Partida Rol por web

Aqua hizo una suave reverencia sonriendo mientras introducía a Piro en su pokeball, era agradable hablar a alguien que conocías de vez en cuando. Tras ello solo salió de la habitación.

Salía con rostro triunfante, con el rostro en alto mirando a los que esperaban pensando en quien seguía en la lista que dijeron...

- ¿Roman? ¿Rokan? Emmmm - miró a los presentes, sabía quien era, se había presentado, aunque no hubiera estado muy atenta aesas presentaciones - tú... - sentenció indicándole - puedes pasar ya...

Se acercó un momento a las mesas de comida y tomó un par de cosas para llevar. Llevaba el cintrurón de entrenador que le acababan de dar atravesando su cuerpo, desde el hombro hacia la cintura del lado opuesto, y en él colocadas cuatro pokeballs. Susneasel por su lado, saltó sobre la mesa con cuidado, tomó también un puñado de comida para llevar, y dejó en el plato el collar que ya no estaría obligado a usar - se se se - se reía, "por fin libre".

Sin más, se dirigieron hacia la puerta comiendo con calma lo que llevaban, iniciaban su juego.

Asiento al comentario de Lilla mirando orgulloso a Deino.

-Es un buen compañero de viaje. Voluntad de acero y siempre dispuesto a hacer lo correcto. No podría pedir más.

Deino aparenta no sentirse afectado por estos halagos, pero yo ya lo conozco, y no se me pasa por alto esos dos leves golpes con la cola en el suelo. Entonces vuelvo a poner mi atención en la chica de Alola y el extraño Vulpix que revela de entre las mantas. Un especímen interesante, sin duda. Pero las especies de pokémon no son mi campo. A mi campo hacen mención al quejarse del proceso de obtención de títulos.

-La burocracia es necesaria. Una purga para reducir al máximo los riesgos de que ningún megalómano se convierte en un peligro público. A fin de cuentas, se paga un alto precio cada vez que las leyes no regulan de forma adecuada la convivencia.

Entonces Aqua, la chica Giovanni, sale con el cinturón de pokéballs al hombro. Veo que ha conseguido su licencia sin problemas, después de todo. Frunzo el ceño al ver que ni siquiera es capaz de pronunciar mi nombre.

-Rowan. Rowan Wynn.

Digo mi nombre y mis apellidos con fuerza en cada palabra. Sé por la actitud que ha demostrado hasta ahora que le dará igual, pero así me aseguro de que los presentes, al menos, lo recuerden. Y cuando termino de hablar miro fijamente al chico Corleone. Cierto énfasis especial en mi forma de hablar va también para él. Los vigilaré a los dos.

-Vamos Deino. Os veremos dentro de un rato.

Deino se levanta como un resorte y se apresura a caminar a mi lado mientras me dirijo al despacho del profesor.

Como surgio el nombre de Deino, no pude evitar mirarlo mientras le llamaban "bonito" -Pues a mi me parece un Amaura gótico y emo...- no pude evitar pensar... supongo que para gustos, colores. Cuando Lilla dijo que si tenía un pokemon de Alola y que si podía esperar para que lo trajera, asenti conforme -Claro, muchas gracias Lilla- le agradecí ya a la chica mientras esta iba a por el pokemon. De mientras saqué un cuaderno en blanco de mi mochila... desde luego iba a tomar notas de lo que viera de aquel pokemon.

Entonces vi como la chica traía consigo... ¡un Vulpix lavanda! Desde luego me sorprendió... y hasta me ruborice un poco -Es... increíblemente mono...- solté un poco con verguenza de que eso hubiera salido de mi mientras lo observaba desperezarse a la vez que ya iba escribiendo en mi cuaderno las cosas que me explicaba Lilla -Así que dé tipo Hielo... que interesante- decía para mi mientras continuaba tomando nota y escuchando la conversación, fijandome mucho en el pokemon -Además es shiny... he de anotar eso también...- iba diciéndome. Cuando Ian dijo lo de ser coordinadora, al parecer la chica no lo había pensado, y dio un buen motivo -No a todo el mundo le gusta combatir. Es una opinión totalmente válida y comprensible el querer que los pokemons no salgan heridos... mi padre piensa igual, y sólo involucra a los suyos si el sólo no puede después de muchos intentos- añadí a la conversación alternando la mirada entre Keo y mi cuaderno... ahora mismo estaba dibujando al espécimen con un lápiz lo mejor que podía. Un buen investigador debe saber dibujar bien para captar la imagen de un pokemon sin usar una cámara cuyo flash o ruido pueda asustarle.

