Partida Rol por web

PUEBLO DE TRUNAU: LLAMA DE LOS CAÍDOS.

AÑO: 4715 RA.

ESTACIÓN: INICIO DE LA PRIMAVERA.

MES: FARASTO.

DÍA: 6, DÍA DEL FUEGO.

HORA: MINUTOS DESPUÉS DEL OCASO.

Dagfinnr desenvainó su recién adquirida espada, y comenzó a andar siguiendo las indicaciones de Piero. -¡A las almenaras! Win, estoy a tu derecha a unos diez pasos.

Procuraba mantener una posición a la derecha de la formación, listo para hacer frente a cualquier amenaza en ese lado. Era bastante rápido, así que iría en avanzadilla. Pero sin separarse demasiado del resto.

-¡POR TRUNAU! ¡HAY QUE DEFENDER LA ALDEA!, gritó a los que se cruzaban a su paso. El destino de todos los del pueblo seguramente dependía de ellos. Y no iban a defraudarles.

PUEBLO DE TRUNAU: ALMENARA DE LOS COMUNES.

AÑO: 4715 RA.

ESTACIÓN: INICIO DE LA PRIMAVERA.

MES: FARASTO.

DÍA: 6, DÍA DEL FUEGO.

HORA: MENOS DE MEDIA HORA DESPUÉS DEL OCASO.

PUEBLO DE TRUNAU: ALMENARA DE LOS COMUNES.

AÑO: 4715 RA.

ESTACIÓN: INICIO DE LA PRIMAVERA.

MES: FARASTO.

DÍA: 6, DÍA DEL FUEGO.

HORA: MENOS DE MEDIA HORA DESPUÉS DEL OCASO.

Win siguió al resto, hacia la Almenara de los Comunes, y pronto encontraron problemas. No ya de incursores pieles verdes, sino de trunauis desbocados.

- Así que a esto se refería Kurst cuando dijo ayudar a la población en problemas. Me esperaba otra cosa - dijo el ciego entre dientes teniendo bien claro qué parte de la población estaba en serios problemas en ese momento y cual no. Sin dudarlo el invidente sacó su mandoble y avanzó apartando a la gente hasta llegar donde se hallaba Brinya. Si la gente esperaba que el hombre iba a partirla por la mitad con su arma se llevó un buen chasco cuando el invidente se interpuso entre la masa enfurecida y la semiorca.

- Quien ponga una mano encima a esta mujer se las verá con la ira de Iomedae - advirtió a los presentes -. El enemigo está ahí fuera, no aquí, en esta mujer. Deberíais preparados para rechazar valientemente a los asaltantes que pretenden arrasar Trunau, no linchar cobardemente a una mujer indefensa que es tan víctima de los atacantes como cualquiera de vosotros - añadió afeando la conducta de la turba y encarando de frente al clérigo de Abadar que los animaba -. Tenía entendido que el Dios Juez traía la luz civilizadora allá donde hay salvajismo. ¿Qué tiene de civilizador dirigir una turba salvaje para linchar a una mujer indefensa sin tan siquiera un juicio? - preguntó al sacerdote, destrozándolo con los propios argumentos de la fe de Abadar.

PUEBLO DE TRUNAU: ALMENARA DE LOS COMUNES.

AÑO: 4715 RA.

ESTACIÓN: INICIO DE LA PRIMAVERA.

MES: FARASTO.

DÍA: 6, DÍA DEL FUEGO.

HORA: MENOS DE MEDIA HORA DESPUÉS DEL OCASO.

Haluk avanzaba con el grupo, allí portando su escudo y maza observando a la muchedumbre correr para buscar refugio, otros dispuestos a sujetar armas para enfrentarse a los orcos. El grupo tomaba rumbo hacia la Almenara de los Comunes, zona de entrenamiento de la milicia.

Ante el hobgoblin, en la lejanía pudo ver la gran Almenara formada por gran cantidad de leña, maderas y troncos. Aquella enorme pira iba a arder con tal fuerza que difícil uno se podía acercar, estaba seguro que podía iluminar una gran cantidad de radio y así evitar el combate a oscuras.

