Partida Rol por web

Al entrar a la tienda nuevamente, el panorama se presentó totalmente distinto a la primera vez. Ahora, tanto Bernat como Áurea se encontraban en compañía de la princesa Yasmina, y al parecer, entre ellos había entendimiento. ¿Acaso lo anterior ha sido una mera fachada? Sin saber bien que pensar, Tyaeda se introdujo hasta estar delante de la princesa desconocida para presentarse.

-Os saludo princesa Yasmina. Soy Tyaeda Euduedil, reina de la ciudad de Linfa del Bosque de las Ánimas. Es un honor para mí conoceros- Esperemos que ella tenga un carácter más agradable que el líder de los bereberes. No soportaré otra insolencia como la de hace un rato. 

Trataba de contener sus sentimientos, que no tenía muy claro hacia dónde se dirigían más, hacia rabia o hacia humillación. Necesitaba escapar de aquel lugar, pero cuando conseguió hacerlo sin parecer desagradecida entraba otro grupo en la estancia.

Suspiró al ver que eran sus compañeros y no aquel horrible hombre, se sintió aliviada. Nunca antes había sufrido esos sentimientos... humillación... derrota... alivio... Sin duda aquel viaje cambiaría a la princesa para siempre.

- Agrael, por un momento pareció que se dirigía a abrazarle. Pero se contuvo, quizás por vergüenza, quizás por respeto. Miró al resto. Me alegro que estéis bien. Todos. añadió. Reina, espero que podáis comprender mi decisión, bajó la cabeza un instante. No estaba orgullosa, pero sinceramente pensó que podría negociar algo mejor para todos.

Tras unos instantes que parecía que sus lágrimas saldrían sin oposición, dijo: Os presento a Yasmina, princesa de los bereberes. Yasmina, estos son mis compañeros: La Reina Tyaeda Euduedil, gran aliada de mi pueblo. Lord Agrael Farshin, noble caballero. Sergi Llorens, maestro habilidoso. Garren, sonrió, el más valiente bárbaro del Reino. Y Bernat del Puig, a quien ya conocéis, joven arquero y mi protector personal. Esta bien claro, que la princesa Aurea por primera vez se sentía muy orgullosa de su grupo y no solo recordó los nombres y los pronunció con orgullo, sino que sus palabras eran honestas y sinceras. Sin todos ellos, esta misión no tendría sentido, y no sería más que un suicidio. Sé que muchos peligros nos acecharán todavía, pero creo que juntos podremos con todos ellos y conseguiremos nuestro propósito. Ese Arbebuck no sabe a quién se va a enfrentar...

 Vi como Aurea se alegro enormemente de volver a vernos a todos, nos prensento a Yasmina. Espere a que terminara de hablar me acerque a ella y le pregunte... ¿ estais bien?, ¿ que han hecho con vos ?... luego me dirigi hacia el arquero, ¿ Como te encuentras Bernad?... pregunto preocupado por el estado de ambos.

Acto seguido lanzo una mirada hacia los hombres que los habian llevado de nuevo hasta la cabaña.

La princesa Yasmina escucha todas las presentaciones en silencio y con mucha educación para después responderos:

- Bienvenidos todos a Narit, mi pueblo, yo sentir mucho la actuación de mi hermano pero tener explicación. En el lecho de muerte de nuestro padre me otorgó todo el poder a mi delante del pueblo, y para mi hermano ser una deshonra,por eso actuar así con todos los que se acercan hasta aquí. La única que puede controlarlo ser yo aunque él tiene su guardia y yo la mia y a veces entrar en conflictos. El no querer extranjeros ni saber negociar, no querer además que nadie más conozca lo que le hizo nuestro padre, él ya se veía como dueño y señor de Narit y sus planes truncarse.

Se acercó hasta la puerta de la cabaña y continuó hablando:

- Sin más dilación vayamos a celebrar ese banquete pero antes coged vuestras pertenencias, creo que son aquellas que están allí amontonadas. En cuanto a vuestra princesa no os preocupéis, ella estar bien, solo fué un susto.

Dicho esto salió de la cabaña esperando que la siguiérais. Afuera aún estaban los guardias que habían sacado a varios de vosotros del pueblo. No entendían por qué su princípe no estaba allí.

Asiento tranquilizando a Lord Agrael. – Me encuentro perfectamente.

Antes de que pueda explayarme la Princesa Yasmina toma la palabra y guardo silencio.

