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La Compañía Negra 3: Tierra de Sombras.

Seldochura.

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01/06/2020, 16:55
Infantería: Soldado Nueva Plumilla.

DÉCIMO CUARTO DÍA DE LA RUPTURA DE LA ROCA.

AÑO: 4715 RA.

MES: CALISTRIL (MITAD DEL INVIERNO, MES DOS).

DÍA: 15, DÍA DEL SOL.

HORA: POCO ANTES DEL ATARDECER. - CLIMA: CIELO GRIS MUY OSCURO. HACE FRÍO.

Plumilla inspiró con sorpresa cuando la cosa esa explotó, llenando todo a su alrededor de acido y destrozando los dos guerreros enloquecidos que restaban aun vivos. Parpadeó tratando de entender lo que había ocurrido y finalmente cabeceó, las criaturas y gentes de este lugar poseían una locura que era difícil de comprender y quizás… era mejor no comprender. Miró de reojo hacia el Sabueso, el único nativo de ese lugar… Por lo menos él parecía suficientemente cuerdo.

Observó con ojo crítico al resto de sus compañeros y suspiró, le quedaba un buen trecho de trabajo y esperaba que hubiera suficientes vendas para todos. – Lagrimita, ¿podrás echar un ojo a Caracabra? Voy a recuperar mi jabalina y lanza, no tardaré, pero prefiero que alguien lo esté vigilando por si empeora… los espíritus no quieran. – Sonrió cansada al Oscuro y rápidamente y con cuidado recuperó la jabalina que la había herido tiempo atrás y la lanza corta que la había seguido desde el otro lado, desde su sabana natal.

Volvió enseguida al costado del caído soldado, agradeciendo que aun estuviera estable. ¿Por qué no podían usar una de esas pociones en él? ¿Para que se recuperara lo suficiente para no estar herido de muerte? Se sentiría más segura si no estuviera inconsciente… no era lo mismo estar casi muerto en el campamento de la Compañía que estar malherido y casi muerto en la mitad de ningún sitio…

Cabo Barril, si se me permite… El soldado Caracabra está estable pero aun peligra su salud, en su estado no deberíamos moverlo, pues cualquier movimiento brusco causaría que sus heridas volvieran a abrirse y recurriría en un peligro grande de perder mucha sangre. – comentó a modo de informe médico, - Además, me gustaría revisar al resto de soldados para asegurarme que todas las heridas graves están vendadas para impedir infecciones. – Se mordió el labio y finalmente preguntó, - ¿No quedan más viales de los que nos diera la señora de la misión? Me sentiría más cómoda si Caracabra estuviera como mínimo consciente… y eso es posible que no ocurra en, como mínimo, un día si las heridas cicatrizan a una velocidad natural y se mantiene en una situación estable.

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01/06/2020, 17:09
Infantería (P): Cabo Barril, Jefe de Infantería.

DÉCIMO CUARTO DÍA DE LA RUPTURA DE LA ROCA.

AÑO: 4715 RA.

MES: CALISTRIL (MITAD DEL INVIERNO, MES DOS).

DÍA: 15, DÍA DEL SOL.

HORA: POCO ANTES DEL ATARDECER. - CLIMA: CIELO GRIS MUY OSCURO. HACE FRÍO.


 

Barril miró intensamente a Analista, muy intensamente detrás de su casco. Luego se oyó un sonido como de sorber mocos y un suspiro.

— Si hubiera una taberna ahí mismo, hubiera entrado con ese bicho de los cojones a tomar un grog, ¿sabes Analista? Quiero una taberna pero ya. — ​​​​​​

Luego el enorme Oscuro se volvió hacia la pequeña y frágil Plumilla. Su preocupación era auténtica, así como sus ganas de luchar, simplemente su cuerpo no la acompañaba en su empeño. Pero se había ganado su puesto en esta misión, como todos.

— No hay más de esas que dices, Plumilla. Aunque a lo mejor podemos hacer algo.

Analista, puede que fuera bueno forzar el intercambio con Seldocha aquí. Revelar nuestro lugar exacto es algo que no querría hacer, si bien puede que ya lo sepan, y recibir la segunda parte del pago nos permitiría ponernos antes en marcha. Son cinco días hasta el campamento, y con Caracabra así... —

Como encargado de la logística, era labor del Oficial el tomar la decisión final, pero entraba dentro de las atribuciones de Barril el aconsejar y dar otros cursos de acción al Mando.

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01/06/2020, 18:29
Infantería: Soldado Nuevo Lombriz.

DÉCIMO CUARTO DÍA DE LA RUPTURA DE LA ROCA.

AÑO: 4715 RA.

MES: CALISTRIL (MITAD DEL INVIERNO, MES DOS).

DÍA: 15, DÍA DEL SOL.

HORA: POCO ANTES DEL ATARDECER. - CLIMA: CIELO GRIS MUY OSCURO. HACE FRÍO.

Lombriz estaba llegando al límite de su resistencia física. El último lanzamiento fue un fracaso antes incluso de que el arma arrojadiza saliera de su mano, y así fue. En parte agradeció a Barril el no verse envuelto en una melee, pues dudaba mucho de poder aguantar lo suficiente para hacer algo medianamente competente.

