Partida Rol por web

Loor no estaba orgullosa de haber golpeado hasta la muerte a un hombre indefenso pero comprendía perfectamente los motivos de ese castigo tan brutal y expeditivo ya que en casos como aquellos los líderes debían de dejar claro que había cosas que no se podían permitir. Además al actuar rápidamente la guerrera había acabado de un certero golpe con los sufrimientos del tal Sacorroto y de ese golpe sí que se sentía más orgullosa aunque su semblante no lo reflejara. Después de esto esperaba que la disciplina volviera a reinar el campamento así que su sorpresa fue mayúscula cuando otro de los reclutas comenzó a increpar al analista desafiando su liderazgo. Pero afortunadamente tras una serie de duras palabras que en ocasiones parecían tener la situación volvió a su cauce y Loor se encontró trasladando el cadáver junto a dos compañeros, Matagatos y Attar, hacia el estanque.

Una vez allí escucho las palabras de Lengua Negra que los conminaba a descansar y haciendo caso de ellas se encamino a recoger sus enseres, comer algo y en cuanto pudiese dormir algo ya que todavía no se encontraba totalmente recuperada de su larga convalecencia.

Cuando pensaba que mi padre no respondería a las preguntas de Lengua Negra escucho con sorpresa sus palabras. Dejan en mí una amalgama de sentimientos difícil de explicar aunque en general el mensaje tiene un tono positivo para nosotros.

Me preocupa su estado, y ahora más que nunca que Khadesa esté con él, espero que aguanten las cadenas.

Aunque era evidente que su estado había empeorado todavía no llegaba a niveles peligrosos, de todas formas no estaría de más ser precavidos. Al menos había asegurado que venceríamos en la batalla que se avecinaba. Si Caratotem, Rastrojo, Serpiente o cualquier pitonisa me lo hubiera dicho no tendría tanta fe como en las palabras que acababa de pronunciar mi padre.

Venceremos, yo también estoy seguro.

Una pequeña sonrisa se dibuja en mi cara, aunque se borra inmediatamente cuando mi padre se levanta para dirigirse al carro con Khadesa. Lo sigo con la mirada esperando que pueda contenerse hasta la batalla.
Asiento a las palabras de Lengua Negra, estaba seguro que después de la batalla todo sería distinto.

-Me quedaré.

No sería de ninguna utilidad, ni siquiera podía ayudarle a cavar, pero tampoco quería dejar a Lengua Negra haciendo eso solo. Al menos cuando hubiera que colocar a Sacorroto en la fosa podría tirar de él con mi brazo derecho. Me quedo en silencio allí hasta que acabemos de enterrar el cadáver.

- Durante varias horas, Lengua Negra cava en solitario la tumba de Sacorroto mientras Matagatos aguarda a su lado, incapaz de ayudarle mucho debido a sus heridas. Finalmente, ambos entierran el cuerpo y después se retiran a descansar.

- Mentiroso pasa la noche atadado, vigilado de cerca por Jabalí.

- Guepardo mantiene una extraña actitud apática que hace pensar que en algún momento haya podido sufrir un fuerte golpe en la cabeza que le haya causado la muerte cerebral.

- Sicofante sigue sentado junto al carro, recuperando lentamente la compostura mientras pasan las horas nocturnas.

- Pelagatos, Attar y Rastrojo se ocupan de los turnos de guardia.

- Desde el carro llega la voz de Khadesa, cantando una nana. Su voz es dulce, aunque desafinada, y no se sabe las letras de las canciones que canta, pero aun así parece cumplir su propósito, si bien ocasionalmente se escucha ruido de cadenas.

- Caracabra se queda dormido junto a Mentiroso.

- Dedos duerme bien abrigada. Lo mismo hace Loor.

- Ojopocho descansa cerca de Peregrino, que permanece inconsciente con un buen golpe en la cabeza. La herida de Peregrino no parece grave.

- Uro se retira a su tienda para descansar y tener fuerzas para el día siguiente.

TRANSCURRE CASI TODA LA NOCHE.

