No veis, ni oís nada más que el mar chocando contra la cueva. El goblin ante la pregunta de Samay asiente y responde así es mi señora debe ser por ahí. Os asomáis al mar y no veis ninguna amenaza más allá del agua en el que os podéis ahogar.
Si vais a nadar tenéis que superar tres tiradas dificultad 15 para llegar a la otra orilla. Si falláis por 4 o menos simplemente no avanzáis, si falláis por 5 o más os hundís pero podéis aguantar durante vuestra Constitución x2 asaltos la respiración hasta que empecéis a hacer tiradas de ahogamiento.
Samay tenía un oído fino y podía escuchar el traqueteo de los que creía que podrían ser los cangrejos algo lejos en el pasillo norte.- Me parece escuchar a los cangrejos por ahí. Pero no se acercan de momento.-Al asomarse al mar vio que no había ninguna criatura cerca.- Nadando hacia la orilla de enfrente hay otra entrada a una cueva. - Dejó caer con la mano haciéndole de visera.
Quizá podríamos usar una puerta como balsa para poder cruzar a la otra orilla, con un par de Salpicaduras de ácido bastaría para corroer los goznes.
¿Qué opinan? Podría funcionar. - propongo animadamente.
-Dudo que una puerta rota mantenga ni mi peso, así que el tuyo...lo veo difícil, pero puede servirte para no nadar a lo perrito, jiji.- Se mofó Samay. Ella era una buena nadadora.
A lo perrito me viene mejor que hundirme como roca, lo mío es trepar árboles no nadar como un pez.
En fin si toca mojarse, pues toca mojarse. Ni modo. - digo mientras busco algún objeto que pueda usar para mantenerme a flote.
¿Me afectaría el ahogamiento?- se pregunta Kalimash con cierta aprensión. Ahora que resulta que parece ser extremadamente resistente a aquello que mataría a la mayoría se pregunta que cosas podrían acabar con él, lo que es una nueva fuente de frustración, por lo menos antes se tenía la certeza de que podía matarle y que no, como un par de palmos de acero entre pecho y espalda.
Puedo ir yo primero, no ze me da del todo mal nadar aunque no ez que haya practicado mucho y en todo cazo zi loz cangrejoz vienen a por mi no tendré tantoz problemaz como vozotroz. Una vez en la otra orilla podríamoz tender una cuerda y...- su rostro se ilumina con la idea y dice -y zi llevo una cuerda atada a la cintura de todoz modoz podríaiz tirar de mi o yo de vozotroz.
Pues si quieres cuerda, aquí hay mucho de eso. - respondo dejando mi mochila en el suelo y sacando mi confiable cuerda de seda.
Muy bien Kalimash, átala firmemente y Samay y yo seremos tus anclas a tierra. - sentencio, tendiéndole un cabo de la cuerda al fornido bardo.
Atáis una cuerda alrededor de Kalimash, pero con ello sabéis que no tendréis bastante para que Kalimash llegue a la otra orilla, sin embargo el semi-orco tiene otra cuerda más y con ella si puede que llegue. Beedle y el lagarto se quedan observando mientras el bardo echa a nadar para alcanzar la otra orilla. Por el momento no hay peligro más allá de mantenerse a flote, y no salen cangrejos a vuestro encuentro. Cuando Kalimash está a medio camino de llegar al otro lado veis una figura en lo alto del acantilado en el lado que queréis alcanzar. Es Oswyn que os observa desde arriba.
Kalimash tira nadar dif 15
Oswyn, Beedle es un goblin que capturaron y el lagarto es un gecko de monta.
Motivo: Nadar
Tirada: 1d20
Dificultad: 15+
Resultado: 8(+2)=10 (Fracaso)
Maldición se está hundiendo. ¡Rápido jalen, antes de que se ahogue! - ordeno mientras empiezo a tirar de la cuerda para sacar al bardo del agua.
Pues eso no hay más que pueda hacer de momento.
Samay tiraba de la cuerda pero no podía ocultar demasiado bien que se estaba tronchando de risa.
- Ey, allí está Oswyn.- Le saludo con un elegante gesto de la mano, como hacían las princesas.
Se lo estará pasando en grande con el espectáculo.
