Partida Rol por web

La Compañía Negra 3: Tierra de Sombras.

Seldochura.

Cargando editor
08/06/2020, 23:14
Hostigadores: Soldado Nuevo Guepardo.

DÉCIMO QUINTO DÍA DE LA RUPTURA DE LA ROCA.

AÑO: 4715 RA.

MES: CALISTRIL (MITAD DEL INVIERNO, MES DOS).

DÍA: 16, DÍA DE LA LUNA.

HORA: AVANZADA LA MAÑANA. - CLIMA: LLOVIZNA TENUE, GOTAS.

Habló Lombriz de manera muy ligera, con cierto carácter sarcástico, como si estuviera hastiado de todo aquello y la queja o el enfrentamiento pasivo o burlón fuera una manera de evadirse del irritamiento evidente en él. Quizás se debiera a sus claros indicios de desorientación que sufría. Confundiendo lugares, horas o días. Quizás esa confusión resultaba ser frustrante para el campamentero, enardeciéndolo.

Aun así, tras mirar unos instantes al antiguo esclavo, el jaguar asintió abiertamente a una parte de sus palabras. Él también lo creía así. Las brujas. Las que Sabueso había relatado que convirtieron en bestias demenciales a esos mercenarios y que, por qué no, explicarían cómo esos seres perturbados, pese a su comportamiento irracional, realizaran tareas muy precisas y coordinadas. Fiel jauría de la Cábala, manejada por esta y que podría residir en el frondoso Oeste del bosque. No le costó concluir en aquello, recordando individuos con gran capacidad de control como el Profanador y del que el propio Lombriz fue esclavo manipulado.

No obstante no dijo nada, se acercó a sus pertenencias bien recogidas y empaquetadas por Lagrimita, se las colocó a la espalda junto a su escudo y volviendo a coger la pata de ciervo dio a entender sin decir palabra que estaba dispuesto a partir.

Cargando editor
09/06/2020, 12:41
Infantería (P): Soldado Novato Lagrimita.

DÉCIMO QUINTO DÍA DE LA RUPTURA DE LA ROCA.

AÑO: 4715 RA.

MES: CALISTRIL (MITAD DEL INVIERNO, MES DOS).

DÍA: 16, DÍA DE LA LUNA.

HORA: AVANZADA LA MAÑANA. - CLIMA: LLOVIZNA TENUE, GOTAS.


Tras cumplir con las rutinas de campamento, el oscuro se dedicó a pasar revista a su equipo, poniendo énfasis en su armamento y protección con lo que tuvo a mano. Para bien o para mal, hasta en las peores circunstancias, dar una buena imagen era sinónimo de disciplina y dar ejemplo, nunca estaba de más. El grupo de exploración, integrado al final por Dedos, Guepardo y Frontera, ya hacía tiempo que había emprendido la marcha y todos esperaban su vuelta antes de mover un solo dedo del pie en dirección a Verdín. Por error, había creído que Lombriz sería quien iría en lugar de Dedos, simple confusión debida tal vez a esa profunda charla nocturna mantenida durante la guardia pasada con el K'Hlata.

Cuando estuvo satisfecho con el grado de limpieza obtenido, dejó su mochila preparada y lista para salir cerca de la hoguera. Acudió a ver a Caracabra, quien se encontraba hablando con Plumilla desde hacía un rato, quería saber que tal se encontraba y de paso comprobar que la curandera estuviese repuesta de su agotamiento. Tras escuchar algo de la conversación mientras recorría los últimos metros, viendo que no interrumpía nada, intervino antes de llegar a su altura.

- Esa persona es Plumilla, sin duda, ella te sacó de primera línea y te arrastró varios metros hacia la retaguardia. Yo solo le acerqué el botiquín. - Comentó brevemente, dándole todo el mérito a la sanadora. Se detuvo y miró al sin tribu, agachándose hasta quedar en cuclillas cerca de él. Volvió a hablar, su tono bajó en intensidad a drede, acompañado con unas trazas de pesar. - Pero créeme amigo, sospecho que te va a caer una reprimenda de Barril cuando estés lo suficientemente recuperado. Digamos que, te has comportado de manera muy errática, demasiado, durante toda la misión. Pero olvida eso por ahora y céntrate en ordenar tus ideas. - Aconsejó, camuflando un poco su preocupación.

En ese momento, el pequeño grupo de exploración volvía de una pieza tras no haberse demorado mucho. El oscuro quiso saber que nuevas traían, pero se conformó con escuchar lo que captase desde donde estaba. Mantuvo la posición aunque tuvo su atención dividida.

- Plumilla tiene razón, danos una alegría y deja de herirte tan a menudo como si fueras un niño grande. - Bromeó. Recuperó la verticalidad y miró hacia Lombriz, que se había sumado y a quien trató de hacer un pausado gesto de calma, en cuanto este cruzase su mirada con él.

- Recuerda nuestra charla, que no te afecte, haciendo las cosas bien... Es imposible caer bien a todo el mundo. - Dijo en voz baja un momento, volviendo a elevar el tono hasta unos niveles normales de audición. - Me ha parecido entender que las Brujas de la Cábala Negra tienen culpa de que nuestros harapientos amigos nos hicieran una visita, ¿Es así? Si acabaron siendo controlados por ellas es la confirmación de que tenemos otro enemigo. Según el veterano leñador de Verdín, los Capas Rojas podrían tener tratos con ellas... ¿Habladurías? Tal vez, pero veo la relación. - Se cruzó de brazos y acabó rozando el mentón pensativo con la mano zurda.

