Partida Rol por web

Esa era la intención del primer jugador xD

¡Uno menos!

Me vuelvo nuevamente hacia el grupo. El espadón de Hagger prácticamente ha clavado a uno de los gigantes en el suelo, destrozándole la pierna. Ese no va a irse corriendo a ningún lado, pienso.

Decido encararme con el otro, enfrascado en una pelea con Eckhart. Va siendo hora de acabar con esta pelea. Desde mi posición apunto con cuidado. Hay que arriesgar un mínimo para tratar de terminar con el gigante antes de que vuelva a atacar a nuestro compañero.

Disparo dos veces, muy seguidas. El gigante es lo suficientemente lento como para no saber apartarse de la linea de tiro y ambas balas se clavan en su cuerpo. Es posible que haya sobrevivido, pero si lo ha hecho no creo que tenga muchas fuerzas para seguir luchando. Miro desafiante al gigante caido, planteándome por un instante acabar con él pese a la advertencia de James.

Los dos disparos de Hilda aciertan al gigante primero en el abdomen y luego en el pecho. Con los dos pulmones perforados y el corazón tocado, el gigante intenta tomar un último trago de aire que jamás le llegará. Tosiendo sangre, cae al suelo y se queda inmóvil.

Bajo del tejado y me acerco al Gigante que queda con vida sin dejar de apuntarle en ningún momento.

- ¿Quién os ha enviado y con qué propósito? - le pregunto sin levantar el dedo del gatillo del Subfusil.

- Habla y te dejaré vivir. - añado.

- ¡Iros a tomar por culo!

Intenta de nuevo sacudir a Hagger con el bate, y de hecho consigue golpearle en una pierna, pero aunque duele, el ataque no tiene mayores cosecuencias

- Ian, ¿crees que podrás hacer con este lo mismo que hiciste ayer con el otro chiquitín?

Teniendo en cuenta que mis compañeros querían mantener con vida a alguno de los gigantes y de seguro que si le daba de nuevo con el mordisco lo mataría, opté, ya que tenía a mis pies al gigante, darle una patada en la cara para intentar incapacitarlo sin llegar a matarlo. -Intentare no matarte chiquitín - digo riendome del gigante mientras le asesto el golpe en la cara-

La patada de Hagger es tan tremenda, que al gigante se le saltan varios dientes. La conmoción y la pérdida de sangre aunan esfuerzos, y el gigante queda inconsciente.

Se mantuvo expectante tras el fín del combate, a la espera de que James le interrogase. Miró al resto de sus compañeros para ver si estaban bien o necesitaban algo. Se sentia bien de haber ayudado a los enanos, y sabía que el espíritu de su Reliquia, supuestamente forjada por enanos, también lo estaría.

- Bueno, ahora a interrogar a ese hijo de puta... Oh, por cierto, ¿Alguno herido? - Dijo sin prestar atención a sus nimias heridas.

Tras neutralizar a todos los gigantes, y ya que mis compañeros querían interrogar al que habíamos dejado vivo, enfunde mi arma de nuevo y cargue con el prisionero -¿Hay algún sitio donde podamos dejar a esta cosa para interrogarla mas tarde?- pregunte a James ya que la noche anterior pareció conocer el lugar.

- Supongo que si. - respondo a Hagger. Preguntemosle a Ola. - añado sin dejar de apuntar al Gigante.

En cuanto habéis terminado con el gigante, Brendan aparece de nuevo en escena. Lleva un chaleco antibalas, dos revólveres enormes y cara de muy mala leche. Sin embargo, al ver que habéis despachado a los gigantes, su rostro torna un poco en decepción

- ¡Hay que joderse! ¡Me he perdido toda la puta diversión!

Luego se acerca a Hagger

- Podemos llevar ese saco de carne congelada a mi taller; es lo suficientemente amplio como para que quepa sin problemas. Y si se pone tonto le podemos conectar el generador a las pelotas; con eso nos cantará hasta la ópera de Wagner 

- Muy bueno Brendan. - le digo. Démonos prisa antes de que despierte.

- Hagger, Hilda. ¿Nos ayudais?

Dicho esto agarro de un brazo y espero a que tanto Brendan como Hagger e Hilda agarren cada uno una extremidad del Gigante y lo transportemos hasta el Taller de Brendan.

- Veamos que tiene que decirnos.

Ola sale de su casa, y mira los cadáveres de los dos gigantes. Los enanos empiezan a salir de sus casas, una vez el peligro ha pasado.

- ¡Por Thor y Odín, que desastre! ¡Va a costar mucho limpiar esto!

- Iré a preparar la trituradora de madera... 

- Esta vez no se llevaron a ninguno de los vuestros. - digo a Ola.

- ¿Vienen con tanta frecuencia por aquí? - añado inclinando la cabeza hacia los Gigantes.