Partida Rol por web

Las Sombras de la Mente

Capítulo III: Despacho en Escarlata

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27/09/2019, 03:54
Narración

La pintura tenía su atractivo casi hipnótico. Siendo Wilcott comerciante, parecía que había cierto sentimiento nostálgico en las cosas que guardaba en su despacho. Pero en tu cabeza se formaba la imagen de un pragmático, para bien o para mal. Nadie se hace rico a punta de nostalgias y sabías que las decisiones más acertadas de Jonathan en el ámbito laboral habían venido desprovistas de emociones y bajo una fría lógica.

También recordabas aquella historia de su jefe guardando sus documentos importantes detrás de un cuatro en una caja fuerte. Te preguntaste si sería el mismo caso y con duda te acercaste y tocaste el cuadro para moverlo un poco, luego otro poco, y hacer que la pintura girara sobre la pared unos 30 grados, hasta que una superficie negra hundida en la pared se reveló como una caja fuerte.

Aún en su ausencia, Jonathan seguía ayudándote de una forma o de otra, y este pequeño descubrimiento podría ser importante para comprender mejor lo que había sucedido allí.

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27/09/2019, 03:55
Narración

Observar el cadáver te deja la misma desagradable sensación familiar que habías experimentado hace no más de un día. Era admiración, una enfermiza emoción que sentías mientras una risotada burlona resonaba en tu cabeza, producto incuestionable del otro. Sin embargo, te confirmaba una fuerte impresión: la mano detrás de esta muerte era, casi sin lugar a dudas, la misma detrás del asesinato en el puerto. La precisión de los cortes, el sentido de los mismos, incluso la burlona manera de acomodar las vísceras sobre el escritorio, haciendo gala de un retorcido y negro sentido del humor, todo se ajustaba incluso a lo que te imaginabas de las descripciones leídas en el archivo de Cream.

Había un corte en el cuello, hecho con inusual rapidez, pero con increíble precisión, que hablaban de una maravillosa experticia con el arma, que fácilmente podía ser un gran cuchillo. Esta no era como la herida del marinero, esta era más profunda, más mortal, con una intención diferente. Esta no parecía destinada a provocar agonía sino a acabar cuánto antes con Wilcott. Pero allí se acababan las diferencias. Te obligas a pasar saliva, imaginando la brutalidad de un ataque con tal rapidez y saña.

Luego el corte del abdomen, hecho con más cuidado,  de arriba a abajo, e imaginabas, como recordando una vieja receta. Sí, la sensación de familiaridad no te la podías quitar. Incluso revisaste su boca, pero no encontraste esta vez nada. Aquello, podría decirse, marcaba una diferencia. No había un mensaje, una pista, nada en el cuerpo que pudiese ser encontrado. Sólo la fría realidad de la herida mortal y las heridas post-mortem; junto con la sensación de que lo que hubiese motivado al asesinato de Wilcott, parecía haber sido sólo una excusa para este espectáculo.

Un hombre que disfruta de lo que hace. Ese fue el pensamiento que atravesó tu mente al tiempo que el sudor frío reaparecía y unas ansias por conocer al autor empezaban a surgir en la boca de tu estómago.

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27/09/2019, 04:09
Inspector Lestrade

Todos empezaron a examinar rápidamente la habitación mientras el inspector intentaba responder a las dudas de Marian, observando y callando sus observaciones a la falta de cuidado con la escena del crimen.

-Así es, Miss Halcombe- dijo en respuesta a la primera pregunta. -En realidad nadie quiso molestar a Wilcott. Según dicen sus sirvientes, era algo propenso a... arrebatos de ira cuando de por medio estaban asuntos económicos. No era raro que arrojara libros de cuentas o gritara obscenidades cuando algún asunto le causaba enorme frustración. Así que si los sirvientes estaban acostumbrados a simplemente ignorar el temperamento de su patrón mientras estaba en su despacho. Eso incluye golpes o forcejeos- explica Lestrade. Mina, para este momento ha descubierto una caja fuerte detrás del gran cuadro del barco, mientras Irene observa documentos en uno de los cajones del aparador.