Cargando editor
10/06/2020, 23:19
Hostigadores: Soldado Nuevo Caracabra.

DÉCIMO QUINTO DÍA DE LA RUPTURA DE LA ROCA.

AÑO: 4715 RA.

MES: CALISTRIL (MITAD DEL INVIERNO, MES DOS).

DÍA: 16, DÍA DE LA LUNA.

HORA: AVANZADA LA MAÑANA. - CLIMA: LLOVIZNA TENUE, GOTAS.

Caracabra afirmó a todas las indicaciones que Plumilla le dijo, debía de permanecer fuera de peligro para que las heridas no se volvieran abrir.

- “Haré todo lo que pueda para que no me hieran durante las próximas semanas.”

Afirmó con la cabeza y con la mirada buscó a Guepardo y Lagrimita. Pudo ver a Lagrimita acercarse hacia ellos y atendió a lo que le decía – “Gracias Plumilla, a ti también Lagrimita. Realmente fue gracias a todos vosotros que siga vivo.” – Luego vino una pequeña reprimenda, no le faltaba razón a Lagrimita – “Lo sé… pido disculpas y pediré disculpas cuando todo vuelva a la normalidad, por poneros en peligro a causa de mis acciones.” – era algo que lamentaba profundamente y se sentía bastante dolido, para él la Compañía era la única familia que tenía.  

La voz de Lombriz hizo que el jorobado perdiera la atención de los que le trataron las heridas, al atender esas palabras respondió con una triste sonrisa – “Tienes razón Lombriz, no es nada productivo no.” – sabía que había cometido muchos errores y algunos de ellos garrafales que le hubieran mandado al otro lado, pero por si no fuera poco también había puesto en peligro a sus compañeros y eso no podía permitírselo, la Compañía era su familia.

Se mantuvo en silencio a la espera del inicio de la marcha y se quedó atento a las conversaciones que había cerca de él.

Cargando editor
11/06/2020, 17:45
Hostigadores: Soldado Nueva Dedos.

DÉCIMO QUINTO DÍA DE LA RUPTURA DE LA ROCA.

AÑO: 4715 RA.

MES: CALISTRIL (MITAD DEL INVIERNO, MES DOS).

DÍA: 16, DÍA DE LA LUNA.

HORA: AVANZADA LA MAÑANA. - CLIMA: LLOVIZNA TENUE, GOTAS.

En un momento de calma como este, veía cómo algunos compañeros se acercaban a Caracabra, unos con intención de ayudarle, otros de darle indicaciones, quizá alguno le reprochó su temeridad. Y yo esperaba a que el k'hlata se quedara a solas para hacer un tanto de lo mismo, pero por sincera preocupación hacia un amigo, no por juzgar su actitud.

Mientras, seguía con mis tareas, aunque sin perderle de vista.

Cargando editor
13/06/2020, 11:20
Infantería (P): Soldado Novato Lagrimita.

DÉCIMO QUINTO DÍA DE LA RUPTURA DE LA ROCA.

AÑO: 4715 RA.

MES: CALISTRIL (MITAD DEL INVIERNO, MES DOS).

DÍA: 16, DÍA DE LA LUNA.

HORA: AVANZADA LA MAÑANA. - CLIMA: LLOVIZNA TENUE, GOTAS.


Los primeros días de marcha transcurrieron sin incidentes gracias a la eficiente guía de Guepardo, más centrado que un distraído Frontera. El primero demostró nuevamente que era un activo vital para la compañía, lo que originó que mirase a Lombriz en algún que otro momento, justo cuando el jaguar demostraba estar más centrado que su compañero explorador. Se movía rápido mientras sorteaba obstáculos como suma facilidad a medida que el bosque, poco a poco, recuperaba un aspecto más terrenal del que habían visto, pronto terminarían saliendo de aquel pedazo de floresta corrupto y sombrío.

Barril avanzaba con ciertas dificultades, empeñado en llevar su casco como si parte de su ser se tratase, impedido por la carencia de claridad en su visual. Ahí fue donde Lagrimita, ya convertido en su lazarillo y asistente personal durante aquella expedición al menos, le prestó toda la ayuda necesaria para que pudiera seguir adelante sin lentificar más el ritmo. - Primo, cuando volvamos tendremos que hablar muy seriamente de tu sobrepeso... - Le deslizó en voz baja en algún momento, totalmente en confianza. Por mucho que quisiera negarlo, Cabo Panceta rondaba la cuarentena si mal no recordaba, su cuerpo podría acabar de dar una señal de que sus días de soldado pronto llegarían a su fin si no recortaba calorías.

El binomio formado por el silencioso Sabueso y el malhumorado Lombriz al final del día fue bastante raro de observar. El K'Hlata se había mantenido activo y alerta durante el día, previniendo más de un tropiezo doloroso hasta que se vio empujado de alguna manera a guiar al primero. Su estado de salud era precario y tenía serios problemas para seguir la estela del que tenía delante, quizá el motivo fuese el embriagador trance causado por el dolor de sus heridas. Por desgracia para el fanático del Señor de la Medianoche, contaba con buenos cuidados y atenciones que impedirían alargar mucho ese estado, solo le quedaría gozar de la exposición a la intemperie para acentuar su sufrimiento en soledad.