Después por otro lado escuché a Ian que tenía la misma opinión y soltó aquello de que necesitaba la licencia para ser Ranger... era como si estuviera en la conversación y a la vez no, pues estaba mirando el cuaderno para anotar cosas y dibujar en vez de a los dos -Te entiendo... mi hermano se hizo Ranger hace un par de años y también se quejaba de la licencia. Aunque el porque quería empezar cinco años antes como nuestro padre en lugar de esperar a los dieciocho...- fui diciendo, mientras terminaba de escribir y cerraba mi cuaderno -Muchas gracias Lilla... y Keo. He anotado muchas cosas- le volví a agradecer, con orgullo de tener una nueva página útil en mis notas.

Entonces el chico de pelo negro del grupo se acercó para echarnos lo que parecía un sermón sobre las leyes y las licencias -Purga y Megalómano... Desde luego no creo que pudieras escoger palabras peores para que veamos la burocracia como algo bueno- dije con una apatía y sinceridad impresionantes hacia el chico... y la verdad es que tampoco le dije más. Tampoco tenía ganas de meterme en un berenjenal sobre esa ley de eme... además de que ya le habían llamado, por lo que tampoco le iba a entretener más -Hasta luego Roldan- me despedí de el mientras se iba. Después me percaté de que la chica del Sneasel se dirigía ya hacía la puerta, y parecía que se iba -Lilla, ¿una vez te da todo el profesor te puedes ir sin más?- pregunté señalando a la chica. Era por curiosidad de la situación y la posibilidad de coger las cosas e irse directamente... la chica Giovanni no me podía importar menos la verdad.

Miró a quien le mentaba algo desconforme con su forma de referirse a los demás y frenó en la puerta - primero, ha dicho que se llama Rowan, yo tengo de justificación no haber estado pendiente de vuestras presentaciones de preescolar, pero lo tuyo es sordera aguda, pues le has escuchado antes y ahora, háztelo mirar, segundo; técnicamente falta una clase de leyes y bases que debería saber todo el mundo, señorita si dicha clase no es obligatoria me gustaría partir ¿hay algún inconveniente? - esa última frase se la dedicó a Lilla, pues se sabía las leyes de memoria, cosa normal con los padres que le habían tocado...

Lo único diferente desde que te fuiste es que hay un vulpix muy raro en el suelo y Alex lo está dibujando. Es como rosita.

Lilla se puso nerviosa cuando vio a Aqua tan decidida en dirección hacia la puerta. 

—P-pero si no hemos hecho entrega de las licencias... —dijo mientras se iba quedando pálida (y mira que era difícil con su tono moreno)—. Me temo que no podemos dártela sin pasar el cursillo, aunque lo sepas todo. Son las normas vigentes... —trató de explicarse—. Aunque, si quieres, puedes esperar en el jardín. Creo que mis primos están dando de comer a los pokemon ahora... Te iré a buscar para el cursillo cuando estén todos. 

Ian, por su parte, miro a Alex y le echo una medio "regañina" al ver cómo se dirigía a Rowan. 

—Venga, Alex, no hagas sangre. Que la cosa estaba yendo bien... Así que tu padre y tu hermano son rangers. Pero eres de Hoenn. Y además dices que tu padre tiene gente a su cargo... —empezó a deducir con una sonrisa traviesa—. ¿Es tu padre algún líder ranger de tu región?

Como había dicho Luca, el cual sonreía en su columna al ver que Ian ya había pillado la dinámica, todos ahí eran más de lo que parecían. Mientras tanto, Rowan fue entrando para recibir a su pokemon.  

Dentro de la sala, estaba el profesor Oak. Apoyado en su bastón, levantó su bastón y te sonrió al entrar. 