-Me temo que no. Este barrio es bastante aislado y tranquilo, y cualquier perdona podría aprovechar eso precisamente para no dejar testigos indeseados- añade el inspector mientras ve como el doctor mete los dedos a la boca de la víctima, y proclama con los últimos resquicios de orgullo. -Ya he revisado allí. No encontré ninguna pista en esta ocasión- dice.

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28/09/2019, 18:34
Marian Halcombe

-Que...conveniente para el asesino.-Comentó Marian a la información de Lestrade sobre cómo sus criados evitaban a Wilcott. Cuando había entrado había tenido la corazonada de que aquel asesinato no había sido casual, y cada pequeña pieza parecía confirmarlo aún más. Puede que el asesinato de aquel hombre en su despacho, demorándose en crear aquella grotesca exhibición sin considerar que en cualquier momento podían llegar quien lo detuviera, hubiera sido el acto de una mente desquiciada en la que la irracionalidad había hecho desaparecer el miedo. O puede que no tuviera miedo a ser descubierto porque conocía la casa y cómo funcionaba. Pero por ahora, nada de eso era más que humo, pero había otras cosas que sí sabía-Por la posición del cadaver y las manchas de sangre, creo que el asesino sorprendió a Wilcott y acabó con su vida sin que a este le diera tiempo a reaccionar o defenderse. Dispuso el cadaver tal y como está y luego...-Giró sobre si misma, de nuevo captando la posición de todas las cosas en la habitación, asegurándose de que sus suposiciones no eran equivocadas antes de continuar-luego, en lugar de huír, se dedicó a revolver el despacho buscando algo por los alrededores del escritorio, de ahí el desorden, cuando no hubo forcejeo. Aunque es extraño que si quería algo de Wilcott lo matara inmediatamente, en lugar de interrogarle.-Frunció el ceño, pensativa. ¿Quizás se dejó llevar por sus instintos asesinos? De alguien como Cream-si había sido Cream-no podía esperarse que actuara siempre con racionalidad. O quizás creyó que Wilcott no cedería, o que dejarlo vivo sería un riesgo muy grande de que diera la alarma, o quizás...Quizás creyó no necesitarlo, si pensaba que sabía dónde estaba lo que buscaba. Pero todo eso eran especulaciones que no servían de nada. Si pudiesen saber qué buscaba y si lo había encontrado o no...

-Lestrade, dijo que Wilcott era un comerciante, ¿de qué tipo?

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02/10/2019, 23:21
Irene Adler

Irene había respondido con una pequeña sonrisa de gratitud al gesto de Marian. Y luego se dedicó por entero a la tarea de investigar el aparador, esquivando en todo momento la visión del cadáver que tanto la había desasosegado al entrar. Así, se encontró examinando los papeles del cajón, con un brillo curioso en la mirada. 

No miró hacia Lestrade cuando éste respondió a su compañera, ni tampoco miró al doctor cuando se dirigió a él.

Henry, revise las sienes del hombre, por favor.

Tras la petición alzó uno de los papeles para mostrárselo al resto. Tenía el sello de la corona bien visible. 

—Este cajón está lleno de invitaciones a eventos de la alta sociedad, algunos con sellos de casas reales. Están bien ordenados por fecha y parecen ser tan sólo recuerdos sentimentales... Pero nuestro asesino estuvo ojeando también este cajón —aseguró, sin detenerse a explicar por qué estaba tan convencida de ello—. Es difícil saber si se llevó algo concreto, pero si Wilcott estuviese invitado a alguna futura celebración importante... Bueno, el asesino podría tener ahora el modo de entrar por la puerta grande.

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03/10/2019, 16:55
Mina Harker

Absorta en sus propias cavilaciones Mina caminó hasta posicionarse junto a Irene, sus ojos vagaron por el lienzo, titilando con diferentes emociones desde un intenso desasosiego que rozó una expresión de odio hasta alcanzar la paz más absoluta, recuperando su habitual expresión serena. Pero no recupero por completo su impasible seriedad, pues una tierna sonrisa se dibujo en sus labios cuando curiosa llevo su mano al marco del cuadro inclinando este con sumo cuidado, hasta descubrir una superficie negra y metálica tras este.

