Partida Rol por web

Alya dejó ir un suspiro de alivio al ver el efecto de la campana y el ataque sagrado de Ildyra, agradecida con que el monstruo se hubiera debilitado tal como el Guardián había prometido.

- Dijo algo de utilizarnos para abrir el portal. ¿Sería ella a quien vinimos a buscar o una feliz coincidencia? - dijo, extendiendo de nuevo su percepción en todas direcciones, buscando una intención hostil sobre ellos, dado que el poder aún retenía su presencia en su entorno; aún sin bajar la guardia en absoluto, por si las cosas no eran lo que aparentaban.

De hecho, viendo el estado de sus camaradas, decidió renovar sus defensas. Una tenue pantalla se formó en frente de ella, con el símbolo de su diosa vagamente percibible en la distorsión de la luz que la atravesaba. Notaba su energía mental menguar a pasos agigantados, pero hasta que no estuvieran a salvo no era momento de economizar su fuerza.

- ¿Tenéis medios de sanaros o necesitáis ayuda? - preguntó, añadiendo los dones de Inquisidora otorgados por su diosa a los que había dejado en su mente, concentrándose por el momento en detectar criaturas malvadas, además de criaturas con intenciones hostiles.

 Al menos el ser tricéfalo no había mentido.. El pensamiento fue un triste consuelo para el semielfo, quien se lamentaba de no haber usado la campana desde el primer momento. Los lamentos de los condenados habían calado profundamente en él y no actuó con la rapidez que acostumbraba.

 —Gracias, Alya.— Durante el fragor de la lucha no pudo agradecer a su colega por el impulso curativo que le había proporcionado.  —La gracia de Sarenae me ayudará a sanar.— Completó las palabras con una silenciosa plegaría y sintió la energía divina recorrer su cuerpo. —Con gusto compartiré su luz si alguna la necesita.— Aunque no se encontraba en óptimas condiciones su credo dictaba ser generoso. Además, ellas demostraron valentía y determinación..

 —Espero que sea ella... De otra forma la situación de este lado sería más precaria de lo estimado.— Meditó un momento antes de volver a hablar. —Nada indica que fuese quien robó los cuerpos. Ninguno de los presentes parece pueblerino y no tiene sentido que saquease las tumbas.— No es que Vicnan fuese un experto en rituales necrománticos, pero algo no terminaba de encajar en su mente.

Ildyra se masajeó la garganta dolorida y tosió un par de veces para intentar relajarla y hacer desaparecer el malestar. Tras carraspear un par de veces tomó su simbolo sagrado con la mano izquierda y lo alzó.

— Acercaros, solo puedo hacer esto unas pocas veces al día, pero mejor que nos guardemos los conjuros para otro momento.-

No sabía si iba a funcionar en aquel lugar, pero la Paladín intentó canalizar energía positiva para sanar a los vivos.

Con el simbolo todavía en la mano, comprobó el estado de sus compañeros.

-¿Alguien más necesita ayuda?

Caidus ejecutó con fluidez los distintos gestos somáticos del conjuro. Aunque era un hechizo simple, conocía magos que tenían dificultad para realizarlo sin movimiento o palabra alguna. Tras sentir como el prisma con el que veía cambiaba, el fata realizó un barrido visual por la habitación. Ningún tipo de aura detectó su nueva visión en aquel lugar. Con cierta seguridad el grupo de héroes comenzó hablar, compartiendo sus inquietudes y opiniones. El siguiente paso a dar era incierto y peligroso. A pesar de ello, pasados unos minutos surgieron algunas ideas con cierto potencial.

De imprevisto oyeron un ruido bajo el suelo, el cual fue seguido de varios más con intervalos regulares. Instantes después uno de los nudos que salpicaba el suelo de madera, saltó por los aires. Del agujero poco después surgió una figura bípeda, peluda y menuda. Si hubiera estado sucio, caminara a cuatro patas y no estuviera vestida, la habrían catalogado como una sucia y simple rata; sin embargo ante ellos había roedor de mirada inteligente.  