Entonces ocurrió. 

Tras muchos proyectiles fallados, Guepardo, aquel que había fracasado estrepitosamente en la misión de los bichos, logró un lanzamiento que acertó en algún punto vital de la criatura perseguidora, que de igual manera a una sandía lanzada contra un árbol, explotó, salvo que en vez de delicioso jugo, bañó en un corrosivo ácido a todos aquellos desharrapados que se arremolinaban como moscas a su alrededor.

Papilla de hombre, fue lo que pensó un cansado Lombriz al ver contemplar con alivio como aquella poderosa criatura moría finalmente, llevándose consigo a sus atacantes.

No dijo nada, tan solo se limitó a recoger sus lanzas, y una vez hecho esto, se acercó al cabo Barril.

-Mi cabo- Sonaba muy cansado -¿Quizás una palabras para el pobre de Matador? ¿Un pequeño túmulo de piedras a modo de despedida?- 

Pero el K'Hlata ya no podía más, y las piernas le fallaron, cayendo al suelo sentado, a plomo, como una piedra en el agua. En aquel momento le daba igual todo, incluso las palabras de Analista en favor de Sabueso. Ni aquello le molestó, solo quería dormir durante una semana entera.

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01/06/2020, 18:43
Hostigadores: Soldado Nuevo Guepardo.

DÉCIMO CUARTO DÍA DE LA RUPTURA DE LA ROCA.

AÑO: 4715 RA.

MES: CALISTRIL (MITAD DEL INVIERNO, MES DOS).

DÍA: 15, DÍA DEL SOL.

HORA: POCO ANTES DEL ATARDECER. - CLIMA: CIELO GRIS MUY OSCURO. HACE FRÍO.

Observó caer a Caracabra y una rabia inundó al joven al ver a su compañero hostigador abatido. Solo el buen tajo de Analista evitó que Guepardo empalara salvajemente al último de los harapientos trabado con ellos y causante de la herida del deforme k'hlata. Viendo cómo Plumilla acudía en su ayuda fijó su atención en el resto de harapientos y en la cosa extraña que poco a poco iba acabando con ellos.

Estuvo tentado en cargar y descargar su furia contra el bicho y luego el resto de dementes, pero su voluntad y disciplina hicieron que siguiera al pie de la letra las órdenes de Barril. Avanzó levemente para tener una distancia óptima contra la criatura y extrayendo una lanza corta de su arnés de lanzas, sacó la primera de sus dos lanzas. Con ira arrojó el arma que, pese a ir con fuerza se estrelló contra el caparazón quitinoso del monstruo.

Tranquilo. Concéntrate en darle, se dijo expirando por la boca y sacando su última lanza mientras veía cómo el círculo de asaltantes se reducía, cayendo poco a poco todos ante la letalidad de aquel ser. Se tomó unos momentos y esperó, viendo cómo las lanzas de sus camaradas no lograban herir al ser o atravesaban a sus enloquecidos oponentes. Pero no al bicho.

Realizó amagos mentales de cómo la iba a arrojar y donde pretendía darle. En el pecho, a su izquierda, donde debería tener un corazón o lo que sea... en cuanto ese loco se aparte..., se dijo mentalmente cuando el loco cayó destrozado por el Cazador y pudo verlo en plenitud. ¡Ahora!

Y la lanza que voló con potencia y con fuerza se clavó donde el joven jaguar pretendía colocarla. No rebotó, mas se introdujo totalmente en el pecho de la criatura que emitió un fuerte quejido chirriante, antes de comenzar a convulsionarse y estallar unos instantes después en una explosión ácida que a su vez destrozó a los dos últimos harapientos que había junto a él.

Guepardo, perplejo, sintió cómo llovía y que una gota picaba mucho en su mejilla. Con rapidez se limpió el ácido y comenzó a quitarse cosas sólidas que habían caído sobre su armadura.

¿Eso es un ojo?

Escuchó la enhorabuena de varios de sus camaradas y el jaguar dibujó una suave sonrisa y asintió grato.

- Es trabajo de todos - dijo pensando en el esfuerzo de los presente y el buen hacer de Barril al ordenar arrojar armas desde la distancia. De haber ido al cuerpo a cuerpo... hubieran terminado como los dos últimos desgraciados harapientos. Y también pensó en la fortuna otorgada por la Madre, la fuerza que le había dado el Jaguar y la serenidad que le había aportado su padre desde el más allá. Y se lo agradeció silenciosamente.

Poco después trataba de recuperar armas arrojadas y caídas por la zona. Mientras lo hacía no pudo evitar preguntar en voz alta.

- ¿Quienes eran estos locos? - inquirió mirando durante un instante tanto a Analista como a Sabueso. De saberlo, alguno de ambos tendrían, quizás, una respuesta. 

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01/06/2020, 19:18
Infantería (P): Cabo Barril, Jefe de Infantería.

DÉCIMO CUARTO DÍA DE LA RUPTURA DE LA ROCA.

AÑO: 4715 RA.

MES: CALISTRIL (MITAD DEL INVIERNO, MES DOS).