-Ignoro que clase de negocios tendría el señor Wilcott, Miss Halcombe, pero bien esto podría aclararnos algo – se pronunció de imprevisto sin llegar a girarse hacia sus compañeros mientras abarcaba el oleo con ambas manossi me disculpa señorita Adler – solicito a su compañera junto a ella.

Tras unos instantes de incertidumbre Harker desvelaba una caja fuerte de negro metal oculta tras el cuadro de la escena marina.

-veamos – intrigada en si estaría abierta o cerrada, Mina alargo la mano dispuesta a dar respuesta a esa incógnita y por tanto, a si el asesino había dado con ella y había sustraído algo.

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04/10/2019, 00:50
Doctor Jekyll

Durante varios minutos el doctor permaneció observando el cuerpo, ajeno por completo a lo que hacían sus compañeras. Para cuando se separó del cadáver una fina película de sudor frío cubría su frente y su cuello. Estar tan cerca de la muerte, de una muerte así, le resultaba turbador de una forma difícil de explicar.

Entonces, al separarse del cuerpo, volvió a mirar alrededor, recuperando la perspectiva del lugar donde se encontraba. El doctor Jekyll estaba pálido en ese momento, y no tardó en usar un pañuelo para secarse la frente con cierta incomodidad. No era para menos, teniendo en cuenta el aspecto del cuerpo que acababa de examinar.

Al oír que Adler se dirigía a él, el doctor buscó el suelo a los pies de la muer con la mirada.

—Ya... Ya lo he hecho —comentó—. No hay nada extraño en ellas. Tampoco... —cambió el peso de pierna, consciente de repente de que la broma que estaba a punto de intentar hacer para aligerar el ambiente no tenía ninguna gracia—. Tampoco parece que la la barba o las patillas sean falsas —dijo, ante el afeitado aspecto del cuerpo.

Después de eso dio un par de pasos para alejarse del cuerpo y acercarse a las mujeres y al cajón de las invitaciones.

—Bueno, si pretendían atentar contra... —Miró a Lestrade. No estaba seguro de cuánto sabía el inspector, o si le correspondía a él informarle de las sospechas del señor Holmes—. Ya saben. Una celebración como esa podría ser una oportunidad. Ese... Ese podría ser motivo más que de sobra para entrar aquí y atentar contra el señor Willcot.

Tras esas palabras miró de nuevo al policía. Un momento después sus ojos fueron a la caja que Harker mostraba, pero dejó que la abriese sin intervenir. Mientras tanto fue hablando a Lestrade.

—Inspector Lestrade —enunció antes de hacer una pausa—. Estoy convencido de que quien ha hecho esto es el mismo que asesinó al hombre del puerto. Y aunque usted creyese que se trataba de un imitador... Todavía no sabemos dónde está Cream.

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04/10/2019, 01:52
Inspector Lestrade

Lestrade observó a Marian y comenzó a hablar -Traía productos de otros países. Manejaba una pequeña compañía con una flota de algunos barcos. Es lo que sé. Importador y exportador- dice el inspector mientras observa y parece a punto de pediros conteneros una o dos veces, pero no alcanza a decir nada específico, sólo a suspirar muy audiblemente.

-¿Celebración importante? Me temo que no lo sé...- dice Lestrade. Luego abre los ojos -Pero quizás el secretario de Wilcott esté enterado.- comenta, con algo de orgullo ante su propia idea. -Sin embargo, en dos días será la apertura del Tower Bridge, pero no es un evento que requiera invitación- explica finalmente.

Observa con cierta aprehensión británica las acciones de Mina, pero entiende la necesidad de revisar y tampoco protesta como parece estar deseando. La mujer intenta abrir la caja, pero esta naturalmente se encuentra bien cerrada y asegurada, y no se mueve ni un poco.

