Partida Rol por web

La Compañía Negra: El Dios del Dolor.

Campamento de Instrucción.

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03/09/2011, 04:58
Ponzoña.

La mirada de Ponzoña se mantenía fija en un punto indeterminado. La presencia de Gulg, solo percibida a partir de su discurso, le resultó tan indiferente como el sonido de las varas de la cabo rompiendo las espaldas de los más inútiles en la vejatoria labor que se les había encomendado. Y cuando el sargento de instrucción se detuvo unos segundos ante él, cruzándose en su campo visual y evaluándolo con evidente desprecio, su rostro permaneció inalterable, salvo por el tamaño de sus pupilas, ahora fijadas en el bruñido casco de metal, y que se habían dilatado de forma casi imperceptible.

Los insultos e improperios con los que los halagó durante su revisión, le llevaron a enarcar una ceja en un signo de burlesco humor. Para el guerrero de la tribu de los hiena, aquellas palabras tenían el mismo valor que el pedo de un facóquero. Maloliente pero sin fuerza. Era evidente que aquel hombre de otras tierras jamás había conversado con sus progenitores hiena. De haberlo hecho, hubiera aprendido a humillar sin necesidad de alzar la voz. A hacer llorar sin golpear. A hacer desear la muerte con una simple y sutil muestra de desprecio. Por lo demás, el resto de su arenga le resultó igualmente maloliente y vacua. Si no eran nada, ¿por qué esperar algo de ellos? ¿Si tan buenos eran los reclutas del pasado por qué ahora recurrían a quienes eran simples bultos con ojos? ¿Solo por la sangre que habrían de derramar? Eso lo entendía. Había sido educado para ello, instruido en el arte de la muerte, directamente, sin ambages, sin tonterías. En el discurso de Gulg solo se respiraba el hedor de la hipocresía y ese, no habría jabón, agua o cepillo que pudiera eliminarlo.

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03/09/2011, 11:11
[RIP] R'Gaa.

La cara de R'Gaa no mostraba emoción alguna, en el campamento le habían enseñado - a golpe de castigo y vara - que los sentimientos no tenían lugar entre las filas de la formación... bueno ni entre las filas ni en ningún lugar. Claro que otra cosa es lo que bulle dentro de cada uno, y ella se sentía como un puchero de barro en el fuego, burbujeante.

Nunca me he considerado una persona cobarde, las circunstancias de la vida se han empeñado en ir modelándome poco a poco, igual que el viento modela las dunas de los grandes desiertos. Sin embargo, he de reconocer, que una más, la Voz del Sargento de instrucción Gulg había conseguida sacarme de mi ensimismamiento, metiéndome de golpe y porrazo en la vida real. 

Mmmm... si algo hecho de menos es un buen baño. Es lo único que añoro de aquella vida que dejé atrás... Ojalá podamos darnos un buen baño con ese agua y cepillos, me voy a refregar hasta sacarme de la piel este olor a ... carne putrefacta, barro, y desilusión.

R'Gaa estaba demasiado acostumbrada a oler a flores. Pero podía superarlo si no tenía que volver con los Nubes Dispersas. Sí, definitivamente cualquier cosa era mejor opción. Dio el paso al frente, cuando lo ordenó el sargento, sin apenas pensárselo. Al fin era recluta, al menos ya era algo más que una brizna de hierba.

 

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03/09/2011, 12:44
Ojopocho.

Di el paso adelante sin pensarlo dos veces, creo que no lo pensé ni una vez. Estábamos allí preparados para recibir órdenes y éramos como máquinas dispuestos a obedecer a aquella cabo, algunos mas que por la disciplina, por no querer llevarte un varazo de bambú, esa mujer sabía dar donde dolía.

Después de unas órdenes los aspirantes de más atrás comienzan a correr, con la promesa de más comida y con la amenaza de quedarse sin ella, eran alicientes más que suficientes como para correr como si estuvieran endemoniados. Los sigo con la mirada hasta que aparece en escena el sargento Gulg cuyas palabras siempre tan agradables para los oídos, como si no supiéramos ya que éramos la escoria de ese sitio(Por ahora), que nos lo tenía que estar recordando a cada segundo. Pero allí estábamos todos, firmes como estacas y esperando que nos dijeran mas halagos. Sentía como si el sargento a pesar de que llevara el yelmo, nos atravesara con su mirada de un lado a otro, era una sensación muy incomodante.

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03/09/2011, 13:09
Guepardo.

La expresión de Guepardo ni siquiera se ve alterada. Después de todos los insultos y golpes recibidos por parte de su familia apenas escucha realmente las palabras de Gulg.