—Encantado de conocerte, Rowan —dijo mientras te extendía la mano y te la estrechaba—. Mi nombre es Willian, puedes llamarme Will. Nunca se me dieron bien las formalidades de este tipo...

Siempre apoyando el peso sobre el bastón, comenzó a caminar. 

—Bueno, felicidades por la licencia, no son los momentos más fáciles para conseguirla. Ahora, como ya sabes, procederemos a la elección —siguió contándote. 

Se acercó, con su torpeza habitual, a una mesita donde había colocadas cinco pokeballs. 

—En condiciones normales, la elección sería entre tres. Pero la verdad es que sois... sois muy pocos este año. Por eso mismo, tenemos más opciones entre las que dejaros escoger. Te voy diciendo qué tiene cada una, ¿de acuerdo? 

Se colocó detrás del mostrador y te las empezó a señalar. 

—Aquí tenemos a un froakie, un treecko y un tepig. Tres iniciales clásicos. Luego tenemos un noibat por aquí, y este es un venipede. 

-Guau Lilla, tu Vulpix es precioso. Si ya los normales me resultaban increibles, ver uno de Alola es incluso mejor. Seguro que con el ganarías algún concurso. Aunque si participaras tu, ya tendría a dos duras rivales con las que enfrentarme - dije incluyendo a Flora en la ecuación cuando Lilla trajo a su Vulpix. Sin duda estaba disfrutando como una niña pequeña y tenía más ganas de seguir viendo el resto de pokemon que hubiera por allí. - Oye Lilla, - dije a continuación del respeto de decisión de Alex - si no quieres pelear con los pokemon, no lo hagas. La verdad, tal y como tratas a tu Vulpix, tiene pinta de que se te dará muy bien criarlo. ¿Te has planteado ser Criadora? Me encantaría verte cuidando a los pokemon si viajamos juntas

Entonces pasé mi mirada a Ian quien había dicho algo que me interesaba - Así que vivias en la zona safari. Entiendo lo que dices. Ciudad Calagua está al lado de la zona Safari de Hoenn. Aunque yo pienso que es mejor divertirse junto a ellos. - dije mientras posaba una mano encima de la cabeza de Ike. - Por cierto Ian ¿Tu también tienes un pokemon?

Sin embargo pronto empezaron a discutir de Justicia cuando el chico al que llamaron juez iba a dirigirse a recoger su pokemon - Puff... odio ese tema... Y Alex por favor, no te metas al trapo. No merece la pena. Estamos aquí para recoger nuestras licencias. Un día feliz ¿Verdad? - Tras ello miré a Aqua quien aparentaba querer ser un lobo solitario y a Luca, el sujeta columnas - ¿Y que hay de vosotros? Me gustaría saber de donde sois y que quereis ser. Ya sabeis, conoceros un poco mejor  - Intenté abordar la situación de Aqua desde otro punto distinto a Lilla y de Luca... simplemente quería saber más sobre el

No se porque, parece que mis palabras hicieron que la gente se enfadase en cierta forma conmigo -Y... ¿yo que he hecho?- pensé en primer lugar cuando Aqua vino a decirme que me fuera a mirar una sordera que al parecer tenía por no haber oído bien el nombre de Rowan... sinceramente no sabía del todo si me hablaba a mi, y no le echaba demasiada cuenta. No suelo echarla cuando me hablan con esas maneras... pero eso no quita que la mirase mal cuando empezó a hablar mal también a Lilla. En fin, al menos si me enteré de lo que dijo Lilla (a ella si le echo cuenta porque habla con buenas formas), y era de que sus primos (es decir, los hijos de Oak) estaban alimentando a los pokemon en el jardín. Quizás luego me pasaría a saludarles. Luego, tanto Ian como Emily me "regañaron" por responderle a Rowan sobre el tema de la ley pokemon -De acuerdo... no pensé que había dicho algo tan malo. Si, es un día feliz- les dije a ambos para que no necesitaran decírmelo más. También escuché las "deducciones" de Ian con respecto a mi padre y mi hermano, hasta que al final me hizo la pregunta -¿Cuando he dicho que mi padre tiene gente a su cargo?- no pude evitar responder yo con una pregunta... no recuerdo haber dicho nada de eso la verdad -Pero si. Mi padre es el líder de los Rangers de Hoenn, Rick Wada- le terminé confirmando. No es que fuese un secreto que tratase de ocultar ni nada, no me importaba decirlo.