-¿Contra... su majestad?- completa el inspector. -Es una posibilidad, pero no estoy al tanto de alguna recepción de su majestad. Son esporádicas las ocasiones que dedica para esas frivolidades- dice, pensativo. Y si bien existe un respeto reverencial hacia la figura de la reina Victoria, cierto es que su seriedad y el respeto que infundía iba de la mano con el poco exceso que mostraba en su vida cotidiana y que había terminado por ganar el cariño de muchos de sus súbditos.

-Si no le molesta doctor, esperaré a la opinión de nuestro forense. Puede haber un grupo muy dedicado de imitadores y si todavía tenemos algo de suerte, Cream seguirá en los Estados Unidos, lejos muy lejos de Londres- argumenta escéptico el inspector.

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04/10/2019, 23:05
Marian Halcombe

-No me gustaría tener que poner la vida de Su Majestad en manos de la suerte. Creo que será mejor ver si el secretario sabe algo de alguna invitación para el señor Wilcott. Y también si sabe la combinación de la caja.

Mientras tanto, Marian se acercó a los libros de contabilidad. Puede que Wilcott fuese simplemente alguien escogido al azar de entre los que podían recibir una invitación de la Reina. Pero alguien que con una flota de barcos, fácilmente podía traer todo tipo de cosas.

Era una sospecha, que fácilmente podía ir completamente desencaminada, pero cogió uno de los libros y miró alguna de las últimas páginas, intentando ver si había alguna anotación sobre si Wilcott podía haber transportado algo por lo que pudiera ser asesinado.

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05/10/2019, 01:21
Irene Adler

A Irene le brillaron los ojos al ver aparecer la caja fuerte detrás del cuadro. Dejó las invitaciones en el cajón abierto y se acercó con interés a contemplarla mientras Mina apartaba el cuadro. Con cierta reverencia acarició la superficie oscura con la punta de los dedos y ya no parecía estar prestando atención alguna a lo que hablaban a su espalda. 

Sus dedos alcanzaron la ruleta y se elevó un poco sobre la punta de sus pies para apoyar la oreja cerca de ella. Cerró los ojos y empezó a girarla, concentrada por entero en lo que estaba haciendo. Aún así, la comisura de sus labios se estiró en una sonrisa y sin abrir los ojos ni cambiar de postura murmuró algo.

Lejos de Londres, ¿no es así? —repitió lo que había dicho Lestrade, delatando que en realidad sí que les había escuchado.

Respiró profundamente y continuó accionando la ruleta, buscando ese clic que conocía bien y que abriría la caja.

- Tiradas (1)
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10/10/2019, 22:50
Mina Harker

Gustosa Mina se hizo a un lago dejando a la señorita Adler hacer para nada sorprendida con las habilidades ocultas de su compañera. Sin duda toda un misterio de mujer. Procurando no ser un estorbo para ella, se hizo a un lado permaneciendo junto a la ventana abierta y en la medida de lo posible bien alejada de la sangre y el cadáver.

-sería prudente hacer las averiguaciones pertinentes sobre los navíos propiedad de Wilcott ¿no le parece inspector? - sugirió de pasada mientras asentía ante la sugerencia de Halcombe – damos por hecho que Cream, si se trata ciertamente de él y no de un imitador – le concedió esa leve esperanza a Lestrade – llego la misma noche del primer crimen pero bien podría no ser así, al menos no deberíamos descartar la posibilidad

Sus pensamientos tomaron forma sin apenas darse cuenta que los compartía en voz alta, y siguiendo con ellos fijo su mirada en el los que suponía libros de contabilidad. Los números, como solía decir su querido Jonathan, nunca mentían. La verdad absoluta siempre se podría encontrar en ellos. Así pues se dirigió hacía ellos, evitando todo contacto visual con el pobre señor Wilcott. Tomo el tomo que dedujo sería el más actual y dio un vistazo comenzando por las últimas anotaciones.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Pues eso, para mantenerse entretenida y en el caso, no lanzandose a la yugular de nadie por repentino apetito cof cof...se pone a husmear los libros

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11/10/2019, 00:52
Doctor Jekyll

Tras sus palabras, el doctor permaneció en silencio y meditabundo. Escuchó al inspector, asintiendo con los nuevos pedazos de información, como el oficio del muerto. Después siguió con la mirada lo que hacían sus compañeras mientras daba algunas vueltas a aquello, y la mención al Tower Bridge le hizo asentir de nuevo, en esa ocasión con expresión de preocupación. Para cuando el inspector acabó de hablar, el doctor carraspeó.

