Partida Rol por web

Tras esto el viejo Mayordomo sale de la sala en busca de Valdis. Aun queda mucho por hacer.

Abro la puerta de mi estancia ante el apremio del mayordomo. De nuevo parece que a mi paso los sucesos oscuros se multiplican.
-¿Que necesitais de mí Mayordomo Ruschesku?

-Mi buen Valdis. Ha llegado la tragedia a nuestras puertas. -Dice el mayordomo con tono triste pero entero. -Ayer por la noche una especie de animal humano descuartizo a nuestro Conde de la forma más brutal que estos ojos han visto.

El hombre espera unos segundos para mirar la reacción del Valdis.

-Pero esto no es lo más espeluznante de todo. Lo más extraño es que la cabeza de nuestro amado señor había sido cercenada y su cuerpo tiene señales de fuerte descomposición. -Tras esto hace una pausa. -Mirad, muchacho. Las gentes de aquí son muy supersticiosas y no me gustaría dejar esto en manos de las autoridades comunes. Así pues os asigno una misión de capital importancia. Encontrar al asesino del Conde y dar buena cuenta de ese monstruoso ser. Se bien que no sois muy amigo de los eclesiásticos y que el pueblo os teme... Algunos incluso ya murmuran sobre vuestra culpabilidad, así pues os pido esto como amigo y como futuro primer caballero de Satu Mare.

Dicho esto el mayordomo desaparece en busca de otros quehaceres.

Las decisiones difíciles son las que diferencian a un gobernante de un siervo, eso siempre lo supo bien. Por ello era mayor la manga ancha que siempre le dio a su amado niño-conde. El difícil explicar como se siente tras tomar el anillo del cuerpo muerto y meterlo dentro de un cordel que cuelga a su cuello. Él sabe que no es legal del todo, leyó el testamento y sabe que los seguidores del zar son los que nombran regente, pero Satu Mare necesita una cabeza. Y así sentado con el anillo en el cuello espera a su primer invitado.

Por fin aparece el rollizo sepulturero escoltado por uno de los guardias. Al ver al viejo sentado en la cama ante tal desolación que se queda congelado.

-Espera en la puerta, Igor. -Dice el mayordomo al guardia.

El viejo soldado asiente y espera.

-No sois el primer invitado porque vuestra presencia sea más grata. Sino por vuestras finas artes. Quiero que convirtáis todo lo que veis en un  cuerpo. Que lo untéis en aceites de rosa y lo coloquéis dentro de su armadura.

-¡Un funeral con el ataúd abierto!- Exclama horrorizado. -Pero esto es una carnicería... Sangre y ... Además no parece un ser natural he visto alguno de estos son...

El viejo Ruschesku toma de su bolsa un florín y se lo pone en la mano al enterrador.

-Creo que no os dais cuenta de que este estado es un simple pudrimiento.

-Desde luego. -Dice el orondo personaje mirando la pequeña fortuna. -Hoy en día es tan común que los jóvenes contraigan extrañas enfermedades, pero no es bueno que altere su recuerdo. No os preocupéis yo lo enterrare en una armadura y será como si hubiese muerto durmiendo.

 El mayordomo sonríe con malicia.

-Lo haréis vos mismo. -Dice poniéndose pesadamente en pie. -Igor os acompañara al taller.

Tras esto sale de la habitación mientras deja al sepulturero con su pequeña fortuna.

-Por cierto. Espero que ese oro compre también vuestro silencio. Si alguien se enterase de la enfermedad el miedo a la peste podría cundir de nuevo. Quizás tendría que sucederos algo malo por sembrar el pánico... Una multa quizás.

El obeso sepulturero empieza a temblar.

-No os preocupéis mi señor. Seré tan discreto como los clientes a los que atiendo.

El entierro seria frugal. Lo tenía ya todo preparado tras la pequeña fortuna que había invertido en ese maldito estafador pero este será el momento decisivo. Conservar el barracon. Y para ello tendría que enfrentarse a su colega y rival el secretario de finanzas. El anillo del conde. La fidelidad del servicio e incluso el favor de la guardia no le duraría mucho más sin el dinero de su señor.

