Hubendo tenido la idea de adentrarse dentro de la cueva por ese agujero y viéndose adelantado por Kraner, Rothtrim no pudo quddarse ahí fuera quieto y esperando que su compañero asumiera todo el riesgo de la misión. Estaba seguro que podía ser útil ahí dentro.
Así que, con un simple - voy dentro - se arrodilló y se coló por el agujero. Su corpulencia media le permitió adentrarse en la cueva.
Kraner ve a los humanos, y maldice en silencio a los trolls; solo unas criaturas así serían capaces de obrar esas atrocidades. Trató de acercarse a ellos, lo más silenciosamente posible, llevando un dedo a sus labios, indicándoles de que guardaran silencio.
Motivo: Acechar/Esconderse
Tirada: 1d100
Resultado: 17(+10)=27
Mierda, va a parecer que entro cantando la macarena xD
Te arrastras por el lodo del riachuelo, con el agua cubriéndote casi hasta la barbilla, pero con espacio suficiente para tener la cabeza fuera de ésta y poder respirar sin agonías. El agua no te gusta, y la sensación de estar dentro de ella y meterte en el agujero no es agradable. A pesar de ello, te armas de voluntad, y consigues atravesar el hueco, entrando en la sala de la cueva. Ante ti, iluminado levemente por la luz que entra y se refleja en el riachuelo, puedes observar que Leddon y otro hombre están encadenados a pocos metros del riachuelo, sobre la pared. Encima del riachuelo, puedes ver que la piedra que se veía desde afuera, es el único obstáculo que hay entre la sala y el exterior. Pero es de gran tamaño y se necesitaría la fuerza de varios enanos para mover su peso.
El agua del riachuelo corre por la sala , cerca de la pared sur y se pierde nuevamente entre las paredes de la sala, hacia la izquierda. Miras atentamente, y no hay presencia de Trolls. Eso si, ves el suelo lleno de huesos humanos y animales, junto a un conejo medio cocinado y carne cruda de venado, que seguramente han sido puestos a disposición de los prisioneros. Los observas y están demasiado delgados para ser un buen bocado para los Trolls, y eso es posiblemente los que les ha salvado la vida hasta ahora. El olor que desprende la sala a muerte y podrido es insoportable. Hay restos de vómito y heces de los prisioneros muy cerca de ellos.
La sala tiene tres salidas. Todas cerradas con grandes rocas. Una de ellas, es la que da al exterior, y es por donde has entrado. Las otras dos, una al norte y otra al oeste.
Realiza una tirada de Acechar/Esconderse, para ver el ruido que has realizado al entrar.
Levanto la mirada cuando veo que a través de la pared de la caverna y siguiendo el riachuelo, entran dos enanos a la sala. En primer estancia, pensé que era un animal salvaje y se me escapó un chillido ahogado por las pocas fuerzas que tenía mi cuerpo. Y me encogí en el suelo, rodeado de mis heces y de huesos de otros muertos antes que yo. Incluso algunos los había conocido. Aquél lugar, pensé, había acabado con mi cordura, y ver aquel enano entrar por aquel agujero, no hacía otra cosa que volverme más loco. Me moví nerviosamente, arrastrándome hacia la pared, pegando patadas a los cráneos y huesos del suelo, mientras gimo de terror.
Perdido en mis pesadillas. Con dolor de huesos y sin nada en mi estómago. Pensando en mujeres desnudas a mi alrededor, comida en abundancia y un lugar cómodo donde jactarme de ambas cosas. Fui despertado de mi insomnio, de mi noche oscura, por un par de enanos entrando por el agujero del riachuelo. Me froté los ojos con mis puños manchados de mi propia mierda, y volví a abrir los ojos. Aquél enano seguía entrando lentamente hacia dentro de la sala. Intenté incorporarme lo más rápido que pude, pero mis piernas me fallaron y caí de bruces sobre mi propio orín.
Kraner ve a los humanos, y maldice en silencio a los trolls; solo unas criaturas así serían capaces de obrar esas atrocidades. Trató de acercarse a ellos, lo más silenciosamente posible, llevando un dedo a sus labios, indicándoles de que guardaran silencio.
Pasó un mal rato dentro del riachuelo. La sensación de estar casi cubierto por agua y arrastrarse por el lodo resbaladizo y poco fiable del fondo fue sólo un preámbulo al descubrir el horror de esa sala nauseabunda.