La atención del Hobgoblin se centró en el linchamiento que había en la zona de la Almenara, no tardó en identificar a Brinya Kelver. Al ver a la semiorca rodeada de pueblerinos hizo que la rabia de Haluk empezara a brotar en su interior, sabía que era una semiorca, que llevaba sangre orca en sus venas pero eso ya era una pena suficiente como para que estarla atosigando. Esa desgraciada ya tenía un problema de por vida, portar esa asquerosa sangre en su interior y Haluk esperaba que su parte humana pudiera vencer a la orca. Dejando de lado el odio racial que tenía  hacia los orcos, Brinya fue objeto de protección para Haluk y en su conocimiento poseía tal información que algunos querían silenciarla para siempre.

El cruzado de Asmodeus gruñó y ni corto ni perezoso alzó su grave voz envainando maza y escudo – “¡Dejad a Brinya Kelver!” – allí pudo ver a toda la gente ensañándose con la pobre e indefensa semiorca, luego escuchó lo que alguien dijo sobre la horca y allí que la rabia empezó a brotar por la boca del seguidor de Asmodeus.

- “¡DESGRACIADOS DE MIERDA!  ¡AQUÍ NADIE VA A LLEVAR A LA SEMIORCA A LA HORCA! ¡QUIEN LO INTENTE SE LLEVARÁ UN MAZAZO EN LA CABEZA!” – el hobgoblin empezó a mover la maza a diestra y siniestra dando golpes en el aire, buscaba llamar la atención de los humanos que habían congregados allí – “¡Humanos moved vuestros putos culos a por las armas si queréis luchar, porqué los enemigos están llegando! ¡Armaros e id a la Casa Larga para agruparos con los defensores!” – Allí tenía los ojos abiertos mostrando el odio que sentía ante tal escena con la semiorca – “¡Si no tenéis el coraje suficiente encerraros en vuestras casas y dejad de molestar a aquellos que quieren hacer algo bueno por Trunau! ¡Si tratáis de impedir mis acciones os mataré porque no sois más que escoria y estorbo para la evolución de esta comunidad!” – apretó con fuerza la empuñadura de la maza y el escudo, allí que camino avanzando hacia la masa.

- “Es el último aviso que doy. Apartaros de la semiorca o juro por Asmodeus que cargaré y me llevaré por delante a quien trate de impedírmelo.” – el hobgoblin se preparó, poniendo el escudo hacia delante y alzando la maza, listo para cargar.  Aunque en la mente del cruzado estaba la idea de matar a un humano con su maza, estampando la cabeza contra el suelo y se convirtiera en un amasijo de carne para que le tomaran enserio, una baja a cambio de muchas, era una opción a tener en cuenta.

PUEBLO DE TRUNAU: ALMENARA DE LOS COMUNES.

AÑO: 4715 RA.

ESTACIÓN: INICIO DE LA PRIMAVERA.

MES: FARASTO.

DÍA: 6, DÍA DEL FUEGO.

HORA: MENOS DE MEDIA HORA DESPUÉS DEL OCASO.

Juntos como debía de ser. Solo así serían fuertes. Y solo así así podrían hacer frente a los peligros que les amenazaran. Eso era lo que pensaba Tronquito hasta que se encontró con la turba enfurecida que arrojaba su miedo e ira contra una inesperada Brinya Kelver a la que creía haber dejado atrás, en la Llama de los Caídos pero que debía haber corrido más que ellos a la búsqueda de un refugio.

Nada que por terrible no fuera esperado en circunstancias como aquellas. El enemigo campaba fuera, asediando la ciudad, pero los más cobardes buscaban intramuros alguien contra quien descargar su frustración, su pánico y, por qué no decirlo, su odio visceral sin atender a razones. Si hubiera tenido corazón, el ghoran lo hubiera tenido en un puño de pura congoja pero la sensación de irrealidad y absurdo eran idénticas. Y estas curiosamente se vieron acrecentadas en su psique ante frases como "semiorca a la horca" o "mazazo en la cabeza".

