Partida Rol por web

Escoltadas por las marionetas, llegamos Alice y yo al patio, mirando a mi alrededor, atenta a cada detalle y cada persona de las presentes.

Con una aparente indiferencia, sigo andando hasta el punto que las marionetas nos indican, como si en realidad, nada de ésto me importara y no estuviera prestando atención, mientras evito que mi cara deje traslucir aunque sea una mueca.
Había aprendido, a lo largo de los años, a esperar cualquier cosa, y a fingir muchas otras, e intuía que hoy, ése valioso conocimiento, sería puesto a prueba.

Seguí a las marionetas. Supuse que las prisas eran porque nos habíamos tomado nuestro tiempo para despertar. Esa era una de esas cosas que casi nadie solía entender, que para mi hubiera dos mundos. Pero no era el momento ni el lugar para pensar en esas cosas. Por lo que parecía eramos bastantes, así que no sería un día más. En parte eso me hizo sentir una punzada de nostalgia por una rutina a la que me había acostumbrado. Solo en parte, la otra parte de mi sentía curiosidad. 

Mantuve la espalda recta y caminé a un par de pasos de la marioneta, procurando no retrasarme ni alterar mi ritmo. Lo último que quería era llamar la atención, de modo que procuré fingir apatía, que era lo que hacía la mayoría aún cuando fuese obvio que sólo fingían. 

Según iba acercándose la hora se acercaban al lugar otras personas que no eran solo los alumnos de la generación nombrada por Oulos anteriormente, eran encargados e instructores de las diferentes disciplinas y ramas de la Jürgand, incluídos unos mundanos agentes del Imperium.

Cuando parecía que estaban todos Oulos se dirigió a los alumnos pero algo lo interrumpió, un cuervo negro, enorme, con solo el ojo derecho de un color rojo brillante y donde tendría que tener el otro no había ni el hueco, solo la piel como en el resto del cuerpo.

Se escuchó un zumbido que hizo que los alumnos pusieran muecas de dolor y Oulos se tensó mucho, poniéndose pálido como si fuera de cera, entonces un hombre que estaba semienvuelto en sombras y que parecía moverse de forma errática hizo un gesto de asentimiento a Oulos que salió corriendo de la zona. El hombre se encaró hacia el grupo y una mujer enmascarada que iba a su lado comenzó a hablar a los alumnos.

Al final se había librado del discurso y me tocaba a mi... maldición

-A ver chicos, os quiero a todos formando aquí una fila... ¡YA! -la voz autoritaria de la mujer hizo que todos la obedecieran casi en el momento- mi nombre es Laishandra y soy la segunda al mando de la Jürgand, Oulos no podrá estar presente durante vuestros cursos finales, pero eso no quiere decir que vaya a ser más sencillo.

Tomé un respiro, odiaba tener que dar las charlas... como las odiaba...

-Todos habéis sido entrenados en vuestras especialidades y en cultura e historia, aunque algunos la hayais olvidado por completo. A partir de hoy la cosa cambia, no serán entrenamientos rutinarios, sino pruebas, ya sean de fuerza, inteligencia o coordinación, ya sean retos o duelos entre vosotros, en solitario o por grupos, tendréis que completarlas. Vuestras notas serán en puntos, esos puntos son vuestra moneda de cambio para obtener más equipo, tratamientos o lo que queráis que podáis conseguir en estas instalaciones.

Cogí un poco de aire y comencé a andar a lo largo de la fila.

-Los que mejores notas saquen se convertirán en "Jefes", estos tendrán a su mando a un par de vosotros en misiones reales, porque en breves comenzaréis a estar listos. 

Entonces se giró y señaló hacia una Marioneta que es más grande de lo normal y que estaba junto a los profesores en vez de con las demás.

-Él es Gert-KX009, es nuestro maestro armero, si queréis algo de equipo tenéis que pedírselo a él que lleva en cuenta los puntos que tedréis cada uno, ahora tendréis que ir con él, pero antes tenéis que responderme una cosa... ¿Quién o qué es Dama? 