—Inspector... —enunció, inseguro. No se sentía a gusto contrariando a un agente de la ley, pero cada vez estaba más convencido de que si no empezaba a reencauzar sus líneas de investigación podría haber consecuencias fatales. O ampliarlas, al menos—. Veamos... No digo que no se trate de un grupo organizado de imitadores... —Cambió el peso de pierna, seguro de que aquello era precisamente lo que quería decir—. Pero Cream no está bajo vigilancia. ¿Qué es más probable? —preguntó—. ¿Que un asesino que aterrorizó a la ciudad una vez y burló a las autoridades haya vuelto a hacerlo, o que todo un grupo de personas se haya entrenado para imitar su estilo a la perfección? Usted sabe mejor que nadie cómo hacer su trabajo —dijo con un tono de disculpa—, pero por favor, no se cierre a ninguna opción.

Tras esas palabras la atención del doctor se dirigió a la caja fuerte, tanto a su contenido como a la mujer que estaba abriéndola. Era difícil entenderla, y más cuando usaba aquella muletilla que al doctor le parecía a medio camino entre la ignorancia fingida y la arrogancia. Eso sí, prefería mil veces estar en la discreta posición en la que se encontraba en ese momento, que en la bochornosa situación de la noche anterior.

—Hay otros motivos por los que el asesino pudo venir a por Wilcott —opinó en voz alta—. Dinero, por ejemplo. No sabemos si lo había en algún lugar del despacho. Pudo ser para silenciar algo que supiera... —Miró el cadáver y tragó saliva, incómodo por un instante—. O también pudo ser algo más personal.

En ese momento se giró hacia Halcombe y Harker, al ver que estaban ojeando aquellos libros.

—El Vermillon vino de Francia —enunció—. Pero ¿es posible que este hombre tenga alguna relación con ese barco?

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11/10/2019, 05:31
Narración

La rápida revisión de los números que haces no revela nada que te llame la atención. Parecía que manejaba una respetable suma de dinero y que todo estaba bien documentado. Probablemente necesitases días para comprender dicha contabilidad y todas sus minucias, pero ciertamente nada despertaba tu interés allí.

Era, después de todo, el trabajo de alguien con una disciplina férrea y el comportamiento de un hombre que vierte enormes partes de su tiempo en mantener su fortuna, consignando el rastro de cada pequeña entrada y detallando con absoluta precisión los gastos.

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11/10/2019, 05:35
Narración

Las anotaciones de los libros sólo se referían a mercancía genérica. Vestimentos, bienes de cierto lujo, materias primas. Nada que justificara una muerte así, al menos no en las últimas páginas. Revisar los libros de contabilidad requeriría mucho tiempo más y muchos ojos, manos, y cerebros tratando de encontrar alguna incongruencia.

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11/10/2019, 05:39
Inspector Lestrade

El inspector asintió. -Estamos en ello, pero quizás no encontréis nada. Seguro el secretario podrá confirmaros. - dice con cierta seriedad. -Habéis asumido que llegó en alguno de los barcos, lo que es una posibilidad. Pero también podría haber estado siempre en Londres y elegido esta noche precisamente. Por las razones que sean- dice tratando de defender su punto con algo de extraño desespero argumentativo.

El inspector escuchó al doctor y asintió. -Por eso estáis aquí- dice, pero no se muestra muy entusiasta. -Cosas más raras he visto en mi carrera y criminales capaces de los más intrincados planes. No os cerréis vosotros tampoco a estar equivocados- dice el inspector, dejando que su orgullo hablara por él.

