Partida Rol por web

La sombra del Norte

Capítulo 5: Fornost Erain

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21/03/2018, 23:20
Aeth Umbradacil

- Espera ¿De verdad hay una misión secreta? Durante el camino creía que solo nos decías eso para que nos metiéramos en nuestros propios asuntos. -

Aeth se había divertido viendo la reacción de Dimrod, pero este continuaba tan serio que no pudo disfrutarlo mucho tiempo; todo aquél asunto del secretismo sonaba demasiado importante. Terminó de escuchar la breve historia y las réplicas de Hunkel. El enano tenía razón al decir que se estaban vendiendo sin saber lo que les esperaba.

Aeth aún conservaba una buena suma, la mayor parte del botín del túmulo. Seguramente podría contratar a toda la caravana de brazoafilado para acompañarlo hacia el sureste y abandonar aquél país medio devastado por la guerra, pero al contemplar aquella perspectiva sus ganas se esfumaron. Nunca había tenido una oportunidad tan buena para largarse de allí, pero al pensar adonde iría y en su propio aspecto sintió que había un muro invisible que le cerraba el paso.

En cada oportunidad que había tenido se había puesto excusas para no irse, no era por que se sintiera especialmente apegado al grupo, aunque sí que empezaban a caerle en gracia algunos de aquellos idiotas. Ahora sabía que era porque no creía que allí fuera hubiese nada para él. Mientras buscaba oro y plata como mercenario había tenido un objetivo, algo con lo que ocupar su mente y olvidarse de lo demás. Tal vez debiera seguir así por un tiempo, hasta que supiera lo que quería hacer con ello; y si era peligroso... bueno, casi todos habían llorado a Mithuldin tras su muerte sin conocerle, tal vez no estuviese tan mal terminar como él.

- Más que como un enano hablas como un mercader, Hunkel. Oye Dimrod si estos dos no se apuntan, me quedo con su parte. - 

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23/03/2018, 21:40
Dimrod

En la Tierra Media había un dicho popular que se estaba repitiendo en la mente del eriadoriano con cada vez mayor convencimiento: cuídate de negociar con un enano. Y es que eran tan arduos y duros negociadores como cabezotas y orgullosos, lo cual era una gran inmensidad. Sus discusiones podrían llevar meses antes de cerrar un contrato, y con frecuencia discutían por nimiedades que otros pasarían por alto o considerarían simples flecos sin importancia. Pero al mismo tiempo eran fieles como nadie a sus palabras y se comprometían con todo su ser a los pactos alcanzados, obligando a los demás también a que los cumplieran. Por ello no era de extrañar que Hunkel y Thund se mostraran tan reacios a querer comprometerse con la compañía sin obtener más detalles. Pero Dimrod no podía comprometer el plan que había trazado para que Melyanna estuviese en la mejor situación posible contándolo antes de que el contrato que les había llevado hasta allí siguiera vigente.

-No voy a pediros hazañas imposibles, mi buen amigo Thund. Ni tampoco os diré que vayáis hasta las puertas de Angmar a colaros bajo las faldas del Rey Brujo, maese Hunkel. Mi intención es que la dama viaje por los caminos más seguros. Pero no voy a engañaros ni a daros falsas promesas. Los días que corren son duros y peligrosos aquí en el Norte, y el camino que tenemos delante así lo será. ¿Pero qué camino no lo es en estos tiempos aciagos? Podéis volver a Bree si lo deseáis, la forma más segura de hacerlo es en un nutrido grupo como el de Elacar Brazoafilado, y aún así no está exento de riesgos, como bien sabemos. Por otra parte, el sueldo que os proporciono es más que generoso y no encontraréis otro trabajo similar tan bien pagado.

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26/03/2018, 00:15
Aular Robleviejo

Aular se estaba cansando de la actitud de estos enanos, suspiró cuando cada uno de ellos acabó de hablar. Cuando tomó la palabra el dorwinrim se esperaba más de lo mismo, pero sin embargo, se ofreció a ayudar. Aular lo miró con gesto algo sorprendido pero rápidamente volvió a su rictus normal.