DÍA: 15, DÍA DEL SOL.

HORA: POCO ANTES DEL ATARDECER. - CLIMA: CIELO GRIS MUY OSCURO. HACE FRÍO.


 

Barril asintió en dirección a Lombriz. Era un soldado demasiado perturbado e imprevisible, pero no había dicho ninguna tontería.

— Todo a su tiempo, Lombriz todo a su tiempo. Me gustaría que toda la Compañía escuchase lo que se ha de decir de Matador y su destino final, no sólo nosotros. Pero si quieres dejar una marca en su honor aquí, se puede hacer después de desenterrar nuestras cosas. No es el fin que quería para esa fosa, pero servirá para ello asimismo. —

Barril se incorporó mientras dejaba a Analista tiempo para sopesar su propuesta. En su mente ya se acumulaban las tareas que eran necesarias para pasar aquí la noche, y pondría a los soldados a trabajar en breve. El tiempo de descansa se estaba agotando con rapidez; ah, qué rápido pasaban los momentos de solaz. Echó un trago de su odre de agua mirando con cierto rencor irracional a Analista por recordarle la cerveza de la que le separaban cinco largos días (si es que no se habían bebido toda los mastuerzos que quedaron en Verdín), y pensó en quitarse las botas. No lo hizo. Hasta que el campamento no estuviera listo, no se le ocurriría hacerlo, ya que puede que no pudiese volver a ponérselas.

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02/06/2020, 10:59
Infantería (P): Soldado Novato Lagrimita.

DÉCIMO CUARTO DÍA DE LA RUPTURA DE LA ROCA.

AÑO: 4715 RA.

MES: CALISTRIL (MITAD DEL INVIERNO, MES DOS).

DÍA: 15, DÍA DEL SOL.

HORA: POCO ANTES DEL ATARDECER. - CLIMA: CIELO GRIS MUY OSCURO. HACE FRÍO.


Cuando el guerrero de la colmena, el aniquilador enviado a cobrar venganza por la muerte de Adriana y puede que del resto de seres que dieron muerte en aquel fuerte prisión explotó, Lagrimita no pudo evitar dejar escapar un sincero y prominente grito de victoria cargado de júbilo. - ¡POR FIN! ¡VICTORIA DUODÉCIMA! !BRAVO GUEPARDO, BRAVO! - Había exclamado espada en alto, repitiendo una segunda vez aquella alabanza hacia el humilde jaguar, que restaba importancia a su hazaña, por más razón que tuviera. Para ser totalmente justos, debían dar las gracias a los siete enloquecidos harapientos que les salieron al paso, principales valedores del explosivo final del engendro.

El oscuro suspiró aliviado luego, segundos antes se había abierto hueco en el frente derecho apartando un cadáver tras dejar el botiquín en buenas manos, dispuesto a usar una de las dos armas que no sufrían daños ante esa corrosiva sangre. Se habían librado de un desenlace muy distinto de no ser por aquel oportuno y certero lanzazo, cuyo hueco en la historia de los nuevos anales de compañía estaba garantizado. Pudo ver aquel mismo sentimiento en los ojos de Barril, cuando se acercó a compartir la victoria, dándole una palmada en el hombro, felicitándole por su mando.

Así transcurrieron los primeros minutos después del finado combate, en los que fue repartiendo elogios, palmaditas y algún que otro abrazo sentido, según le fue saliendo del corazón. Estaba más que justificado después de todo lo que habían pasado, sufrimiento, pérdida, desgaste físico y mental, etc.

Recogió su daga y la guardó, acudiendo al lugar donde Caracabra reposada mientras Plumilla recogía sus lanzas diseminadas por el lugar. Otros hicieron lo propio mientras que Dedos primero y Guepardo después, registraron los cuerpos y aprovechar de paso cualquier material útil que pudieran obtener de ellos. Los quince minutos de descanso otorgados por el cabo fueron bien recibidos, tenían por delante la labor de recuperar los pertrechos enterrados y montar el campamento, necesitaban reponer fuerzas.

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02/06/2020, 14:45
Analista.

DÉCIMO CUARTO DÍA DE LA RUPTURA DE LA ROCA.

AÑO: 4715 RA.

MES: CALISTRIL (MITAD DEL INVIERNO, MES DOS).

DÍA: 15, DÍA DEL SOL.

HORA: POCO ANTES DEL ATARDECER. - CLIMA: CIELO GRIS MUY OSCURO. HACE FRÍO.


-No me cabe duda de que Seldocha conoce la ubicación del campamento, pero le interesó personarse ante nosotros en este lugar. Ya éramos una partida de caza con un objetivo y además el número adecuado de personas. Además, me gustaría que el Capitán estuviera presente cuando ello ocurra -dijo Analista a Barril antes de que se marchara.

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02/06/2020, 16:10
Instrucción: Aspirante Sabueso.

DÉCIMO CUARTO DÍA DE LA RUPTURA DE LA ROCA.

AÑO: 4715 RA.

MES: CALISTRIL (MITAD DEL INVIERNO, MES DOS).

DÍA: 15, DÍA DEL SOL.