Sus palabras me hacen recelar que la situación pueda volver a ponerse tensa. Uno que se consideraba el destinado a heredero siendo descartado y por lo que dice su hermana con su propia guardia personal no debe hacer que la situación de Narit sea nada estable.

Cuando nos indica que la acompañemos fuera lo hago sin separarme de Aurea.

El que no este me preocupa y mas con la mención de los dos cuerpos de guardias.

Acercando mi cabeza a la de Aurea le susurro. – No bajemos la guardia no halla ido a reunir sus tropas para volver a buscados.

Mirando a nuestra anfitrión. – Disculparme Princesa Yasmina habéis nombrado que contáis con vuestros guardias y vuestro hermano con otros. ¿Cómo los podríamos distinguir nosotros para saber en las indicaciones de quienes confiar?

Nuevamente la situación daba un giro inesperado al grupo, una historia diferente es la que veían ahora cuando entraron en la carpa. Se encontraron frente a una mujer mucho más razonable que su hermano.
Quizás esa era la suerte que estaban necesitando.

Cuando Agrael me pregunta, mi cara gesticula una mueca, de desagrado, de rabia, no se sabe muy bien, obviamente no es la respuesta que esperaba. No tenía ganas de decir mucho así que cuando Bernat habla, asiente a sus palabras sin más sonido.

Después se dirige a la puerta, aunque recuerda que su espada estaba en el montón de cosas junto con su armadura. Vuelve hacia atrás para recogerlas, cuando se junta con Agrael que está haciendo lo mismo.

- Estoy bien, pero... no vuelvas a dejarme sola con ese hombre. dijo susurrante, para que solo el caballero pudiera escucharla, ya que le avergonzaban sus palabras, nunca había aceptado una derrota tan públicamente. Sus mejillas se sonrojaron y sus ojos se pusieron vidriosos, muestra del mal rato que tuvo que pasar y que pasaba ahora al recordarlo.

Las palabras de Bernad me tranquilizaron al ver que estaba bien, pero aun estaba esperando la contestacion de Aurea.

Escucho lo que Aurea me dice cuando se acerca a recoger sus pertenencias mientras yo recogia las mias. Su comentario me hace  entrar en colera, pero tengo que hacer lo posible para calmarme, asi que intento tranquilizarme, pero sin mucho exito... ¿Que os ha hecho ese bastardo?... cuando lance esta ultima pregunta, vi como Aurea hizo un gesto de desagrado y no quise profundizar en el asunto... Venga, cojamos nuestras cosas y vayamos a ese maldito banquete... mi tono de voz decia claramente que no era de mi agrado acudir a el banquete al que habiamos sido invitados.

Tyaeda escuchó con respeto y atención las palabras de la princesa Yasmina. Estaba acostumbrada a que ocurrieran este tipo de cosas en los reinos humanos, donde las disputas por el poder eran muy acentuadas y pudo comprender como para la princesa de Narit gobernar era una tarea desgastante y agotadora. No había nada peor que tener de enemigo a tu propio hermano.

Tomó sus cosas y salio al exterior con el resto del grupo. Estaba claro que el príncipe no los dejaría ir sin más, así que cuanto antes se aliaran con Yasmina, tanto mejor para ellos.

-Vamos princesa, os seguimos

Caminaba a paso lento entre lo que parecían las calles de su pueblo, pero no eran calles normales ni recubiertas en piedra sino por la arena del desierto. Las casas que íbais viendo estaban bastante separadas entre sí y eran de materiales bastante pobres, ni que decir tiene que si un huracán pasara por allí acabaría con todas ellas. Solamente resistían las duras e intempestivas tormentas de arena que de vez en cuando hacían su aparición.

- Contestaré a su pregunta Señor Bernat- dijo Yasmina- gente de fuera no poder distinguir las guardias, solo gente de Narit saberlo- se dirigió entonces hacia Agrael para responderle a su comentario- si no querer acudir al banquete solo tener que decirlo, poder iros ya si lo deseáis. Yo solo querer que iros descansados y comidos para poder enfrentar el camino que quedaros.

