Partida Rol por web

Las sombras de la rebelión: Castilla, 1520 [INCONCLUSA]

Toledo

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30/01/2009, 23:24
Pedro Garcés

Miro hacia el hombre que nos habla desde las alturas

-Como bien decis no somos del sabbat, solo somos extranjeros en busca de información sobre la ciudad-

Abro los brazos y señalo nuestra pequeña prision

-¿Podemos hablar en otro sitio?-

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31/01/2009, 12:42
Beatriz de la Vega

Tiempo ha que las comodidades son prescindibles para mí, Deumes, son sólo consuelos para aquellos que echamos de menos nuestros días mortales-su expresión entristeció, por lo que miró hacia el suelo, suspiró, y algo más serena volvió a mirar a su interlocutor-simplemente sé que hay quienes defienden que todos nosotros somos monstruos y como tales no debemos intentar ser lo que no somos, y hay quienes no disciernen de esa manera, y por ello habrá pronto un derramamiento de sangre

Llevó una mano a su corazón-mas no sé qué puede hacer una simple neonata como yo por vos. Jamás tuve maestro en estrategia, y me faltan la fuerza y la destreza de cualquier soldado

 

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31/01/2009, 21:20
Sura Soho

Soho permanece en silencio unos instantes, parecía que el nosferatu esperaba a cainitas del sabbat, y no para compartir ideas precisamente.

- Venimos en son de paz. Como dice mi compañero, venimos buscando información.

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03/02/2009, 20:15
Magog

-¿Extranjeros? Vais mejor encaminados de lo que cualquier extranjero iría en vuestra situación. En efecto, aquí encontraréis información. Aunque dudo que llegue a tiempo: la ciudad es un polvorín y pronto estallará la rebelión. No es un buen momento para misiones encubiertas. Os haré dos preguntas, y después os rogaré que dejéis vuestras armas junto a la pared de esta habitación: sólo entonces se abrirá la puerta que conduce a nuestras catacumbas. Allí podréis explicaros con nuestro lider, y él os dará la información que considere  pertinente. -La voz es seca, cortante y metálica, aunque para provenir de un nosferatu tiene cierta carga de nobleza- Las preguntas son éstas: ¿Sois leales a la Camarilla? ¿Habéis estado alguna vez en Burgos?

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03/02/2009, 20:35
Deumes

Las deformadas facciones de Deumes se contraen en lo que parece una sonrisa melancólica.

-¿Monstruos? Ciertamente. He pasado muchos años escondiéndome en catacumbas, cloacas y grutas, y puedo deciros que es fácil renunciar a la humanidad cuando se tiene una tez blanca y armoniosa, unos miembros firmes y una voz melodiosa. Es fácil convencerse de que se está por encima de los mortales cuando el espejo no devuelve los gestos deformes de nuestras faces. Pero eso es sólo apariencia: abandonar todo vestigio de racionalidad simplemente porque se es más fuerte, más convincente o más rápido no tiene nada de liberador y sí mucho de irresponsable. -Posa su mano sobre Isaac antes de continuar- La triste verdad es que somos quienes somos y no sabemos por qué lo somos: aquellos que tienen miedo de esa situación intentan justificarla engrandeciéndose, alzándose como líderes de una realidad que no comprenden, porque no nos ha sido revelada aún. Y al hacerlo, al negar el mínimo núcleo de honradez y bondad que reside en sus almas, para superar su humanidad, paradójicamente involucionan y se convierten en animales sedientos y voraces.

-La guerra, Beatriz, es una desgracia. Tanto para los hombres que morirán por motivos que no entienden y que en muchos casos se les ocultan, como para nosotros, que alzaremos nuestras espadas una última vez contra aquellos que deberían abrazarnos como hermanos en nuestra desdicha. Pero la guerra, mi joven amiga, la guerra que vuestro sire desatará como una plaga bíblica sobre Toledo, con la ayuda de vuestra madrastra y la coacción a vuestro padre, no sólo será una desgracia, sino también un crimen. Por eso os hemos traído aquí en contra de vuestra voluntad, Beatriz, para rogaros que nos ayudéis a convencer a vuestro padre, Juan de Padilla, de que frene la rebelión que está a punto de estallar en la ciudad...