Estuvo en un tris de intervenir pero como grupo tenían un objetivo. Prender la almenara. Y Win y Haluk se habían interpuesto entre los linchadores y su víctima. Si su discurso no tenía efecto, pocas cosas más lo tendrían. Tronquito se debatió en un discurso interno sobre intervenir en aquella refriega o tratar de cumplir con su objetivo.

PUEBLO DE TRUNAU: ALMENARA DE LOS COMUNES.

AÑO: 4715 RA.

ESTACIÓN: INICIO DE LA PRIMAVERA.

MES: FARASTO.

DÍA: 6, DÍA DEL FUEGO.

HORA: MENOS DE MEDIA HORA DESPUÉS DEL OCASO.

El camino a la almenara de Los Comunes transcurre sin incidentes hasta que, al llegar a la misma, el grupo se encuentra con una turba que planea linchar a Brinya Kelver. La turba, liderada por un clérigo de Abadar. Peludo no entiende mucho de dioses ni conoce demasiado a los nativos, pero ha oído que algunos comentan que ese clérigo, Baseil Sabask, es un conocido detractor de los semiorcos.

El gato piensa que lo que sucede es el colmo de lo absurdo:

"Estos imbéciles cobardes prefieren atacar a una indefensa antes que luchar con los atacantes. ¿Acaso prefieren morir después de haber cometido una injusticia que sobrevivir luchando?"

Win es el primero en acercarse a defender a la mujer, interpelando al clérigo a través de la razón y argumentos sobre su fe. En cambio, Haluk se acerca a defender a Brinya con el poder que le confiere su potencia física y su capacidad de intimidar. Peludo tampoco esperó y corrió a saltar sobre los hombros de Win, desde donde emitió un amenazador rugido con todo el pelaje de su cuerpo erizado.

PUEBLO DE TRUNAU: ALMENARA DE LOS COMUNES.

AÑO: 4715 RA.

ESTACIÓN: INICIO DE LA PRIMAVERA.

MES: FARASTO.

DÍA: 6, DÍA DEL FUEGO.

HORA: MENOS DE MEDIA HORA DESPUÉS DEL OCASO.

Todos parecen seguir la lógica que parece marcar las acciones a seguir, dirigiéndose a encender la almenara de los comunes, lo que me hace esbozar una sincera sonrisa.

Sonrisa que se ve interrumpida cuando una turba enloquecida amenaza la vida de Brinya. No transcurren más de unos segundos hasta que mi arco termina en mis manos con una flecha en él.

Baseil Sabask digo, creo que me conoces bastante, y sabes lo que soy capaz de hacer con un arco. En este momento tengo tu cabeza en mi punto de mira.

¿Esto es justicia para vosotros? ¿Desde cuándo se obra así en Trunau? ¿Cuándo nos hemos vuelto iguales que los seres que ahora nos rodean? Coged vuestras armas y vuestra "valentía" y centradla en el auténtico enemigo. Y, si teneis pruebas en contra de ella, las exponeis en un juicio.

Y, Baseil Sabask, creo que también sabrás el castigo por inventar pruebas falsas contra alguien, ¿no?

Y bien, señores, que va a ser. ¿Dejamos que los orcos ganen peleándonos entre nosotros o enfrentamos al enemigo todos juntos como hicieron nuestros antepasados?

PUEBLO DE TRUNAU: ALMENARA DE LOS COMUNES.

AÑO: 4715 RA.

ESTACIÓN: INICIO DE LA PRIMAVERA.

MES: FARASTO.

DÍA: 6, DÍA DEL FUEGO.

HORA: MENOS DE MEDIA HORA DESPUÉS DEL OCASO.

