- Si he sobrevivido es por que lo valgo - Musito con algo de descontento - Quizas mis palabras sean mentiras para sus oidos pero se bien que hice y que no en mi vida y No-vida.... soy bastante consiente de lo ocurrido... y que hacemos nosotros para sobrevivir nos escondemos... eso es lo que hacemos - Bufo con molestia sintiendose discriminado por los de su clan.
- Que hare para que su confianza pueda ser estable - Pregunto el nosferatu
-Bien. -Dice el Nosferatu asintiendo con los ojos cerrados.- Pronto algo va a suceder en esta ciudad. Algo grave. Mucha sangre será derramada y eso no podemos permitirlo. No puedo contaros más. Sin embargo, hay alguien, una persona, una hija de la noche como nosotros, que puede evitar ese derramamiento de sangre. Y sin embargo, ahora mismo se encuentra prisionera. Debéis ir a buscarla, rescatarla de su prisión y traerla aquí a nuestra presencia. Nosotros la protegeremos y, con su ayuda, lograremos conjurar la amenaza que se está cerniendo sobre Toledo. Comprended que no puedo dejaros salir con vida de este lugar si no aceptáis el trabajo: de otro modo sabriáis demasiado. ¿Qué decís Isaac, cumpliréis esta misión para nosotros?
Cuando te despiertas, estás de nuevo en tu cama, en tu habitación. Lo primero que piensas es que hay algo absolutamente inquietante en que alguien como tú sea capaz de desvanecerse.
Tu madre acaricia tu frente con cariño junto a la cabecera de la cama.
-Sssh. Mi niña, mi dulce niña. Todo está bien, todo está bien... ya nadie te va a hacer daño...
Fuera, el viento de la noche golpea con fuerza en los cristales.
- Aceptare su mision - Musito mientras asentia con la cabeza - Lo hare sin mas.... solo deme la informacion que presiso para encontrarla... y yo hare el resto -
Beatriz se deja acariciar, se deja querer. Está confusa, no comprende con demasiada exactitud el por qué de su desvanecimiento, y teme por lo que haya pasado después. No tardó en darse cuenta de que de nuevo estaba prisionera, de nuevo en la cárcel de piedra en la que Paulo la había encerrado desde el día en que murió.
Su madre no parecía estar en esos momentos en ese estado de sonambulismo y enajenación mental en el que solía encontrarse cuando Paulo la hacía beber de la pozoña que tupía sus venas. Al menos eso, hacía que no se sintiera tan horriblemente desdichada-Madre...-posó una mano sobre su mejilla-Contadme madre, ¿qué ocurrió anoche? ¿Quién me trajo aquí?-susurraba, sin ganas ni voluntad de hablar más alto.
El nosferatu asiente con la cabeza cuando te muestras conforme con su plan.
-Se llama Beatriz. Un poderoso enemigo la retiene contra su voluntad en un caserón a las afueras de Toledo. Este enemigo se llama Paulo de Cesena. Es un Toreador, pero dio la espalda al resto de su clan para apoyar al Sabbat. Disfruta con el dolor y el sufrimiento ajeno de una manera que hace palidecer incluso a los vampiros más curtidos... es muy importante que no os enfrentéis a él. Podría mataros, y no queremos eso. Sacad a esa mujer de la casa sin llamar la atención y traedla aquí, ante nosotros. La protegeremos y que esté con nosotros puede ayudar a evitar el desastre que se avecina sobre Toledo...
A continuación, hace un gesto con la mano y Leviatán te acompaña nuevamente a la salida de la catacumba. La catedral está silente y oscura, como la noche en la que tuviste tu misterioso encuentro con aquel extraño. ¿Qué había sido lo que había dicho? ¿Qué versículo había citado...? Ah, sí:
12:16 El enemigo tiene miel en los labios, pero por dentro piensa cómo arrojarte en la fosa.
El enemigo tiene lágrimas en los ojos, pero, llegada la ocasión, no habrá sangre que lo sacie.
A tu alrededor, el viento de la noche va apagando las llamas de las velas de los oratorios. La oscuridad se adueña de la catedral y de tu corazón.
Tu madre cierra los ojos con disgusto.
-Él. Él te trajo. -Dice, girando la cabeza con rechazo. Este es uno de sus escasos momentos de lucidez.
-Te habías desvanecido y estabas pálida y fría. Como una muñeca o una estatua. Mi pequeña estatua de mármol... Algo está sucediendo, en la casa. Hay... más guardias de lo habitual. Y luego está lo que veo. Lo que veo y no sé si ya ha sucedido o sucederá. Todo... todo está... en llamas...
Lamentos.... un amago de sollozo salia de su garganta.... aferrado a una de las columnas de la catedral miraba en la oscuridad..... que era lo que pasaba? que era lo que podria pasar?.... sus ojos huvieran dejado caer lagrimas de miedo, lagrimas de desdicha ante lo que estaba pasando.....
- Beatriz - Murmuro...... se dejo ir entre las tinieblas qeu ahora sobrecogian su corazon como un frio tempano de hielo vagando por la inmensidad del mar.....
Sus pasos lo guiaron hasat el lugar donde habia salido, golpeo tres veces la puerta quedandose agachado mirando el suelo....
¿Todo está en llamas? ¿a qué os referís, madre?-la mira asustada, ya no sólo por las implicaciones que tiene el fuego para ella, sino porque parece ser que su madre cree tener visiones. Y si existen seres como ella y como Paulo, ¿por qué una visión no iba a ser cierta?
Perdón por el retraso, he estado pachucha de salud... ya se sabe.