El gesto de Isaac fugazmente transparenta cierto fastidio.

-Por supuesto, nada nos diferenciaría de nuestros enemigos si simplemente os hubiera secuestrado para usaros como peón. Así pues, bella Beatriz, sabed que sois libre. Podéis volver con vuestro sire en este mismo momento, o abandonar Toledo para siempre. Sólo aceptaré vuestra ayuda si la ofrecéis libremente.

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04/02/2009, 13:10
Beatriz de la Vega

Meditó las palabras del Nosferatu. Sin duda eran sabias, profundas, aunque sumamente tristes, y Beatriz no estaba del todo de acuerdo con ellas-Si me permitís el atrevimiento, creo que os equivocáis, Deumes-levantó levemente una de las mangas de su vestido, para mostrar la blanca piel de su antebrazo-tener una tez pálida y armoniosa, o un rostro agraciado, no hace más fácil el abandono de lo que un día fuimos. En mí eso no ha ocurrido, a duras penas he perdido mi consciencia humana, y lamento cada día aquel en el que dejé de respirar y padecer bajo el sol. Además, creo firmemente que aunque para muchos parezca fácil, aunque muchos parezcan conformes con perder su moral humana, en el fondo de sus almas queda el hombre que un día fueron, y este es el que les hace sentir miedo y angustia en algún momento de sus largas no-vidas, y el mismo que les hace alzarse sobre los mortales, pues los hombres ansían abarcar terreno sobre la tierra y dominar a los animales que en ella habitan. Es lógico entonces, aunque no justificable, que si a un hombre mortal, se le da una fuerza suprema, a la que vos y yo llamamos condeana, este se sienta con el derecho de elevarse sobre el resto, y no ha dejado de ser un hombre, simplemente ha sacado lo peor de si mismo. Vemos lo mismo en los mortales, que con tal de tener dominios y poder emprenden sangrientas conquistas, olvidan el amor que Dios tanto profetiza y establecen uniones de codicia a las que llaman matrimonio.

Dio un paso al frente, acercándose al Vástago-Además, el derramamiento de sangre no cesaría porque, ¿quién nos garantiza, querido Deumes, que si los mios no toman medidas, los demás no vayan a tomar represalia contra mi sire y los suyos o contra mi propia familia? Aunque hablase con mi padre y ese crimen, esa desgracia de la que habláis no suceda, soy consciente de que muchos me considerarán aún una amenaza, y no meditarán excesivamente a la hora de decidir erradicarme a mí y a mi familia mortal, que se encuentra en estos momentos en el punto de mira.

Yo también lamento que la situación haya llegado a este punto, y no deseo que nadie resulte malparado, y si vos pudiérais garantizarme con toda seguridad que los mios no sufrirían ningún daño, os ayudaría, pero sé que eso, lamentablemente, es muy difícil-su expresión denotaba tristeza de nuevo, se sentía en parte impotente, en parte egoista, así como culpable. ¿Y si por su culpa la desgracia se volvía más profunda de lo que era? Llevó una mano de nuevo a su antebrazo, colocando la tela de su vestido, con lentitud, en actitud pensativa.

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04/02/2009, 15:17
Deumes

El nosferatu os mira con serena melancolía.

-Puede que tengáis razón. Hemos pasado mucho tiempo bajo tierra y a veces nos olvidamos de que aunque nosotros podamos protegernos en la oscuridad y en las catacumbas, en la superficie las cosas son más complicadas. -Da dos pasos livianos hacia la luz de las antorchas, que ilumina los surcos de su rostro

-Ojalá pudiera garantizar la seguridad de vuestra familia mortal, Beatriz, pero es imposible. Respetaré vuestra decisión si es la que debéis tomar, aunque espero que no nos salga a todos más cara de lo que podría parecer a simple vista. -Luego se gira hacia Isaac- Isaac, os habéis ganado nuestra confianza: consideraos uno de los nuestros. Y ahora, acompañad hasta la salida a la señorita Beatriz y conducidla sana y salva hasta donde os diga.