El cuervo se apoyó en el hombro de Rei, pero el zumbido no parecía molestarla y escuchó esta voz

-Princesita, no puedo estar en tus pruebas finales, al menos de momento, una misión se está complicando y voy a necesitar a Oulos, espero que te vaya todo bien. Un beso. Derek

Y después de eso el cuervo salió volando del hombro para seguir a Oulos que salía a grandes pasos de la plaza

Miré al cuervo dibujando inconscientemente una sonrisa de oreja a oreja, esperanzada por lo que la aparición del bicho significaba... hasta que el cuervo entregó su mensaje. Ví como partía con Oulos y dí un pequeño paso para seguirles con los ojos vidriosos.

Las palabras de Laishandra resonaban como si estuviera en una pecera y carecían de sentido, no me importaba lo más mínimo.

Esta vez no vuelve...

Amagué un puchero mientras la barbilla empezaba a temblarme por mucho que quería evitarlo.

No va a volver...

Una presencia fría y tenebrosa invadió por completo el cuerpo de Rei, y una serie de voces, como si muchas personas dijeran lo mismo a la vez, se coló en sus pensamientos.

-¿Tú eres Cero? tranquila por Derek, no es que necesite la ayuda de Oulos... es que se ha topado con un ser que es algo personal para Oulos y por eso le ha llamado, está allí para ayudarle, pero créeme... Derek siempre vuelve... eso no se lo puede evitar nadie.

Aunque las voces eran un tanto escalofriantes dejaban una sensación de tranquilidad, como si fuera la mayor de las verdades lo que te dicen

Intenté mantenerme impasible todo el tiempo, aunque se me escapó una ligera mueca cuando nos quedamos solos con la mujer.
No tenía absolutamente ninguna opinión de ella, o más bien, había aprendido a no tener ninguna opinión sobre nuestros superiores.

Siguiendo sus órdenes, me coloqué junto a mis compañeros, en fila, esperando más órdenes, y por un leve momento, cuando nos hizo la pregunta, la miré confusa. No recordaba demasiado de las clases de historia. Había llegado cierto momento en que mi mente, inconscientemente, decidió almacenar ciertos conocimientos, centrándose en los que me requerían.
Apretando los dientes, seguía con la vista al frente, sin moverme, casi una estatua, como me habían dicho que debía permanecer, aunque de vez en cuando, mis ojos se desviaban a ella, estudiándola. Parecía que a ella le gustaban éstas cosas tan poco como a nosotros, y por un leve instante, la imaginé siendo como Alice o como yo, una niña probeta, y deseé ser como ella. Llegar donde había llegado ella.

Trece se colocó en silencio, y en su sitio, y escuchó pacientemente a aquella.... mujer, o lo que fuese. Si ni él sabía muy bien lo que era en realidad menos iba a saber lo que eran los demás.

¿La Dama? Fácil respuesta.

Podía recurrir a su "creatividad" para ser más rápida y hablar primero, pero prefirió no quemar sus energías a lo tonto. Aquello iba a convertirse en una orgía de voces corales clamando por hablar primero, pero, ¿qué importaba?

Trece despegó los labios y respondió.

- Es...

Y siguió hablando. Cuando terminó, no supo si había respondido bien o mal, pero lo había hecho. Aquella mujer podía resultar intimidan, pero Trece podía adquirir su apariencia, y eso quieras que no le arrancaba una sonrisa.

Me parecía que algo de eso se trataba, así que no hice mas que pensar en las posibilidades... aunque fuera algo que daría a ver mis buenas habilidades, lo de ser líder tampoco era algo que me llamase, termine de escuchar a la enmascarada hasta que dijo sus ultimas palabras, mire a los reunidos intentando ver si alguno dudaba o sabía de lo que se trataba.

Vi como la pequeñaja daba pasos hacía delante y fruncí el ceño, si le pillaban rompiendo la formación ya vería la que le armaban. Quería sacar otra de mis regalices, pero no era momento, y menos en formación, pero no me salía quien era esa Dama... no, no lo recordaba.

No me gustaba esa sensación.

No me gustaba esa voz desdoblada que parecían muchas a la vez... y sin embargo la preocupación desapareció quedando como única señal del inminente sofoco el par de lágrimas que rodaron por las mejillas.