Caracabra evolucionaba bien, se le veía ágil durante la marcha, animado y participativo en las horas de campamento, las hábiles manos de Guepardo habían tenido mucho que ver. Por su parte, Plumilla y Lagrimita retiraban las vendas, las lavaban con el agua que tenían a mano y las secaban como podían cerca de la hoguera. También limpiaban con agua y jabón las heridas, revisando tanto los puntos como la cicatrización que se iba viendo. En no demasiado tiempo debería poderse tirar las vendas usadas y ya inservibles, retirar los puntos y dejar que terminaran de cicatrizar al aire libre.

Por su parte, el infante ayudó en todo lo que pudo y se preocupó por aprender más de Guepardo y Frontera en lo que a técnicas de supervivencia y orientación se refiere, a lo largo de todo el trayecto.

Cargando editor
13/06/2020, 13:22
Infantería (P): Cabo Barril, Jefe de Infantería.

DÉCIMO QUINTO DÍA DE LA RUPTURA DE LA ROCA.

AÑO: 4715 RA.

MES: CALISTRIL (MITAD DEL INVIERNO, MES DOS).

DÍA: 16, DÍA DE LA LUNA.

HORA: AVANZADA LA MAÑANA. - CLIMA: LLOVIZNA TENUE, GOTAS.


 

El grueso Oscuro avanzaba a través del bosque como lo solía hacer, sin prestar demasiada atención a lo que le rodeaba. Después de todo su trabajo era llevar esa armadura por si eran atacados, no ser el vigilante de la tropa o de los alrededores que para eso ya había otros designados. Sí que arrimaba el hombro cuando había que buscar rastros de agua, un buen sitio para acampar o encender fuego, no obstante, momentos en los que solía despertar a la actividad. Escuchó algo incrédulo el comentario de su primo, al cual respondió elocuentemente en el mismo tono reservado.

— No me toques los cojones primo, tú come por tu lado. El día que no valga para luchar ya me haré tabernero. Y aún siendo tabernero podría dar una paliza a la mitad de vosotros, empezando por ti. Camina. —

El viaje se presentaba sin mayores sobresaltos y el ritmo desahogado que llevaban servía para que las heridas que aún rondaban a diversos miembros del grupo fueran cicatrizando, empezando por los pies de Barril, que ya estaban mucho mejor, sin duda gracias a los curanderos del grupo. El observar los conocimientos de sanación de Guepardo había sido un acierto, algo que incluiría en su informe de la misión. Parecía que o bien traía lecciones aprendidas nunca reveladas hasta ahora, o bien los largos periodos en la tienda de los heridos le habían dado unos invaluables conocimientos, algo que Barril no había conseguido a pesar de sus también extensos periodos de convalecencia allí.

Cargando editor
13/06/2020, 14:11
Hostigadores: Soldado Novato Frontera.

DÉCIMO NOVENO DÍA DE LA RUPTURA DE LA ROCA.

AÑO: 4715 RA.

MES: CALISTRIL (MITAD DEL INVIERNO, MES DOS).

DÍA: 20, DÍA DEL FUEGO.

HORA: POR LA MAÑANA. - CLIMA: CIELO DESPEJADO. AMBIENTE FRÍO.


Llevaban varios días de trayecto y Frontera se encontraba de nuevo algo alicaído.

El clima frío y la larga marcha a través de los bosques no ayudaban con su ánimo, pero el detonante que causó el bajón en sus fuerzas fue haber requemado la sabrosa carne de ciervo que habían conseguido recuperar de los harapientos. Tras comenzar la larga marcha había estado, por motivos que desconocía, muy distraído y tendía a desviarse del camino como atraído por unas voces que nadie oía pero él creía escuchar, al menos dentro de su cabeza. Por suerte Guepardo había estado atento para evitar que se alejase cayendo en la trampa de espectros malignos, como ya les pasó durante la partida de exploración de hacía medio mes. Fueran estas voces las que le causaron estar contemplativo y pensando en si podrían tener relación con sus pesadillas, cuando debiera haber estado vigilando el asado. Las piernas del ciervo quedaron calcinadas en su exterior y aunque la carne de dentro era perfectamente comestible estaba muy hecha y, por lo tanto, bastante seca. Pudo ver la decepción en los ojos de sus compañeros cuando les sirvió la cena de aquel día.

Por suerte, durante la marcha de los días siguientes encontró numerosos arbustos con bayas comestibles, y las fue repartiendo como picoteo entre los miembros de la Compañía como picoteo para aliviar el hambre entre horas, puesto que las comidas y cenas iban a ser frugales los siguientes días.

En las frías noches, pensativo como siempre antes de echarse a dormir, observaba los pequeños trozos de ámbar que había encontrado días atrás en unas rocas junto a unas zarzas con moras. El ámbar refulgía de una manera curiosa cuando lo ponía frente al fuego, resultando muy captivador. Le ayudaba a dejar de pensar en sus preocupaciones habituales.

Cargando editor
13/06/2020, 16:18
Analista.

DÉCIMO QUINTO DÍA DE LA RUPTURA DE LA ROCA.

AÑO: 4715 RA.

MES: CALISTRIL (MITAD DEL INVIERNO, MES DOS).

DÍA: 16, DÍA DE LA LUNA.

HORA: AVANZADA LA MAÑANA. - CLIMA: LLOVIZNA TENUE, GOTAS.


