Partida Rol por web

Al no darle la orden de entrar Sellesh se quedó fuera, esperando a que le dieran permiso, a fin de informar a su emperador y al oficial Magner

¡Adelante Sellesh, informa! - Le anima el empreador.

Sellesh entró en la estancia e hizo una reverencia ante su emperador. Luego miró a ambos

- Gran emperador, oficial. Se han preparado los mensajeros para enviar cualesquiera informes a los puntos de correo del imperio. Del mismo modo les informo que uno de los miembros de la milicia me ha indicado, con el ruego que se le comunicara, su parecer de que ellos podían defender la ciudad. Lo pongo en su conocimiento, si bien entiendo que a pesar de la voluntad, y valor, de nuestra milicia, la capital del imperio no debe quedar defendida únicamente por la milicia, y consideraría necesario, en todo caso, dejar la mitad de una división aquí, sin perjuicio de enviar la otra mitad, si así lo estima conveniente, mi señor, a ayudar a su hermana en la sublevación al norte. Sea como fuere Stred Glanor ha partido para detener las tropas, a espera de nuevas órdenes conforme a lo que ordenasteis, señor Magner

Stred regresa con las tropas que partieron de Selón, de nuevo a la ciudad, entre el desconcierto de los soldados.

Tras eschucar atentamente las palabras de Sellesh, Magner da un paso al frente para dirigirse al oficial.

Muy bien Magner. Las nuevas noticias han sido expuestas a nuestra majestad. NEcesito que envieis un mensajero a Strend. Elige al mejor de los oficiales que se pondra al frente de la division hasta llegar a Jar el momento que se pondra bajo sus ordenes. Mientras Strend, y tu me acompañareis junto a nuestra majestad en una mision de exploracion por el reino  de forma totalmente secreta. Partimos de inmediato....

Tras estas palabras y sin ver si Selles partia de inmediato a cumplir su cometido, Magner se vuelve a Talgo.

Mi señor,, enviare de inmediato exploradores a todo el reino para recabar informacion sobre los sucesos que esten aconteciendo. Pero ¿que le decimos al conde de Safax? Seguro que estara esperando algun tipo de respuesta por parte su majestad.... Tras unos segundos de espera que parecieron eternos continua.. Por otro lado si lo considera oportuno enviare un mensajero a recabar informacion o para informar de los acontecimeintos a nuestro vecino y aliado el Rey Goblin. Puedo enviar a mi mujer Kaa que tiene muy buena relacion con el, si lo estima oportuno. Esperemos que no haga falta pero si nos encontramos con problemas deberiamos saber que contamos con la ayuda del goblin.

Asentí ante las órdenes de Magner y tras hacer una reverencia, partí a cumplir las órdenes tal y como se me habían encomendado. Hecho esto empezé a buscar a Strend

Stred en ese momento regresa con la columna del ejército, al acabar de partir no han tardado mucho en regresar.

Al ver a Sellesh parece extrañado.

Al acercarme, noto que algo extraño ocurre. Los hombres murmuran desconfiados, parecen débiles damiselas que no entienden que el cumplimiento de las instrucciones es lo único para lo que se les paga. Me siento algo ofendido, en realidad, pero no digo nada. Ya sabrán lo que es bueno si tienen la poca fortuna de servir a mis órdenes directas..., algún día.

Ordenes transmitidas, señor - comunico a Sellesh con tono profesional - Traigo a los hombres de vuelta, tal y como habéis decidido. ¿Quisiera añadir algo más a las consignas que se les han dado?

- Muy bien, Glanor. Esperad un instante. Debemos hablar en privado

Asentí y observé a los hombres. Busqué entre ellos al mejor de los oficiales, a fin de transmitirle las órdenes recibidas: mandar la división hasta llegar junto a Jar-El, momento en que la división pasará a estar bajo la autoridad de la hermana del emperador.

Una vez hecho esto revisé el equipo de los hombres, comprobando que todo estaba en orden, di la mano al oficial al mando y le deseé suerte. Luego saqué un pergamino, escribí de forma apresurada unas líneas, y se lo entregué, pidiendo que se lo diera a Jar-El cuando la viera.

Hecho todo esto me acerqué a Stred Glanor y lo conduje a mis dependencias privadas: una espartana habitación con el mínimo mobiliario y, como única extravagancia, con un gran ventanal.

- Deseaba hablar contigo lejos de oidos indiscretos - dije mientras cerraba la puerta- He recibido órdenes específicas de su majestad. Ha decidido que saldrá de exploración secreta, acompañado solo por unos pocos hombres: el capitán Magner, tú y yo. Partimos de inmediato

En poco tiempo, durante la noche los criados más fieles al emperador prepararon todo lo necesario para la partida de, para ellos una expedición de caza. Al amanecer todo estaba dispuesto.

Las esposas del capitán y el emperador se reunían en palacio para despedirse de sus maridos.

Kaa, esperando las instrucciones pormenorizadas que Magner le indicó en sus aposentos.

Kaa se sentó en una de las sillas de la sala del trono.