Turbada, me apresuré a quitármelas antes de recibir una bronca, o peor, un castigo por parte de la señora, enderezándome junto a Kalth-iagos aunque mi estatura fuera muchísimo menor que la de mis compañeros.

Miraba el cuervo de un sólo ojo. Odín tenía un solo ojo y dos cuervos. Odín había cambiado su ojo por sabiduría. Por un momento mi mente se dispersó a mitad de camino de recordar leyendas y de no moverme de la formación por el sonido que parecía que nos perforaría los tímpanos. 

Me mantuve inmóvil mientras la mujer hablaba. Parecía de mal humor, ella tampoco quería estar allí. O tal vez lo imaginaba. Fuera como fuese me resultaba ligeramente hostil y muy intimidante. Motivo por el cuál no sentía demasiados deseos de contestar a la pregunta. Aún sabiendo que esta era la primera prueba y todo ese asunto sobre el competir. En realidad no quería competir, ni que me hicieran pruebas. Lo único que quería era estudiar y explorar y aprender y... 

Pero mientras sus ojos fríos nos estudiaban a todos supe que en realidad no tendría elección, porque tampoco quería saber qué pasaba con los experimentos fallidos...

Ni si quiera me molesté en intentarlo, ¿como daría una respuesta?, más vale parecer idiota que hablar y demostrarlo

Entonces ví a Rei un poco turbada y la cogí de la mano, me daba igual lo que me dijera, ahora mismo tenía que hacer eso.

Escuché el discurso de turno aunque no lo estaba dando la persona esperada. Que si dificultades que si tonterías de historia y memeces. Vamos, un discursito "interesante". Miré a la mujer y después desvié la mirada un poco hacia el maestro armero con nombre raro. ¿Es que todos en ese lugar tenían que tener nombres raros? ¿Querían dárselas de imaginativos? Y también les salía ahora con una pregunta de historia sobre una tal Dama.

-La Dama es... no, no tengo ganas de contestar. ¿Qué tipo de pregunta es esa?

Me quedé mirando a la niña morena de los ojos rojos

-Exacto, Dama es la que mueve y controla a todas las marionetas, a la vez que controla toda la isla. Las Damas son una creación del Imperium, desarrolladas por y para la Jürgand y son las que mantienen en funcionamiento y ejercen de refuerzo moral... si moral, ya que ellas tienen unas directrices sobre las que nadie, y repito, nadie pueden obligarlas ha hacer algo que vaya contra la organización o sus miembros.

Tomé un poco de aire y les hice un gesto a los chicos.

-Si me seguís os la mostraré.

Me puse en camino hacia una entrada junto al edificio de prácticas sin mirar atrás, si no venían los instructores les harían venir.

Miré a Kalth y tiré de él un poco para seguir a la señora, mis pasos eran más rapidos que los de él para poder igualar el ritmo.

Una respuesta fácil. Conocimiento del funcionamiento local. No seré muy lista... listo... bueno, lo mismo da, pero eso lo sabe hasta quien no ha salido de la probeta.

Echó a andar. Extrañamente parecía que al mover los pies lo hiciese de forma forzada. No parecía tener problemas para andar, y de hecho, lo hacía a buen paso, pero apoyaba los pies de forma extraña, como si pisar el suelo fuese algo completamente innecesario y lo hiciese únicamente para respetar las normales sociales.

¿Quién necesita andar cuando puede volar? Alguien que no quiere destacar.

Siguió a Laishandra. Por el momento era la probeta más rápida y sabia. Algo extraño, pues eran las virtudes en que menos destacaba.

Laishandra os lleva hacia un elevador, donde espera a que subáis todos y al hacerlo cierra las puertas, el hombre de los movimientos erráticos sigue con vosotros, pero los demás se han quedado en la superficie.

Tras varios minutos bajando, el elevador se para y se abre dando lugar a un sitio muy diferente, pasillos metálicos con cables por el suelo y tuberias transparentes que tienen un líquido de un color esmeralda. Unas "lámparas" que no sabéis como funcionan al no tener velas iluminan todo el pasillo por el que anda un poco Laishandra y entonces enciende una luz al final, donde se ve a una mujer, vestida de doncella con unos tubos que le salen de las sienes. Su pelo azul y cara afable hacen que parezca más una madre que una máquina.