Analista lanzó una breve mirada a Lagrimita cuando hizo mención al sobrepeso de Barril. No pudo evitar soltar una risa que rápidamente transformó en un carraspeo, a la espera de la reacción del cabo. No pudo escuchar su respuesta claramente y el casco no ayudaba a leer su lenguaje corporal, pero el siseo que le llegó dejaba a las claras lo que podía haberle respondido.

Llevaban dos semanas allí, sin parar, comiendo lo justo, andando más de lo necesario... No cabía duda de que todos habían adelgazado, incluido Barril. Lejos quedaban las comidas opíparas o el trasegar sin fin. Eso formaba parte de otra vida que ya no estaba a su alcance, al menos de momento.

-¿Qué tal tus pies, Cabo? -se interesó-. Te he visto sufrir, algo que me parecía impensable. A estas alturas de nuestras vidas, no tenemos pies sino pezuñas, puro cuero. ¿Qué ha podido pasarte? Lo cierto, es que entre afecciones de pies, estómago, desorientaciones y demás parecemos más una comparsa de baile que una compañía mercenaria.

Cargando editor
13/06/2020, 16:33
Instrucción: Aspirante Sabueso.

DÉCIMO NOVENO DÍA DE LA RUPTURA DE LA ROCA.

AÑO: 4715 RA.

MES: CALISTRIL (MITAD DEL INVIERNO, MES DOS).

DÍA: 16-19

HORA: POR LA MAÑANA. - CLIMA: CIELO DESPEJADO. AMBIENTE FRÍO.


 

Sabueso se sentía totalmente hundido. Días atrás habían emprendido el viaje de vuelta, que para él era de ida. Al principio caminaba satisfecho por haber cumplido la misión de quién fuera su ama, y también por haber tenido la suerte de haber sido herido en la lucha.

Pero aún no había llegado la noche cuando empezó a perder la visión. No la visión de los ojos que había entregado tiempo atrás, sino su particular forma de percibir su alrededor. Conforme caminaba ese día su percepción se fue embotando hasta que dejó de ver, transformándose en un ciego inútil que tropezaba con cuanta piedra o raíz se cruzara en su camino.

¿Por qué su visión le había abandonado? ¿No había padecido suficiente dolor? Se preguntaba continuamente, angustiado. Tal vez había perdido el favor de las sombras por su falta de dedicación. O tal vez era una maldición del Bosque Sombrío por haber molestado a los primitivos espíritus que lo habitaban.

Por un momento temió que los mercenarios decidieran abandonarlo a su suerte, donde hubiera vagado sin rumbo hasta morir de hambre o, más probablemente, morir destripado por alguna fiera. Pero uno de los mercenarios pareció apiadarse de él. ¿Ese era el olor de Lombriz? Sabueso no estaba seguro. Iba farfullando entre dientes una retahíla de lamentos inconexos, tan preocupado que le costaba prestar atención al exterior. Pero fuera quien fuera el que le ayudara parecía mantenerse siempre cerca, y cuando se agarraba a su hombro -o a su brazo, su ropa o lo que pillara más a mano- lo hacía con determinación y sin intenciones de soltarlo.

Así transcurrían los días con sus largas noches, que sin duda eran mucho peores. Cuando oscurecía, Sabueso se sentía tan envuelto en la negrura que se ahogaba. Y cuando tocaba dormir, pasaba horas gimoteando débilmente en la oscuridad, lamentándose de no ver nada y hundiéndose aún más en la vergüenza.

Una noche, palpando a su alrededor, encontró una rama. La palpó y la sostuvo con manos temblorosas, comprobando su flexibilidad. Sí, servirá, se dijo. Desde entonces, los gimoteos nocturnos fueron sustituidos por el sonido de los azotes rítmicos que Sabueso se propinaba a sí mismo con la rama en la espalda. Vergüenza, vergüenza, vergüenza, se repetía una y otra vez mientras se fustigaba.

Cargando editor
13/06/2020, 18:52
Hostigadores: Soldado Nuevo Guepardo.

ENTRE EL DÉCIMO QUINTO AL DECIMONOVENO DÍA DE LA RUPTURA DE LA ROCA.

AÑO: 4715 RA.

MES: CALISTRIL (MITAD DEL INVIERNO, MES DOS).

DÍA: 16-19

HORA: AVANZADA LA MAÑANA. - CLIMA: LLOVIZNA TENUE, GOTAS.

El jaguar se detuvo y cortó una rama de un arbusto. Luego la abrió en canal con su cuchillo y observó. Frunció el ceño y tiró el palo, retomando la marcha que él encabezaba con gesto adusto. Pero también se detuvo en diversas ocasiones conforme avanzaban por dos motivos: el bosque y Frontera.

El primero resultó ser ladino, como lo eran los diversos moradores del mismo. Desde el Culto Druídico a la Cábala de Brujas y cualesquiera otros grupos o entidades oscuras que habitaban en el denso bosque, pareciera como si hubieran impregnado de esa oscuridad y maldad a la propia naturaleza. El joven, por momentos, paraba hierático para analizar los diversos árboles, arbustos y orografías del terreno. Y cada vez tenía la impresión que era un bosque que hacía fácil el que se penetrara en él, pero muy complicado el abandonarlo. Hubo momentos en los que la lógica y el sentido común invitaría a tomar una senda y a descartar otra. Pero el explorador intuyó numerosas ocasiones como si hubiera algo de sobrenatural en todo aquello. Como si hubiera una trampa perversa y por ello en varias ocasiones tomaba el camino inicialmente más difícil o inaccesible para, al poco, descubrir que era la opción más sencilla. En otras ocasiones, sencillamente, ignoró los accesos que esa naturaleza le brindaba y buscaba otros por su cuenta. El bosque no era fiable.