—Saludos, mi nombre es Mhun, camarada de Nalen´Dag—. Tras presentarse, apagó la cerilla de un soplido y enfundó su arma—. Él me envió para informaros de que su pupilo Shandal es un traidor. No solo ha logrado inculparle de los diferentes delitos, sino que además se ha hecho con el control de la torre arcana. Es el nuevo archimago. 

Poco después salió una segunda figura del agujero, un ratón de mayor estatura, con rasgos más finos y un porte elegante. Al verles, realizó una breve y respetuosa inclinación, pero guardó silencio.

—Os presento al capitán de la guardia Marcus Dember. Ha sido acusado de ser cómplice de los asesinatos y por encubrirlo durante todo este tiempo. Como es obvio es todo falso— dijo mientras señalaba al segundo roedor—. También escuche que el guardia que os agredió, Caidus y Abelgos, será ascendido y convertido en el nuevo capitán de la guardia.

» Por otra parte, Nalen´Dag va a ser ejecutado hoy por la tarde. De modo que tenemos que darnos prisa. La manera más eficaz de salvarlo, es que los seis nos infiltremos en prisión. Imagino que tenéis muchas dudas, pero siempre puedo explicaros más tarde—. Tras pronunciar aquellas palabras sacó cuatro frascos de color verdoso, los cuales poco después crecieron de tamaño hasta tener casi el mismo tamaño que Mhun—. Por favor, bebed esto. Es una poción de cambio de forma. Os convertirá en roedores al igual que hizo con el capitán. Es inofensiva y temporal, no temáis. ¿Algo que decir? 

Su monólogo, rápido y conciso, no permitió que ningún miembro del grupo lo interrumpiera. Cuando el ratoncillo término, estos se miraron con cierta confusión e incredulidad. ¿De verdad esperaba aquel familiar que ellos se convirtieran en ratones?

Si alguna vez los compañeros habían visto a Caidus cambiar su habitual expresión hierática por una de asombro absoluto, fue en esta ocasión. Tenía tanto ojos como boca abiertos por lo visto y oído en ese mismo instante.

Cuando salió de su asombro, murmuró un "convincente historia", aunque la vio demasiado conveniente en caso de que los traidores fuesen ellos también.*

Luego extendió la mano a uno de los viales, lo cogió y lo estudió con detenimiento.*

En estas circunstancias, pese a la urgencia había que ser precavido.

—¿Quién más está de nuestro lado? ¿Quién está detrás de todo esto? ¿Habéis avisado a alguien mas?

El semidrow buscó con su mano el puñal en cuanto llegarón aquellos dos ratones pero no pudó evitar maravillarse con tan maravillosas criaturas. Así que no las ensartó de inmediato. Su rostro afilado e intimidante se mantuvo impasible en todo movimiento mientras le buscaba fallos a su versión de los sucedido. 

Le sorprendió que un ratón fuese el capitán de la guardia pero al mencionar que esas pócimas convertian en ratones entendió que ellos dos ya las habían bebido y que eran humanos transformados. Si alguien sabía como llegar a las celdas donde estaba el archimago era el capitán de la guardia y convertidos en ratones sería muy fácil entrar, pero tenía sus dudas, a su enemigo le gustaba que sus victimas u otros hiciesen el trabajo por el con planes elaborados. 

Acto seguido otra terrible idea se le pasó por la cabeza y sintió la necesidad urgente de comprobar su teoría

-Contéstame una cosa Mhum, parece que sabes por que estamos aquí. ¿De quien fue la idea de pedir ayuda a la Hermandad, de Nalen´Dag o Shandal? -La respuesta, fuese cual fuese no le iba a gustar.

Todavía estábamos dilucidado cuando aparecen esos... ratones. En serio pretenden que nos infiltre Mos. Al menos mi rostro no lo conocen, y no les hemos informado de la situación actual con la información que poseemos.

-Si no os importa, voy a examinar esos frascos.

Nunca bebas del frasco de otro alquimista sin examinar lo. He sometido a demasiados efluvios a mi cuerpo como para desarrollar efectos adversos. Como ratones quedaríamos inutilizados. Mañana juro que prepararé un hechizo de leer mentes.

Segundos después de que la amenaza fuera reducida, Elentari salió de las mesas con vergüenza en su mirada. Sin decir palabra alguna comenzaron a utilizar su magia para curar a los presentes. 

