Radovina mira desde su rincón al monstruo con el más absoluto de los desprecios. Su rostro muestra, además de odio, furia contenida, la furia de aquel que se ve impotente, incapaz de hacer frente a sus problemas. Radovina se siente bloqueada, prisionera, sin posibilidad de llevar una vida normal de simple humana ni la capacidad para adaptarse a su nueva realidad como vampiro.
- Tú... despreciable monstruo... ni siquiera te has molestado en preguntarme qué es lo que te estoy pidiendo... y ahora, después de arruinarme la vida, pretendes deshacerte de mi, como quien se deshace de un hijo bastardo... ¿es eso lo que deseas?, ¿que te sirva como sirve un esclavo a su señor?, ¿de verdad pretendes conseguir mi lealtad a base de amenazas?... así lo único que obtendrás es mi odio...
-¡Ah! ¡Puta! -exclama eufórico sin poder contenerse y tirando a Radovina al suelo de un bofetón en la cara- ¡Harás lo que yo te diga, esclava repugnante! Tengo suculentos planes para ti y los voy a llevar a cabo te guste o no. Y si no te gusta te acabará gustando. Mi señorío comenzará de inmediato sobre esta tierra absurda y tú serás la primera sobre la que deposite mi poder -susurra mientras se acerca y se tumba encima de ella, poseyéndola con o sin su permiso- ¡Uuuughh!
Radovina asume el golpe sin rechistar, sin mostrar dolor, y enseñando los dientes en un gesto animal de desafío, de reto. Pero la poca confianza que tenía en sí misma se disipa al comprender lo que el monstruo pretendía hacer y darse cuenta que, por mucho que lo intentase, no podría impedirlo. Había visto a esa bestia mover rocas como si fuesen balas de paja y moverse a la velocidad del rayo. Podría partirle el cuello sin que ella se enterase.
Pataleó, gritó, arañó y mordió, pero finalmente el monstruo se salió con la suya, su fuerza era incomparable con la de la joven Radovina. Cuando el despreciable ser de las cavernas hubo acabado, ella se echó a un lado y, entre sollozos, alcanzó a decir: - Te mataré...
Con lo bonito que sería que nos llevásemos bien...
Tranquila, que dentro de poco te traeré un par de amiguitas ;D
- "Señor Caballero, el Diezmo para el Voivoda correspondiente al Año Novecientos Cincuenta asciende a treinta Florines, de los cuales podemos pagar diez en plata, diez en lingotes de hierro y diez en sacos de cebada." -
Tras anotar lo dicho por el anciano.
Por lo que veo ya estaban preparados, eso me gusta y moviliza las transacciones.
Sin embargo, nosotros no nos llevaremos los impuestos, solo estamos pasando revista y avisando. En el perido que comprende los proximos 60 dias, los verdaderos recaudadores pasaran a buscarlo.
Dice esto mientras va guardando el papiro y los implementos.
Y empieza a buscar a su hermano Virgil con la mirada, ya que no se dio cuenta si este habia entrado a la reunion.
Estaba bastante aburrido el asunto para nosotras dos, en especial porque eran los hombres los que hacían aquellos tratos. Mejor nos hubieran dejado descansando, no allí mirándoles hacer aquella transacción.
-Ojalá, ojalá... Aunque no ansío volver a casa.
Me levanto de mi asiento en dirección a la mesa de asamblea. Paso por el lado de mi Hermana y la miro de reojo con una sonrisa malévola sobre el rostro…
Si estas aburrida, puede encargarte de Tudor un momento… tal vez puedas entretenerlo un poco.
Bueno, parece que esta todo en orden
afirmo con la cabeza bastante satisfecho
Me acerco hacia donde esta mi hermano y poso una mano sobre su hombro…
Hay algún problema Schuba?...
Ninguno Virgil.
Dandole el pergamino.
Has una copia, tal vez sea de ayuda mas adelante. Asi cada unollevara una copia.