Lestrade escucha y se limita a decir. -El Vermilion es un barco francés, probablemente perteneciente al profesor Roch. Dudo mucho que los asuntos de Roch tengan relación con los de Wilcott- sugiere, pero se encoge de hombros. -Podemos verificarlo, si lo preferís- cede un poco.

 

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11/10/2019, 05:47
Narración

La caja fuerte emite un pequeño sonido ante la pericia con que Irene la manipula. Sólo ella la escucha y es suficiente para arrebatarle una sonrisa y permitirle abrir la caja fuerte con aire triunfal. Sin embargo, en lugar de joyas o dinero, como os imaginábais, adentro no parece haber más que dos libros con una portada sin marcar, muy similares a los de contabilidad que están en la biblioteca.

Al abrirlos y pasar las páginas, sólo hay más cuentas, y cálculos que parecen venir de los negocios comerciales de Wilcott. NO hay nada extraño a simple vista, pero Mina es quien se acerca a dar un vistazo más detallado de aquellos números.

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11/10/2019, 05:50
Narración

Tu impresión es clara. Aquello parece una segunda contabilidad y los números son más grandes. Wilcott no quería tener estos libros a la mano, o eso te parece. Al revisar la última entrada, la fecha es la del día de ayer y está marcada de la siguiente manera:

S. D. B4.  -  28/03/94   -  Mr. R.   -   80100 Libras

La mayoría de las entradas tienen valores exorbitantes también. Con un pago así, un hombre se podría hacer rico fácilmente. 

Notas de juego

200 Libras es una cantidad enorme exorbitante para la época. Alreredor de 10000 libras hoy.

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11/10/2019, 13:17
Marian Halcombe

-Señorita Adler, qué habilidad tan útil. -Dijo Marian, complacida de que hubieran obtenido acceso a la caja fuerte. También le complacería escuchar la historia de cómo la había adquirido, pero no era la ocasión.

-Voy a estar de acuerdo con el inspector Lestrade.-Al menos en aquella ocasión-No estoy muy segura de que el Vermillon tuviese relación con Wilcott. Si, como parece por el hecho de tener Roch documentos que lo acreditan como agente de la corona, el Vermillon tiene alguna relación con alguna operación de la corona británica, dudo que implicasen a un mercader particular en un asunto altamente confidencial del gobierno.-Se encogió de hombros-O puede que no. Poco sabemos de Roch, el Vermillon, o incluso, por ahora, de Wilcott. Aunque puedo decir que el profesor Roch tiene un número sorprendente de contactos por toda Europa.

Sacó una libretita de un bolsillo de su vestido y la abrió por una una página que contenía diversas anotaciones. Mostró la libreta a los demás, señalándoles la porción relevante de la página, con lo que parecía la copia de una nota de prensa. Bajo la fecha de 1892, se leía lo siguiente:

"El prestigioso físico Heinrich Rudolf Hertz junto al reconocido ingeniero Thomas Roch anunciaron una colaboración franco-alemana para estrechar los lazos entre ambas naciones. Los últimos descubrimientos de Hertz, pionero en comprobar la existencia de las ondas de radio, podrían emplearse en nuevas aplicaciones que, según comentó el profesor, eran solamente sueños delirantes hasta hace un par de años"

-Usé el tiempo durante el que nos separamos para investigar en las bibliotecas, intentando encontrar información sobre el tipo de investigaciones del Profesor Roch. No encontré gran cosa. No parece ser alguien de renombre en Inglaterra, e incluso revisando diarios franceses tampoco vi demasiadas menciones. Esa nota fue lo más relevante sobre Roch. Aunque encontré algo más sobre el profesor Hertz.

Deslizó su dedo un poco más abajo. Otra anotación, esta vez referida a una muerte. El profesor Hertz había muerto a principios de este año, por complicaciones de salud. Marian no parecía haber encontrado más detalles sobre las causas exactas.

Notas de juego

Según me dijo el director:

Estamos a 29 de Marzo de 1894.