No podemos dejar que esto nos retrase- pensó molesto Piero quien miro a las personas que entendía más veloces del grupo- Ekaterina, Dagfinnr, encender la almenara, y llevaros una antorcha para eso. Os esperamos abajo.- tras las palabras ocupa el lugar de sus compañeros entre la turba y la semiorca- Me avergonzáis. LLevo desde que estoy en la aldea trabajando fuera de la seguridad de los muros para que todos tengamos que comer, ¿y ahora esto? ¿pensáis en ahorcar precisamente a la mujer a la que nuestro heroico Rodrik entregó su corazón?- hace una pausa y los observa- Dejad esto. Tengo órdenes para vosotros, si es que queréis dedicar vuestro ímpetu a matar orcos y hacer que vuestras familias sobrevivan. El  capitán Kurst me ha indicado que ordene a los que encuentre capaces de defenderse que se dirijan a la Casa Larga. Allí estamos coordinando y preparando la defensa. Marchad, ahora. 

PUEBLO DE TRUNAU: ALMENARA DE LOS COMUNES.

AÑO: 4715 RA.

ESTACIÓN: INICIO DE LA PRIMAVERA.

MES: FARASTO.

DÍA: 6, DÍA DEL FUEGO.

HORA: MENOS DE MEDIA HORA DESPUÉS DEL OCASO.

Momo, al contrario que los recién llegados, o Willbur, no se extrañó de la reacción de la gente del pueblo para con la semiorca. En Trunau no era todo del color de rosas. ¿Acaso los niños no se habían metido con ella por su tartamudeo, por se pequeña, por sus orejas puntiagudas y su nariz grande de gnomo? Tener un enemigo común, los orcos, hacía que los peores sentimientos de los hombres quedaran disimulados. Pero eso sólo eso. Era como barrer la casa y meter el polvo debajo del alfombra. Si te descuidabas un solo mmento las pelusas volvían a correr desenfrenadas por el suelo.

- Vvvoy con uhm e-ellos.- Hizo saber a Piero y, de rebote, a Tronquito. Podía ser útil en el encendido de las almenaras. conocía Trunau como la palma de su mano, no se defendía mal en la penumbra que reinaba ahora mismo y...bueno, no podía culpar en el fondo a los aldeanos. ¿Acaso ella nohabía deseado ver a Brinya en la carcel? No era lo mismo que ajusticiarla a muerte, pero aún no podía reprimir completamente el odio que sentía hacia la semiorca.

PUEBLO DE TRUNAU: ALMENARA DE LOS COMUNES.

AÑO: 4715 RA.

ESTACIÓN: INICIO DE LA PRIMAVERA.

MES: FARASTO.

DÍA: 6, DÍA DEL FUEGO.

HORA: MENOS DE MEDIA HORA DESPUÉS DEL OCASO.

Una turba... Como no. Dragos había conocido muchas de esas en su vida, y aunque probablemente era un cambio agradable no ser el foco de su ira, aquello seguía teniendo una pinta muy fea. Hasta donde sabía, la semiorca era inocente. Simplemente estaban pagando con ella todas sus frustraciones y culpándola de sus desgracias, como habían intentado hacer con él tantas y tantas veces. Con la diferencia de que, en estos momentos, correr no era una opción. En una situación de asedio no hay huida posible. 

Por desgracia, también sabía muy bien como iba a acabar eso. El número envalentona a los cobardes, y aunque todos se pusieran a su favor, seguían siendo minoría. Una minoría además compuesta mayormente por extranjeros y bichos raros. Tenían todas las papeletas para ser atacados. Por eso, y por cierto apego a su pellejo, Dragos decidió mantenerse apartado. Iba desarmado y sin armadura alguna, lo que tenía clarísimo es que no se iba a colocar de escudo humano en esas circunstancias. Y, probablemente, en ninguna otra. 

PUEBLO DE TRUNAU: ALMENARA DE LOS COMUNES.

AÑO: 4715 RA.

ESTACIÓN: INICIO DE LA PRIMAVERA.

MES: FARASTO.

DÍA: 6, DÍA DEL FUEGO.

HORA: MENOS DE MEDIA HORA DESPUÉS DEL OCASO.