Sin embargo piensa que sería bueno ser un hermano juramentado, pertenecer por fin a algún sitio, tener... Sí, ¿por qué no? tener por fin una verdadera familia. Así que mantiene la postura de firmes y finge estar interesadísimo en las palabras del sargento, justo como a él le gusta.

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03/09/2011, 13:17
Rastrojo.

Era desmoralizante. La primera escuadra era competente y tan marcial... dar un paso al frente con ellos delante era como ser un gato a la sombra de los lobos. Pero si la siguiente promoción de lobos y gatos les preparaba un baño, aquello podía ser el gran remanso de paz que su pierna necesitaba.

No pudo evitar buscar con la mirada a uno de aquellos mequetrefes. Encontró un chico joven y algo enclenque, del que ni siquiera sabía su nombre. Le siguió de reojo, mientras acarreaba agua tal vez para el propio Rastrojo. Una apuesta consigo mismo: ¿podría aquel perdedor ser uno de los ganadores que comieran doble rancho? Sí aquel débil desconocido lo lograba, puede que hasta hubiera esperanzas para el pobre Rastrojo de ser alguien en la vida.

Pero cuando el Sargento Gulg alzó la voz en mitad de su discurso, Rastrojo volvió la vista al frente y se impidió a sí mismo seguir el transcurso de la carrera. No era cuestión de cagarla ahora, así que centró su atención en el discurso de su superior.

Era una arenga, ¿intentaban motivarles? Reclutas... al fin. Rastrojo esperaba que eso supusiera una mejora en sus condiciones de vida, pero la verdadera esperanza de obtener estatus estaba en Caratótem y su oficio de chamán.

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03/09/2011, 16:20
Sargento de Instrucción Gulg.

- "Vuestro primer acto como Reclutas de la Compañía será lavaros toda la mugre y suciedad acumulada en todos estos meses como Aspirantes.

Como Aspirantes no teníais derecho alguno. Comíais sólo cuando sobraba comida, que no era siempre, sólo podíais usar armas de entrenamiento, que se os entregaban durante las prácticas de combate y os estaba vedado entrar en el Campamento Principal.

Una vez aseados, recibiréis vuestras ropas, lavadas por los esclavos pertenecientes a la Compañía.

Vuestro primer derecho como Reclutas es el de portar vuestras armas de nuevo, las que trajisteis con vosotros al alistaros como Aspirantes. Podéis llevarlas siempre que queráis, incluso en el Campamento Principal o en plazas fuertes ocupadas por la Compañía. A menos que un superior os ordene dejarlas, cosa que normalmente sólo se haría por causas diplomáticas. Por ejemplo, si queréis visitar el pueblo de nuestros patrones, los Caimanes Negros, es probable que os hagan dejar las armas en la puerta.

Aclaro que tenéis derecho a vuestras propias armas y equipo. La Compañia no os proporcionará nada extra gratis.

Vuestro segundo derecho es el de recibir una comida diaria, siempre y cuando la situación económica de la Compañía lo permita. Actualmente, la guerra contra los Castores nos está saliendo muy cara y casi todos comemos simplemente una escudilla de gachas de avena al día.

Los cazadores cazan algo a veces y entregan la mitad a la Compañía. Esa carne se suele dar a los Oficiales y mandos intermedios, que merecen un trato especial debido a sus años de servicio y a sus responsabilidades adicionales.

Los hermanos juramentados tienen derecho a tres comidas al día, que muchos comparten con seguidores de campamento allegados suyos. Por tradición, muchos seguidores reciben una ración diaria de rancho. Los que tienen recursos propios, ya sean Soldados o seguidores de campamento, suelen ceder sus raciones a quienes están más necesitados que ellos.

Vuestro tercer derecho es que ahora podéis entrar en el Campamento Principal en vez de limitaros sólo al Campamento de Instrucción. Los guardias os dejarán pasar siempre que no oláis a excrementos y vistáis decentemente con ropas aceptablemente limpias.

El Campamento Principal tiene varias partes. El lado Este está reservado a los hermanos juramentados, allí no tenéis nada que hacer sin invitación expresa de un miembro de la Compañía. Las tiendas de mando de la parte central son zona vedada, incluso para los Soldados.

Hay un campo de prácticas que podéis usar para entrenaros, incluso con los Soldados, si es que alguno acepta entrenar con vosotros. El Carpintero tiene siempre armas de madera disponibles para quien quiera entrenar, pues la costumbre es no usar armas de verdad cuando sólo se quiere practicar.