Escuchó pacientemente las palabras de Dimrod, no sabía si serían suficientes para los enanos, así que se recostó en el asiento estirando las piernas resoplando.

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27/03/2018, 16:37
Thund

La puya de Aeth no iba dirigida a Thund, pero igualmente obtuvo respuesta.

-¿Que tienes en contra de los mercaderes Dorwinrim? Gracias a ellos funciona el mundo, tal vez crees que tú no eres uno ¿Acaso no vendes lo que puedes ofrecer?

Mientras el hombre pensaba sus palabras contestó a Dimrod.

-Si la tarea es escoltar a la dama no tendré problema en aceptar tu ofrecimiento, solo querria saber hasta donde. Realmente no importa el por qué si es lo que no quieres revelar.

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27/03/2018, 21:36
Aeth Umbradacil

- Yo no soy mercader, soy mercancía. Y si hay una razón para que funcione el mundo a lo mejor es porque hay alguien dispuesto a pagar por ella. - Fue la contundente réplica del explorador. Tal vez los enanos tuvieran una idea diferente porque según se decía eran tan capaces de abrir la cabeza a un orco con sus hachas como de fabricar los más hermosos objetos, pero aquél no era el caso del dorwinrim; él no podía vender nada más que su cuerpo y su servicio.

La explicación de Dimrod se estaba retrasando y ya comenzaba a entrarle curiosidad. Para distraerse, hizo girar sobre la mesa la copa que había volcado, dejando pasar el tiempo viéndola dar vueltas sobre la mesa.

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28/03/2018, 19:49
Dimrod

Dimrod se mostró al partes iguales aliviado y complacido por la decisión de Thund de continuar con el grupo, el enano era difícil de convencer, pero también era parte importante del grupo. Los enanos eran formidables guerreros, y poder contar con ellos en los caminos peligrosos era algo que sin duda alguna proporcionaba una buena ventaja, tan duros como la roca de la que provenían y tan fieros como el peor de los enemigos.

Dimrod asintió hacía Thund, y después dirigió su mirada hacía Hunkel en espera de su respuesta. Quería mantenerle en el grupo, pero sabía que sus reticencias podrían ocasionar algún problema. No obstante, esperaba que el hecho de que Thund y el resto aceptaran finalmente el acuerdo le hiciera cambiar de parecer.

-¿Cuento también con vos, maese Hunkel?

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29/03/2018, 02:55
Hunkel Saeta de Hierro

-Si usted da su palabra de que no habrá nada más de lo que ha dicho y que cada situación extraña que se salga de lo pactado será pagada oportunamente, estaré de acuerdo- sentenció el enano. -No busco que me cuente su vida ni la de la familia que ahora nos da cobijo, dudo que alguien le interese todo eso, pero bajo su palabra, solo actuaré acorde a lo aquí pactado, salvo si se me paga acorde al riesgo y situación-.

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31/03/2018, 18:22
Yulma Tarmaelen

Yulma había oído hablar de Faramis, aunque solo algún que otro rumor aquí y allá. A los bardos les encanta camelar a las muchachas jóvenes con historias de bravos caballeros, y más de uno había intentado conquistar el corazón de la hechicera —logrando a duras penas arrancar desde una sonrisa hasta un bostezo, en el peor de los casos—. No le sorprendía que aquel fuese el motivo del disgusto de Melyanna por llegar al norte. Eran tierras agrestes, y a ninguna mujer le gustaba ser usada como moneda de cambio para establecer alianzas entre dos familias. Por desgracia, era una práctica habitual en la aristocracia. 

Ahora entiendo el talante hosco de la "futura suegra" —dijo esbozando una pícara media sonrisa.

A la conversación se fueron sumando las quejas y refunfuños de los enanos, avivados por las puyas de Aeth. A la elfa le sorprendía que aquel mercenario aceptase sin rechistar. Tal vez se parecía más a ella de lo que ella misma estaba dispuesta a reconocer. Al fin y al cabo, a ella tampoco le gustaba dejar los trabajos a medias. 