- Rastrojo está de guardia, pero es obvio que no vigila nada. En su lugar, se ha pasado toda la noche intentan infructuosamente agrandar la armadura de cuero tachonado de Jabalí, usando para ello los arneses de la difunta mula de Serpiente. Tanto la armadura como los arneses están ahora descosidos e inutilizables. Un talabartero podría restaurar los arneses para que vuelvan a cumplir su función en vez de ser simples tiras de cuero. Arreglar la armadura y hacer que vuelva a servir para algo va a requerir las manos de alguien que sepa lo que esté haciendo. Alguien que entienda un poco tanto de armaduras como de trabajar el cuero.

- Matagatos se levanta por sí solo antes del alba y comienza a despertar a todo el mundo.

- Khadesa prepara gachas frías como desayuno. A muchos no les sentaron demasiado bien los pájaros asados que preparó Ojopocho anoche, tal vez porque estaban demasiado hechos, o por los sucesos de la velada.

- Peregrino recupera la consciencia.

- Sicofante se despierta moralmente recuperado, listo para empezar a olvidar lo que sucedió ayer.

Al tiempo oportuno, como si algo me avisara abro los ojos. Al contemplar el cielo puedo comprobar que es la hora indicada para levantarse. Sin darme cuenta hago un movimiento brusco que me recuerda las heridas del día anterior.

Ya casi no me duele, está cicatrizando bien.

Intento mover despacio el hombro y tan solo noto pequeñas molestias, nada importante. Con el corte de la mano pasa lo mismo, parece que con un poco más de descanso podría curarme enseguida. Incluso aunque tengamos que caminar todo el día creo que las heridas se cerrarían por completo. Me levanto y recojo la manta y la esterilla enrollándolas una en la otra. Antes de hacer otra cosa comienzo a despertar al resto para que se vayan preparando para partir, después me acerco al estanque y me aseo un poco, lo necesario para no apestar demasiado, aunque con la ropa que llevo, sucia de varios días, va a ser difícil.
Cuando termino vuelvo hasta donde he pasado la noche y me pongo mi armadura, hoy puedo ponérmela yo mismo, aunque todavía me hace algo de daño. Después me ato el trozo de tela que uso como cinturón y coloco mi espada corta y mi daga.

Ya estoy listo para partir.

Espero a que el resto estén listos para marchar.

GUEPARDO:

- Debes realizar tu TS Estado Físico. - Dificultad 12.

- La base es un +2, -2 por estar deprimido, +1 por condiciones de acampada, +2 por descanso = Total +3.

- Recuerda que es posible gastar 1 Punto de Acción para conseguir un +1d6.

RESUMEN DE ESTADO FISICO DESPUES DEL OASIS:

1. Attar: Tras el descanso en el oasis se recupera. Pasa a estar sano. Su moral es alta.

1. Tratamiento: Ninguno necesario.
2. Acciones: Viajar.
3. TS estado físico: Se ha recuperado.

1. Campaña: Está completamente Sano. – Su moral es alta.

1. Tratamiento: Ninguno necesario.
2. Acciones: Misión de exploración.
3. TS estado físico:

1. Caracabra: Se siente como un viejo artrítico todo el tiempo. – Ha perdido la confianza en sí mismo. – Su moral es baja.

1. Tratamiento: Necesita una loción de aceite de oliva y violetas, que no está disponible. – Ha descansado.
2. Acciones: Viajar.
3. TS estado físico: Se considera fallida. – Tiene una penalización de -2 a toda acción.

1. Dedos: Tras descansar en el oasis pasa a estar Sana. – Su moral es ahora media.

1. Tratamiento: Aunque ya no es necesario, no le vendría del todo mal una infusión de violeta.
2. Acciones: Viajar.
3. TS estado físico: Se ha recuperado.

1. Guepardo: Se siente deprimido e inútil. Su moral es pésima.

1. Tratamiento: Recuperar la confianza en sí mismo.
2. Acciones: Viajar.
3. TS estado físico: Fallida. Tiene una penalización de -2 a toda acción.

1. Jabalí: Se recupera su sus mareos y vértigos, pasa a estar Sano. – Su moral es alta.

1. Tratamiento: Ninguno necesario.
2. Acciones: Viajar.
3. TS estado físico: Se ha recuperado.

1. Khadesa: Su garganta ha mejorado gracias a la infusión de violetas que le preparó Matagatos, pero sigue estando enferma. – Su moral es baja.