En medio de una pequeña sala bajo en torreón este esta el pequeño estudio de Petro, buen contable y fiel servidor. Una de las principales autoridades de Satu Mare, el segundo hombre confianza de Tiver. Viejo y canoso unos cuantos años más que Ruschesku pero mucho mejor conservado delgado, moreno y calvo. El hombre siempre vive rodeado de papeles con cuentas y más cuentas unos ábacos y un pequeño tintero son lo único que tiene su estudio a parte de papel. Y así es como se lo encuentra Ruchesku en plena actividad.

-¿Pero que tenemos aquí? -Dice el hombre sin levantar los ojos de su trabajo. -El nuevo conde de Satu Mare viene a visitar a su humilde servidor.

-No es momento para bromas, primo.

-¿Primo? ¿Ahora me llamas primo? -El secretario de moneda suelta una estruendosa carcajada. -Es la hora de que recuerdes todo lo que has pasado por encima de mí. Ahora: tu caballo ganador, tu niño bonito, tu Conde de Satu Mare, yace muerto. Y con él tus ambiciones arribistas.

-He venido a pedirte...

-Sé que has venido a pedirme. -Dice poniéndose en pie y sacando de su cuello una llave atada un cordel. -Quieres apropiarte de esto como te has apropiado de eso. -Dice señalando el sello condal que cuelga de Ruschesku.

-En realidad no he venido a pedírtelo. -Dice mientras entre abre la puerta para que su primo vea a los guardias que esperan en el pasillo.

-Así pues la gallina torna en zorro. -Dice el secretario mientras da un paso para atrás. -Recuerdo cuando el señor nos pegaba. Recuerdas como me decías lloroso que si fuésemos señores gobernaríamos entre iguales. Que no habría más sufrimiento.

-Los magiares están en las puertas siempre habra sufrimiento y muerte en Satu Mare. El señor de estas tierras ha muerto y si ese barracon no nos da tropas, pronto todos le seguiremos.

-Pero yo estoy seguro de que iré al cielo. ¿Estas dispuesto a ir al infierno solo por un puñado de campesinos tontos y supersticiosos?

-¿Jamás me darás la llave?

-Tendrás que matarme.

El mayordomo sale de la habitación y mira hacia el cielo de la tarde mientras oye como sus guardias cercenan el cuello de su primo Petro. Al tomar la llave se dirige a la sala del tesoro en busca de dinero para pagar las obras.

-Supongo que te veré en el infierno mi pequeño niño Tiver.

Escucho sorprendido las palabras del Mayordomo. ¿Un ataque al conde en el castillo y yo ni tan siquiera pude hacer algo? Veo que los oscuros hechos me persiguen allí a donde voy. Tras unos instantes de silencio miro al mayordomo con firmeza.
-Encontraré a ese asesino y no dejaré impune este crimen.¿Alguien en el castillo vio quien lo hizo? ¿Puedo ir a ver el lugar del asesinato y el cuerpo del Conde?
Necesitaré recabar toda la información que posea.
El Mayordomo me da su aprobación y me acompaña a la habitación del Conde. Todo está revuelto y con signos de una lucha. Me acerco al cuerpo del Conde, desde luego si no lo hubiera visto ayer con vida diría que ese cuerpo llevaba mucho tiempo descomponiendose, además tiene rastros de unas quemaduras muy graves, dudo que alguien con esas quemaduras pudiera moverse con soltura. Todo es realmente raro e inquietante. No veo nada que llame mi atención a parte de lo evidente. De momento no tengo ninguna pista sólida de lo que aquí ha pasado, tendré que preguntar a la gente del castillo a ver si alguien vio algo.

Las investigaciones sobre la muerte del conde tendrían que esperar. El Mayordomo me entrega una carta para llevarsela a la hermana del conde: Vladana. Se encuentra en Zalau en visita diplomática y tengo que llevarle la triste noticia de la muerte de su hermano. Salgo a toda prisa a cumplir con esta nueva misión.

- En el momento de llegar Vladana a Satu Mare ES DE DIA.