Siguió de cerca a Kraner intentando no hacer ningún movimiento ni ruido que alterase a Leddon y al otro humano que miraban con cara de espanto.
Tirada oculta
Motivo: Acechar/esconderse
Tirada: 1d100
Dificultad: 27-
Resultado: 65 (Fracaso)
He hecho la tirada oculta... pensaba que yo también la vería.
Recobro un poco la compostura y miro hacia mi izquierda, hacia una de las grandes piedras que cubren una de las salidas. Luego, rápidamente miro a los dos enanos.
- ¿Que estáis haciendo? ¿Queréis que os maten?
El ruido que habían hecho al entrar en la sala era tan grande que estaba seguro que lo habían oído en toda la caverna. Sobretodo por el efecto eco que producían aquellas paredes. Vuelvo a mirar la gran roca, y miro a Leddon. Aquél chiquillo había gritado tanto que si el ruido de aquellos enanos no habían alertado a los Troll lo habría hecho aquél joven.
- ¿Que está sucediendo?
Lo que estaba viendo no entraba dentro de mi cabeza. No entendía lo que estaba pasando. Que estaba ocurriendo.
Consciente de lo que acababa de pasar, se detuvo en seco y le indicó a su compañero Rothrim que hiciese lo mismo. Se dirigió al humano entre susurros.
- Salve, humano. Luego las presentaciones, solo has de saber que nos envian de la Última Posada para rescataros. Decidnos ¿cuántos trolls hay y dónde están ahora?
Como falléla tirada, ¿puedo intentar otra o no?
Mi intención es acercarme y forzar las cerraduras. A la espera de tus instrucciones :)
Rothrim paró en seco ante la orden de Kraner.
Quería dejar que Kraner probara de forzar las cerraduras. Su maña en forzar cerraduras era casi nula.
Pero a las malas también podría romper la cadena con un golpe de su hacha. Si se diera esta posibilidad tendrían que huir muy deprisa pues el golpe del metal seguramente alertaría los trolls. Entre ellos dos podrían cargar con los dos humanos para salir más deprisa de la cueva.
Instintivamente se puso un dedo frente los labios en señal de silencio y con la mirada buscó algúna roca o saliente donde pudieran esconderse si entraba algún troll.
-¡Maldita sea!-exclamó Kramghrat sorprendido mientras intentaba detener en vano a Rothrim.- ¡QUE PARTE DE "Que nadie se precipite" NO HA ENTENDIDO ESE CABEZA HUECA!- chilló pateando el suelo frustrado mientras empezaba a retirar tierra con la pala a un ritmo frenético.-Venga, no os quedéis ahí mirando, tú cava y tú prepara la soga.-dijo refiriéndose a Thorin y a Matholuich respectivamente. Aquello no podía salir bien, si ya iba a ser difícil sacar a tres ahora tendrían que sacar a cuatro.
Pienso durante un momento. La Última Posada. Luego miro al chiquillo asustado que tenía a mi lado. Aún en la misma postura, sin decir nada, temblando de arriba abajo, sujetando sus piernas con sus manos y pidiendo clemencia con su mirada. Negué con la cabeza. ahora lo comprendía. Aquel chiquillo tenía que ser un Grumm. ¡Gracias a los Valar! Eso si que había sido un golpe de suerte. Me puse de rodillas y extendí mis manos atadas con grilletes hacia ellos.
- ¡Desatarme! - A los grilletes de mis manos había engarzada una cadena pesada que estaba enganchada a la pared, a mi espalda. La cadena apenas medía cuatro metros. Era pesada y apenas pude sostener mis manos en aquella postura mucho tiempo. Volví a bajarlas, cansado. Y las lágrimas me limpiaron la cara. - No se cuantos hay, se que vienen cada poco tiempo, retiran la piedra norte, revisan nuestras cadenas y nuestros estómagos. Y luego, se van. Suele venir solamente un trolls, pero puedo asegurar que nunca es el mismo.
Me arrodillo y me quito la mochila de mi espalda. Rápidamente comienzo a descolgar la cuerda de ella. El tacto rugoso y áspero junto a mis dedos llenos de callos y agrietados, me producían escalofríos. Detectaba esta cuerda con todo mi ser. Pero no había encontrado ninguna más resistente y que pesara menos.
- ¿Para que quieres la cuerda?