1. Tratamiento: Necesita reposo y más de violetas.
2. Acciones: Viajar en el carro.
3. TS estado físico: Leve mejoría. – Tiene una penalización de -2 a toda acción.

1. Lengua Negra: Supera la gripe y pasa a estar completamente Sano. – Su moral es media.

1. Tratamiento: No necesario.
2. Acciones: Liderar al Pelotón.
3. TS estado físico: Perfecto estado de salud.

1. Loor: Se recupera del coma y pasa a estar completamente Sana. – Su moral es media.

1. Tratamiento: Nonecesario.
2. Acciones: Viajar.
3. TS estado físico: Se ha recuperado.

1. Matagatos: Continúa Sano. – Su moral es alta.

1. Tratamiento: No necesario.
2. Acciones: Viajar.
3. TS estado físico: Su estado físico es bueno. Sus heridas se recuperan bien.

1. Mentiroso: Se siente muy fatigado y su paranoia sólo se ha mitigado ligeramente. – Su moral es baja.

1. Tratamiento: Supera los conocimientos de Matagatos.
2. Acciones: Prisionero.
3. TS estado físico: Fallida. – Tiene una penalización de -2 a toda acción.

1. Ojopocho: La infusión de saúco y albahaca de Matagatos parece haber mitigado el mal yuyu de su ojo maldito. Pasa a considerarse Sano. – Su moral es ahora normal.

1. Tratamiento: La maldición es incurable, pero parece controlada.
2. Acciones: Viajar.
3. TS estado físico: Se ha recuperado.

1. Pelagatos: Padece la enfermedad de las tiritonas (tiene permanentemente frío, tirita y le castañetean los dientes). Podría volverse crónica si no se cura. – Su moral es baja.

1. Tratamiento: Necesita Equinacea. – No aplicado, falta la planta.
2. Acciones: Viajar.
3. TS estado físico: Sigue enfermo. Tiene una penalización de -2 a toda acción.

1. Peregrino: Se recupera por sí solo de la enfermedad de las tiritonas. Pasa a estar Sano. – Su moral es baja debido a lo sucedido durante la ejecución de Sacorroto.

1. Tratamiento: No necesario.
2. Acciones: Viajar.
3. TS estado físico: Se ha recuperado.

1. Ponzoña: Tiene una Salud envidiable. – Su moral es alta.

1. Tratamiento: No necesario.
2. Acciones: Misión de exploración.
3. TS estado físico: - misión.

1. R’Gaa: Se encuentra Sana. – Su moral es alta.

1. Tratamiento: No necesario.
2. Acciones: Misión de exploración.
3. TS estado físico: - misión.

1. Rastrojo: Se siente drenado de energía, tanto física como espiritual. No ha logrado agrandar la armadura de Jabalí. – Su moral es ahora baja. – Conduce el carro.

1. Tratamiento: Descanso.
2. Acciones: Conducir el carro.
3. TS estado físico: Fallida. – Tiene una penalización de -2 a toda acción.

1. Serpiente: Pasa de una Salud inmejorable a sufrir una psicosis en la que se cree resistente a todo. – Su moral es excesivamente alta.

1. Tratamiento: Desconocido.
2. Acciones: Misión de exploración.
3. TS estado físico: - misión.

1. Sicofante: Se siente Sano. – Su moral es ahora media debido a lo sucedido en la ejecución de Sacorroto.

1. Tratamiento: No necesario.
2. Acciones: Proteger a Khadesa.
3. TS estado físico: Perfectamente Sano.

1. Uro: Completamente Sano. – Su moral es muy alta.

1. Tratamiento: No necesario.
2. Acciones: Viajar.
3. TS estado físico: Perfectamente Sano.

Despierto en cuanto Matagatos comienza a avisar a mis compañeros, incluso antes de que llegue hasta mi. La noche no ha sido buena, no he parado de revolverme una y otra vez mientras dormía. El castigo de Sacorroto me ha revuelto las entrañas y me hace recordar mi salida de la tribu de los Jaguares Asesinos. Parecía que el destino me quería gastar una broma macabra. Pero esta vez tenía que cumplir con la sentencia, no podía volver a huir de nuevo, ya no había ningún otro sitio al que escapar. Las aves que había cocinado Ojopocho tampoco habían ayudado a mejorar mi estado, era como si todavía siguieran volando dentro de mi estómago. Apenas como unas pocas de las gachas frías que sirve la Pitonisa, tengo la sensación de ir a vomitar todo. Al final contengo las arcadas y poco a poco se me va pasando esa sensación. Miro a mi alrededor mientras sostengo mi gran lanza de bronce con una mano. Veo a Mentiroso que continua atado.