Aclaro que la radio todavía no se ha inventado (sólo hasta este año un inventor italiano terminará de construir su "telégrafo sin cables").

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16/10/2019, 20:53
Irene Adler

Los labios de Irene se curvaron en una sonrisa triunfal cuando la puerta de la caja se abrió bajo sus hábiles dedos. Miró hacia el interior con curiosidad que no tardó en convertirse en una pequeña arruga en su frente al ver que sólo había papeles. Dejó que fuese Mina quien se encargase de echar un vistazo más profundo a los documentos y ella dedicó una mirada al agente, intrigada por saber si Lestrade se escandalizaría por lo que acababa de hacer sin despeinarse. 

La decepcionó un tanto que el policía ni siquiera pareciese haberse fijado, pero la felicitación de Marian hizo que su sonrisa satisfecha se afianzase. 

Se acercó para echar un vistazo a la libreta que la mujer les enseñaba y mientras leía con atención hizo un apunte.

—El señor Wilcott también parece tener ese tipo de contactos, incluso entre algunas casas reales europeas —aludía a las invitaciones del cajón. 

Al terminar de leer ofreció la libreta al doctor Jekyll por si quería también hacerlo y asintió despacio a lo que Marian explicaba sobre su día.

Yo aproveché el tiempo para dar un paseo de lo más instructivo —dijo, con marcada intención en su tono—. Estoy segura de que les va a encantar cuando se lo cuente. 

Detuvo sus palabras ahí para mirar a Lestrade y dedicarle una sonrisa encantadora. 

—Le agradeceríamos sobremanera que verificase ese punto, inspector. Cuanto antes lo sepamos mejor, claro está. ¿Podría hacerlo ahora mismo mientras terminamos de investigar la escena?

- Tiradas (1)
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18/10/2019, 07:06
Doctor Jekyll

El doctor Jekyll bajó la mirada al escuchar la respuesta de Lestrade. Sabía que el inspector no podía tener razón en parte de sus argumentos, pero no estaba seguro de hasta qué punto era secreto que Cream parecía haber despistado a quienes lo vigilaban en América un par de semanas atrás. Era demasiada coincidencia que justo en ese momento volviesen a cometerse crímenes según su sello. Y había demasiadas piezas extrañas que parecían relacionadas y no eran capaces de ver cómo encajar: el marino muerto con aquel mensaje, el barco de Roch, su carta, el cadáver de la posada y la ausencia de testigos...

Sólo por si se equivocaba, Henry Jekyll iba a aceptar que la policía no verificase aquello que el inspector ofrecía. Por si se equivocaba y por no molestar. Sin embargo, antes de que llegase a decir nada Adler consiguió abrir aquella caja, y el doctor consideró que lo otro podía esperar. Miró a la mujer con cierta admiración, seguro de que él no habría sido capaz de hacer algo así. Aunque, siendo justos, ni siquiera se sentía capaz de intentarlo, menos aún delante de un policía.

De inmediato, al oír cómo Halcombe le daba la razón al inspector, Jekyll consideró que aquello ya terminaba de confirmar que se había equivocado. Prestó atención a lo que les enseñaba sobre Roch, y finalmente asintió. Era suficiente para que el doctor creyese que estaba siendo premeditadamente discreto, aunque no tenía muy claro qué significaba eso.

Finalmente, mientras Harker comprobaba aquellos números él aprovechó para dar un repaso general a la habitación, valorando si había algo que se les estuviera pasando. Oyó a Adler pedirle aquello al inspector, y dio por hecho que tras lo que había dicho del paseo no era sino una forma de intentar quitárselo de encima.

—Sí, por favor —le pidió al hombre—. Si encontramos algo más, se lo diremos antes de irnos —dijo, sin saber ni siquiera adónde podrían ir. Entonces el doctor pensó el siguiente paso, y aunque era evidente no habría tomado la iniciativa de no ser por el objetivo de entretener a Lestrade—. Y... ¿El secretario aún está en la casa? ¿Podría decirle que nos espere en el pasillo para hablar con él?