—Siento no haberos ayudado. Hace mucho tiempo realice un voto contra la violencia y siendo sincera, el miedo me paralizó— dijo finalmente cuando sus compañeros estuvieron completamente curados—. Me alegro de que estéis sanos y salvos. No me perdonaría si alguno de vosotros hubiera muerto. 

» En cuanto al portal. Valeria comentó que fue una entidad espectral quien robaba los cuerpos.  No se si era la mujer enmascarada quien lo hacía, pero tenemos unos cuerpos que encontrar— añadió poco después con cierto nerviosismo—. Además, tenemos que asegurarnos de que el portal que conduce al otro mundo esté bien. Imagino que estará en esta casa. 

Mientras la joven de cabellos azules pronunciaba aquellas palabras, los invitados y sirvientes comenzaron a desaparecer con lentitud como el polvo ante la caricia del viento. Estaban solos en aquella mansión o eso creían. ¿Debían regresar al plano físico? ¿O quizás debían quedarse allí y buscar? De ser así ¿por donde debían empezar su búsqueda?

El cabello de Cylina permaneció en el aire agarrando a una criatura que ya no estaba allí, tardo rato en empezar a descender lentamente hasta su posición normal. Los aullidos de aquellas almas se habían incrustado en su mente, pero su ausencia la habían sumado en un extraño estado de calma ausente, mientras sus compañeros se recomponían y empezaban a hacer planes, ella permaneció con la mirada puesta en el infinito hasta que sintió las palabras y curación de Elentari.

—Está bien, busquemos esos cuerpos—. Dijo mientras se frotaba los ojos con el índice y el pulgar de la misma mano. —Tendremos que confirmar que esta criatura era a quien buscábamos. Diría de empezar por el sótano, suele ser el mejor sitio para esconder lo que no quieres que otros encuentren.

Asintió a la sugerencia de Cylina, sin juzgar las palabras de Ildyra en un sentido u otro. Su inacción no había tenido grandes costes, y ella entendía el peso de un voto tan bien como cualquiera. Si el coste hubiera sido mayor, la situación sería distinta... Pero ya sabía al menos que no podían contar con la mujer de pelo azul para el combate.

Dedicó otro momento de atención mental en revestir su cuerpo con la energía astral del Etéreo, de nuevo solamente visible como una leve distorsión de luz a su alrededor en la forma de la armadura con la que se solía representar la figura de su diosa.

- Dado nuestro roce con el desastre en la reciente batalla, desaconsejaría separarnos en grupos para registrar la mansión más rápido. - dijo mientras observaba como el resto del escenario de la macabra obra de la mujer enmascarada se dispersaba en el viento tan inexistente como sus figuras. - Mi intuición me dice que no deberían estar lejos de aquí, de todos modos. El foco de un conjuro siempre debe estar cerca de su lanzador, y si ella era quien estaba interfiriendo con el portal, y los necesitaba como componentes...

Mhun al ver cómo comenzaban a examinar los frascos, tomó asiento en el suelo cruzándose de piernas  y escuchó las diferentes preguntas. Tras unos instantes de cavilación, su voz aguda volvió a romper el silencio. 

—Me temo que solo estamos nosotros. No hay nadie más a quien avisar— respondió mirando de manera directa al arcanista—. La idea de contratar los servicios de la Hermandad de los Vigilantes fue idea de Shandal. Imagino que lo preguntas para comprobar la veracidad de mi petición. 

» Estas pociones han sido creadas de manera personal por el archimago— continuó hablando mientras señalaba los frascos que examinaban—. Quizás no lleguéis a diferenciar los distintos ingredientes que componen la poción. No os lo toméis a mal, no insulto vuestro intelecto, pero pocas personas son capaces de descubrirlo y menos aún los que tienen la capacidad de crearla. 

Caidus descorcho uno de los botellines y olfateo su contenido. Fue capaz de distinguir un olor apestoso característico de los quesos curados, pero nada más. Aerin por el contrario distinguió diferentes aromas, tales como queso, amoniaco y a pelo mojado. Por otra parte la semielfa canalizó magia en la palma de su mano, hasta hacerla vibrar con la misma resonancia que el contenido. Gracias a ello descubrió que el hechizo almacenado era desproporcionadamente alto como ser contenido en un brebaje. Jamás había visto algo así. Sin duda, si alguien podía hacer eso, era Nalen´Dag.