A punto estuvo de ignorar por completo la petición realizada por Piero deseosa de intervenir para aplacar a la turba hundiendo sus garras en las entrañas del paleto que había iniciado todo aquello. Pero para qué. Primero: no ganaba nada porque por mucho que muriera ese imbécil, lo único que le diferenciaba del resto era que había sido el primero en gritar lo que todos pensaban. Segundo: teniendo en cuenta el primer punto, tendría que matarlos a todos y eso llevaba mucho tiempo. Tercero: Win y sobre todo Haluk ya estaban diciendo lo que ella opinaba y nunca podría haber dicho de forma tan clara. Cuarto: Momo se había prestado a acompañarlos, y no quería dejarla a solas con el "machito" de Dagfinnr. Y quinto: estaba Cham, de la que no se olvidaba, y a la que en nada ayudaba metiéndose en aquel berenjenal, en cambio encendiendo las almenaras sí podía hacerlo.

Así pues, por mucho que sintiera el deseo de vengarse en unos cabrones que le recordaban a los que ella había sufrido cuando había estado en la posición de Brinya, era mejor dedicar sus esfuerzos a lo que realmente importaba y no perderlos en unos subnormales que estaban perdiendo su tiempo y el del resto.

- Vale- respondió al granjero.- Pero como a ella le pase algo...

No terminó la amenaza creyendo entender que quedaba lo suficientemente clara.

PUEBLO DE TRUNAU: ALMENARA DE LOS COMUNES.

AÑO: 783 D.

MES 2: METAGITNIÓN.

MENÓS PHTHINONTOS: LA DÉCADA DEL MES QUE SE ACABA.

DÍA: 28 HENNATÉ.

HORA LOCAL: 23:35.

—Chucioch gañanech de Trunau —dijo enunciando su tono conciliador en la posible discusión que iba a acontecer, las buenas formas eran fundamentales—. Echta muchacha chemiorca echtá bajo mi protección, achí que dechde ahora digo que echtá prohibido intentar dañarla o atacarla. Puech la autoridad que me confiere el cher el chumo inquichidor máximo de Chelyn en Trunau la proteje.

Sus ojos rojos casi chisporroteaban como el fuego de la pira funeraria que había contemplado momentos antes. La batalla, el mal, la fealdad y su sacrosanta misión eran temas que circulaban demasiado rápido por la cabeza de melón del goblin. Era posible que todos esos temas se hubiera mezclado de forma complicada y el resultado no fuera el óptimo pero no tenía tiempo de pararse a ordenar sus ideas.

Se adelantó un par de pasos más hacia la turba, para que su incómoda y gritona voz, fuera bien escuchada por todos y cada uno de los humanos que querían hacer daño a la semiorca.

—Echtáich avichadoch, chi cheguích haciendo el gaznápiro cuando echtán atacando vuechtro hogar me veré obligado a enfadarme y deciroch cuatro verdadech y chi dechpuéch de echo cheguích och daré una tunda con mi brazo izquierdo —levantó su puño izquierdo que era el que no estaba ocupado por la ballesta y lo agitó con vehemencia—. Y cherá una tunda tan fuerte que hachta loch hijoch de vuechtroch hijoch che acordarán de echte día. Avichadoch echtáich y lavaroch que oléich mal.

Tras pronunciar aquellas palabras se giró a mirar a sus compañeros para trasmitirles seguridad. Ya se había encargado él de solucionar el problema.

PUEBLO DE TRUNAU: ALMENARA DE LOS COMUNES.

AÑO: 4715 RA.

ESTACIÓN: INICIO DE LA PRIMAVERA.

MES: FARASTO.

DÍA: 6, DÍA DEL FUEGO.

HORA: MENOS DE MEDIA HORA DESPUÉS DEL OCASO.

Debido en parte a la actitud agresiva de Haluk Molok, pero mucho más al emotivo discurso de Win, los linchadores parecen sentirse arrepentidos y avergonzados y pierden la voluntad de lucha.