Tomo el pergamino y lo ajusto al cinturón…
Te lo entregare más tarde, por ahora…
Aparto la mano del hombro de mi hermano y la poso sobre la mesa, viro la mirada hacia el anciano Balesku.
Me gustaría dar una rápida inspección sobre los alrededores y dar una visita a vuestro templo…
Altanero levanto el mentón, por el gesto sobre mi rostro pareciese que solo aceptaría un “si” por respuesta.
Es posible que pueda hacerlo ahora?
Miro a Virgil con enfado, su insinuación, ironía o como se llamé, no me gustó nada pero espero hasta que dice de ir al templo, sólo entonces.
-En realidad prefiero ir con ustedes, querido hermano. Schuba ya habrá encontrado con qué entretenerse.
- "Quedarnos con Tudor no es tan malo primita, pese a su aspecto a veces pienso que su compañía es preferible a la de Schuba o Virgil..." -
- "Padre Virgil, lamento informaros de que el nuestro es un pueblo pequeño y no disponemos de Iglesia ni párroco, sino que dependemos de Braila para todos los servicios religiosos." -
Insatisfecho afirmo con la cabeza y retiro un rollo de papiro que tenia dentro del abrigo…
Permíteme vuestra pluma Schuba, debo de tomar nota de esto para próximos viajes.
Estiro el rollo y apunto textualmente las palabras del anciano Balesku. Se me veía bastante preocupado y concentrado a la vez. Al terminar con la escritura lo enrollé y lo oculté bajo mi abrigo.
Entonces no tengo mucho que hacer aquí en Buzau, por ahora… solo me pondré a inspeccionar los alrededores, se me puede asignar un guia?
Gracias prima, a veces creo que los que mas me odian son mis hermanos y creén que soy sordo o tonto del todo, no soy tan inteligente como ellos pero no soy idiota.
Dice Tudor a su familiar mientras mira como su hermana pequeña huyé de estar cerca de él.
-Calma, calma, Tudor que no eres el único al que odian en esta familia.
Me volví a mi prima y me sonreí.
-Donde sea que vayas, voy contigo-dije a mi hermano y me acerqué a él.-Es mejor que me hagas participe...
Guardando la pluma y tinta prestada a virgil. Schuba se hacerca a tudor.
No es que te odiemos, solo digamos que aveces eres... hmmm. Digamos que inoportuno. Pero sabes muy bien que yo os he seguido el juego muchas veces.
No hablo de ti hermano, en ti confio plenamente.
Dicho esto le hago una mueca que simula una sonrisa.
No pude evitar sonreír, ante tal conmovedora escena…
Por ahora, nuestro único bastón es nuestra familia… es el soporte fundamental en estos viajes.
Con una mano frotando mi mentón y la otra sobre el cinto regresé la mirada sobre el anciano, esperaba a que se responda mi solicitud, sin anteponer alguna excusa fuera de lugar.
-¿Un guía mi señor? ¿Y quiere ir a algún lugar en concreto? En esta región no hay mucho que merezca la pena ver, aunque eso ya lo observariais de camino hacia aquí. Además no sería prudente que alguien como usted fuera solo por ahí. En nuestras llanuras habita una tribu ávara seminomada. Normalmente no causan ningún problema, pero uno no se puede fiar mucho de ese tipo de gente, preferimos mantenernos al margen de sus actividades y ellos hacen lo mismo con nostros. Y hacia el norte... hacia las colinas... bueno, no son más que habladurías de la gente, pero dicen que habitan vampyr salvajes. Por culpa de esos rumores infundados varias familias abandonaron la región la estación pasada. Le estariamos muy agradecido si como representante de la Iglesia pudiera usted dirigirse a la gente y quitarle esas patrañas de la cabeza. Hace mucho que nadie hace una buena predicación por aquí. Ojalá pudieramos contar con un sacerdote y una iglesia en el pueblo...