Por su parte Frontera se mostró desorientado y distraído. Guepardo pronto constató que tenía que cuidar de hacer camino y de cuidar que su compañero no lo terminara para siempre. En ocasiones el campamentero parecía seguir las sendas tramposas del bosque, pero en otras sencillamente, parecía querer abrir caminos nuevos como el hostigador por lugares, básicamente, mortales. Ascender por un risco impracticable o descender por un barranco letal. Fueron varias ocasiones que el jaguar tuvo que "cazar" al nube, muy disperso sin duda, aferrar su brazo y abortar su intento de quitarse la vida por terrenos criminales. Resultaba un poco estresante cuidar de encontrar un camino y cuidar de su compañero, pero él mejor que nadie sabía que Frontera bien podía estar bajo el influjo de criaturas engañosas que parecían confundirlo e inducirlo a acabar con su vida. Como a él le ocurriera con los Tokoloshe. O sencillamente un bosque oscuro, lleno de poderes oscuros, bien podía oscurecer el juicio de una persona. Había que salir de allí cuanto antes

- Frontera, tú solo sígueme - le decía con frecuencia. Y poco a poco fueron pasando los días. El resto confiaban en lo que el jaguar hacía y por donde los guiaba y este trató de no defraudarlos. Muy mejorados de sus heridas, sin duda gracias a Plumilla y Lagrimita, el grupo parecía seguir a mejor ritmo la senda trazada por Guepardo. Incluso Barril. Parecían más animados, hablando entre ellos y discutiendo. Eso era bueno. Con la excepción de Sabueso que por algún motivo no era capaz de guiarse por sí mismo y necesitaba de la ayuda de Lombriz, el resto pareció estar en buen estado.

Cuando el banquete de ciervo se arruinó el joven se sintió muy decepcionado. Tenía ganas de hincar el diente a esa carne, pero comprendió el estado en el que se hallaba el campamentero y no le culpó de nada. 

Culpa mía. Debí haberle vigilado mientras cocinaba, se lamentó por su descuido.

- Nos debes otro asado de ciervo - le dijo con una sonrisa, apoyando su mano sobre el hombro del abatido nube dispersa -. Cuando volvamos a Verdín cazaremos uno y me harás un buen jarrete - le animó, dejándole claro que habría otras muchas oportunidades.

En días siguientes Frontera pareció más centrado, encontrando abundantes moras y bayas dulces. No era ciervo, pero era más que bienvenido. El jaguar por su parte, continuó guiando al grupo, sin tener seguridad de que los llevaba por buen camino, hasta que se detuvo en un punto para, de nuevo, volver a observar hierático la naturaleza que les rodeaba. Y percibió algo distinto. Caminó hasta un árbol bajo y arrancó una rama. La abrió en canal con su cuchillo... y sonrió, sabiendo ahora que iban por buen camino. Se la pasó a Frontera para que la examinara y para que el resto lo viera. Quizás no entenderían nada de todo aquello, pues solo verían una rama normal. Y eso era lo bueno: era la primera vez que el corazón de la madera no estaba oscuro. Salían de la sombra del bosque e iban por buen camino. Verdín estaba más cerca.

Cargando editor
13/06/2020, 19:11
Infantería (P): Cabo Barril, Jefe de Infantería.

DÉCIMO QUINTO DÍA DE LA RUPTURA DE LA ROCA.

AÑO: 4715 RA.

MES: CALISTRIL (MITAD DEL INVIERNO, MES DOS).

DÍA: 16, DÍA DE LA LUNA.

HORA: AVANZADA LA MAÑANA. - CLIMA: LLOVIZNA TENUE, GOTAS.


 

Sin duda los azares que se concatenaban en esta nueva tierra no obedecían al simple fruto del destino, sino que alguna negra magia obraba en este mundo, una que parecía dispuesta a hacer de la vida de los miembros de la Compañía una continua miseria sin sentido, aparte de la oscura diversión y maldad de no sabía qué tipo de figuras dirigentes allá en terrenos deíficos. Y encima Lengua Negra preguntando tras unas risitas.

— Mejorando aparentemente, Analista. Será de lo poco bueno que pasa en esta tierra de mierda. Nunca me había pasado algo parecido, después de tener hechos los pies a largas caminatas con armadura consideraba que mi resiliencia era mayor. Sospecho que alguna figura divina hostil tiene un ojo puesto sobre nuestras personas, una que se complace en cambiar las normas que nos atañen y a las que estamos acostumbrados la mortalidad, a su propia y depravada diversión. Si te digo la verdad, te has quedado corto, he visto payasos de compañías circenses menos ridículos que nuestros avatares de aquí a un tiempo. —

Sólo el constatar que unidos funcionaban a duras penas libraba a Barril de tirar la espada y rendirse a avatares que corroían su mente más aún que su cuerpo. Siguió avanzando con el mismo aspecto pesado de siempre mientras echaba un vistazo al pobre aspecto que ofrecía la pequeña expedición. Uno medio ido, otro casi ciego, el propio Barril parecía no ver más allá de sus narices. Si llegaban a su destino sería un milagro.

Cargando editor
14/06/2020, 10:11
Infantería (P): Soldado Novato Lagrimita.