Se le escapó un gruñido que no pudo controlar al oir la respuesta. -Si, así es, pero ahora te creo del todo. -Suspiro con dientes apretados -Pues entonces el sujeto al que buscamos, el que ha controlado o comprado a Shandal sabe y sabía desde el principio que la Hermandad estaba investigando, quienes y cuantos somos, puede que incluso que estemos en esta posada y desde luego esperará que intentemos liberar al archimago, siempre va un paso por delante. 

Le vino a la cabeza la escena de cuando fue interrogado por aquel guardia, aquel ghoul y sonrió con dejadez, comprobó sus armas al ver que estaba todo en orden tomó la poción que le correspondía.

-Yo no necesito oir más, dejadme a mi primero a ver que pasa. ¡Glup! -Ingirió el contenido de un sorbo tratando de no apreciar el sabor, por si acaso sabía a sobaco de orco viudo y esperó a ver como se transformaba en ratón o se moría ahí mismo envenenado.

La conversación había dejado bastante clara la siguiente acción. Pero ya que iban a tener un probable encuentro desagradable, Caidus necesitaría un favor para llegar en las mejores facultades posibles.

—Aerin, aunque no se aprecie, sigo muy magullado por el feroz vápulo de nuestro 'querido' nuevo capitán de la guardia. ¿Serías tan amable de utilizar tu fantástica varita de curación en mí? Dos cargas creo que serían suficientes. Agradeceré proporcionalmente tu favor como gustes.

Después, se abrió los botones de la chaqueta, mostrando a su jerbo, y preguntó a los ratones.

—Me lo tomaré, pero necesito saber qué puede pasar con él. ¿Reducirá su tamaño conmigo? Si no es así, ¿tras rescatar al archimago volveremos aquí, o tenéis intención de ir a otro lado? No me gustaría que se quedase solo si no vamos a volver, ni que nos acompañase y yo no poder protegerle como se merece.

- O puede que sea parte de un equipo y estén repartidos por varios sitios, los espectros de este lugar la obedecían...

Una lastima que ella y todas sus pertenencias hayan desaparecido, tal vez podrían darnos más pistas.

La paladín suspiró de nuevo, la duda la lastraba en combate sin duda.

-Mis conocimientos de magia són bastante superficiales, así que seguiré vuestra guía para esto, puedo detectar magia, pero discernir su uso ya es otra cosa...

 La energía sanadora era reconfortante sin importar de cual divinidad proviniese, para el semielfo sólo a la de Sarenrae era realmente pura. El resto se siente extraña.. Pensó al recibir los efectos conjurados por sus compañeras. —El sótano es un lugar tan bueno como cualquier otro, vayamos.— El manifestar su acuerdo en lugar de solo caminar era su forma de demostrar respeto.  —Y sin separarnos.— Dos ideas buenas, que se sumaban a las ya expresadas. Han demostrado ser buenas guerreras..

 No tenía mucha experiencia en mansiones, pero la lógica dictaba que la entrada a las cámaras inferiores se encontraba en las zonas de servicio. —Vayamos por la puerta por la que ella entró.—

El grupo abandonó los lujos del salón principal y se adentró en las entrañas de la mansión. Tras las grandes puertas de madera les esperaba un largo pasillo sumido en la oscuridad. Sin pensarlo dos veces Ildyra sacó una antorcha y la encendió con rapidez, prendiendo está de nuevo en un color verdoso. 

A pesar de la luz otorgada por la antorcha, las tinieblas se resistían a replegarse, apartándose apenas un metro a su alrededor. Con paso dubitativo y un destino en mente, caminaron por el pasillo con lentitud, dejando claras huellas de su paso al pisar la alfombra cubierta de una gruesa capa polvo. 

El suelo estaba decorado por una gruesa alfombra de color escarlata de al menos un centímetro de grosor. Por el contrario los muros, pintados de un color dorado, se encontraban salpicados cada pocos metros por cuadros de antiguos habitantes del lugar o representaciones de la comida como una muestra de opulencia.  