HORA: POCO ANTES DEL ATARDECER. - CLIMA: CIELO GRIS MUY OSCURO. HACE FRÍO.


 

Sabueso estaba tan acostumbrado al castigo y a ser considerado poco más que un animal que, de nuevo, no supo cómo reaccionar ante las palabras de Analista. También sentía que debía meditar el hecho de que le daba la libertad, que para él era un concepto extraño. Su vida había sido escuchar y obedecer. Por un lado Ama Seldocha no lo maltrataba demasiado, pero esos mercenarios extranjeros lo trataban como a uno más, y sentía una enorme curiosidad por saber por qué hacían las cosas como las hacían. Debía pensar en su decisión.

— Sabueso contactará con el Augur como pide Analista, pero Sabueso no está seguro de que el ritual permita llegar esa información... o que Seldocha acceda a visitar aquel lugar que indica. Pero Sabueso hará lo posible. — hizo una pequeña reverencia y fue a retirarse, pero se detuvo.

Orientó su cabeza hacia Guepardo, quien preguntó acerca de los harapientos. Lo miró con sus ojos cosidos antes de que se marchara:

— Sabueso tiene buenos oídos y sabe algo. Antes había una gran compañía de mercenarios cerca de Pangolais. Era mucho más grande que la Pequeña Compañía que hay hoy aquí y la que está en Verdín. En el pasado tuvo arcos, caballos y hombres. Se dice incluso que llegó a tener cien, o doscientos guerreros, quizás. Pero las guerras pueden enriquecer o empobrecer, según en qué lado uno se ponga. Si uno se pone en los dos, a veces la fortuna va la otra dirección... — Hizo una pausa, recordando algo — Sabueso no recuerda el nombre con claridad, pero cree que la llamaban la Compañia Audaz... O tal vez Locuaz. Poco importa ya, porque poco queda de ella.

Sabueso oyó también que hace pocos meses alguien pagó a esa compañía para hacer lo que las compañías de mercenarios hacen. ¿De dónde vino el oro? Tal vez de Druidas Sombríos, tal vez... ¿Quién quería mercenarios? Agentes como Seldocha quieren mercenarios, y no se manchan las manos mientras haya quien se las manche por ellos, pero eso ya se sabe. La sangre a derramar era la de las Brujas de la Cábala Negra. — reprimió un pequeño escalofrío.

Según se cuenta, los mercenarios fueron confiados en su victoria. Eran hombres recios como el cuero, y Las Brujas deberían haber sido aniquiladas fácilmente. Sí, eso pensaban. Pero la Compañía Audaz, o tal vez Fugaz... no volvió a ningún lado. No se sabe qué ocurrió. Se dice que los pocos que quedaron se volvieron locos, y desde entonces vagan por estos bosques, enloquecidos por quién sabe lo que vivieron. en su lucha contra las Brujas.

Sabueso oyó decir a Seldocha que no son más de cincuenta los que aún vagabundean entre los árboles. Aunque también se dice que algunos de ellos ahora viven... o más bien habitan, en las zonas más profundas del Bosque. No viven porque dicen que murieron, pero habitan porque dicen que aún se mueven. — dijo encogiéndose de hombros.

Todo esto ha oído Sabueso, ¿pero quién sabe cuánto es cierto? Sabueso no lo sabe... Los rumores rara vez cuentan toda la verdad, pero siempre muestran una parte de ella. Saber cuál es esa parte es lo difícil.

Y sin decir nada más, inclinó la cabeza y se retiró a las afueras del campamento a llevar a cabo sus rituales en silencio.

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02/06/2020, 20:09
Infantería (P): Cabo Barril, Jefe de Infantería.

DÉCIMO CUARTO DÍA DE LA RUPTURA DE LA ROCA.

AÑO: 4715 RA.

MES: CALISTRIL (MITAD DEL INVIERNO, MES DOS).

DÍA: 15, DÍA DEL SOL.

HORA: POCO ANTES DEL ATARDECER. - CLIMA: CIELO GRIS MUY OSCURO. HACE FRÍO.


 

Barril asintió a las palabras de Analista mientras observaba los alrededores.

— Bien entonces, preparémonos para hacer noche y dado el caso, partiremos en la mañana, de ser posible. Sin embargo exhorto a los que hagan guardia a que estén especialmente atentos esta noche. puede que lo que nosotros queramos no sea lo mismo que lo que quiera nuestra patrona, y se presenten de improviso. Dirigió un metálico encogimiento de hombros hacia Analista.

El grueso Cabo llamó la atención de Guepardo con unos gestos ante las palabras de Sabueso. Cuando este terminó su historia, se puso en pie con dificultad. Se había lavado los pies pero aún le escocían a rabiar. Eso y el golpe de espada que le había fisurado un par de costillas seguramente, a pesar de que la armadura se había llevado lo peor del ataque.

— Ahí tienes la respuesta a tu pregunta Guepardo. Esos enloquecidos diablos eran unos mercenarios contratados para acabar con una cábala de Brujas. No les salió bien el asunto y quedaron algo... "tocados". Desde entonces vagan por el bosque. Quién sabe si tuvieron algo que ver con el ataque a la caravana de vistani que supuestamente debíamos escoltar.