Ekaterina le quita una antorcha a uno de ellos y Tronquito eleva con su magia una que otro ha dejado caer al suelo.

Parece que Brinya Kelver está a salvo por ahora.

PUEBLO DE TRUNAU: ALMENARA DE LOS COMUNES.

AÑO: 4715 RA.

ESTACIÓN: INICIO DE LA PRIMAVERA.

MES: FARASTO.

DÍA: 6, DÍA DEL FUEGO.

HORA: MENOS DE MEDIA HORA DESPUÉS DEL OCASO.

Las palabras de los presentes, Win de buena forma y Haluk de la mala, consiguen que la turba se detenga en su intento por acabar con Brinya. Peludo piensa que es una buena oportunidad para enviarles a refugiarse. Necesitan un empujón o se quedarán aquí y morirán sin ser ningún aporte.

 - "Mrrriau" (Deberías insistirles en que vayan a la Casa Larga y se pongan a disposición de la milicia)

Entonces, el gato nota que las antorchas que portan serían útiles para mantener la luz durante la batalla, por lo que salta del hombro del ciego y corre hacia la almenara para encenderla apenas llegue a cierta distancia de ella.

PUEBLO DE TRUNAU: ALMENARA DE LOS COMUNES.

AÑO: 4715 RA.

ESTACIÓN: INICIO DE LA PRIMAVERA.

MES: FARASTO.

DÍA: 6, DÍA DEL FUEGO.

HORA: MENOS DE MEDIA HORA DESPUÉS DEL OCASO.

Win sintió cómo la turba se deshacía fruto de la intimidación y la diplomacia a partes iguales. Entonces escuchó el maullido de Peludo y asintió.

- Hijos de Trunau, marchad a la Casa Larga. Alli la milicia os dirá cómo podéis defender mejor vuestra ciudad y hogares - les indicó para que no deambularan desanimados y recelosos solo para encerrarse en sus casas de manera estéril. Conforme se fueron dispersando, y esperaba que en dirección a la Casa Larga, el iomedano se giró a Brinya.

- ¿Estás bien? - preguntó mientras su rostro se fijó en ella, como si tratara de observar con su ceguera la integridad física de la semiorca -. No creo que te molesten por ahora. Sin embargo no sé si tu retorno a tu casa, por tus propios medios, sería seguro - temió al desconocer cómo estaría el acceso de descenso a la parte baja de Trunau, donde estaba la morada de Brinya. Una desventaja de ser invidente -. ¿No tendrías algún lugar seguro por aquí donde cobijarte? -  preguntó a la mujer, girándose posteriormente hacia Piero, como si supiera exactamente donde estaba -. ¿Qué opinas, Piero? - preguntó cediéndole la autoridad y planteando un dilema: si ella debía hacer el camino por su cuenta o quizás debía acompañarlos para estar más segura de los de dentro y los de fuera... pudiendo quedar expuesta a la vez, ya que el grupo tal vez atrajera ataques. Una dicotomía sin solución satisfactoria.

PUEBLO DE TRUNAU: ALMENARA DE LOS COMUNES.

AÑO: 4715 RA.

ESTACIÓN: INICIO DE LA PRIMAVERA.

MES: FARASTO.

DÍA: 6, DÍA DEL FUEGO.

HORA: MENOS DE MEDIA HORA DESPUÉS DEL OCASO.

Observo con asombro el discurso de Win así como las acciones de Halul, y veo con alivio como la gente empieza a dispersarse, esperemos que la mayoría rumbo a la casa larga.

Por un momento, mientras guardo la flecha (aunque conservo el arco) me encuentro sintiendo envidia de la seguridad con la que ambos afrontaron la situación. Pero pronto me reprendo a mí mismo: que mas da que él redolviera la situación.

Entonces pienso que, si yo hubiera sido más resolutivo... yo soy miembro de la milicia de Trunau, va siendo hora de sacari carácter.

Pensando esto, no me doy cuenta de las palabras de Win hasta que las promuncia.