- Si queréis que lo intente yo, lo del nado , digo, sólo tenéis que pedírmelo.- Le susurró a Eladamri para que Kalimash no se sintiera ofendido ni desplazado por una mujer.
Kalimash empieza a hundirse, pero reaccionáis rápido y pronto está de nuevo en la orilla con vosotros al rescatarlo con la cuerda.
Los cangrejos siguen sin aparecer, aunque el mar que está de barrera entre vosotros y Oswyn es un problema inmediato que debéis solventar.
Y bien ¿qué hacéis ahora?
Samay dejó de juguetear con sus compañeros masculinos y se puso manos a la obra. Dejó la mochila a un lado y con mirada picarona se quitó la armadura para estar más cómoda en el agua.
- Más os vale no hurgar en mis cosas.- Lo había dejado todo en un hatillo menos una daga que se llevó por si las moscas. En cuanto se metió en el agua ya se vio que la fémina tenia mucha más gracia que Kalimash, aunque siendo semiorco eso no era muy difícil de superar. Hubo algún momento, cuando la joven se dio cuenta de que el cruce era más largo de lo que pensaba, que tuvo que parar a descansar, tomar aire y que no le diera un calambre. Finalmente alcanzó la otra orilla con gracia llevando la cuerda que facilitaría el paso a los demás. Su pelo mojado y la ropa empapada y pegada a su menudo cuerpo la hacían parecer aún más sexy.
Motivo: Nadar 1
Tirada: 1d20
Dificultad: 15+
Resultado: 16(+6)=22 (Exito)
Motivo: Nadar 2
Tirada: 1d20
Dificultad: 15+
Resultado: 5(+6)=11 (Fracaso)
Motivo: Nadar 2
Tirada: 1d20
Dificultad: 15+
Resultado: 11(+6)=17 (Exito)
Motivo: Nadar 3
Tirada: 1d20
Dificultad: 15+
Resultado: 15(+6)=21 (Exito)
¡Oh yeah!
¿Estás bien Kalimash? Casi te hundes. Descansa un momento mientras recuperas fuerzas.
Samay va a intentarlo ahora y si no lo logra, intentaré cruzar yo, para ese momento necesito que estes a todo pulmón, porque si alguien puede sacarme del agua, ese eres tu.
Muy bien Samay asegura bien la cuerda en tu cintura y dime cuando estes lista. - digo mientras le paso el cabo de la cuerda a mi compañera.
El semiorco soltó unos cuantos jadeos y tosidos mientras escupía el agua que había tragado por un descuido. No le preocupaba en exceso ahogarse, no en un río tan pequeño pero viendo que la hembra era mucho más hábil decidió tragarse su orgullo y salir con su pelo lacio y grasiento cubriéndole como un perro apaleado mientras esperaba que las cuerdas hiciesen más seguro el camino.
Si aparecían cangrejos ya lidiaría el con ellos, era lo que sabía hacer.
Contempló la escena desde lo alto del acantilado, sin poder hacer mucho más que preguntarse cómo demonios habían aparecido por la parte baja del peñasco sobre el que se erigía la empalizada. Aunque pensándolo bien, el cómo quizá no fuera un misterio tan grande. Seguramente el subterráneo donde se ocultaba inicialmente Nualia daría al exterior a través de una cueva.
No, tal vez lo que debería preguntarse sería... ¿por qué ir por el camino supuestamente infestado de goblins en lugar de por la cuerda que él les iba a tirar desde este lado? Sí... esa probablemente fuera una mejor pregunta. Una cuya respuesta le apetecía oír, aunque no tanto como para formularla a voces y atraer al resto de los goblins que hubiera en tierra firme. Probablemente no hubiera ninguno tan peligroso como al que se había enfrentado antes de llegar al acantilado... pero siempre era mejor no tentar a la suerte. Ni a los números, ya que fácilmante se puede sobrevivir frente a un goblin poderoso y sucumbir ante cien débiles.