Valdis sale del castillo hacia la población de Zalau. Cuando han pasado unas horas de viaje se encuentra con el carruaje de Vladana, que regresa al castillo. Todavía es por la mañana y hace un día estupendo con un sol brillando en todo su esplendor y podrán llegar al castillo al atardecer.
Cuando Valdis intenta entregar la carta los criados se lo impiden diciendole que su señora está agotada del viaje y que no puede ser molestada. Valdis los escolta hasta el castillo, ante la mirada nerviosa de los criados, que no conocen a Valdis de nada y no saben que intenciones tiene.

RESULTADOS PRIMAVERA 951:
- Knezi Tiberiu Bratovich: Es asesinado de noche en su cuarto.
- Mayordomo Ruschesku: Sólo dispone de una acción, por lo que cuando tiene que elegir entre el Barracón y consolidar poder en la región elige lo primero, Vladana ya ha invertido 50 Florines en las obras y no se puede permitir que se pierdan.

OBRAS DEL BARRACÓN:
Dinero invertido: Florines: 100 (de 200).
Tiempo invertido: 10 meses (MARZO, ABRIL, MAYO, JUNIO, INVIERNO 950, PRIMAVERA 951) (de 24).

- Valdis el Protector de Oradea: Alcanza a Vladana y le da escolta hasta el castillo. Investigará después la muerte del Knezi, pero no hay mucho que investigar. El Knezi fue asesinado por alguna bestia desconocida y su cadáver se encontraba en pésimo estado. Hubo de ser enterrado mucho antes de la llegada de Vladana.
- Vladana Bratovich: Su misión Diplomática en Zalau ha sido un estrepitoso FRACASO, pero al menos se encuentra ya a salvo entre los muros del castillo de Satu Mare. Cuando llega por la tarde, sus criados insisten en que está agotada tras las penalidades del viaje y la llevan a su habitación sin aceptar ayuda de nadie.

AÑO DE NUESTRO SEÑOR DE NOVECIENTOS CINCUENTA Y UNO.

ESTACION DE VERANO.

MESES DE JULIO, AGOSTO Y SEPTIEMBRE.

El entierro del Conde fue pequeño y nada pomposo. Los pocos ciudadanos de Satu Mare que habían sobrevivido a la peste enterraban a su señor con lagrimas en los ojos, los bolsillos vacíos y hambre en sus estómagos.

La armadura del conde desprendía el olor de las rosas y los pocos que le vieron decían que su aspecto era el de un aventurero gallardo.

-El más apuesto de los condes que hemos tenido -comentó, una anciana a sus hijas mientras miran el cuerpo la noche del velatorio.

Es un día triste cuando todo un pueblo acompañaba a su señor al campo santo.

La pequeña iglesia estaba abarrotada y el mayordomo se alzaba de pie en el  lugar reservado para él. En la parroquia hay un enorme hueco formado por dos bancos para la nobleza de la localidad que queda completamente vació. El condado no tiene señor y el siervo que lo mantiene no es más que un viejo, estricto y achacoso mayordomo.

No se decreto semana de luto. El condado tenia que seguir trabajando para sobrevivir.

-¿Creéis que el hambre, la peste o los magiares toman semanas de luto? -Exclamo enfadado el mayordomo a la comisión de trabajadores y clérigos que vino a pedir ese favor en memoria del joven Conde. -¡Seguid trabajando! ¡Sembrando! ¡Construyendo! Y si tenéis un respiro rezad por su alma. Pedid a Dios que pondere sus acciones como hombre y como gobernante en su justa medida y que sea misericordioso.

Y así termino la más oscura primavera de Satu Mare cuando un carruaje con una nueva esperanza llega a lo lejos.

NOCHE SIGUIENTE:

- Vladana Szantovich sale de sus aposentos, algo más recuperada del mal que la aqueja, y se reúne con el Mayordomo Ruschesku para obtener nuevas sobre su hermano Tiberiu y sobre la situación del Feudo en estos momentos.

Vladana manda a su doncella en busca de Ruschesku, le han llegado extraños comentarios, pero se niega por completo a creer en ellos, no puede ser verdad...

Su hermano, protector desde que nació... no... no podía estar muerto.

¿Qué sería de ella ahora, quién la cuidaría, qué pasaría con Satu Mare, acaso un tirano como su difunto padre volvería a mandar en esas bellas pero desoladas tierras?