Finalmente, la parte Oeste es donde están las tiendas y chozas de los seguidores de campamento. Allí hay artesanos, comerciantes, y una taberna donde se juega a los dados y sirven grog. También hay putas y pitonisas. Para los seguidores de campamento el dinero de un Recluta es igual de bueno que el de un Soldado.

Vuestro cuarto derecho, el más importante, es el de tener la oportunidad de luchar por la Compañía, demostrar lo que valéis, y tal vez ganar el broche de plata de la Compañía y convertiros en Soldados.

Ahora, corred a vuestro baño cuando dé la orden. Limpiad bien toda la mugre y tomáos el resto del día libre. Recoged vuestras armas y equipo que guardáis en vuestras tiendas o chozas. Por la tarde y la noche podéis ir al Campamento principal a celebrar que ya sois Reclutas.

Mañana por la mañana con el canto del gallo estaréis aquí formados y tiesos como palos, cansados o no, con resaca o no. Listos y dispuestos para recibir nuevas órdenes.

¡Cochinillo, Lengua de Serpiente! Quiero veros en mi tienda a los dos a media tarde." -

El Sargento Instructor hace una pausa, aspirando aire:

- "¡¡PELOTON DE INSTRUCCION, ROMPAN FILAS!!" -

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03/09/2011, 17:32
Sargento de Instrucción Gulg.

- "¡Maldición! Quería decir Cochinillo y Lengua Negra. Serpiente, tú no." -

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03/09/2011, 18:12
Serpiente.

Cuando el Sargento Gulg me miró yo le devolví la mirada. No esbocé sonrisa alguna, oh no, tan solo sostuve su mirada. Esos juegos eran siempre divertidos contando con la ventaja de poseer unos ojos inquietantes. Daba igual que él solo pudiese verlos a través de la estrecha ranura del yelmo, seguían siendo de color amarillo y con círculos concéntricos negros. ¡Por los dioses quién tenía unos ojos como aquellos! Eso sí a él no parecían asustarle. En sus largos años de servicio debía haber visto cosas más horribles, pero con el simple hecho de que pensase que eran raros me daba por satisfecho.

El viejo Sargento no tardó en abrir la boca y de sus labios llegó el premio tan ansiado. Lo había dicho aunque había sido necesaria una aburrida perorata en medio. Mi Maestro era igual, ¿para qué decir una cosa con un par de palabras cuando para lo mismo puedes emplear veinte? Yo también lo hacía de vez en cuando, es algo que aprendí de él. Escupeculebras siempre lo ilustraba diciendo: “la gente tiende a confundir longitud con profundidad”, y cuando era niño yo lo completaba pensando: “porque lo profundo aburre y lo largo también”. Lo importante era que al final el baño no iba a ser tan inútil, cosa que noté cuando al final de mis brazos estirados mis dedos impacientes comenzaron a golpear mis muslos.

Ignoré el error de Gulg sin darle importancia (cuando uno está viejo la muerte le susurra al oído confundiéndolo), y cuando finalmente dio la orden de romper filas me acerqué a mi barril con paso tranquilo. En mi interior deseaba salir corriendo pues llegaba el momento tan esperado después de seis meses. Con nerviosismo metí mis manos en el agua fría y una vez húmedas las coloqué a ambos lados del barril y esperé un momento.

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03/09/2011, 18:14
Serpiente.
- Tiradas (1)

Notas de juego

Tirada de Prestidigitación para calentar el barril de agua. No pongo dificultad, ya me dirás tú.

Un 22. No está mal :)

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03/09/2011, 18:23
[RIP] Jabalí.

El final tan largamente deseado era suyo, había sido nombrado Recluta, el destno tenía en buena medida a Jabalí, de ser un paria, quizas llegaria a tener una familia. Había ansiado tantas veces oir esas palabras a lo largo de estos mese que había durado la instrucción que no cabía en su asombro, un asombro que solo se dilucidó por una apertura de ojos mayor de lo habitual.
Cuando el sargento Gulg ordeno romper filas, empezo un casino caminar hacía su primer baño en mucho tiempo, aunque su nariz era incapaz de distinguir entre su propio olor y el del resto de los reclutas, poco a poco en su mente se fue ezbozando la idea de que limpio podría volver a ver sus pocas pertenencias, lo poco que había salvado cuando dejó...quizas no era esa la forma...la tribu, un escudo de madera y una lanza, una daga e incluso gozaba en su posesión una manta, que tanto abrigo le había proporcionado en las noches frías e humedas.
Poco a poco fue lavandose, tomandose su tiempo, puesto que hasta el día siguiente no iban a ser llamados, el pelo no le llevo mucho tiempo de lavar, puesto que no solia dejarselo largo, pero volver a parecer un guerrero de verdad era poca la dicha que sentía en su interior.
Una vez aseado, recogio las ropas limpias que le entrego un esclavo y se pregunto que harían los demás, si celebrarlo o descansar, por ello busco con la mirada si alguno parecía tener ganas de hablar...