Lo que me extraña es que estos tipo no llevan agua, ni comida. No parece que puedan moverse demasiada distancia de donde quiera que acampen sin dejar un rastro claro con todo ese metal que llevaban encima y su manera perturbada de comportarse. Mañana quiero un equipo de rastreo, puede que antes de irnos echemos un vistazo a ver de dónde venían.

Barril le seguía dando vueltas al hecho de que sin los Harapientos, probablemente el Cazador les hubiera matado a todos, y que sin el Cazador, los Harapientos hubieran dado cuenta de ellos con bastante certeza. Así que no sabía si rezar o maldecir, quizás una mezcla de ambas estaría bien. En este caso el eslabón más débil había sobrevivido, lo cual venía siendo la especialidad de la Compañía Negra desde hacía un tiempo.

— Puto Analista, necesito una taberna pero ya... —

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02/06/2020, 23:11
Hostigadores: Soldado Nuevo Guepardo.

DÉCIMO CUARTO DÍA DE LA RUPTURA DE LA ROCA.

AÑO: 4715 RA.

MES: CALISTRIL (MITAD DEL INVIERNO, MES DOS).

DÍA: 15, DÍA DEL SOL.

HORA: POCO ANTES DEL ATARDECER. - CLIMA: CIELO GRIS MUY OSCURO. HACE FRÍO.

Guepardo escuchó la narración de Sabueso sobre el posible origen de aquellos dementes y torció el gesto con desgrado.

Mercenarios..., pensó no pudiendo evitar fijarse en ellos mismos. ¿Terminaremos igual que ellos, malditos y diezmados en un lugar perdido? No estamos muy lejos de eso, admitió apesadumbrado. Barril le llamó y le hizo un inciso interesante, teniendo que admitir que si los tipos no iban bien avituallados, sin comida para varios días, posiblemente es que su lugar de origen no estuviera muy lejos. Tendrían que tener cuidado y asintió ante la sugerencia de hacer un leve rastreo para hacerse una idea de por donde habían llegado.

- Lo que me inquieta es que, después de desaparecer, esperaron pacientemente a que retornáramos. Sabían que íbamos a volver. ¿Cómo es posible que...? - comenzó a preguntarse pero se calló en seco y recordó lo que Sabueso había dicho. La Compañía Audaz hizo un trabajo para Seldocha contra las Brujas que los maldijeron. Sin duda debieron emplear piedras mágicas para viajar, familiarizándose con ellas, y supusieron que ellos retornarían eventualmente. Suspiró.

- Cabo, no terminemos como ellos - dijo entre petición y exigencia a su superior, siendo él uno de los que tratara con aquellos individuos poderosos y sombríos. Y al parecer problemáticos.

Llamado por Lagrimita y Plumilla escuchó que deseaban que les ayudara con el cuidado de los heridos durante la tarde y toda la noche. El jaguar sonrió entre divertido e irónico. Resultaba gracioso que él, campeón en ocupar la Tienda de Heridos y camastros de convalecientes, tuviera que atender a otros. Era algo novedoso. Se preguntó quien les habría hablado de sus habilidades de sanación, ya que él no recordaba haberlo hecho. Pero el caso es que primero de su madre, en la tribu jaguar; del viejo nómada después, durante su año en el exilio; y finalmente durante su asiduidad en la Tienda de Heridos, observando a los diversos sanitarios, habían hecho del joven explorador alguien conocedor de algunas técnicas de sanación. Asintió conforme y acordó con ellos cómo organizarse.

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03/06/2020, 00:17
Infantería (P): Cabo Barril, Jefe de Infantería.

DÉCIMO CUARTO DÍA DE LA RUPTURA DE LA ROCA.

AÑO: 4715 RA.

MES: CALISTRIL (MITAD DEL INVIERNO, MES DOS).

DÍA: 15, DÍA DEL SOL.

HORA: POCO ANTES DEL ATARDECER. - CLIMA: CIELO GRIS MUY OSCURO. HACE FRÍO.


 

- Cabo, no terminemos como ellos -

Cuando pasa al lado de Guepardo, Barril le da una palmada en el hombro mientras se inclina ligeramente sobre el K'Hlata, y con una tenue voz metálica se dirige a él.

— Eso depende del Capitán, soldado, yo sólo trabajo aquí. —

Con extremos cuidado de pisar sin demasiada fuerza, el orondo Oscuro se aleja en pos del arroyo. La noche será larga y un odre de agua era un mal consuelo en vez de uno de cerveza, pero menos era nada.

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03/06/2020, 01:06
Hostigadores: Soldado Novato Frontera.

DÉCIMO CUARTO DÍA DE LA RUPTURA DE LA ROCA.

AÑO: 4715 RA.

MES: CALISTRIL (MITAD DEL INVIERNO, MES DOS).

DÍA: 15, DÍA DEL SOL.

HORA: ATARDECER. - CLIMA: CIELO GRIS MUY OSCURO. HACE FRÍO.