Me intriga el secretismo de la misión, pero ni aunque nos enfrentásemos al mismísimo Morgoth me echaría atrás. Me entrené para proteger a mi gente y a todos los pueblos libres. Si he de morir, será presentando batalla. Si he de vivir, que sea para hacerme todavía más fuerte. No vine aquí para echarme atrás antes de empezar.

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02/04/2018, 16:46
Gramj Haïa

- Hung. Fue la afirmación del enano, para darle brío al asunto.

Miró a Dimrod a los ojos con la cara que un padre pondría su hijo, cuando le cuenta una anécdota que ya sabe. - Y ahora nos dirá que vamos hasta el campo de batalla para que novio y prometida se conozcan. Se mesó el bigote con dos dedos y pensando: - Espero que para el regreso, traigamos a la damita con un retoño dentro, para apaciguar la amargura de la vieja.

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07/04/2018, 11:55
"Aceroamargo"

- Bueno, al parecer nadie va a volverse al sur... - dijo mirando a Dimrod - ¿Nos dirás ahora los peligros a los que nos enfrentaremos? - pregunto - antes de que Hunkel quiera pediros mas monedas de la cuenta - bromeo mirando al enano.

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08/04/2018, 14:12
Dimrod

-Así será, Hunkel. Tenéis mi palabra. - Dimrod sabía que aquello era lo mejor que le podía sacar al enano sin la necesidad de entrar en una ardua y lenta negociación que le costaría más tiempo del necesario. En parte se sentía aliviado de que Hunkel aceptara, aunque fuese sólo por el momento, las condiciones.

-Bien, como habéis oído, Faramis se encuentra en Ilmaryen. -Dimrod comenzó el relato de su plan bajando la voz hasta adquirir el tono de conspiración adecuado que evitase que las paredes de la Mansión Eketta pudieran escucharlo. -No sabemos cuánto tardará en regresar, pueden ser días o semanas, y temo que todo este tiempo termine enloqueciendo a Melyanna. Ya habéis oído a la baronesa, quiere tenerla recluida y la trata horriblemente mal. Y también conocéis el carácter terco y rebelde de Melyanna, hasta el momento la he convencido para que acepte las imposiciones de la baronesa, pero no sé cuanto tiempo podrá aguantar antes de que explote. Es por eso que le he prometido que la sacaría de aquí, y cumpliendo el mandado que me ordenó su padre, la llevaré a Ilmaryen para que su boda con Faramis se celebre cuanto antes. Sin embargo, y aunque me desagrada que se quede bajo este techo sumida a estas estrictas reglas, deberá aguantar así unos días hasta que podamos sacarla de aquí. Es por ello que esta misión requiere de vuestra máxima discreción, y de que mantengáis las apariencias mientras elaboramos un plan para poder escapar sin que la baronesa se de cuenta. Tiene gran influencia en la ciudad, y podría mandar que nos arrestasen si se entera de esta intriga, dejando a Melyanna atrapada en su cárcel palaciega. 

Todo aquello implicaba que el grupo quedase como sirvientes de la dama durante los próximos días. Lo cual significaba que pasarían a tener consideración de criados y no se les permitiera el acceso libremente por el resto de la casa y tan solo podrían moverse por estas estancias, al menos libremente.

-Así pues, de momento tendremos que encargarnos de lo que necesite la dama. Ya que estaremos aquí como sirvientes de Melyanna para que la baronesa nos permita la estancia. No seremos necesarios todos aquí en la casa, si alguno quiere buscar otros quehaceres por la ciudad puede hacerlo. Matha os abrirá la puerta del almacén para que podáis salir por la parte trasera de la casa sin que la baronesa se entere.

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10/04/2018, 00:09
Aular Robleviejo

Por fin había acabado aquella discusión, Aular estaba cansado de tanta chachara. Parecía que la misión de escolta continuaría, esta vez hasta Ilmaryen.

No le gustaba mucho hacerse pasar por un criado y frunció el ceño al oirlo pero sabía que debía cumplir, —no es lo que más me gusta hacer pero un acuerdo es un acuerdo. Sin duda querré salir algún momento, pero contad conmigo para las labores que se precisen —.