 Hablaba sin parar de caminar hasta que llegó por fin a una cabaña mucho más grande que todas las demás, incluso mucho más grande que en la que habíais estado con el príncipe. Por fuera era igual que todas las demás, de materiales pobres tales como la paja, el adobe o la piedra. Pero una vez dentro os sorprendísteis con el lujo que había por todas partes:alfombras de terciopelo, cuadros pintados a mano seguramente de pintores muy importantes de la época, muebles que parecían de oro o por lo menos relucían como tal, adornos elegantes presumiblemente traídos de las Antiguas Tierras de Persia, y una mesa central enorme en la cual cabían por lo menos 100 comensales con sus correspondientes sillas.

- Tomad asiento si querer quedaros, elegid la silla que más os guste. Si no querer quedaros yo sentirlo mucho, me apenará mucho- comentó la princesa bastante afligida.

 Estuve muy tentado de irme de aquel lugar sin gozar de la hospitalidad de Yasmina, pero pensandolo mejor, sus palabras hicieron que recapacitara y decidi quedarme a comer y descansar para reponer fuerzas y emprender de nuevo el viaje con nuevas energias.

Cuando llegamos al lugar donde se celebraria el banquete, Yasmina nos invito a tomar asiento y asi lo hice. Me sente en el lugar que mas cerca tenia.

Asiento ante las palabras de la princesa Yasmina mientras camino todo el camino cerca de Aurea.

Una vez dentro tomo asiento lo mas cercano posible a Aurea atento a posibles sirvientes demasiado atentos.

Esta dama perteneciente a una alta casta del desierto, había convencido al grupo de seguirla al banquete, de ellos dependía quedarse. Sergi vio que ya algunos comenzaron a sentarse  e hizo lo propio en algún lugar cercano a donde hubiera bebida fresaca de ser posible, el recuerdo del abrazador desierto todavía lo tenía muy claro en su mente para olvidarlo tan fácilmente. Agradeció con una inclinación respetuosa a la noble y así dió las gracias a tan amable mujer.

Tomásteis asiento en las sillas que más os gustaron y la princesa hizo lo mismo. Ella eligió sentarse en uno de los extremos de la mesa para poder observaros bien a todos.

Os llamó la atención que casualmente no había ningún guardia dentro de aquel lugar, estábais solo vosotros, la princesa y las sirvientas que no paraban de organizar la mesa yendo y viniendo hasta que la colmaron de comida y bebida, tanto que ya no cabía ni un alfiler en aquella mesa tan grande.

- Comed todo lo que querer- os dijo Yasmina- mientras yo contaros el por qué mi hermano sigue haciendo de las suyas. Nuestro difunto padre entregarme documento en el cual yo me convertía en reina de Narit y mi hermano robar documento y guardar en un cofre que tener en sus aposentos cerrado con llave. Esa llave no se donde estar pero si la encontrara y poder recuperar documento yo tener plenos derechos sobre Narit y mi hermano nunca más poder molestar a nadie- vísteis como las lágrimas empezaron a brotar de sus ojos, la única parte de la cara que tenía a la vista- él ahora molestar a invitados, ser caprichoso y querer desautorizarme en cada momento. Pero aun es cauteloso porque todo el pueblo saber la decisión de nuestro padre y ellos me apoyan. Si apoyar a él saben que no tendrían un buen futuro.

Se secó las lágrimas con un pañuelo que sacó de sus ropajes y tomó una de agua que previamente le había llenado una de las sirvientas.

Comienzo a dar las gracias por la comida y bebida pero finalmente ni se ya las he dado a todos o no.

Voy comiendo pequeñas porciones de queso alternándolos con unas cosas llamadas datiles y olivas. Para beber pruebo una cosa llamada té.

Cuando la Princesa Yasmina comienza a hablarnos dejo de hacerlo para ewscucharla respetuosamente.

Por mi la ayudaría pero no depende de mi la decisión.

Me quedo mirando en silencio la reacción de Aurea.

Mientras voy comiendo, escucho atentamete el relato de Yasmina, sacando mis propias conclusiones. Es una pena que tal princesa y su reino se vea mermado por el insufrible principe. Así que por mi parte la ayudaria. Una vez mas saco mi iniciativa y mis ganas de enfrentarnos contra quien se lo merece.

-No se hable mas pues! Acabaremos con el reinado de terror de vuestro hermano! JA JA JA! preferiria hacerlo a golpe de hacha que es la especialidad que domino, pero si veis que es mejor hacerlo sutilmente...tenemos a un buen maestro cerrajero que no se le resiste ni el candado mas dificil!- Digo señalando a el pequeño campesino.-Sin embargo, como os informara Agrael y Aurea a continuacion, estamos en una importante mision, y vuestro apoyo nos seria de gran ayuda-

 Me quedo mirando a Garren cuando empieza a hablar... Como bien has dicho, estamos en medio de una importante y dificil mision, y no es conveniente meternos en mas problemas.