DÉCIMO QUINTO DÍA DE LA RUPTURA DE LA ROCA.

AÑO: 4715 RA.

MES: CALISTRIL (MITAD DEL INVIERNO, MES DOS).

DÍA: 16, DÍA DE LA LUNA.

HORA: AVANZADA LA MAÑANA. - CLIMA: LLOVIZNA TENUE, GOTAS.


Barril se resistía a negar una evidencia, ya no era un chiquillo, ni tan siquiera un mozo que daba sus primeras marchas. La exigente vida del mercenario tenía que pasar factura tarde o temprano, si bien conservabas todas tus extremidades o sencillamente la cordura, algo iba a fallar tarde o temprano. La intervención de Analista, pese a la mínima discreción mostrada, apoyaba de manera sutil sus primeras palabras; ¿Acaso pensaba Cabo Panceta que los excesos no iban a pasarle factura? El tiempo de montar esa taberna podría estar más cerca de lo nadie cabría esperar, ni siquiera él.

- Estamos lejos de nuestro mejor momento, salta a la vista, pero no es culpa de haberse dejado ir precisamente. Si somos una sombra de lo que fuimos es culpa de quien ambos sabéis, precisamente a quien debemos evitar en el futuro por todos los medios. - Comentó de forma sutil también, dirigiendo sus palabras a Lengua Negra. Recordaba la charla con Guepardo, no podía estar más conforme, pero de momento tenían que subsistir.

Lagrimita suspiró, caminaban sobre el filo de la navaja, debían tener cuidado en dar cada paso. Las fuerzas que pugnaban por controlar esta región podrían aplastarlos al más mínimo fallo, los próximos meses no iban a transcurrir como les gustaría ni mucho menos, no habría tiempo para reponerse y duplicar su número siquiera.

Cargando editor
17/06/2020, 23:05
Hostigadores: Soldado Nuevo Caracabra.

DÉCIMO QUINTO DÍA DE LA RUPTURA DE LA ROCA.

AÑO: 4715 RA.

MES: CALISTRIL (MITAD DEL INVIERNO, MES DOS).

DÍA: 16, DÍA DE LA LUNA.

HORA: AVANZADA LA MAÑANA. - CLIMA: LLOVIZNA TENUE, GOTAS.

El jorobado mantenía un buen ritmo de la marcha y se preocupaba de no tener ningún accidente que empeorara su estado. En los momentos de arrimar el hombro, Caracabra se puso manos a la obra para ayudar a plantar el campamento y participar en las tareas organizativas, ya sea para colocar o recoger tiendas, equipaje, objetos, etc.

Durante las noches aprovechaba a dormir, necesitaba descansar y por suerte no tuvo pesadillas. El cansancio le permitía dormir del tirón, cerraba los ojos y los abría una vez la luz de sol entraba por la tela de las tiendas. Se incorporaba cada día que pasaba con  más energía y sentía como las heridas iban sanando, aunque, no se notaba recuperado del todo y no podía esforzarse, por lo que mantenía un ritmo activo pero sin presión.

El desfigurado humano se asombró por unos trozos de madera de gran hermosura y dureza, le recordaba a la caoba pero no podía distinguir el árbol que originaba tal materia prima. Otra cosa que le llamó la atención eran unos caracoles luminiscentes y aportó la idea de cocinarlos para comérselos. Después de ingerir ese alimento, pasado un tiempo sintió una relajación muscular por lo que le serviría para descansar mejor. Informó a todos sus compañeros de lo que sucedía al comer esos caracoles luminiscentes.   

Caracabra se mantenía en silencio, no hablaba mucho y simplemente se limitaba a escuchar las conversaciones entre los diferentes miembros del grupo sin ninguna intención de importunar alguna.

Cargando editor
19/06/2020, 19:10
- Raíces Profundas.

DÍA DE LA LLEGADA A LA GRANJA MALDITA.

VIGÉSIMO DÍA DE LA RUPTURA DE LA ROCA.

AÑO: 4715 RA.

MES: CALISTRIL (MITAD DEL INVIERNO, MES DOS).

DÍA: 21, DÍA DE LAS ESTRELLAS.

HORA: ALBA. - CLIMA: CIELO DESPEJADO. MAÑANA GÉLIDA.

Cargando editor
20/06/2020, 09:35
Hostigadores: Soldado Novato Frontera.

DÍA DE LA LLEGADA A LA GRANJA MALDITA.

VIGÉSIMO DÍA DE LA RUPTURA DE LA ROCA.

AÑO: 4715 RA.

MES: CALISTRIL (MITAD DEL INVIERNO, MES DOS).

DÍA: 21, DÍA DE LAS ESTRELLAS.

HORA: ALBA. - CLIMA: CIELO DESPEJADO. MAÑANA GÉLIDA.


Frontera se levantó una mañana más, con los primeros rayos de sol brillando entre las copas de los árboles. Se acercó a la hoguera como todas las mañanas para avivar o encender de nuevo el fuego, aunque ya no quedaba comida que calentar y el desayuno serían unos frutos del bosque de los que habían ido recogiendo por el camino. Pero el calorcito les vendría bien para coger algo de energía en la fría mañana invernal.

Cuando varios de sus compañeros se levantaron, conversó un poco con ellos.

Parece que casi hemos llegado de vuelta a Verdín. Mirad cómo aclara el bosque —dijo señalando a los árboles, cada vez más dispersos—. Casi seguro que llegamos hoy de vuelta a la granja. Tengo ganas de volver a ver a los demás...