Los graves sonidos de la puerta resonaron como aldabonazos sobre tu fatigada mente. Al menos dos sombras bailaban en la oscuridad, acechando, asegurando la casa. ¿Guardaespaldas del Sabbat? ¿Hombres de Cesena? En cualquier caso ellos creían que no les veías y que te vigilaban; todo lo contrario a lo que sucedía en realidad. Les veías perfectamente y eras tú el que les vigilaba a ellos.
La puerta se abrió con un quejido de la madera y otro vampiro armado con una espada te dejó pasar. La seguridad de la casa había aumentado mucho desde la última vez que estuviste aquí.
El vástago te condujo al salón, en el que esperaba Paulo de Cesena.
El toreador te miró con ojos suspicaces.
-Venís pronto, Isaac. ¿Habéis acabado ya con ese nido de ratas?
Los ojos de tu madre parpadean enceguecidos, como si una luz muy fuerte que manara de tu pálido rostro los ofuscara.
-No... no sé... las llamas... parece, no está claro. Es un fogonazo, una imágen como un resplandor, y lo veo todo ardiendo. Y la sangre en las raíces del fuego. Yo... tengo miedo, hija mía. Creo... creo que lo que veo es Toledo...
De improviso, suenan tres fuertes aldabonazos desde el piso bajo. Alguien está llamando a la puerta.
No pasa nada, yo mismo estoy con un trancazo... :P
- No - Musito algo agobiado.... - Debo hablarle ahora... necesito barriles de aceite para quemar... bastantes.... debo pedirle la ayuda de vuestra compania... Beatriz - Hablaba como un estratega, parecia que la personalidad se habia dislocado.
Movia los dedos mientras pensaba - Los encontre pero debo ganarme su confianza antes de que mueran dentro de las llamas del infierno - Sonrio....
- MIentras mas confien en el viejo Isaac, mas rapido caeran los herejes en las llamas del averno.... sus almas condenadas han de purificarse mi Señor Paulo - las palabras que salian del nosferatu parecian ser agrias y malvadas... era un cambio radical... pero parecia gustarle
Madre... ¿estáis segura de lo que decís?-su voz sonaba notablemente preocupada. Quién sabe si la sangre maligna de Paulo de Cesena también ha perturbado los sentidos de aquella mujer que era su madre. Aún así, lo que la mujer le relataba, hubiera hecho que su piel se erizase si aún siguiera viva.
De repente unos fuertes golpes hicieron que Beatriz se sobresaltase y diera un respingo. Tras unos segundos congelada, espectante, se puso en pie, y se dirigió hacia la escalinata.
-Mientras mas confien en el viejo Isaac, mas rapido caeran los herejes en las llamas del averno.... sus almas condenadas han de purificarse mi Señor Paulo. - Las palabras salían de boca de Isaac, el nosferatu que habías conocido varias noches atrás, en el mismo momento en el que te aproximas con cuidado a la escalinata, a prudente distancia para no ser advertida. También oyes la respuesta de tu Sire.
Tirame Destreza + Sigilo cuando puedas.
Paulo de Cesena sonríe divertido ante las palabras de Isaac.
-Bien, bien. Me complace enormemente. Debo confesaros que temí que fuerais demasiado... blando para este trabajo. Ahora veo que no es así, y lo celebro. Tendréis vuestros barriles de aceite, mi buen amigo. ¿Pero qué es eso otro que necesitáis de mí? ¿A Beatriz? -Pregunta, suspicaz.
Se mantuvo inmóvil, procurando que ninguno de los dos se percatase de su presencia. Dio gracias al Altísimo por no tener que respirar, pues al menos así no la oirían jadeante, producto del nerviosismo que le ocasionaba el oir hablar de ella.
-Si la necesito - Musito mirando a todas partes entrando en la casa - Sabe mi buen Señor.... sere franco con usted la necesito para la ultima fase de mi Plan para acabar con ellos- Quedo en silencio por unos segundos.... - Me ganare su confianza solo necesito unas semanas, luego debo dejar que Beatriz me acompañe... ya que ellos la reclaman en ese momento sera el del ataque.... donde ellos se quemaran en el infierno al cual pertenecen - Sonrio definitivamente algo en Isaac habia cambiado de manera drastica -
El toreador sonrió sibilinamente ante la perspectiva de sus enemigos ardiendo. Sin embargo, no parecía convencido.
-Mi chiquilla... Beatriz... es muy importante para nosotros. Nuestro plan no puede permitirse que caiga en manos de nuestros enemigos, y desde luego, es vital para el Sabbat que permanezca de una pieza y controlada en todo momento. Temo que tendréis que buscar otro método, mi señor Bitlor. A menos que me expongáis un plan que garantice perfectamente su seguridad en todo momento. No pienso permitiros que la llevéis junto con esa chusma degenerada de vuestra especie para que ellos la secuestren...
Con cierta dificultad lograste permanecer inadvertida; sin embargo, la atención que prestaste a mantenerte en silencio te distrajo de las últimas palabras del Nosferatu. Cuando pudiste volver a escuchar con atención, había tomado nuevamente la palabra tu Sire...
-Mi chiquilla... Beatriz... es muy importante para nosotros. Nuestro plan no puede permitirse que caiga en manos de nuestros enemigos, y desde luego, es vital para el Sabbat que permanezca de una pieza y controlada en todo momento. Temo que tendréis que buscar otro método, mi señor Bitlor. A menos que me expongáis un plan que garantice perfectamente su seguridad en todo momento. No pienso permitiros que la llevéis junto con esa chusma degenerada de vuestra especie para que ellos la secuestren...
Otra tirada de Sigilo (vamos a sufrir un poquito)