¿ A caso no has visto que la guardia personal de su hermano, no le deja ni a sol ni a sombra?, ¿A caso no recuerdas el trato con el que hemos sido recibidos por su parte?... en esos momentos miro a Aurea... Sinceramente, creo que no deberiamos meternos en los asuntos personales de esta familia. Y mucho menos con tal diferencia numerica entre su escolta y nosotros. No creo que tuvieramos ninguna posibilidad.

La reina aceptó de buen grado compartir la mesa con la princesa Yasmina y el resto de su compañía. Bebió agua y disfrutó de la fruta que la gobernate le ofrecía mientras escuchaba su realto y meditaba acerca del mismo. Luego escuchó a los hombres de Áurea y permaneció callada unos instantes más. Ella no tenía autoridad sobre ellos, sin embargo, no podía dejar de exponer su punto de vista. Era lo mínimo que podía hacer para agradecer a su anfitriona.

-Habéis oído la opinión de los hombres de la princesa Áurea. Ahora escucharéis la mía, pero no será más que otra opinión. La desición final recae sobre los hombros de la princesa, pues suya es la compañía.

-Princesa Yasmina, es verdad que os encontráis en un gran aprieto. No hay nada más terrible para un reino que su gobierno esté dividido. Y más terrible aún es que la propia sangre sea la que atente contra la estabilidad del mismo. También debéis entender que así como grande es tu problema, grande es el nuestro y enemistarnos aún más con tu hermano podría ser un gran contratiempo a corto plazo.

-Pero como gobernante que soy de mis propias tierras, debo mirar siempre al futuro, estar tres pasos por delante de los acontecimientos, evaluar que pasaría si... Y lo que veo, es que si no actuamos ahora que podemos, si dejamos que la suerte sea quién decida si logras conservar el poder o tu hermano te lo arrebata, nos estamos exponiendo a que Narit pueda ser en el futuro una nueva Arberbuck. Sé que bajo vuestro gobierno, nuestros reinos pueden establecer relaciones de paz y amistad. También veo que bajo el yugo de vuestro hermano, sólo tendríamos un enemigo, alguien que estaría acechando nuestras espaldas aguardando el momento de encontrarnos debilitados para expandir sus dominios, qué es lo que ahora sufrimos por culpa de aquel rey ambicioso.

-Como ya he dicho, la última palabra es de Áurea y la respetaré y acataré. Pero princesa- ahora era al diamante de Loarrus a quién se dirigía Tyaeda -os ruego penseis en las consecuencias de dejar un enemigo detrás nuestro que pueda ostentar el poder. Sé que ayudar aquí y ahora implica un nuevo retraso y ponernos en peligro nuevamente. Sin embargo, el otro peligro, el dejar a un dictador latente detrás me parece aún mayor.

 Ante las palabras de Tyaeda tome la palabra... Preferiria enfrentarme a ese mal nacido en el futuro que no ahora, dado que cuenta con superioridad numerica... hago una pequeña pausa... como ya hemos podido comprobar todos.... digo mientras dirijo mi mirada hacia todos mis compañeros.

Sigo pensando que es un suicidio entablar batalla con su hermano... hice otra pausa mas prolongada para acabar mirando a Yasmina y preguntarle... ¿contariamos con el apoyo de tu pueblo si tubieran que empuñar las armas contra tu hermano?

 - Mi pueblo apoyar a mi en todas las decisiones igual que mi guardia, que ser igual en número que la de mi hermano- os dijo Yasmina para intentar aclararos ciertos puntos- pero no hacer falta entrar en guerra con ellos, solamente encontrar la llave que abre el cofre donde están esos documentos. Ser una llave muy grande, vieja y de oro. La conozco porque mi padre regalarle el cofre cuando ser pequeño. El guardó ahí los documentos pero no se donde esconder la llave, puede estar en cualquier lugar. Si la encontramos todo acabará, mi hermano ya no tener posibilidades de hacer daño a nadie y su guardia unirse a la mía- continuó diciendo mientras tomaba algo de alimento de la mesa- si no lo hacemos podría unirse al rey de Arbebuck para hacer maldades, de él esperarme cualquier cosa.