Aparte de devolver el saludo a Samay levantando un sombrero ficticio, no había mucho más que hacer. La chica había llegado hasta el otro lado con la cuerda; de modo que cuando la asegurase, los demás no tendrían muchos más problemas. Mejor idea parecía volver al lugar por el que sus compañeros tendrían que subir, asegurarse de que estuviera despejado y tirarles una cuerda desde arriba. De modo que giró en redondo y desapareció de la vista, internándose en tierra firme.
Samay asegura la cuerda y tras ello Eladamri echa a nadar y se hunde, a lo que Samay reacciona tirando de la cuerda y lo acerca hasta la orilla donde consigue salir a flote de nuevo.
Después Kalimash hace un segundo intento, nadando con gran soltura hasta la orilla después de haberse asegurado bien la cuerda y cargando con las cosas de Samay.
Al llegar a la orilla contraria, echando un vistazo rápido, veis que dentro de la cueva hay dos cangrejos del tamaño de enanos muertos.
Os adentráis en la cueva y dais con una abertura que lleva hacia la parte de arriba por la que debéis escalar, sin embargo Oswyn desde arriba os tiende una cuerda por lo que la subida es relativamente fácil.
Las paredes de la cueva gotean de humedad, y están plagadas de erizos de mar y anémonas de las mareas. El techo de la caverna forma una cúpula de la que sale una chimenea de 1,5 metros de ancho que asciende a través del techo por el que Oswyn os tiende la cuerda. Esparcidos por la cueva hay restos de huesos de las comidas de los cangrejos, muchos provienen de goblins pero también hay de tamaño humano.
Motivo: Nadar Eladamri
Tirada: 1d20
Dificultad: 15+
Resultado: 12(+1)=13 (Fracaso)
Motivo: Nadar Eladamri
Tirada: 1d20
Dificultad: 15+
Resultado: 6(+1)=7 (Fracaso)
Motivo: Nadar Kalimash
Tirada: 1d20
Dificultad: 15+
Resultado: 20(+2)=22 (Exito)
Beedle si no decís lo contrario se mete de nuevo dentro de la cueva de cima de cardo y os pierde de vista, al igual que el geko.
-¡Brrrf! Estoy empapada.- Por fin habían llegado a la cima. Había sido divertido ver a sus ahora todopoderosos compañeros hundirse en el agua como niños recién lanzados a las aguas. Lo que más llamó la atención a Samay, a parte de Oswyn, fueron los restos de goblins, incluso de humanos, esparcidos por allí.
Seguro que Oswyn se ha entretenido expoliándolo todo antes de que llegáramos.
- ¿Has estado entretenido?
- Bueno... durante un rato. Unos cangrejos ahí abajo, unos goblins aquí... los humanos ya estaban muertos, lo juro. ¡Y hasta un goblin druida más adelante! ¿Recordáis el gato grande que escuchamos al llegar? Era su mascota. Su arco, señorita - dijo una vez Samay llegó arriba, haciendo una pomposa inclinación y entregando el arco apoyado sobre las palmas de las manos, de la misma forma que se entregaría una espada tremendamente valiosa. - ¡No me miréis así, por supuesto que el gato está bien! No soy ningún monstruo - añadió, fingiendo senirse dolido por la inexistente acusación. - Cuando el druida cayó, salió corriendo.
- Pero claro... eso fueron los primeros minutos. La úlltima hora no ha sido tan divertida. Decidme, ¿por qué habéis ido por el camino largo e infestado de goblins? No me digáis que ha sido sólo para que Eladamri probase su nuevo juguete...
Al oír el comentario de Oswyn, enarco una ceja.
¿En serio crees que soy tan inmaduro? Vamos Oswyn no soy la clase de persona que se deja seducir por un poco de poder, la verdad lo hicimos con el fin de ayudarte. - respondo con tranquilidad ante el comentario de Oswyn.
En verdad me alegro mucho de verte bien, ahora si me disculpas tengo que recuperar mi cuerda y a mi nuevo sirviente. - digo mientras me preparo para ayudar a cruzar a Beedle.
En la orilla opuesta, miro a Beedle y empiezo a gritarle órdenes.
¡Beedle, amarra la cuerda a tu cintura! ¡Yo te ayudaré a cruzar! Deja al lagarto, pues no puedo hacerlos cruzar a ambos. - grito mientras me alisto para ayudar a Beedle a cruzar.