- Bajar siempre es fácil, desde aquí no podemos ver la pendiente del túnel, igual hay un desnivel en los últimos metros. La diferencia entre el suelo y el techo de la caverna, si se atán nosotros tiraremos de ellos en lugar de que tengan que escalar y si se quedasen atascados en el túnel también podríamos tirar para sacarlos. Espero que usen la cabeza y primero suba el niño, luego ellos y por último el humano adulto, si el hueco es de tierra a más trasiego más se irá ensanchando. Aunque dudo que esos alcornoques usen la cabeza para algo que no sea meterse en líos. Grrr.- era obvio el mal humor de Kramghrat ante aquel desastre organizativo.
Miro el agua como cae ladera abajo.
- Me he asomado al agujero, con la luz que llega del exterior se puede medio ver algo. El agujero está a ras del suelo. Lo averigüe porque el agua sale de él, no entra. Por lo que dentro de la ladera, el riachuelo tiene que estar a más altura que fuera. Y al asomarme, comprobé que corría por el suelo justo antes de salir al exterior. Quizás la cuerda nos sirva para ayudar a salir a hijo de los Grumm. Pero apuesto a que si han podido entrar tus dos compañeros, puede salir él. Es de comprensión más delgada.
Me incorporo, dejando la cuerda en el suelo, cerca del agujero, pero lejos del alcance de la tierra que está arrojando Kramghrat. Lo único que me faltaba es que se me manchara sin usar.
- Se han metido sin armas. No se a que esperan para pedirlas.
Me muevo nervioso dando pasos en todas las direcciones para volver al mismo punto y comenzar de nuevo. Estos enanos eran estúpidos.
No me gusta esto, están tardando en salir me acerco al agujero a ver si puedo ver algo. Mi nerviosismo no me deja estar tranquilo.
Te asomas, metiendo la cabeza por encima del lodo del riachuelo, con el agua tocándote casi la barbilla, y la tierra del hueco casi tocando tu cabello. El agua no te gusta, y la sensación de estar cerca de ella no es agradable. A pesar de ello, te armas de voluntad, y consigues ver por el hueco la sala de la cueva. Ante ti, iluminado levemente por la luz que entra y se refleja en el riachuelo, puedes observar que Leddon y otro hombre están encadenados a pocos metros del riachuelo, sobre la pared.
El agua del riachuelo corre por la sala , cerca de la pared sur y se pierde nuevamente entre las paredes de la sala, hacia la izquierda. Miras atentamente, y no hay presencia de Trolls. Eso si, ves el suelo lleno de huesos humanos y animales, junto a un conejo medio cocinado y carne cruda de venado, que seguramente han sido puestos a disposición de los prisioneros. Los observas y están demasiado delgados para ser un buen bocado para los Trolls, y eso es posiblemente los que les ha salvado la vida hasta ahora. El olor que desprende la sala a muerte y podrido es insoportable. Hay restos de vómito y heces de los prisioneros muy cerca de ellos.
La sala tiene tres salidas. Todas cerradas con grandes rocas. Una de ellas, es la que da al exterior, y es por donde has entrado. Las otras dos, una al norte y otra al oeste.
Tras escuchar las palabras del humano, se acercó en silencio a los prisioneros; trató de forzar lis grilletes para devolver la libertad a los cautivos, y así poder salir de aquella apestosa cueva cuanto antes.
Motivo: Abrir Cerraduras - Gaoftro
Tirada: 1d100
Resultado: 51(+10)=61
Motivo: Abrir Cerraduras - Leddon
Tirada: 1d100
Resultado: 88(+10)=98
Motivo: Buscar escondrijo
Tirada: 1d100
Resultado: 81
Por si tenemos que escondernos. Aunque mi idea es quedarme con Kraner por si puedo ayudar a liberar los dos prisioneros.
Mientras Kraner intenta averiguar la forma de liberar a los prisioneros, hechas un vistazo a la cueva donde os encontráis. A parte de lo visto anteriormente, no ves posibles escondites en donde estar en caso de que los Trolls lleguen. Cierto es que la cueva es oscura y que la oscuridad podría ser un gran abrigo para esconderse, lejos de la luz que entra por el agujero que habéis atravesado, pero pudiera ser peligroso si los Trolls portan alguna antorcha y se acercan mucho al extremo opuesto a este, que es ni más ni menos, donde están los prisioneros. Por lo que posiblemente el único lugar donde esconderse sea huir por el agujero que habéis entrado.