Aqua miró a Emily con su mano en la abrazadera de la puerta - no se que ganas sabiendo de mi, pero en fin... Soy de ciudad verde y mis padres son un equipo bastante conocido en la guardia de Kanto, estoy de escuchar normas y leyes un poco saturada la verdad... Luego volvió a sonreír pensando en lo que acababa de decir Milla - entonces, si no le molesta iré a ver a ese par, hace tiempo que no les veo - los encuentros de sus padres con Oak había provocado que los dos acabaran jugando con ella, si bien Aqua nunca mostró mucho interés en hacer amigos, aquel par eran casi como primos de ella misma, aunque su hermana se llevaba más miradas de ambos que ella.

Entro a la sala y camino hasta el profesor para estrecharle la mano.

-Porfesor.

Saludo de forma cortés mientras nos damos el apretón de manos y tomo unos pasos de distancia de cortesía para que el hombre pueda moverse sin interrupciones. Examino su cojera y vuelvo a fruncir el ceño. Empiezo a pensar en cómo pudo haberle ocurrido eso mientras él habla de lo difícil que es conseguir la licencia y los pocos que somos este año. Para mi gusto somos demasiados, pero me abstengo de comentarlo en voz alta. Si las autoridades encargadas han estimado oportuno que gente como la chica Giovanni, el chico Corleone, o los otros disidentes de la sala tengan derecho a la licencia será por alguna buena razón. O al menos eso espero.

Me acerco a la mesa con las pokéballs y las estudio un rato. Mientras lo hago, no puedo contener mi lengua.

-Profesor, si no es impertinencia. ¿Qué provocó su reducción de movilidad? ¿Fue acaso Marea Roja?

Cuando termino la pregunta alargo la mano y cojo una de las pokéballs.

-Él. Tepig.

El profesor te observó con sorpresa. Después miró al bastón. 

—Oh, ah, ¿esto? Es una vieja lesión de hace muchos años. Se ha ido agravando con el tiempo, me temo. Desde hace poco, un incidente la hizo empeorar y ahora me temo que tengo que llevar este... "accesorio" —comentó con cierto hastío al referirse al bastón—. Pero no te confundas, chico. No sé qué te hizo pensar que fue Marea, pero no fue nada parecido. Es más, mi lesión tiene casi 30 años. Eso es mucho más atrás incluso que los borradores de la primera ley. Si realmente es un rumor, sé crítico. Lo peor que puede pasar estos días con tanto movimiento es que paguen justos por pecadores, ¿no crees? 

Sí, parecía que Marea Roja, o mejor dicho "Frente Rojo", había hecho cosas muy cuestionables y sin lugar a duda merecían pagar por sus actos. Sin embargo, no parecían tener nada que ver con la lesión de Will. Ni siquiera existía el CEREN en la época de la que habla. Era muy atrás. ¿Qué podía haber sucedido hace 30 años? 

Bueno, sin una hemeroteca y tiempo para investigar, poco podías hacer. Y bien es sabido que la curiosidad mató al gato. No parecía correcto seguir indagando en la vida privada de William Oak. 

Así, procediste a escoger pokemon. Un cerdito de fuego vigoroso y enérgico. 

El profesor sonrió al verte escoger con resolución. 

—Tepig entonces. Es un pokemon muy fiel, no te decepcionará. Ahora procederé a darte tu equipo inicial. Entrenador pokemon, ¿verdad? —dijo mientras se acercaba a un armario y sacaba una bolsa de plástico cerrada. 

Te la tendió y esperó a que la abrieras. 

—Esto es para ti. El cinturón de entrenador te ahorrará tiempo en los combates. Las pokeball son para que captures a tus primeros pokemon, fuera os daremos la inducción. Las pociones úsalas siempre que veas que la salud de tu pokemon se deteriora. Cuida de su estado tras cada combate. No fuerces a los pokemon y acude regularmente al entro pokemon. Sé que es de sentido común y que seguramente lo sepas, pero es un sentido que abunda poco... Tenemos la obligación de decirlo. ¿Tienes alguna duda, alguna pregunta que quieras hacer? 

