Partida Rol por web

-¿Cuánto pide por el Dragón? no se ofenda pero ese barco es demasiado para usted, es pequeño para hacerle frente a un Navío de primera, pero no es un barco para contrabando, eso es un barco de guerra. - dice Geremis a Drake -Seguro que os podéis hacer con uno más acorde a vuestra situación y con una cuantiosa cantidad de oro.

El resto habéis bajado a tierra con vuestro capitán, se han quedado en el Dragón cinco hombres. No es buena idea que un solo hombre lleve semejante cantidad de dinero encima, ni siquiera un capitán pirata.

Observo al atrevido que intenta arrebatarme mi barco por unas pocas monedas.

En verdad me sorprende mucho su ofrecimiento, sabe algo caballero, el Dragón no está en venta y te aseguro que si intentas arrebatarme mi barco catarás mi acero.

Este barco tiene una razón de existir y es vaciar las arcas españolas y llenar las mías ahora sal de mi camino mentecato r tengo que reclutar una nueva tripulación. - digo con seriedad mientras me abro camino entre la multitud.

Sonrío ante la propuesta del extraño, pero no puedo sino pensar fríamente sobre la proposición.

Capitán espere un momento.

Miro al extraño unos instantes Este barco nos ha costado bastante dinero así que ¿Qué propone señor...? 

Susurro a nuestro capitan-Mi buen amigo Drake, solo te recuerdo que conseguir muestras vivas es algo dificil, asi que si crees que te ha insultado mucho podriamos mirar de subirle al barco para... bueno, ya me entiendes-

Loan miró a sus compañeros con una ceja levantada y luego hacia aquel hombre con una sonrisa de suficiencia, pero se giró en dirección a su prima Lien. Comenzó a hablarle en vietnamita, de manera totalmente intencional.

- Esto se está poniendo feo -dijo manteniendo una sonrisa, tal vez fingida, mientras sacaba, totalmente a la vista, una navaja de tamaño considerable de uno de los bolsillos internos de la casaca-. Guárdala, pero tenla a mano por si te hace falta -la abrió y cerró para mostrársela antes de ponerla en sus manos-. Se clava por el lado que pincha, preferiblemente en el estómago.

Se giró de nuevo hacia el grupo, al que rodeó y se apoyó despreocupadamente en uno de los barriles que había en un lateral para observar la escena desde otro ángulo. Realmente parecía disfrutar del conflicto.

Lien miró con preocupación a su prima mientras aceptaba aquel cuchillo y lo escondía en su manga. 

-Cảm ơn* -murmuró.

Al ver que Loan se colocaba en una esquina, ella la siguió y se apoyó cerca también. No estaba disfrutando de aquel encuentro; se había pasado una considerable cantidad de tiempo examinando aquel navío y asegurándose de que sería seguro y viable a largo plazo como para que ahora surgiese la oportunidad de perderlo. 

Antes de que aquello se fuera al garete miro al desconocido, espero que ofrezca por el barco bastante más de lo que ha costado repararle y mejorarle o sino se irá para casa con menos sangre con la que ha venido...

-Vaya! -exclama con fingido dolor -Me parece que en efecto no queréis deshaceros de él. No solo eso, sino que además me amenazáis en mi casa, donde os triplicamos en número. No voy a decir algo tan estúpido como que admiro tus cojones o algo así. Pero en nombre de la civilización que paradógicamente las civilizaciones creen que no tenemos, voy a dejar de lado mi orgullo y amos a intentar llegar a un acuerdo. -el hombre se echa hacía atrás en su silla y luego descarga su peso sobre los brazos que apoya en la mesa acercando mucho su cara a la del capitán. -Necesito tu barco, pero no quiero revelarte para que a menos que te comprometas a colaborar. No te pido que digas si a todo, solo que escuches y lo valores sin intentar hacer presión con la información que te dé.

La tripulación del Dragón ve como de repente muchos de los hombres de la tasca se ponen en pie, lo que significa que tranquilitos.

Soy un hombre de negocios, si lo que quieres es tomar mis servicios, pues bien hablemos y descuida, soy una persona discreta.

Si quieres que transporte algo solo necesito saber su peso, punto de recojo, entrega y la cifra que ofreces, así como las personas de contacto, lo demás me es indiferente, salvo que requieras que la carga tenga un tratamiento especial, en cuyo caso, el precio puede subir un poco. - respondo con serenidad.

-Muy bien capitán, esto va de lo siguiente. Necesito que escoltéis una pequeña flotilla de dos mercantes. Desde Puerto Príncipe a New Pigtown. Creemos que serán interceptados, puesto que es difícil que estas cosas no se acaben sabiendo. También irá una nave con diez millas de ventaja para asegurar la ruta en alta mar. En cuanto a la recompensa... si todo sale bien serán veinte mil octavos.

Que sean veinticuatro mil  y me llenas la despensa para el viade y tenemos un trato, pues con venite no alcanza para los cuatro cañones extra  que serían necesarios para tu encargo.

