Partida Rol por web

Shiroi empieza a ahogarse, la fuerza del remolino es muy superior a la habilidad de esta para resistirse.

Si Shiroi hubiera tenido alguna duda de que se trataba de una voluntad consciente la que estaba actuando en ese lago, ésta quedó disipada tan pronto como a su alrededor comenzó a formarse un enorme remolino. Al parecer, quienquiera que fuese el que estaba controlando el lago, había esperado a tener verdaderas garantías de poder acabar con ella antes de actuar.

Lejos, desde la orilla, le llegó el eco de los gritos de sus compañeros, pero no pudo prestarles atención. El agua a su alrededor la zarandeaba, tiraba de ella hacia las profundidades. Un enemigo invisible al que no podía batir. De modo que nadó, nadó desesperadamente, tratando de mantenerse a flote…

Sin conseguirlo.

Una ola la golpeó desde la espalda, hundiéndola en las aguas y provocando que tragara una gran cantidad. Sus pulmones comenzaron a inundarse, y sólo un esfuerzo supremo la llevó de vuelta a la superficie. Pero las fuerzas comenzaban a acabársele.

-¡Muéstrate! –Gritó mientras trataba de recuperar el aliento. Si iba a morir, al menos que fuera mirando a los ojos de su asesino.

Y tras ese último gesto de desafío, desapareció bajo las aguas.

El remolino gana más fuerza con el tiempo y Shiroi parece que no puede resistir la fuerza de este desapareciendo bajo las aguas.

Con la tirada de inteligencia, empiezas a atar cabos. Un supuesto fantasma que anda sobre las aguas, unos remolinos que se tragan a la gente y una figura que se ve en el islote. Crees que el supuesto fantasma es simplemente un shugenja especializado en hechizos de agua, ya que conoces un hechizo que permite a los shugenja andar sobre ellas y no te extrañaría (tendrías que tirar hechicería no sé ahora mismo qué dificultad) que hubiera un hechizo también que forme remolinos.

Hidenaga entra a desesperarse, y quitando el bote del agua ya que cree que eso es lo que genera el remolino, no verá a un nakama morir.
Ató la cuerda a Oni Negro. Y sujetó la misma con todas sus fuerzas mientras el cangrejo entra en esas aguas malditas.
-Hay que apresurarse,no hay que dejarla morir-
Dijo a los presentes.

En su intento de ayudar a Shiroi quizá la hayan perjudicado aun más, la apreciación del Cangrejo era acertada, todo estaba tranquilo hasta que decidieron meter el bote en el agua.

Ayudo como pudo al Cangrejo y al León a sacar el bote. Pero cuando miro al lugar donde poco antes había visto a Shiroi, esta ya había desaparecido tragada por las aguas de aquel lago.

-Shiroi-sama 

Apretó lo puños con fuerza,  esperaba que no fuese su culpa el que se hubiesen formado los remolinos en el lago. No se si Hidenaga tiene la fuerza suficiente para resistir si uno de estos remolinos arrastra también a Oni Negro, pero no quería arriesgarse, sujeto la cuerda por detrás del León.

-Hidenaga-sama ayudare en lo que me sea posible.

Aswad ayudó a sacar el bote del agua y volvió hacia su montura que pacia nerviosa a unos pasos de distancia. Trayendo al animal por la brida se acercó donde los otros dos truenos trataban de sujetar la cuerda. Hizo un gesto imperioso a la pareja. Atad la cuerda al arnés del caballo, una bestia tira mucho mejor que dos hombres.

Conseguís sacar el bote del agua, pero el remolino sigue tirando con fuerza de Shiroi hacia dentro.

Oni Negro se ata una cuerda que empezáis a sostener mientras él se adentra en el lago, hasta que Moto Aswad piensa que es mejor atar la cuerda a su caballo. Sin embargo, la fuerza del remolino ya ha hecho su trabajo, este sigue dando vueltas a pesar de que el cuerpo de Shiroi a desaparecido bajo las aguas y vuestros esfuerzos se ven truncados con la pérdida de uno de vuestros compañeros. 

El remolino sigue actuando, pero veis aparecer el cuerpo inerte de Shiroi cerca de Oni Negro, este lo alcanza e inmediatamente lo lleva a la orilla pues se percata de que a pesar de todo la ronin aún está viva.

Mientras tanto el remolino sigue tragando.

El Cangrejo se extrajo su coraza rápidamente como si de un trapo se tratase dejándola pesadamente en la arena de la playa. A un lado dejó su daisho y su tetsubo, junto con su furoshiki y se extrajo la parte superior del kimono. La imagen de su torso y espalda totalmente tatuados contrastaba con la cantidad de cicatrices que los adornaban. Su complexión física no era la de alguien con un poderío muscular impresionante como trataba de ofrecer con la coraza; en su lugar sus músculos estaban desarollados en la justa medida, siendo más fibroso que musculado.

Sin perder un segundo ató con gran destreza un extremo de la cuerda en su cintura y se lanzó nadando con gran celeridad hacia el remolino. -"Una oportunidad, Hida-Kamisama; sólo una oportunidad de rescatarla... Sólo te pido eso..." Pensaba para sus adentros mientras controlaba su respiración tratando de nadar como si le fuera la vida en ello.

Al llegar al remolino aguantó la respiración tratando de discernir el cuerpo de Shiroi, pero fue en vano. Tenía que introducirse en el interior y sin dudarlo lo hizo...

La cuerda saco los cuerpos de los dos samuráis a la orilla arenosa. Oni Negro tumbó a Shiroi sobre la arena y le realizó una primera evaluación médica. -"Aun está vida, ¡Alabadas sean las Fortunas!" Dijo con alegría el Cangrejo. Su mirada se posó sobre la de Tameiki -"Rápido, no hay tiempo; traed mi furoshiki.

El Cangrejo se puso manos a la obra para tratar de estabilizar a su compañera utilizando todos los conocimientos de medicina que poseía (1). -"Tranquila Shiroi-san, Hida-Kamisama y las Fortunas te guardan en gran estima, este no será tu final, aun no..." Susurró a su paciente con suavidad.

Tras las acciones de Oni Negro de sanación, Shiroi reacciona escupiendo grandes cantidades de agua. Al recuperar la consciencia hecha mano a su obi (cinturón) agarrándolo con fuerza.

El remolino mientras tanto sigue actuando en el lago.

Notas que algo ha despertado en tu obi, sientes una conexión especial con él.