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03/09/2011, 18:35
La Compañía Negra.

- Cualquiera que esté cerca de Serpiente cuando se mete en su barril, puede hacer una tirada de Otear, si quiere.

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03/09/2011, 18:36
La Compañía Negra.

- Si quieres puedes hacer una tirada de Sentir Magia.

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03/09/2011, 20:00
[RIP] Jabalí.
- Tiradas (1)

Notas de juego

Serpiente es una mujer.

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03/09/2011, 20:51
Sicofante.

Bla, bla, bla, y más bla.

Al parecer, no se cansan de hablar o de decir sandeces por la boca. Era increible como eran tratados los aspirantes, no mucho mejor que nosotros, sin embargo, la estupidez de los mandos estaba clara. Destilaban estúpidez por la boca, ¿pero qué podía hacer yo más que acatar las órdenes o ser colgado por los pies durante una semana?

Al dar el paso al frente y al mantener la posición de firmes, los pensamientos de Sicofante volvieron un poco atrás en el tiempo, cuando vivía rodeado de manjares, mujeres y riquezas.

Ahora, como dice el superior, era un poco menos que escoria.

Pero era lo que había, no tenía otra opción.

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03/09/2011, 23:21
El Cráneo de Plata.

- En ocasiones, debido a sus rasgos finos y delicados, algunos han llegado a sospechar si Serpiente no sería en realidad una mujer.

- Cuando se quita sus negros harapos para meterse en su barril lleno de agua, resulta evidente que es un hombre.

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03/09/2011, 23:23
EL TIEMPO SE AGOTA.

- Ha dejado de llover y a ratos el sol medio asoma tímidamente entre las nubes.

- La mañana sigue siendo fresca y el agua de los pozos con la que han llenado los barriles está más bien gélida.

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04/09/2011, 02:02
Lengua Negra.

Y así, con poca ceremonia y mucho frío nos convertimos en los miembros más prescindibles del campamento: reclutas. Esa agua debe helar los pensamientos pero es mejor que ninguna, hay costras en mi cuerpo que cubren las costras y ya no recuerdo de que color era mi piel cuando veo mi reflejo en los charcos.

- "¡Maldición! Quería decir Cochinillo y Lengua Negra. Serpiente, tú no." -

¿Cómo? ¿Yo? ¿Cochinillo y yo? ¿Que se cuece aquí? Pronto amenaza tormenta para este recluta, será mejor que me apresure.

Con presteza me introduzco en el barril que me corresponde tras quitarme los andrajosos harapos. Froto fuerte al entrar al agua conteniendo un grito provocado por el sobresalto de caer a un agua gélida. Si no froto fuerte es posible que no salga del barril, mi corazón se detendrá.

¿Qué querrá Gulg del gordo Cochinillo y de mi? Quizá . . .

¡Detén tu cabeza bobo o perderás el tiempo especulando inútilmente! Concéntrate en seguir vivo, aséate, recupera tus ropas limpias y armas. Después de eso solo hay que preocuparse por llegar a tiempo ante el sargento, que sean otros quienes piensen.

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04/09/2011, 06:38
[RIP] Mentiroso.

¡Por fin! Ya era un Recluta. La Compañía no era muy diferente a como se había imaginado, y ya tenía un pie dentro.

Mentiroso se retiró, hizo suyo uno de los barriles y comenzó a bañarse. El agua todavía tenía el frescor de la mañana, pero tras el susto inicial era agradable. Poco a poco iban llegando los demás. Otros reclutas procedentes de otras tribus. Poco a poco eso importaría cada vez menos, dejarían de ser de sus tribus y serían simplemente de la Compañía. Eso le gustaba.

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04/09/2011, 09:54
Piojillo.

- "¡Serpiente! ¡Acabas de ser ascendido a Recluta y ya estás haciendo trampas!" - Dice mirando fijamente el agua del barril de Serpiente desde el barril vecino en el que se está refrotando con ahínco la mugre.

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04/09/2011, 09:56
Cochinillo.

- "No te laves tan deprisa, Lengua Negra. El Sargento ha dicho a media tarde, y ni siquiera es mediodía todavía." -