Mientras los demás descansaban y los curanderos atendían uno a uno a los heridos, que eran prácticamente todos, Frontera preparó una cena frugal pero saciante con las provisiones variadas que tenían, y fue encargándose de repartirla. 

—Aquí tenéis, compañeros. No dejéis que se enfríe...

Se acercó al Cabo Barril para ofrecerse para las guardias.

—Cabo, me encargaré de la primera guardia de la noche, si os parece bien. Tendré los ojos bien abiertos. 

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03/06/2020, 01:27
Infantería (P): Cabo Barril, Jefe de Infantería.

DÉCIMO CUARTO DÍA DE LA RUPTURA DE LA ROCA.

AÑO: 4715 RA.

MES: CALISTRIL (MITAD DEL INVIERNO, MES DOS).

DÍA: 15, DÍA DEL SOL.

HORA: POCO ANTES DEL ATARDECER. - CLIMA: CIELO GRIS MUY OSCURO. HACE FRÍO.


 

—Cabo, me encargaré de la primera guardia de la noche, si os parece bien. Tendré los ojos bien abiertos. 

La confianza de Barril en el atolondrado Frontera había subido varios puntos a lo largo que la misión se había ido desarrollando, así que aceptó la comida caliente, que le iba haciendo buena falta y asintió a lo que le decía el K'Hlata.

— Por mí está bien Frontera. Recuerda que la gente con que tratamos puede aparecer del aire. Ten los ojos bien abiertos. ¡Joder qué rico está esto! Tienes buena mano con el cazo, soldado. Casi tan buena como con la lanza, sigue así. —

Se sentó con los pies en alto para evitar dolores mientras daba cuenta de su generosa ración. Y es que llevar una ración escasa al redondo Cabo era una invitación al desastre, como todo el mundo en la Compañía Negra sabía.

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03/06/2020, 10:19
Infantería (P): Soldado Novato Lagrimita.

DÉCIMO CUARTO DÍA DE LA RUPTURA DE LA ROCA.

AÑO: 4715 RA.

MES: CALISTRIL (MITAD DEL INVIERNO, MES DOS).

DÍA: 15, DÍA DEL SOL.

HORA: POCO ANTES DEL ATARDECER. - CLIMA: CIELO GRIS MUY OSCURO. HACE FRÍO.


El descanso duró lo prometido, nada más, urgía la necesidad de ponerse manos a la obra ante la cercana noche. La temperatura bajaría hasta hacer necesaria la compañía cercana de una hoguera, especialmente para aquellos más heridos. Por ello, no dudó en apremiar a Barril con el asunto, pensando especialmente en los heridos y aquellos que habían sufrido un cansancio extremo, producto quizá del enfermo bosque del que acababan de venir. Su orondo primo comprendió al momento sus preocupaciones y le sugirió hablar con Guepardo en cuanto terminasen de recuperar el equipo enterrado. Lagrimita se prestó voluntario para la tarea y una vez recuperadas, se inició el montaje de todas las tiendas, la recolección de algo de leña y la puesta a punto de la hoguera, siendo Frontera el encargado de liderar el rancho y conseguir crear algo decente que echar a la panza.

Fue imposible no recordar a Matador nuevamente, tras la mención de Lombriz al pedir unas palabras en su memoria, tras recuperar algunas pertenencias del hoyo. - Creo que el mejor momento sería al anochecer, al calor de la hoguera, con la panza llena y los heridos atendidos podremos dedicarle la atención que merece y honrar su memoria. Cuando volvamos, habría que dejar al resto tener la oportunidad de hacer lo propio. - Expresó en su momento, con la voz teñida de pesar.

Con los heridos ubicados, el oscuro se propuso pasarse por el arroyo jabón en mano, relajándose un poco. Al volver, habría de reunirse con Plumilla y Guepardo para ver de primera mano quienes necesitaban cuidados de verdad, debido a la limitada capacidad del botiquín. La charla fue reveladora, el jaguar resultó atesorar conocimientos mucho más amplios que le dejaron gratamente sorprendido, muy sorprendido. Se preguntó, claro está, porque no supo de ellos antes y entonces, como si de un latigazo mental se tratase, creyó saber que ocurrió; un sueño revelador como aquel que tuvo semana atrás con Herrero, que le hizo recordar las primeras nociones de su arte. Juntos, tomaron decisiones y se organizaron lo mejor que pudieron, dejando finalmente a la K'Hlata descansar aquel día, lo necesitaba.

Fue interesante conocer algo sobre los tipos que habían ayudado a liquidar al engendro que les había perseguido, el llamado cazador, de boca de Sabueso. Su destino, en efecto, recordaba en parte al sufrido por la duodécima y era una advertencia sobre el potencial enemigo que resultarían esas Brujas de la Cábala, de las que ya había oído hablar anteriormente. Un escalofrío le recorrió el cuerpo al pensar en el poder de su magia y la naturaleza maligna de la misma; Si era cierto lo que Gobaldet le dijo, el ataque de la expedición liderada por Capitán contra los Capas Rojas les convertiría en enemigos de estas.

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03/06/2020, 17:03
Infantería: Soldado Nueva Plumilla.

DÉCIMO CUARTO DÍA DE LA RUPTURA DE LA ROCA.

