poco antes del anochecer.

El Cabo Lemur entra precipitadamente en la tienda de los heridos seguido de Preocupado, que arrastra una improvisada camilla en la que descansa el cuerpo ensangrentado y cubierto de heridas de Desastre.

- "¡Matagatos! ¿Dónde está el Cabo Matagatos?" - Pregunta a voz en grito sin reparar en si despierta o no a los que descansan allí.

AÑO: 202 DE KHATOVAR.

MES: HIENA (SEGUNDO DEL INVIERNO).

DÍA: CUARTO DE MES. Poco antes del anochecer.

Matagatos ya estaba terminando sus últimas labores, antes de ir a dormir, cuando escuchó como unos cuantos entraban en la tienda, llamándole a gritos. Al principio se molestó, y estuvo a punto de salir a increpar al alborotador. Pero cuando cayó en que se trataba del cabo Lemur, y en el tono de verdadera urgencia en su voz, comprendió que se trataba de alguna emergencia. Mientras aparecía rápidamente, se preguntó qué habría pasado esta vez. ¿El Capitán Analista estaría peor de sus dolencias? ¿Otro entrenamiento letal? El oscuro no tenía modo de saberlo.

-¿Qué ha pasado, cabo Lemur?-preguntó, con preocupación, reparando entonces en el cuerpo de Desastre que habían arrastrado hasta allí. Empezó a reunir apresuradamente varias hierbas y emplastos, así como los útiles que necesitaría para cerrar aquellas heridas. 

AÑO: 202 DE KHATOVAR.

MES: HIENA (SEGUNDO DEL INVIERNO).

DÍA: CUARTO DE MES. Poco antes del anochecer.

- "No lo sabemos." - Explica Lemur con rapidez. - "Desastre tenía permiso para salir a cazar con sus leones... Sin alejarse más de un par de kilómetros del Campamento. Los guardias del perímetro exterior encontraron a sus leones que lo arrastraron así hasta allí. Improvisaron una camilla y bueno..." - Dice mirando el cuerpo de Desastre.

Matagatos se percata de que el K'Hlata aun respira... A duras penas pero respira.

AÑO: 202 DE KHATOVAR.

MES: HIENA (SEGUNDO DEL INVIERNO).

DÍA: CUARTO DE MES. Poco antes del anochecer.

Apareció corriendo escasas milesimas de segundo antes que el Cabo Lemur, iba a empezar a buscar a Lagrimita a voces pero la camilla apareció casi detrás suyo. Abrió hueco para colocar a Desastre donde el responsable de la tienda indicase. Miró a los leones, esperando ver que hacían, sería problemático si montaban un escandalo en la tienda cuando empezasen a atender al carnaza.

Gilipollas, ahí fuera solo... Masculló para si mismo. Más te vale no morirte, capullo.

Desastre podía ser un tipo insoportable a veces, podía ser una autentica calamidad pero por encima de todo era un hermano. Aunque tuviesen sus mas y sus menos. Miró a Lemur con gesto serio.

Cabo, los que le emboscaron están ahí fuera... Quizás sería bueno mandar una patrulla a revisar el perimetro del campamento.

AÑO: 202 DE KHATOVAR.

MES: HIENA (SEGUNDO DEL INVIERNO).

DÍA: CUARTO DE MES. Poco antes del anochecer.

Matagatos escuchó las palabras de Lemur mientras terminaba de reunir todo lo necesario. Demasiadas heridas. Puede que ya estuviera muerto. Pero un primer y breve análisis dejó claro que aún había algo de vida en el soldado.

-Aún respira...-dijo, mientras empezaba a intentar arrancar al k'hlata de los brazos de la muerte.

AÑO: 202 DE KHATOVAR.

MES: PRIMERO (MES DE LA CABEZA CORTADA, PRIMERO DEL INVIERNO).

DÍA: 4

El faldón de la enfermería se hizo a un lado, apartado desmañadamente por un brazo musculado y cubierto de tatuajes sinuosos. La enorme silueta de Uro, el Elegido de la Diosa, se dibujó contra la luz del mediodía. Un cuerpo exangüe colgaba sobre su hombro, sin atisbo de vida, inerte.

El Ungido atravesó la tienda hasta un catre vacío, depositando sobre él a la mujer que transportaba.

— Curanderos... —musitó jadeante— Derviche necesitar cuidados...

Tras esas palabras, el Cazador de Cabezas se derrumbó junto al camastro, quedando sentado y con la rotunda testa apoyada en el pecho, agotado hasta la extenuación. Quizás la fanática no fuera la única que precisaba de la atención de los sanadores...

AÑO: 202 DE KHATOVAR.

MES: HIENA (SEGUNDO DEL INVIERNO).