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10/04/2018, 01:42
Thund

 El enano escuchó y asintió, no sin acompañar el gesto de un bufido que poco encajaba con su asentimiento, lanzó una mirada detenida al grupo.

 -Sirvientes, ya. Como si alguien con dos dedos de frente fuese a confundir este grupo con sirvientes, tal vez la elfa, con un poco de buena fé Rousson y Aceroamargo, pero ¿Aeth, Aular y mis hermanos y yo? No lo creo.

Y franco como era no pudo si no expresar sus reticencias al plan de Dimrod.

 -Me he comprometido y cumpliré, pero si me preguntais, no veo yo en este grupo un grupo de sirvientes al uso, muy corta de miras ha de ser la vieja y todos los que la rodean para tragar con una pantomima semejante...

 Tal vez algunos del grupo puedan pasar, pero nosotros los enanos y algunos otros del grupo no aparentamos ser sirvientes de la dama.

 Tal vez fuese mejor que desaparezcamos de la vista unos dias, hasta el momento de actuar...

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10/04/2018, 02:21
Yulma Tarmaelen

Yulma se limitó a asentir.

Si me necesita para algo, no dudaré en acudir donde y cuando la dama lo considere oportuno. Pero si tengo libertad para pasar el día, me gustaría visitar algún archivo o alguna biblioteca. Quizá en el cuartel o en algún otro lugar conserven testimonios de antiguos ataques o batallas contra las fuerzas de Morgoth. Tengo interés en saber a qué nos enfrentamos y cómo asumieron otros estas amenazas. ¿Quién sabe? Quizá encuentre algo útil sobre el enemigo o sobre la propia ciudad. ¿Alguien desea acompañarme?

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10/04/2018, 03:16
Hunkel Saeta de Hierro

-Sabias palabras Aular. A la altura del honor de un enano- señaló Hunkel asintiendo firmemente a lo dicho por este y por Thund, aunque no parecía contento, -un acuerdo es un acuerdo, y por el honor que rige a mi familia y a mis ancestros, jamas lo rompería. Por tanto, siguiendo lo aquí pactado, se hará lo que se tenga que hacer- sentenció el enano afirmando su compromiso, reafirmando incluso que las cosas se harían, justo y solo por que había un compromiso de por medio. Que claro, por algo les pagaban.

-Dicho eso, y con el debido respeto, todo esto es una completa ridiculez. ¿Pondrá en riesgo la vida de la dama?, ¿por que?, ¿por un capricho de la misma? Jamas hay que apresurar una boda, sobre todo cuando uno de los miembros del futuro matrimonio está demasiado inquieto o indispuesto-.

-Se que nada cambiará, y reafirmo mi compromiso. No obstante, le aconsejo sentarse y pensar, sea sensato, nada bueno se sacará de todo esto. Usted conoce sus órdenes, y no soy nadie para juzgarlas, pero dudo que un padre anteponga la seguridad de una hija con el mero fin de casarla o sacarla de la reclusión a la que ha sido sometida- Concluyó el enano, dando por sentado que Dimrod poco caso haría a su consejo.

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10/04/2018, 16:34
Gramj Haïa

Gramj estaba contento que aquella muestra de indecisiones y desconfianza se terminase. Se vía el su rostro el desconcierto de sus hermanos. - Entre susurros le añadió: - Hermanos, entre el servicio de un noble, también está la protección y una compañía de enanos aguerridos, puede ser tomada como una protección aceptable.

Y más discretamente les confesó: - Y por lo menos no nos pide que matemos a la vieja. La tipa le desagradaba por los cuatro costados, y gustoso convertiría en una masa sanguinolenta su cabeza tras unos 20 ó 30 golpes. Aquella confesión era algo deshonroso para los enanos, y librarse de aquella ignominiosa labor, era un alivio ... para todos. Aunque librarse de ella, sería de un ALIVIO PARA TODOS. - Además, cuanto antes se casen, antes les dará nietos a la vieja, y con suerte, le quitará un poco de vinagre a su carácter. Reía entre dientes, imaginando la noche de bodas, fuera del control de la manejanta de la Señora de la Casa.