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04/02/2009, 15:24
Isaac Bitlor

Isaac, que ha atendido al intercambio de argumentos con una expresión a medio camino entre el interés y el aburrimiento, hace una leve reverencia ante Deumes:

-Así lo haré, mi señor. Bella Beatriz -dice, tomándote del brazo-, acompañadme.

Sin embargo, Deumes no responde. Ha sacado de su vaina una corta espada llena de óxido y la está contemplando con expresión grave y triste.

Los pasos en las catacumbas resuenan con un eco sordo cuando os alejáis. Isaac parece serio y meditabundo, y hay cierta premura en su caminar. Finalmente llegáis a las escaleras que conducen a la catedral...

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11/02/2009, 12:04
Pedro Garcés

No suelto el arma por ahora,

-Si, somos leales a la camarilla y en lo que respecta a mi persona nunca he estado en Burgos-

Espero a ver lo que hace Sura

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11/02/2009, 19:40
Sura Soho

Dejar las armas ? Es la pregunta que ronda mi cabeza tras escuchar al deforme vampiro nosferatu. Sin embargo no teníamos otra opción, y neceitábamos la información que pudieran ofrecernos.

- Exacto, somos fieles a la Camarilla, y jamás hemos estado en Burgos. Conocemos la actual situación de la rebelión, no hay más que echar un vistazo a nuestro alrededor, por eso recogeremos la información y desapareceremos. - la cabeza del cainita se inclina levemente, dando muestras de respeto.

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12/02/2009, 02:01
Magog

El nosferatu asiente desde las alturas y aleja los barriles de la pasarela.

-Bien; ahora sólo os resta dejar las armas y la puerta se abrirá. El pasillo conduce a la sala donde se encuentra Deumes, nuestro líder. Estad tranquilos: si quisiéramos mataros lo habríamos hecho ahora, muy fácilmente. Además, todos sabemos que entre los de nuestra clase hay armas más poderosas que el acero...

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12/02/2009, 13:19
Pedro Garcés

Viendo que la unica manera de continuar es soltar el arma decido dejarla en el suelo

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12/02/2009, 14:40
Sura Soho

El bohemio asiente y deja su espada y su arco cuidadosamente en el suelo. Luego se adentra junto a Garcés sala adentro. Sentía curiosidad por ese tal Deumes.

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13/02/2009, 00:55
Director

Apenas los pomos de vuestras espadas reposan en la pared de la catacumba, la puerta del fondo se abre con un chasquido sordo. Arriba, en la pasarela, ya no está el nosferatu, pero el pasillo que se acaba de abrir ante vosotros está iluminado ténuemente por la luz débil de unas antorchas.

El camino es breve. Pronto desemboca en una estancia circular, con una cúpula excavada en la roca y al que se accede por una pequeña abertura en forma de arco de medio punto.

En el centro justo de la estancia se encuentra otro nosferatu, de maneras suaves. Si no fuera por las deformidades de su rostro diríais que parece estar esbozando una sonrisa de simpatía.

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13/02/2009, 00:58
Deumes

-Saludos, viajeros. Mi nombre es Deumes. Aquél que os ha franqueado la puerta hasta aquí recibe el nombre de Magog, y es de los pocos de mi especie diestros con la espada, como vosotros parecéis serlo. Bien. ¿Qué os trae a Toledo?

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16/02/2009, 14:30
Beatriz de la Vega

Su decisión podía ser la causa de la desdicha de muchos. De muchos más que su propia familia. ¿Estaba siendo egoista? Pero, si no lo era, ¿era justo que su familia pagase las consecuencias de sus actos? Su familia, que vivía en la plena ignorancia, sin saber que su futuro pendía de un fino hilo, y que ella tenía las tijeras que podían cortarlo, o la aguja para tejerlo y unirlo a los demás, volviéndolo así más fuerte.