DÍA: CUARTO DE MES. Poco antes del anochecer.
_____________________________________________________

A pesar de el goteo continuo de heridos que parecen peregrinar del campo de entrenamiento a la tienda de manera ininterrumpida durante estas últimas semanas, la velada se prometía tranquila. Las tareas rutinarias eran algo que apenas tardaba ya en hacer, y sólo el mantenimiento de los fuegos y la esterilización del material de cirugía que había disponible en la tienda me ocupaban un tiempo significativo.
Hasta que entró el cuerpo casi exánime de Desastre, precedido por el Cabo Lemur. Algo se agitó en mi estómago y la impotencia volvió a mi. Apenas un instante. Horas de cuidados tomaron la iniciativa y comencé a preparar el instrumental antes de que incluso Matagatos hiciera su inspección preliminar. Le tendía lo necesario siguiendo los protocolos aprendidos, y ya tenía un fuego a punto, así como el material estéril listo.
Hablar era lo de menos. La historia de lo ocurrido fluirá sola. Lo importante es salvar la vida de Desastre.

AÑO: 202 DE KHATOVAR.

MES: HIENA (SEGUNDO DEL INVIERNO).

DÍA: CUARTO DE MES. Poco antes del anochecer.

Aparezco justo detrás de la comitiva mientras escucho las palabras de Grito. La furia me carcome por dentro mientras veo el las manchas de sangre y las flechas clavadas en el cuerpo de mi Hermano Desastre. Tengo la lanza aún conmigo, lo cual me reconforta un poco en estos momentos de desdicha. 

No hace falta saludar a mis Hermanos, un movimiento de cabeza es ahora suficiente.

-Yo saldré, Cabo-digo con ímpetu mientras mis ojos van de él a la masa sanguinolenta que es ahora Desastre. -Esto no puede quedar así... Tenemos que ver quién ha hecho esto, aun podría alcanzarlos.

AÑO: 202 DE KHATOVAR.

MES: PRIMERO (MES DE LA CABEZA CORTADA, PRIMERO DEL INVIERNO).

DÍA: 4

Aquella mañana les sorprendió otro herido. En este caso, Derviche, después de su entrenamiento con Uro. Matagatos acudió a ver lo que ocurría, y empezó a tratar a la k'hlata, aunque en principio no parecía haber heridas de gravedad.

-¿Ha sufrido un accidente entrenando? ¿O sólo los golpes habituales?-preguntó, mientras revisaba su estado. 

AÑO: 202 DE KHATOVAR.

MES: CAIMÁN (MES TRES, ÚLTIMO DEL INVIERNO)

DÍA: SEGUNDO DE MES.

Manta de buen grado aceptó el paño para morderlo y no gritar. Fue doloroso, y mucho. Pero una vez terminó, miró agradecido a Matagatos.

— ¿Sería bueno que me quedase aquí, o puedo volver a mi tienda y hacer guardias? Sé que sin entrenar por unos días —preguntó a su Cabo.

AÑO: 202 DE KHATOVAR.

MES: CAIMÁN (MES TRES, ÚLTIMO DEL INVIERNO)

DÍA: SEGUNDO DE MES

Matagatos apenas lo pensó un segundo antes de responder, negando con la cabeza.

-No es necesario que te quedes. No reviste mucha gravedad, con que no hagas demasiados esfuerzos unos días, debería curar bien. 

AÑO: 202 DE KHATOVAR.

MES: HIENA (SEGUNDO DEL INVIERNO).

DÍA: CUARTO DE MES. Poco antes del anochecer.

Estaba ayudando en la tienda de heridos, aunque a punto de irme a mi tienda, cuando veo entrar a Desastre. No era santo de mi devoción desde la Guardia de Honor, pero seguía siendo un hermano, y la visión de un hermano medio muerto me enervaba.

Indómito practicamente me quita las palabras de la boca.

- Yo también voy. - Miro a Matagatos algo desafiante, aunque en realidad en los ojos hay súplica. - Sabes que soy buena escondiéndome en la oscuridad, y creo que puedo ser de ayuda.

AÑO: 202 DE KHATOVAR.

MES: HIENA (SEGUNDO DEL INVIERNO).

DÍA: CUARTO DE MES. Poco antes del anochecer.

Matador acudió corriendo a la tienda de los heridos cuando se enteró de lo de Desastre. Su compañero fue uno de los que salió peor parado cuando le dio su ataque de furia en la batalla y el que más hizo por quitarle hierro al asunto y ayudarle a su reincorporación.

Escucha a los allí reunidos y sabe que sólo con su gesto no hace falta que añada que si se monta una partida de exploración para averiguar lo ocurrido, el será un voluntario.

Espera pacientemente que tomen una decisión tanto como que le indiquen el estado en que se encuentra su hermano.

AÑO: 202 DE KHATOVAR.

MES: HIENA (SEGUNDO DEL INVIERNO).

DÍA: CUARTO DE MES. Poco antes del anochecer.
_________________________________________________

Alzo la cabeza perdiendo un poco el hilo de la maniobra de restañar heridas que Matagatos aplica en las flechas clavadas, y miro al personal presente, el cual empieza a abarrotar el lugar, hablando de temas militares.
- Será mejor que salgáis fuera de la tienda a hablar de estos asuntos. En todo caso, no se verá un pijo en nada, y a pie no vais a conseguir una mierda. Unos Exploradores a caballo serían lo ideal. Mientras haya luz, claro. - me encojo de hombros, mientras señalo la puerta. - Ahora largo... - devuelvo mi atención al proceso que sigue Matagatos para con el apenas vivo Desastre.