Espero no tener que ver la muerte de otro compañero, no vine a la compañía para esto.

Despierto tras oír los pequeños movimientos de mis compañeros. Un día mas el campamento volvía a sus quehaceres, pero esta vez era diferente: ya quedaba poco para la batalla. El tagliano se levanta. No se podía decir que había tenido un sueño reparador, pero no había dormido mal. A decir verdad, era mas de lo que podía pedir habida cuenta de la situación de ayer. Ahora, dejada atrás tal comportamiento y analizado la situación, Sicofante se encontraba avergonzado de si mismo. No era digno de él comportarse así, tampoco para la compañía. Al menos eso le sirvió de desahogo y de aceptación de la nueva vida que tenía. Algo era algo. 

No volverá a ocurrir- piensa mientras se viste. Quería resarcirse de alguna manera, para mostrar que verdaderamente él no era como se comportó ayer. Sin embargo, poco podía hacer al respecto: a él le tocaba proteger a la pitonisa, no luchar en primera línea. No obstante, uno no debía bajar la guardia, al fin y al cabo nunca se sabe lo que puede ocurrir en una batalla.

Aún así resarciré mi conducta. Lo juro- con este pensamiento, termina de vestirse, esperando ahora a que despierte Khadesa en caso de que necesite de sus servicios y sino, para ir a desayunar.

Attar se despertó, algo más cansado de lo normal. Al fin y al cabo, el turno intermedio de guardia no era plato de buen gusto para nadie, ya que partía las horas de sueño en dos.

Sabía que pronto se enfrentarían a la tribu de los Tres Castores, pero además de éso lo notaba en el ambiente, bastante tenso. Sabía que lo ocurrido con Sacorroto no había sentado bien a una parte considerable de los Hostigadores, que sería una posible explicación de la tensión. Pero había algo más, un leve deje de nerviosismo entre sus compañeros.

Perdido en pensamientos turbios y abstractos sobre el tema, perdió los primeros diez minutos de la mañana, sentado y con la mirada ausente. Cuando, parpadeando, volvió a estar algo más consciente, fué a desayunar.

Las horas de sueño habían sido escasas, pero en contra de su propio pensamiento, había logrado dormir. El agotamiento físico y mental habían hecho que cuando apoyó su cabeza sobre la estera, sus ojos se cerraran inmediatamente. No obstante, los primeros movimientos en el campamento le hicieron despertar.

Se dirigió de inmediato al manantial y allí procedió a lavarse, al tiempo que ordenaba sus pensamientos. Cuando acabó, llenó su odre de agua. Habían varias cosas por hacer y no podían esperar a la improvisación. Habló brevemente con Matagatos, quien el informó del estado de salud de la tropa. Afortunadamente, eran pocos los que mostraban algún tipo de afección, pero seguían siendo demasiados. Él mismo había conseguido recuperarse y se sentía sano.

Fue a una zona desde la que todos pudieran escucharle.

-Hostigadores, debemos recoger el campamento de inmediato. No debe quedar nada atrás. Que Attar y Jabalí se encarguen de desmontar la tienda principal. Dedos, Loor y Rastrojo, abrevad a las monturas. Nos espera un viaje largo y aunque confío en encontrar algún pozo más, mejor prevenir. Ojopocho, Peregrino y Sicofante, reponed nuestras existencias de agua. Que cada uno se encargue de recoger sus propios enseres o los de aquellos en misión de exploración y los meta en el carro y llenad vuestros pellejos de agua. Disponemos de tres odres de agua de sobra. Aquellos hostigadores que no dispongan de uno, que acudan a mí y podrán quedarse con uno de ellos -dijo en voz alta-. Hay media docena de los nuestros aún enfermos o con alguna afección. Las monturas sobrantes estarán a su disposición. Evitarles el cansancio de una marcha larga y lenta podrá ayudarles a mejorar o al menos a no empeorar. Rastrojo seguirá conduciendo el carro en el que irá Khadesa, la pitonisa. Pelagatos tiene su propio caballo y Mentiroso su camello. Caracabra y Guepardo montarán en el camello y la mula sobrantes. Estas irán atadas al carro y se les vendarán los ojos, hasta que se acostumbren a sus nuevos jinetes. La mula de Sacorroto tiene una silla de carga. Quitádsela y sen su lugar poned un amanta. Deberá servir como silla. Comeremos al mediodía, cuando paremos. No será posible encender fuegos, así que las gachas se comerán frías. Adelante.