Lilla asintió ante el comentario de Aqua. 

—No sabía que conocías a Sunny y a Green. Por favor, sígueme, te llevaré hasta el jardín —dijo haciendo de escolta. 

Keo se quedó medio dormitando en el suelo de la salita. Parecía que no necesitaba mucho para ponerse a echar la siesta. Cubierta con sus propias colas, se acurrucó y pronto volvió a quedarse frita como un tronco. 

Al poco, Lilla volvió, ya sin Aqua. Recogió al vulpix en brazos y decidió que era hora de llevarlo de vuelta. Mientras tanto, la conversación seguía. 

Al volver, Lilla al fin pudo contestar a Emily: 

—La verdad es que... bueno... y-ya soy criadora. Gracias por el cumplido, supongo. L-la verdad es que se me da mejor cuidar a los pokemon que cualquier otra cosa... —contestó, un tanto cohibida, quizá al admitir que no se sentía capaz de hacer cualquier otra cosa. 

Ian, con energía y resolución, le quitó el hierro al asunto. 

—Paparruchas, seguro que se te da bien sea lo que sea. Es cuestión de práctica, ¿no es así, chicas? —preguntó en dirección a las dos coordinadoras en potencia de la sala, Emily y Flora. 

Mientras tanto, Alex respondió ante el anterior comentario de Ian. Luca, desde su esquina, soltó una leve risita. 

—Alex, no dejes que te embauque. Ha sido por la mención a "los suyos", ¿no, Ian? Es... es así como habla alguien que lidera. Y se ha marcado un farol. Pero que no engañe, lo sabe porque tu padre y el suyo están a la par. Ante lo cual me pregunto, ¿por qué usas el apellido materno? Es Ian Wild, ¿no? Tu padre es Nathan Wild, lider de los rangers, y tu madre Savanna Rider, experta en rescate, ¿no? Por favor, corrígeme si me equivoco. 

Ian pasó de esbozar una sonrisa de oreja a oreja a mirar ojiplático a Luca. 

—¿Cómo demonios...? ¿Por qué sabes todo eso? —preguntó confundido—. Veo que de poco me sirvió ceñirme al apellido materno... ¿Pero cómo lo sabes? —insistió con una curiosidad lupina. 

Luca, desde su rincón, se encogió de hombros. 

—A veces se sabe más de la gente por sus silencios que por sus palabras. Además, soy de Carmín. No vivimos tan lejos como para no saber cosas de Fucsia. Tu madre y tu padre son las dos figuras más notables de los Ranges de Kanto. Ate cabos, simplemente. 

Ian suspiró, abatido. De poco le había servido. El gato estaba ya fuera del saco. 

—Bueno, pues nada. Sí, debería usar Wild, pero prefiero Rider. La verdad es que aspiro más a dedicarme al rescate, como mi madre. Siempre me he sentido más afín a sus aspiraciones que a las de mi padre. 

Flora, en silencio escuchando que decían unos y otros, escribió entonces algo en su cuaderno. 

"Lilla, si quieres, te explico las reglas. Creo que puedo enseñarte qué es un concurso" se ofreció contenta de poder ser útil. 

Lilla asintió con efusividad. 

—Eso sería estupendo, Flora. Me encantaría aprender. Parece que aquí son algo muy grande. 

Emily preguntó por los pokemon de Ian. 

—Humm, sí, bueno, tengo muchos... Bueno, tenemos muchos. Aunque aquí sólo me traje uno. Es el único que considero propio, y ya mencioné que no me emocionaban las pokeballs así que... Es un doduo. Los usamos para llegar rápido a áreas de la zona en las que se nos necesita con urgencia. Lo tengo desde que era pequeño. 

Ante la segunda pregunta, la que implicaba saber más de Aqua y Luca, recibió respuesta de Aqua antes de marcharse, pero no de Luca. Éste no se dio por aludido. Ante la respuesta de Aqua, se tomó la liberta de mantener el silencio. Justo salvado por la campana, en ese momento apareció Skye contento por la puerta. Llevaba una incubadora con un bonito huevo azul y blanco dentro. Parecía mucho más contento y confiado tras hablar con la Profesora Auris. 