Cargando editor
20/06/2020, 09:50
Instrucción: Aspirante Sabueso.

DÍA DE LA LLEGADA A LA GRANJA MALDITA.

VIGÉSIMO DÍA DE LA RUPTURA DE LA ROCA.

AÑO: 4715 RA.

MES: CALISTRIL (MITAD DEL INVIERNO, MES DOS).

DÍA: 21, DÍA DE LAS ESTRELLAS.

HORA: ALBA. - CLIMA: CIELO DESPEJADO. MAÑANA GÉLIDA.


 

Sabueso despertó encogido y helado hasta los huesos, aún abrazado a la rama que encontró unos dias antes. No la había soltado desde entonces, no quería perderla. Se incorporó dolorido. Aún notaba el escozor reconfortante de los azotes que se había estado propinando con su rama en la espalda durante la noche anterior. Se desperezó para desentumecerse y notó algo diferente. ¿Su percepción estaba volviendo o tal vez eran figuraciones suyas? Quizás la maldición fuera algo transitorio, o tal vez había demostrado ser digno de nuevo y volver a tener el favor de las sombras. A ver qué ocurría a lo largo de aquel día.

Con esos pensamientos se arrastró hasta la tienda de Lombriz. No sabía si estaba despierto o no, pero no le importaba mucho. Por algún motivo desconocido, Lombriz había sido bueno con él y le había ayudado a caminar durante todo el viaje haciendo de lazarillo, y Sabueso se había pegado a él como una lapa.

— La Lombriz debe despertar. — dijo a la tela de la tienda. Sabía que era la suya porque olía a Lombriz — El Sabueso ha oído a Frontera decir que falta poco para llegar. Vamos, la Lombriz debe ayudar a mojar la leña para el fuego. — Lo cierto era que a Sabueso no le parecía demasiado lógico eso. El agua mojaba y el fuego secaba. Pero a Sabueso no le gustaba hacer fuegos, y Lombriz lo decía tan convencido que quizás tuviera razón.

Se quedó junto a la tienda esperando. Ese día permanecería cerca de él más aún. No tenía ninguna intención de perderse tan cerca como estaba de Verdín, aun con todas las dudas que tenía acerca de su propio destino.

Cargando editor
21/06/2020, 01:29
Infantería (P): Cabo Barril, Jefe de Infantería.

DÍA DE LA LLEGADA A LA GRANJA MALDITA.

VIGÉSIMO DÍA DE LA RUPTURA DE LA ROCA.

AÑO: 4715 RA.

MES: CALISTRIL (MITAD DEL INVIERNO, MES DOS).

DÍA: 21, DÍA DE LAS ESTRELLAS.

HORA: ALBA. - CLIMA: CIELO DESPEJADO. MAÑANA GÉLIDA.


 

El viaje había sido una unión de despropósitos entre las bizarras técnicas de supervivencia que Lombriz quería implementar desde su mente trastornada y los avatares de la repentina ceguera de Sabueso, que habí pasado de sobrenatural criatura de visión sin ojos a un ciego necesitado de lazarillo en unas pocas horas. Por suerte el bosque clareaba, y Barril soñaba con que esa misión acabaría pronto. Sin embargo aún quedaba el asunto de la segunda parte del pago, si es que Seldocha se dignaba a aparecer para cumplir su palabra, por no hablar de la necesaria explicación y parte a Capitán sobre los asuntos acaecidos en el viaje emprendido para inicialmente la custodia de una malograda caravana.

Barril tenía la esperanza de que Analista se encargara de esos asuntos, sin embargo había un tema que le tocaba de cerca y del que no es que no pudiera, es que no quería desentenderse: La muerte de Matador. Era uno de sus hombres y era su responsabilidad directa, así que debía dar parte en persona del asunto de manera obligada a Capitán.

Por otro lado, el grueso Oscuro se había pasado los dos últimos días dando ánimos a los hombres en su limitada capacidad, con el fin de que entendieran que habían hecho un buen trabajo. En definitiva se habían enfrentado a una situación espontánea, desconocida y llena de peligros, la cual habían capeado pagando un alto precio en forma de la vida de un compañero, pero que ciertamente podía haber sido mucho, mucho peor. Eran la Compañía Negra, habían hecho su trabajo, y la oscuridad viajaba con ellos.

— ¡Ánimo muchachos! Este bosque se acaba, y en breve podremos descansar en Verdín. No es el mejor de los sitios, pero por el momento podemos llamar hogar a ese lugar. ¡Al menos cuando haya disponible algo de grog y unas meretrices! —

El paso de Barril se había vuelto incansable, devoraba las millas que le separaban de Verdín con verdadera ansia en un esfuerzo por llegar a lo que consideraba como un lugar seguro, un lugar donde sus Hermanos estarían ya de vuelta, esperaba. Y es que la incursión contra los Capas Rojas no estaba exenta de peligro, algo que Barril tenía muy presente asimismo. Esperaba oír ese informe con una cerveza en la mano, y tener un motivo por el que brindar, claro estaba.

Cargando editor
21/06/2020, 02:13
Infantería: Soldado Nuevo Lombriz.

DÍA DE LA LLEGADA A LA GRANJA MALDITA.

VIGÉSIMO DÍA DE LA RUPTURA DE LA ROCA.

AÑO: 4715 RA.

MES: CALISTRIL (MITAD DEL INVIERNO, MES DOS).