AÑO: 4715 RA.

MES: CALISTRIL (MITAD DEL INVIERNO, MES DOS).

DÍA: 15, DÍA DEL SOL.

HORA: POCO ANTES DEL ATARDECER. - CLIMA: CIELO GRIS MUY OSCURO. HACE FRÍO.

El resto de la tarde se fue turnando con Lagrimita para recuperar sus pertenencias enterradas, cenar y preparar el campamento en una rutina que venía de forma inconsciente, arraigada tras muchos campamentos como ese durante largo tiempo.

No quería sentarse a descansar y cenar hasta tener todo listo, pues sabía que en cuando parase un segundo sus piernas no darían más de si y no podría siquiera levantarse. Notaba el cansancio como otrora notara el frío, calándose hasta los huesos, impidiendo que se concentrara en sus tareas de forma óptima.

En su estado era mejor ser hacer de apoyo más que de sanadora principal, y así se lo hizo notar a Lagrimita y, por sorpresa, a Guepardo y Frontera, que se unieron a ellos para cuidar de los más heridos.

Tras hablar largo y tendido con Lagrimita y Guepardo como podían organizarse para ayudar a sanar a los heridos, suspiró y añadió con un tono de voz decaído, – Por desgracia no estoy en plena forma tras el esprint desde la Fortaleza, necesitaré descansar la noche para poder ser de completa ayuda en el tratamiento de los heridos… Aunque creo que puedo ayudar en los chequeos iniciales –, claramente le dolía tener que dejar esas tareas a otros cuando el resto estaría tan agotados de la misión como ella. – Pero sobretodo despertadme en cuando sea mi turno, por favor – añadió con un mohín y voz tozuda.

Escuchó con atención la historia de Sabueso y cabeceó sin entender, habían caminado durante cinco largos días por esos bosques y no habían encontrado a nadie… según Sabueso vivían hasta cincuenta mercenarios en las profundidades y también unas Brujas… se estremeció al pensar en ello… Pero… no habían visto a nadie y justo en el momento que entraban en esas Piedras de las Sombras les encontraron y atacaron… O incluso estarían cerca cuando la mujer enjoyada llegara a su campamento… ¿y si la habían seguido a ella? ¿Por qué no los habían visto hasta que los atacaron de sorpresa? Demasiadas preguntas y pocas respuestas… y… por los espíritus que estaba demasiado cansada… se restregó los ojos para tratar de ahuyentar el picor que precedía el cansancio en la vista.

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03/06/2020, 18:07
EL TIEMPO JUEGA EN TU CONTRA.

DÉCIMO QUINTO DÍA DE LA RUPTURA DE LA ROCA.

AÑO: 4715 RA.

MES: CALISTRIL (MITAD DEL INVIERNO, MES DOS).

DÍA: 16, DÍA DE LA LUNA.

HORA: POR LA MAÑANA. - CLIMA: LLOVIZNA TENUE, GOTAS.

La noche transcurrió sin percance. Las guardias fueron tranquilas entre Frontera y Lombriz, con el refuerzo de Guepardo y Lagrimita, que se ocupaban de velar por los heridos y acompañar a los que estaban de guardia junto al fuego.

Frontera avivaba el fuego y preparaba el desayuno mientras del frío caían frías gotitas de escasa y fina lluvia.

Notas de juego

 

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03/06/2020, 18:43
Hostigadores: Soldado Novato Frontera.

DÉCIMO QUINTO DÍA DE LA RUPTURA DE LA ROCA.

AÑO: 4715 RA.

MES: CALISTRIL (MITAD DEL INVIERNO, MES DOS).

DÍA: 16, DÍA DE LA LUNA.

HORA: POR LA MAÑANA. - CLIMA: LLOVIZNA TENUE, GOTAS.


Su turno de guardia de la noche había pasado sin percance, y en que le relevó Lombriz, se echó un merecido sueño, quedándose frito casi al instante. Despertó con los primeros rayos de sol, aunque con gusto habría dormido unas horas más. Saludó a Lombriz al salir y se puso a avivar el fuego, pues tocaba preparar el desayuno y con el fresco que hacía era mejor tomar algo caliente. Y eso que el invierno de aquel lugar no parecía estar siendo muy duro.

Mientras calentaba unas gachas en una olla, el cielo grisáceo empezó a gotear, con finas lágrimas de lluvia salpicando la tierra y las hierbas del suelo de su campamento improvisado. Arrancó unas ramas frondosas de un árbol para hacer una cubierta improvisada sobre la olla y evitar que las gachas se aguaran demasiado. Conforme sus compañeros se iban levantando y se acercaban, les llenaba la escudilla con una sonrisa.

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03/06/2020, 19:10
Infantería (P): Cabo Barril, Jefe de Infantería.

DÉCIMO QUINTO DÍA DE LA RUPTURA DE LA ROCA.

AÑO: 4715 RA.

MES: CALISTRIL (MITAD DEL INVIERNO, MES DOS).

DÍA: 16, DÍA DE LA LUNA.

HORA: POR LA MAÑANA. - CLIMA: LLOVIZNA TENUE, GOTAS.