Lilla observó el huevo, sonrió y no dijo más. Pero parecía que sabía que había dentro. 

—Hola de nuevo —saludó Skye mientras se sentaba en la mesa y dejaba en huevo en una esquina, embelesado con el regalo—. Oye, Lilla, muchas gracias por haber traído esto de Alola. Nunca pensé que vería uno, ¡y menos tener la oportunidad de criarlo! 

—No hay de qué —contestó ésta risueña. 

Lilla entonces miró a Alex: 

—Alex, ¿tienes interés en los pokemon de Alola? ¿Es sólo interés científico o quieres también criar? 

Lilla te condujo diligentemente hasta el jardín de los laboratorios. Fuera, no a mucha distancia, viste a Green que estaba totalmente atareado cepillando a un enorme pokemon que no conocías a primera vista: 

El pobre Green, aunque no era bajo, necesitaba alzarse en una banqueta para poder llegar a cepillarle el lomo. 

Un poco más lejos, en la zona del aviario pokemon, donde estaban los pokemon voladores en rehabilitación, estaba Sunny, con su pelo rubio recogido en un moño. Parecía que acababan de terminar de cambiar los comederos ya. Ahora estaba en medio de la revisión de un rufflet. Parecía que le estaba haciendo una cura en una patita. 

Ninguno de los dos te vio a primera vista, hasta que Lilla les llamó. 

—¡Chicos! Os dejo aquí a Aqua mientras los demás escogen los pokemon. Creo que os conocéis, ¿no?

En cuanto se giraron, la pregunta se contestó sola. 

—¡Aqua! —dijeron al unisono. 

Green, en idéntica imagen a su abuelo en años mozos, saltó de la banqueta y se acercó al instante. Sunny, que era la viva imagen de su abuela Cordelia (de ahí la elección de su nombre tan parecido al de ella "Cornelia"), se tomó su tiempo para no dañar al pobre pokemon. Lo dejó en su sitio antes de acercarse a saludar. 

—Eh, cuánto tiempo sin verte. ¿Qué te trae por aquí? —preguntó Green mientras Sunny llegaba. 

—Chicos, os dejo que tengo que atender a los demás... —se excuso Lilla mientras se dirigía a la puerta. 

—Sin problema, Lilla, nos vemos luego —contestó Green antes de volverse a centrar en ti. 

Sonreí ante Lilla - Entonces es perfecto. Pero sí, como dice Ian, es cuestión de practica el resto de cosas, y seguro que verte a ti con tu Vulpix en un concurso sería genial creeme - Me faltó tiempo mientras Luca e Ian se echaban puyitas el uno al otro con el tema de los apellidos y que al parecer, Luca parecía conocerle, miré a Lilla y Flora quienes "se habian hablado" mutuamente. Miré lo que escribió Flora y pregunté - ¿Puedo unirme? Cuantas más mejor ¿No? Además igual puedo echarte una mano enseñandola. - esto último lo dije a Flora

Ian entonces nos dijo que pokemon llevaba. Un Doduo, sería increible de ver en acción. - Vaya, si que hay una gran variedad de pokemon entre nosotros. - dije sonriendo - Y por cierto Ian, un consejo, no dejes que tu apellido influya sobre quien eres. - Señalé entonces a Alex y continué explicando - Mira sino a Alex, no deja que su apellido le influya en nada, y no solo lo digo por su padre. - Mi sonrisa seguía manteniendose hasta que, con una grata sorpresa, veo a Skye salir con un huevo en una incubadora.

Ahora parecía más suelto y tranquilo. - Vaya Skye, felicidades por tu primer huevo. ¿También vas a ser criador? - pregunté tratando de transmitir un poco de simpatia.

Aqua se quedó mirando un instante aquel pokemon extraño - enorme - susurró. En cuanto Green y Sunny le vieron, Aqua sonrió.

- buenas, pasaba para recoger la licencia, y Lilia me dijo que estabais aquí... ¿Ya podéis con todos? ¿Os ayudo en algo? - decía mientras les daba un buen abrazo. No querría que por su culpa aquel enorme caballo quedara insatisfecho por ejemplo.