Meditó durante el camino de vuelta a través de aquellos laberintos oscuros, y volvió en si cuando las escaleras de la salida se aproximaban. Observó a Isaac. No se había mostrado muy participativo en la reunión con Deumes, y su expresión ahora... Entonces lo recordó. Recordó el aceite que el Nosferatu le pedía a su sire, y recordó además que debían hacerles creer que todo estaba bien hasta el final... cuando ardieran en las llamas del infierno.

Isaac...-susurró, tomando su brazo-No hagáis algo de lo que podáis arrepentiros... vos sois un ser bondadoso, y ellos, ellos ni siquiera me han retenido-su expresión reflejaba la súplica y la gravedad al mismo tiempo-ya que he decidido no exponer a mi familia, no me hagais responsable de más muertes de las que ya pesan sobre mis espaldas, os lo ruego...

Notas de juego

siento la tardanza, ando sin ordenador y ahora que he reanudado las clases tras los exámenes puedo usar los de la universidad.

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17/02/2009, 21:03
Sura Soho

El bohemio observa con cierto interés el físico del cainita. Su rostro resultaba bastante fiero y parecía poseer una gran agilidad, sin duda no mentía cuando advertía sobre su secuaz. Invadido por el sielncio que se crea mientras está absorto en sus pensamientos, vuelve en sí y explica al nosferatu eligiendo bien las pocas palabras que conocía del idioma del reino.

- Saludos, Deumes. Mi nombre es Sura Soho, y el grandullón Pedro Garcés. Seré directo, venimos cumpliendo una importante misión para la Camarilla. Habéis visto a Álvaro de Manrique por la ciudad ? Llevamos días siguiéndolo y sabemos que pasó por este lugar.

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17/02/2009, 23:44
Deumes

Deumes da un paso atrás mientras agita su cabeza en gesto de comprensión.

-Ahhh, el Portador. Habéis venido a buscar a aquél que tiene el Libro. Es normal, por supuesto, que vuestros pasos os hayan dirigido hasta aquí. Sé quién es. Y sé que está en la ciudad, pues el Libro sólo puede usarse aquí. Lo que aún no alcanzo a entender es por qué se ha arriesgado tanto. Disculpad mi ignorancia, pero en Toledo vivimos aislados y raras veces tenemos noticia de La Camarilla. ¿Habéis venido junto con él para descubrir la Capilla?

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18/02/2009, 00:00
Director

El rostro de Isaac es inescrutable. Os envuelven las sombras de la Catedral y fuera sabes que duerme, a salvo, tu familia. Tan cerca de ti, tan al alcance de tu mano por primera vez en tanto tiempo. Has deseado tanto ese momento que no te habías parado a pensar en lo que supondrá ese momento si llega. ¿Qué sucederá con la palidez de tu piel, con el recuerdo del calor que animaba tus entrañas? ¿Qué verán en ti, si te ven? ¿Recordarán la tibieza de tus manos y no podrán soportar la frialdad de losa que ahora las envuelve? Sólo la metálica voz de Isaac te saca de tan brumosos pensamientos.

-No lo entendéis. El... extraño. Él me avisó, me avisó de la falsa piedad... me avisó. Está escrito:

12:16 El enemigo tiene miel en los labios, pero por dentro piensa cómo arrojarte en la fosa.
El enemigo tiene lágrimas en los ojos, pero, llegada la ocasión, no habrá sangre que lo sacie.

Y llevando una mano a su rostro su voz se quiebra y allí, entre las sombras protectoras y amenazantes de una ciudad a punto de estallar, Isaac comienza a hablar como un fanático sobre aquel Extraño...

Notas de juego

No se preocupe vuesa merced. Recuperemos el ritmo tranquilamente, para no agobiarnos. :)

Aquí tiene usted el preludio de Isaac, que le abro como flashback. En términos de juego supone que es esto lo que le está contando ahora mismo a Beatriz.

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18/02/2009, 08:22
Pedro Garcés

Al escuchar las palabras del nosferatu me asombro, de verdad esta aqui y ha robado el libro.

-De que capilla hablas, y ¿donde esta el ahora mismo?-