 

Barril salió de su tienda con su eterno casco calado, y se desperezó con precaución. Por fortuna los pies le habían dejado descansar adecuadamente, gracias a las curas que había tenido por parte de los versados en asuntos de sanación. No le apetecía nada empezar una caminata de cinco días de vuelta a Verdín, pero se obligó a recordar que allí estaba la cerveza. Tras un corto viaje al arroyo donde lavó y secó sus pies así como el resto de su cuerpo, incluidas sus partes nobles. Seguidamente volvió a su tienda, en la que permaneció unos minutos. Por último salió de ella y tras dar tiempo a los hombres a desayunar, cosa que hizo él mismo, llamó a algunos soldados.

— Guepardo, ven para acá. Quiero que Frontera y tú busquéis el rastro de estos desgraciados con los que luchamos ayer. Que os acompañe Dedos. No os metáis en líos, sólo ver si hay un rastro que seguir, al menos me gustaría saber de qué dirección venían. No es normal que no llevaran ni siquiera un odre para el camino, así que su campamento no andará lejos.

El resto id levantando el campamento, incluyendo las tiendas de los tres que van a ir a rastrear. En dos horas quiero estar en disposición de emprender la marcha, veremos hacia dónde en ese momento. —

El fornido Oscuro comenzó a desmontar su tienda y a hacer su mochila, tras lo cual se colocó su armadura de formidable Acero Oscuro, volviendo a poner su maza al cinto y su pesado escudo a la espalda. Fueran donde fueran, parecía preparado.

— Antes de que te vayas, tengo que hablar contigo, Guepardo. Tú también Lombriz, ven para acá. —

El obeso Cabo se reúne con los dos K'Hlata algo alejados del resto, y mantiene una conversación con ellos.

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03/06/2020, 19:20
Infantería (P): Cabo Barril, Jefe de Infantería.

DÉCIMO QUINTO DÍA DE LA RUPTURA DE LA ROCA.

AÑO: 4715 RA.

MES: CALISTRIL (MITAD DEL INVIERNO, MES DOS).

DÍA: 16, DÍA DE LA LUNA.

HORA: POR LA MAÑANA. - CLIMA: LLOVIZNA TENUE, GOTAS.


 

Tras alejarse algo del resto pero sin perder de vista el campamento, Barril se vuelve hacia los dos soldados.

— Antes de partir necesito que me entreguéis las bolsas de monedas que cogisteis de los Druidas muertos. Probablemente estas sean una de las primeras ganancias de la Compañía y tienen un valor simbólico además de monetario, así que las necesito con todo su contenido original. Entregádmelas, por favor. —

El Cabo había hablado de manera desapasionada, sin rastro de reproche o tono de riña en su metálica voz. Era normal que después de todos aquellos acontecimientos en los que la vida de pendía de un hilo, uno olvidara algo que echó en el fondo de una bolsa.

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03/06/2020, 20:17
Hostigadores: Soldado Nuevo Guepardo.

DÉCIMO QUINTO DÍA DE LA RUPTURA DE LA ROCA.

AÑO: 4715 RA.

MES: CALISTRIL (MITAD DEL INVIERNO, MES DOS).

DÍA: 16, DÍA DE LA LUNA.

HORA: POR LA MAÑANA. - CLIMA: LLOVIZNA TENUE, GOTAS.

Se dedicó a atender a los heridos al atardecer, ayudando a Lagrimita y a Plumilla con vendajes y limpieza de heridas. Sin dificultad se hizo con un puñado de ortigas y tras hervirlas en una hombrera metálica obtenida de la armadura desastrada de un harapiento, empleó la infusión para aplicarla en las diversas inflamaciones de los compañeros, especialmente en los hinchados pies del Cabo.

Para la agotada Plumilla realizó una infusión de amapola, para que durmiera bien. A punto estuvo de darle una dosis demasiado alta, que hubiera supuesto cargar con ella el día siguiente por no ser capaz de despertar, y notando su pequeña complexión le administró lo justo, cayendo la sanadora en un reparador sueño.

Por la noche, junto a Lagrimita, vigilaron el sueño de los heridos, teniendo que limpiar de nuevo heridas en Caracabra o en Sabueso, este último complicado por ser renuente, como un perro desconfiado. Serpiente, como si fuera un apestado, se autoexcluyó. Quizás habría que agradecerle ese gesto tan responsable.

Tras una noche tranquila por fin llegó el amanecer y poco a poco el campamento volvió a cobrar vida y movimiento. Cansado, el jaguar que apenas había dormitado breves momentos por la noche, se dirigió al riachuelo cercano y se aseó con el agua helada, espabilándose en buena medida. Volver con olores agradables del desayuno, obra de Frontera, le reconfortaron.

Tras desayunar fue convocado por Barril y junto al cocinero recibió una serie de instrucciones de reconocimiento, tal y como hablaran el día anterior. Quizás el campamento base de los harapientos no estaba muy lejos. Asintió con la cabeza y se dispuso a preparse para realizar la exploración cuando de nuevo, el Cabo, lo llevó aparte pero esta vez con Lombriz.