DÍA: 21, DÍA DE LAS ESTRELLAS.

HORA: ALBA. - CLIMA: CIELO DESPEJADO. MAÑANA GÉLIDA.

Lombriz ya estaba despierto y fuera de la tienda cuando vio a Sabueso llamarle desde fuera, como si el K'Hlata tuviera una responsabilidad como para el recién llegado a la compañía. 

Pensó durante unos instantes, tras beber un trago de agua, que él mismo no se sentía demasiado veterano entre el resto, pues su memoria, aparte de las ráfagas de información de épocas pasadas, se limitaba a la llegada en el lago verde. Determinó finalmente, que si el resto lo reconocía como miembro desde hacía tiempo, eso era más que suficiente para él.

Le echó un chorro de agua al ciego Sabueso, algo molesto con él por todo el viajecito que le había dado.

-¡Eh tú, Perro!- Le dijo con un tono hosco en la voz -¿Para que vienes a mi tienda molestarme?- Entrecerró los ojos, enfadado de manera pueril con Sabueso -Ya he tenido suficiente de ti a lo largo del camino, parecía tu maldito guía, y eso no me gusta, Perro, llevas todo este tiempo molestándome y ni siquiera parece importante- Lanzó su odre cerrado al interior de la tienda y recogió su hacha dispuesto a entrenar con el nuevo arma facilitada por el cabo Barril.

-Suficientes problemas tengo ya, como para cargar contigo ¿No te parece?- Por lo que estaba molesto en realidad, no era por el motivo que estaba exponiendo, si no por cierta envidia ante las habilidades marciales de Sabueso. El ciego le había ciertamente sorprendido con sus puños y patadas, lanzadas con veloces ráfagas. Sí, le había impresionado a la vez que enfadado, que él pudiera hacerlo y Lombriz no. 

No de la manera en la que Sabueso era capaz de hacerlo, porque había quedado claro que Lombriz pegaba puños como coces de caballos, y quien dudara de ello, que le preguntase al mutante al cual reventó la cabeza de un golpe.

Cargando editor
21/06/2020, 13:06
- Hablando de Pecados.

VIGÉSIMO DÍA DE LA RUPTURA DE LA ROCA.

AÑO: 4715 RA.

MES: CALISTRIL (MITAD DEL INVIERNO, MES DOS).

DÍA: 21, DÍA DE LAS ESTRELLAS.

HORA: PRIMERAS HORAS DE LA MAÑANA. - CLIMA: CIELO DESPEJADO. MAÑANA GÉLIDA.

El grupo levantó el campamento y prosiguió su camino, aunque casi de inmediato se evidenció que esta era ya la parte más exterior del Bosque Sombrío.

Guepardo hizo de avanzadilla, indicando el camino hasta que todos salieron por fin de la espesura y vieron a cierta distancia los campos de cultivo de Verdín y la Granja Maldita. En la distancia, veíais a unos cuantos de los vuestros trabajando o entrenando duramente. A Guepardo incluso le pareció ver a lo lejos al Cabo Ponzoña equipado con muletas, como un viejo veterano de guerra lisiado.

Levantada la maldición que pesaba sobre él, de repente Sabueso volvía a "ver", aunque no del todo, pues ahora la luz del día le deslumbraba y cegaba. Sin duda prefería los espacios oscuros y cerrados, o el exterior por la noche.

Todos estaban cansados, pero con muchas ganas de regresar ya a la base. Poder descansar un poco y hablar con los compañeros.

El viaje de regreso había sido comparativamente relajado, ninguno quería forzar demasiado la marcha, por lo que no hay que lamentar heridas ni lesiones importantes. Algunos han estado especialmente silenciosos y taciturnos, eso sí.

Notas de juego

 

Cargando editor
21/06/2020, 22:49
Infantería (P): Cabo Barril, Jefe de Infantería.

VIGÉSIMO DÍA DE LA RUPTURA DE LA ROCA.

AÑO: 4715 RA.

MES: CALISTRIL (MITAD DEL INVIERNO, MES DOS).

DÍA: 21, DÍA DE LAS ESTRELLAS.

HORA: PRIMERAS HORAS DE LA MAÑANA. - CLIMA: CIELO DESPEJADO. MAÑANA GÉLIDA.


 

EL casco de acero de Barril daba la impresión de un entrecejo fruncido, si bien nadie podía explicar porqué, todo el que le mirara tenía esa impresión. Mientras continuaba avanzando con paso pesado, procuró tomar la delantera junto con Analista. Con su mandoble y el escudo a la espalda, y la mano derecha apoyada en la maza, el grueso y acorazado Oscuro resopla de decepción al ver que aquellos que se encuentran en la granja serían arrollados por una fuerza militar que atacara de improviso. Era cierto que el no tener un recinto vallado les ponía en una seria desventaja, pero hubiera esperado al menos unas voces de alarma por parte de los vigías y una respuesta organizada de los mercenarios que allí se encontraban. No sabía qué había estado haciendo Piojillo en este tiempo, pero puede que tuviera que hablar con él del asunto. Luego se dirigió a los hombres.

— En formación, enseñémosles a nuestros Hermanos que la disciplina se mantiene en todo momento. Y si nos disparan o arrojan lanzas procurad no matar a nadie, ¡Adelante! Estamos en casa. —

El orondo Cabo esperaba que su reconocible figura fuera suficiente para que nadie de los que estaban en la granja cometiera alguna tontería.