¿Tenemos un trato? - pregunto en tono distendido esperando una contraoferta mientras saco cuentas y pienso en los otros botines que conseguiré con eso cuatro cañones extra.

-Veinticuatro es demasido, no es civilizado, por esa cantidad casi me compensa perder unos cuantos hombres aquí y ahora. -dice muy serio -En cambio veinte es justo, podemos montar dos cañones de un buque más pequeño, pero luego me los devuelves o me los compras, en cuanto a los víveres, lo veo justo.

Ambrosio escucha con interes la conversacion mientras mira a los hombres que alli se encontraban, uno diria que los desnudaba con la mirada, aunque lo de ese hombre era un poco mas perturbador, el se podria decir que los pelaba con la mirada, pensando en como cada uno de ellos habia desarrollado su cuerpo y si algun especimen era mas sobresaliente que otro.

- Veintidos mil, -dijo de pronto Loan, que hasta el momento había estado observando desde un lateral sin hacer mención o aparentar tener interés alguno por la conversación, nada más lejos de la realidad- ya que veinte es poco para nosotros y veinticuatro demasiado para usted, el término medio me parece más que justo para ambas partes. Teniendo en cuenta que si nos busca precisamente es por su interés en nuestro “barco de guerra”, el viaje no debe de ser un paseo por la costa, usted mismo nos ha avisado de que probablemente sea interceptado. Veintidos mil, junto con el resto de lo acordado. ¿No está de acuerdo capitán?

Se dirigía a Drake, realmente no era determinante ya se había metido de lleno en la conversación, pero desviar aquella pregunta hacia su capitán iba a darle cierta ventaja.

A minme parece bastante adecuado, pues es el justo medio. No sé que opina usted caballero, lo digo porque eso nos evitara una pelea innecesaria y podría dejar satisfechas a ambas partes.

Además, si estaba dispuestona comprar el Dragón que vale mucho más que eso, no creo que sea problema añadir otros dos mil al pago. - sentencio con serenidad.

Lien se agazapó nerviosa en cuando aquellos hombres comenzaron a levantarse, revelando su alarmante número. De pronto la situación se había vuelto muy peligrosa. Comenzó a examinar y mirar de reojo a los que tenía a su alrededor, aunque dejó de hacerlo rápidamente porque le dio la sensación de que su forastero aspecto les estaba inquietando, para bien o para mal.

Por suerte, parecía que la negociación comenzaba a suavizarse. Parecía que a fin de cuentas no tendría que verse obligada a usar el cuchillo que le había prestado su prima. 

-Oh claro, por supuesto -dice con sarcasmo -Yo ahora digo que os pago cero, y que el acuerdo justo que es la mitad serían doce mil, y lo aceptaríais, ya que esa es vuestra lógica subyacente ¿no?. -hace una pausa para calmar un poco los nervios -Veinte mil es el precio, pero os puedo ofrecer un descuento, os pago dieciocho y os doy los dos cañones. Me parece estupendo que se regatee pero no pongáis a prueba mi paciencia.

- Yo creo que estamos muy cerca de un acuerdo, si subes un poco tu oferta, digamos a diecinueve mil e incluyes los dos cañones de treinta libras, entonces tendremos un trato bastante justo y mutuamente beneficioso. - digo tendiendole la mano a mi interlocutor para sellar el acuerdo.

- Es usted un negociante difícil señor Drake, pero creo que tenemos un acuerdo. ¿Cuando podemos partir? Comprenderá usted que la premura es básica en esta clase de negociaciones. - pregunta Geremis.

- Partiremos al caer el sol para no atraer miradas indiscretas, además debemos montar los nuevos cañones en el Dragón, tanto los que usted nos proveera como los que vine a comprar que haran un total de siete cañones por banda. - sentencio con serenidad mientras se cierran las negociaciones con un firme apretón de manos.

- Bueno pues ya que está todo decidido - declaró Loan- ¿que tal si continuamos con la compra de provisiones? Quiero terminar cuanto antes y descansar.

Se giró hacia su prima hablándole en su idioma.

- Quédate el cuchillo y tenlo siempre a mano. Ir en barco con tu padre no siempre es lo mismo que tripular con desconocidos. 

Loan a veces era un poco estricta pero nadie podía negar que se preocupaba por sus allegados, aunque fueran pocos.

- ¿Seguimos? -preguntó de nuevo a sus compañeros.

-Por el Dragón y sus nuevos dientes! maldita sea, que cojones, también os invito a un trago, Marie saca el barril de la finca Valencia del Rey, un trato así merece un buen trago de ron, si sale bien, nos lo acabaremos a la vuelta -dice el hombre relajando el ambiente, que veinte segundos antes era tan tenso que se podía cortar a cuchillo.

Ahora con todo más abierto, la tripulación sale de la sala y empieza a prepararlo todo de cara al inminente viaje, confiando en que su capitán ya no corre peligro y dejándolo con sus allegados.