Concluidas sus instrucciones, se dirigió hacia Matagatos con quien habló unos minutos.

Attar, tras unos breves segundos de comprensión, se dirigió a desmontar la tienda principal. Cuando estaba a punto de empezar paró, se aseguró de que no hubiera nadie ni nada dentro, y procedió a ello.

Al acabar con aquello y empezar a recoger sus cosas, reparó en que sus posesiones se limitaban a su ropa, su mandoble y el cuenco de madera que le dieron. Y más aún: que Lengua Negra había ofrecido un odre a aquellos que no tuvieran, pero que sólo había tres.

Dándose prisa, esperándo en su fuero interno que aún quedase algún odre, se dirigió al líder del pelotón y dijo:

-Lengua Negra, a Attar le vendría bien un odre.

-Cuida de que todos hagan su trabajo. Yo recogeré la tienda de Sacorroto y sus bienes y los llevaré al carro de Khadesa. Igualmente con la tienda de Serpiente. Desata a Mentiroso. Quizás quiera lavarse y que monte en su camello. Maniátalo y ata su camello al carro, junto a las monturas de los enfermos. Después, organiza la escuadra como mejor te parezca, aunque quizás un explorador debería adelantarse en el camino. Confiemos en que este día sea algo mejor que el de ayer, primo -dijo a modo de despedida.

Tras hablar con Matagatos, el analista recogió en primer lugar la tienda de Serpiente que guardada en su funda, colgó de la silla de su montura. Tras ello, recogió los enseres de Sacorroto y los colocó todos en el carro de Khadesa. Concluido aquello, vigiló que todo se estuviera cumpliendo de forma adecuada.

-De acuerdo, Attar. Ten. Cuídalo. Puede salvarte la vida cuando menos lo esperes -dijo Lengua Negra tendiendo el odre al hostigador-. Llénalo con agua limpia del manantial.

-Yo puedo adelantarme como hice hasta llegar aquí. Buscaría los mejores sitios para parar o encontrar agua y también para pasar la noche. Ya estoy mucho mejor de mis heridas. Me encontraba casi recuperado gracias a los vendajes que me había puesto Khadesa. Quizá también podría buscar alguna hierba medicinal que fuera necesaria. Siempre que Lengua Negra no tuviera otros planes.

Después de hablar con Lengua Negra ato el camello de Mentiroso al carro, donde irán también el resto de las monturas con la gente enferma. Cuando termino recojo la escudilla de gachas frías que le corresponde y me acerco hasta él. Pongo la escudilla en el suelo y desato a Mentiroso.

-Desayuna, después te acompañaré hasta el lago para que te laves y hagas tus necesidades. Viajarás atado en tu camello.

Mi tono es seco y directo, pero tampoco más de lo que suele ser habitual.

Supongo que el que siga vivo es buena señal. Si no comete ninguna tontería puede tener una oportunidad.

Espero mientras se termina sus gachas y después lo acompaño hasta la orilla del estanque. Le doy unos metros para que tenga su intimidad, aunque no le quito ojo de encima. Prefiero no confiarme demasiado. Cuando termina vuelvo a atarlo, pero esta vez solo de las manos. Nos dirigimos hacia su camello y le ayudo a subir a él. Con un gesto le indico a Sicofante que se encuentra junto al carro que le eche un vistazo, aunque Mentiroso parece algo más calmado que estos días anteriores.

Me mezclo con el resto de mis compañeros para preguntarles como se encuentran y ver si han mejorado o empeorado en sus estados de salud, en base a eso organizaré nuestra formación de viaje.