Eran muchas preguntas sin respuesta, demasiadas.

El día para ella resultaba agotador, tras un viaje tan largo no podía soportar ni un sólo rayo de sol, la oscuridad se había vuelto en su compañera más preciada.

Mientras ojea uno de los antiguos libros de su hermano espera al mayordomo, para ver si este puede darle alguna respuesta.

El viejo mayordomo se encuentra sentado en el despacho cuando le llega la noticia. El carruaje ha llegado, todo el castillo es puro nervio. Valdis, para su propia sorpresa, había realizado un trabajo ejemplar.

-¿Será capaza de resolver el misterio de la muerte del conde?- Sé pregunta mientras corre ilusionado hacia los aposentos de Vladana.

Poco a poco mientras anda va viendo como el cortinaje va cerrándose. Ha mandado cerrar toda su ala. Justo como hizo su hermano en los últimos tiempos.

-Tiempos extraños para los viejos. -Sé dice.

Nada le ha preparado para la visión que esta a punto de experimentar. Su pequeña niña ha vuelto a casa en el momento más duro. Allí esta: más palida, más delagada, más triste de lo que la recordaba pero. Es su niña y ha vuelto a casa.

El viejo mayordomo ahora apoyado en su bastón no puede contener las lagrimas de emoción cuando se asoma.

Después de llegar al castillo, y con mi misión cumplida comienzo a concentrarme en la resolución del crimen del Conde. Soy un hombre de acción y el andar preguntando por ahí no es la mejor de mis cualidades, la gente no suele contestar con fluidez a mis preguntas. Pero alguien entró en la habitación del Conde y luchó con él alguien tiene que haber visto y oido algo.
Comienzo a preguntar a los habitantes del castillo a ver si alguien puede darme alguna pista. Después hablaré con el mayordomo a ver si él sabe algo. Esperaré a que esté desocupado, pues ahora está atendiendo a la recién llegada.

En la lejanía resuenan los pasos de alguien que camina aceleradamente hacia la habitación en la que ella se encuentra, antes, inmersa en sus pensamientos jamás se hubiera dado cuenta, ahora todos sus sentidos estaban alerta.

Se giró y entonces pudo ver su rostro, era Ruschesku. Dejó caer el libro que sostenía sobre la mesa y se apresuró a su encuentro, cogiéndole de la mano con la que no sostenía su bastón.

-Dime que no es cierto... dime que mi hermano aún vive... no puede ser, no, ni siquiera me despedí de él.

Una lágrima recorría el rostro de la bella muchacha, no se podía creer lo que estaba sucediendo, había pasado tanto tiempo fuera y habían cambiado tantas cosas que no sabía que le depararía el futuro... ni a ella, ni a Satu Mare.

-Nada más saberlo, mi niña, rece para que no fuera cierto. -Dice el mayordomo sin poder sostener la vista de la muchacha. -Las circunstancias de la muerte fueron además muy extrañas. -Dice tomando fuerzas y mirándola a los ojos. -He de relatároslas para que tengáis conocimiento de todo lo aquí acontecido en vuestra ausencia. Nuestro buen Tiver había cambiado en los últimos tiempos. Sus hábitos eran cada vez más nocturnos y un nuevo deseo de gloria bélica había nacido en su corazón. Fueron unos días extraños de convivencia esos últimos, incluso había alterado su aspecto. -El viejo mayordomo toma aire mientras viene a su mente la imagen dantesca de la escena. -La mañana en la que apareció su cuerpo se encontraba en condiciones muy extrañas: Parecía haber sido devorado por algún animal extraño a pesar de estar en sus aposentos. Además su cabeza había sido cercenada de su tronco. Y por si lo que os he contado fuese poco su cuerpo daba la sensación de estar corrompido, como si hubiese muerto hace meses.

El criado hace un ademán a la dama y toma asiento cansado.

-He prohibido a los criados hablar de ello y puesto a Valdis a investigar el asunto. Pero es sin duda algo turbio y sombrío.

Tras decir esto el mayordomo mira a la muchacha esperando su opinión ante tan extraños acontecimientos.