¿Entonces debo ir a ver a esa rata verde para explicarla lo sucedido? ¿No se habrán enterado ya? Al fin y al cabo Nolsania pertenece a su reino.

Las palabras de Kaa parecían acertadas, pero apreciaba la buena resolución de su esposo y el emperador.

La carta para Jar-El:

Me gustaría poder acompañar a estos hombres que vas a dirigir contra los Kadvuries. Pero no me es posible. Sea como sea espero que todos los dioses te acompañen, y recuerda lo que te conté sobre ellos. Te diría que no te dejes engañar, pero sería insultarte, pues se que vales mucho mas que ellos, y que yo. Únicamente quiero pedirte un favor: si encuentras a gente de mi tribu, a gente de los Waleym, protégelos en lo posible. Me gustaría saber que no soy el último de los mios. Que los Hados te favorezcan

Es un gran honor, Señor. Daré mi vida si es necesario para conseguir el éxito de esta  tarea - recuerdo haber acertado a musitar, haciendo una reverencia cuando Sellesh me dio la sorprendente noticia, en sus aposentos.

Ahora, de pie en la sala del trono, permanezco en silencio, y tal y como se espera de mi, solo hablo si soy preguntado.

Aún no puedo creer la increíble suerte que la Diosa ha tenido a bien dispensarme - pienso para mi, mientras asisto atónito a la escena que se desarrolla ante mis ojos - Por peligrosa que sea la tarea, la gloria y la fama que tanto he deseado podrían estar al alcance de mi mano. Importante ha de ser, sin duda, cuando hombres tan importantes han decidido tomar parte en ella tan en secreto.

Con gran dulzura en sus ojos enamorados.. Magner se acerca a su esposa cogiendole dulcemente de la mano.

Mi amada esposa.. Sin duda alguna seguro que se ha enterado... pero es preciso que sepa que estamos al corriente de la situacion que nuestro emperador, siempre estara dispuesto a ayudara sus amigos. Ademas tanta vida en la corte, no es bueno.. es una buena forma de respirar aire puro ¿no crees?. Pero por favor ten mucho cuidado..... Si el rey goblin precisara de nuestra ayuda, ruego acudas de inmediato a nuestro lado.

Acto seguido se dirige al emperador... Mi señor deberiamos enviar no obstante exploradores a los diversos rincones de vuestro imperio, para reportar toda la informacion a palacio. Deberiamo tener tambien mi señor informacion sobre los avances y la situacion de vuestra hermana Jar El.

Talgor asintió a las sugerencias de Magner. Sí, será prudente enviar a esos exploradores, en cuanto al conde Safax, de momento enviadle el mensaje de que me encuentro enfermo y que en cuanto me recupere me presentaré en su condado.

Tras sus escuetas palabras Talgor volvió la vista hacia Lezmar y se acercó a ella. Cuida de nuestro hijo.

No dijo nada más antes de marcharse con sus hombres a investigar los altercados acaecidos en Nolsania.

Y del que viene en camino. - Sonrió la bruja acariciandose la dilatada tripa. - Tened cuidado, sigo sin entender porque has de ir tú en persona, teniendo tantos buenos oficiales en el imperio.

Lezmar parece dudar unos instantes y finalmente habla con prudencia.

¿Quedo yo al mando del imperio o tu hermana? Llegado el momento sería bueno saber quien tiene el control del ejército. Pues Faze aún es joven.

Magner asiento antes las palabras de su majestad imperial.

Voy a preparar a los informadores, señor... contesta para acto seguido darse la vuelta junto con su esposa Kaa. Al oir las palabras de Lezmar sobre su segundo hijo, Magner no puede mas que sonreir y mirar de forma cariñosa a su mujer que le acompaña a su lado.

Acto seguido sale de la habitacion cerrando la puerta y dejando a su majestad con su esposa y los oficiales...

Tras salir de la habitacion Magner agarra dulcemente la mano de su amada esposa mientras caminan por las dependencias hasta el momento de separarse..

Mi amada.. cuidate mucho. Pido a los dioses que te protejan. Se que con el Drerick estaras bien.. pero en cuanto cumplas con tu cometido,.. quisiera que volvieras al lado de Lezmar. Si algo nos ocurriera necesitar de toda la ayuda posible ante la minoria de edad del heredero... por eso es necesario mantener las buenas relaciones con nuestro vecino verde. No me fio de Jar El. Recuerdo mi amor que nuestra mision es secreta y ni siquiera el goblin debe saberlo. Confio en ti.

Dulcemente la besa en los labios y tras un cariñoso abrazo... se despide Nos vemos pronto, amada.

Acto seguido ambos se separan y Magner acude a preparar los informadores, especialmente al informador de Safax, para posteriormente equiparse debidamente y acudir al patio principal exterior donde sin duda estaria en resto de la comitiva ya preparada para partir

Los criados han preparado ropa de burgueses, sin escudos, ni blasones, ni pendones. De hecho el llevar el escudo lunar sería una contradicción, por lo que los criados no los han preparado.

En el patio de armas el capitán Magner, espera la llegada del emperador y los dos hombres de mayor confianza.

Los cuatro jinetes comprueban que todo está como preveían.