Perdona, Win, pero la casa de Brinya está aquí al lado. Mira, es esa de allí digo, señalándola. Podos acompañarla mientras vamos a la pira del arroyo. Dicho esto, invito a Brinya a que me siga a su casa, y luego continuar a la pira del arroyo.

PUEBLO DE TRUNAU: ALMENARA DE LOS COMUNES.

AÑO: 4715 RA.

ESTACIÓN: INICIO DE LA PRIMAVERA.

MES: FARASTO.

DÍA: 6, DÍA DEL FUEGO.

HORA: MENOS DE MEDIA HORA DESPUÉS DEL OCASO.

- Oh.

Win se sintió confundido y desorientado levemente cuando Willbur le comentó sobre el hogar de Brinya. Advirtió que Peludo no estaba junto a él y comprendió. El iomedano repentinamente pensó que la semiorca vivía en la parte baja de Trunau. Respiró tranquilo entonces y se encogió de hombros con una sonrisa sardónica cuando el miliciano trató de señalarle la casa.

- Lo siento Will, pero no. No la veo - dijo con cierto humor el ciego, señalándose la venda y algo más distendido ahora que la cosa se relajaba y que sabía que Brinya tenía su hogar próximo. Aun así se fijó en la orientación que encaraba el trunaui cuando pretendía mostrarla y giró su atención hacia ese lado, tratando de retener la orientación en su esquema personal en el mundo sombrío donde ordenaba las cosas.

- Os acompaño - se ofreció a escoltar a la semiorca los metros que separaban el lugar donde estaban y la casa de la prometida de Rodrick. Cerca de la estructura podría sentirla con claridad y memorizar mejor su ubicación.

PUEBLO DE TRUNAU: ALMENARA DE LOS COMUNES.

AÑO: 4715 RA.

ESTACIÓN: INICIO DE LA PRIMAVERA.

MES: FARASTO.

DÍA: 6, DÍA DEL FUEGO.

HORA: MENOS DE MEDIA HORA DESPUÉS DEL OCASO.

Su mano se movió con rapidez y de un tirón arrancó de las manos de uno de los imbéciles allí congregados la antorcha que necesitaría para encender la almenara. Luego se giró hacia los dos que se suponía que iban a acompañarla y vio como dos idiotas que no se fijaban en dónde pisaban casi tiran a Momo al suelo mientras que Dagfinnr no parecía hacer nada. Lo del guerrero se la soplaba y probablemente jamás aceptaría algo tan “emasculante” como la ayuda de una mujer, pero lo de Momo…  

Se acercó lo más rápido que pudo a la alquimista sin importarle apartar a los paletos que se interponían con el mismo respeto que ellos habían tenido con la gnoma.

- Sujétala bien- le dijo tendiéndole la antorcha, tras lo que se puso de espaldas y en cuclillas invitando a Momo a que se subiera a caballito.- Y súbete, pero cuidado con quemarme el pelo…- añadió.

Después emprendería la carrera hacia la almenara para encenderla junto a la gnoma, les acompañara o no el bárbaro.

PUEBLO DE TRUNAU: ALMENARA DE LOS COMUNES.

AÑO: 4715 RA.

ESTACIÓN: INICIO DE LA PRIMAVERA.

MES: FARASTO.

DÍA: 6, DÍA DEL FUEGO.

HORA: MENOS DE MEDIA HORA DESPUÉS DEL OCASO.

Parecía que ambos problemas, el de la almenara y el de la turba, se habían solucionado o estaban en vías de ello. Y sin derramar una gota de sangre, algo que resultaba novedoso para el dhampir. Seguramente algo que agradecer, dadas las circunstancias. Sin embargo, debían seguir en marcha, una vez se encendiera aquella hoguera, aunque algunos ya estuvieran pensando en desviarse del camino.

"Se supone que todos deberían ir a la Casa Larga" pensó, cuando empezaron a surgir voces sugiriendo llevar a Brinya a su casa. Pero no lo dijo. No era quien para ello.