En algún momento de su recorrido se percataron de un sonido rítmico y sordo provocado a unos metros de distancia. Con desconfianza alzaron sus armas antes de seguir continuando. Instantes después, la oscuridad se apartó mostrando a una mujer de largos cabellos trenzados de color azabache que caían hasta llegar a la zona lumbar. Un hermoso vestido de color negro cubierto de hongos se ceñía a su escuálido cuerpo con delicadeza. La joven de mirada perdida apoyaba su frente sobre la pared, mientras que el dedo índice a la altura de sus rostro golpeaba de manera repetida y rítmica la superficie. Aquella pobre alma debía llevar décadas así, pues un agujero comenzaba a dibujarse en la pared de yeso. 

Con lentitud, tratando de hacer el mínimo ruido posible, se pegaron a la pared opuesta y avanzaron. Cuando la sobrepasaron encontraron que el tiempo había sido cruel con su lado izquierdo, pues la piel de su rostro había desaparecido mostrando parte del maxilar superior y una cuenca vacía. Además de su brazo izquierdo tan solo quedaban ligamentos y fragmentos de músculo que se aferraban de manera estoica a la articulación del hombro. En silencio continuaron caminando hasta dejar atrás aquella escena macabra y dejar de oír el golpeteo incesante y rítmico. 

Instantes antes de llegar al final del pasillo, les pareció distinguir a una doncella del servicio atravesar la puerta y desaparecer. Con cierta duda siguieron sus pasos, abrieron la puerta y cruzaron su umbral. No había nadie, tan solo la oscuridad. Ante esto Ildyra extendió el brazo de la antorcha y giró sobre sí misma, tratando de ver algo para poder situarse. Debía ser una sala grande, pues ningún mueble ni pared apareció ante su barrido visual. A pesar de ello encontró algo interesantes en el suelo de mármol negro estilo marquina, el cual estaba fracturado en multitud de zonas, revelando un complejo sistema de engranajes de latón.

Alzo la varita y toco a Cadius - Las cargas que use en ti las pagas, cuanto menos. Por el resto no tengo inconveniente.

Miro el brebaje. Uhmm, igual en forma de ratón no dispongo de mis pociones, pero es igual. Sólo espero que mi familiar no decida comerme.

- Nunca pensé que me fuese a convertir en rata. Lo más curioso es que el hechizo funciona. Y aunque no podría reproducirlo sin estudiarlo muy en detalle, si que puedo identificar algunos componente. En principio es segura.

Para demostrarlo doy un trago. El arrepentimiento vendrá después si acaso.

- Mecanismo. Ni un paso más. - Pidió sin dudar en cuanto advirtió lo que tenían bajo sus pies. El que aquellos engranajes no hubieran hecho saltar ninguna trampa no implicaba que no lo pudieran hacer en cualquier momento. De inmediato, llamó a uno de las oraciones básicas que Iomidae entregaba a las súbditas como ella, la capacidad de examinar algo sin acercarse. "Arrojó" su percepción para examinar en la medida de lo posible el suelo que les rodeaba y el mecanismo que tenían bajo sus pies con la misma certeza que si lo estuviera examinando entre sus dedos frente a sus ojos.

Cualquier cosa que descubriera se lo haría saber a sus compañeros, tanto si había losas de presión, como si aquellos engranajes eran parte de una pista.

Aunque depender de otros no era algo que entusiasmase a Cylina, hasta ahora sus compañeros habían demostrado tener buenos instintos, así que decidió vigilar la retaguardia por si alguien les siguiese. Pero ante el aviso de su compañera avanzó con mucho cuidado hasta donde se encontraba Alya para echar un vistazo, desde el sitio centro su vista en el lugar que señalaba la joven. Aquella oscuridad ovinamente antinatural no le gustaba nada así que sujetó la antorcha con el pelo ya que tenía bastante más alcance que su propio brazo y así poder alumbrar más lejos, dejando así las manos libres por si era necesario.

Ante el aviso, Ildyra paro en seco, intentando equilibrar el peso en su pie anterior. Miro hacia su compañera buscando instrucciones y miro a su alrededor buscando algo ella tambien. 

-Si quereis mas luz puedo iluminar una piedra o algo.