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11/04/2018, 17:44
"Aceroamargo"

- Mi señora, estaría encantado de poder acompañarla - dijo de corazón - Me intrigan también los días antiguos, y me congratularía poder leer acerca de ellos - Había pasado unos días de viaje charlando con Elacar de tácticas militares, de grandes héroes y épicas batallas.

- Lleváis razón, quizás entre los libros se esconda la clave para resistir el mal que se acerca. - dijo serio - Esos orcos traen consigo algo mas que incursiones. Si han llegado tan al sur, algo los empuja... - su cabeza pensaba demasiadas cosas, todas malas - Pero no os preocupéis joven dama, aprenderemos y estaréis a salvo - no quería preocupar aun mas a Melyanna - Habéis conseguido un buen grupo, entre todos llegaremos a salvo a Ilmaryen

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13/04/2018, 00:39
Aeth Umbradacil

- Menuda ridiculez. - comentó llanamente Aeth. Definitivamente, no llegaría a comprender nunca a aquella dama malcriada de Melyanna ni a su protector Dimrod, llegar con tanto esfuerzo a la ciudad más fuertemente defendida en mitad de aquella guerra para abandonarla poco después voluntariamente. - Aún así, me gusta la idea de hacerle una jugarreta a esa vieja bruja ricachona delante de sus narices. Seguro que la sacamos de quicio, cuenta conmigo. -

La propuesta de la elfa no le llamó la atención. Aeth no era de los que se pasan el tiempo entre pergaminos, y todo aquello le sonaba mortalmente aburrido. Ya encontraría por su cuenta algo mejor que hacer por la ciudad cuando decidiera salir por allí.

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15/04/2018, 18:02
Dimrod

-Efectivamente, -dijo Dimrod apoyándose en las palabras de Gramj para replicar a Thund. -No solo de criados de alcoba se compone el servicio. Y aunque Matha se encargará de atender las necesidades de Melyanna durante su estancia aquí, no estaría de más que alguno de vosotros ocupara un papel similar aunque solo fuese en ficción.

Dimrod sabía lo duros que eran los enanos negociando las condiciones de cualquier nimio contrato, pero también sabía que ahora que lo habían aceptado lo cumplirían hasta el final, fuere cual fuere su destino. Algo en lo cual no estaban exagerando lo más mínimo a pesar de lo grandilocuentes que pudieran parecer sus afirmaciones. Sabía que podía fiarse de que Hunkel cumpliera su palabra, a pesar de las quejas que constantemente pronunciaba.

-Esta claro que no conocéis el carácter de la dama. Si no la sacamos de aquí, en unos días estaréis deseando haberla llevado al mismo Angmar si fuera ese su deseo. -Dimrod era consciente de que a veces consentía demasiado a Melyanna, aunque se excusaba con el pretexto de lo difícil que resultaba aguantarla en sus peores días. Una Melyanna enfadada contra aquella vieja amargada de la baronesa, resultarían en un cóctel demasiado explosivo para ser capaz de digerirlo. Y también sería algo negativo para la dama, pues la baronesa Eketta contaba con demasiada influencia en la ciudad y Melyanna era una extraña.

-Bien, pues una vez sellado el nuevo pacto podéis disponer del resto del día a vuestro antojo. Esta noche habrá un baile en honor a Melyanna, donde se la presentará en sociedad como la prometida de Faramis. Deberéis acudir bien aseados y arreglados, han dispuesto unas tinas con agua caliente para vuestro aseo. También se os prestaran ropas. Eoden, Matha necesita que vayas a comprar varias esencias y jabones a la ciudad para acicalar a la dama al estilo dúnadan.

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16/04/2018, 00:08
Aular Robleviejo

Aular suspiró cuando escuchó las palabras de Dimrod, parecía que iban a tener que hacer de chachas de la muchacha.

Y aún suspiró más fuerte al escuchar la segunda parte. —Yo soy fuerte por estar unido a la tierra, si me limpio perderé fuerzas, haré lo que pueda —con la lluvia de los días pasados ya estaba suficientemente aseado.