Partida Rol por web

Asiento levemente con la cabeza ante su respuesta. No indagaré más, al menos no preguntando al profesor, pero a pesar de que los extremistas no hayan estado detrás del origen de su lesión, pero ese "incidente" aún me deja con sospechas. Además, hace 30 años...Sí, definitivamente tendría que investigar más.

Pero ahora es el momento de atender a otras cosas. Cojo el cinturón que me da el profesor y me lo pongo alrededor de la cintura. Me aseguro de que queda bien ajustado y no corro peligro de perderlo antes de colgar la pokéball de Tepig de él y escuchar con atención las palabras del profesor.

-No profesor. Está todo claro. Gracias.

Green te sonrió y te abrazó con efusividad. 

—¡Al fin! ¡Ya tienes la licencia! Ya sólo queda Sunny —dijo emocionado. 

Sunny, que había acabado de dejar el kit de cuidados, te abrazó fuertemente. 

—Me alegro de verte, Aqua. ¿Qué tal estas? ¿Fue difícil el examen? —preguntó con cierta preocupación, era la única que faltaba por presentarse. 

Green, a su espalda, hizo un aspaviento. 

—Por mucho que le diga que no le hace falta estar preparada, no me cree... 

Después, cogió de nuevo el cepillo con el que estaba acicalando al enorme caballo. 

—¿Humm? ¿Quieres ayuda? Bueno, la verdad es que casi hemos acabado, pero puedes ayudarme a acabar de peinar a Musy. Es un Mudsdale. ¿Te gusta? Lo ha traído Lilla de Alola. Lo estamos rehabilitando aquí. Vino con una lesión en una pata muy fea, apenas se sostenía en pie. Al parecer, Lilla lo rescató de una cantera en el archipiélago. Lo tenían cargando vagonetas al pobre. Por suerte, aquí lo trataremos bien, aunque aún no puede llevar jinete. Tiene que mejorar su aguante al peso, o habrá que volverle a operar... 

Entonces, puso los brazos en jarras y te ofreció un segundo cepillo. 

—¿Qué me dices? ¿Me echas un cable? —te pidió con una sonrisa. 

Mientras tanto, Sunny se agachó para hablar con el Sneasel. 

—Hola, Sombra, ¿qué tal estás? —dijo con voz dulce. 

—Sne sne sne —respondió éste con orgullo y se cruzaba de brazos. 

—¿De verdad? ¡Cómo me alegro! Tenía que ser un incordio llevar eso al cuello todo el rato, ¿no?

—Sneasel —asintió éste, completamente de acuerdo. 

—Bueno, pues una cosa menos de lo que preocuparse, ¿no? Oye, ¿me ayudas a dar de comer a los pequeños? Estoy segura de que contigo se portarán mejor. Hay que dar ejemplo, ¿no crees? —siguió Sunny. 

El Sneasel asintió solemne. Curioso con su forma tan traviesa de ser. Parecía que Sunny se lo tenía ganado por completo. Era una auténtica encantadora de pokemon. 

Green te miró de reojo, y volvió a mirar a su hermana. 

—Te juro que no sé cómo ella y Siena hacen eso... 

Acto seguido, se encogió de hombros y fue a buscar una banqueta para que tú también llegaras a peinar al Mudsdale. 

Aqua rió abiertamente cuando green decía lo de que no se creía Sunny que no necesitara prepararse - sin problemas, es tan fácil que si te equivocas un poco siquiera te daré un buen tirón de orejas.

Caminó hacia ese cepillo viendo la buena conducta de Sombra, y el comentario de Green fue sencillo de replicar - es simple, Sombra no es travieso por ser malo, simplemente le gusta hacer las cosas interesantes, en realidad es un cielo - Aqua adoraba a "su hermano" y nunca le vería una pega.

Mirando al enorme Mudsdale sorprendida - seguro que cuando se cure es todavía más fuerte que antes,... No conocía ese pokemon, pero me parece magnífico.

Se subió a la banqueta y comenzó a acariciar suavemente su pelaje con la mano en busca de nudos o pelaje descuidado, mientras trataba con calma esas secciones enmarañadas, cuidar bien a un pokemon maltratado era importante, sin duda los pokemon le inspiraban calma, eso sin contar la sensación de relax que solo sentía entre familia.

Seguí mirando con cierta dureza a Aqua por como le respondía a Emily. Ella sólo quería saber algo de ella para animar y amabilizar el ambiente... lo de "no se que ganas sabiendo de mi" sobraba y mucho. Y me sorprendió saber que también conocía a Green y Sunny. Pero en fin, si quería estar fuera en vez de aquí con nosotros vale... no me había caído bien la verdad, y preferia que estuviera en una zona distinta a la mía.

No pude evitar que se me escapase una leve sonrisita tonta al ver como el Vulpix volvía a dormirse una siesta... era increíblemente mono. Estaba incluso pensando en acariciarle, pero Lilla llegó y decidió llevárselo... en fin. Volvería a la conversacion que creo que estaba teniendo con Ian. Asenti a las palabras de ánimo que le daban a Lilla sobre si sería buena coordinadora; y entonces escuché a Luca hablar del tema de mi padre y, más sorprendente del de Ian -Así que eres el hijo de Nathan... creo que nuestros padres han trabajado juntos alguna vez. Así normal que dedujeras quien era- dije al chico mientras escuchaba su explicación de porque usaba el apellido de su madre, además de también escuchar el consejo que le dio Emily sobre el tema -Bueno... a mi me gusta mi apellido y no me importa que lo reconozcan; pero tambien entiendo que tu lo prefieras ocultar. De hecho mi padre también empezó su entrenamiento y aventuras con un apellido distinto para no ser reconocido... sólo que el se lo inventó porque el materno también era famosillo- le explique con calma. A mi me gusta venir de mi familia y que sea tan reconocida: bisabuelos profesor pokemon y líder de gimnasio, abuelos entrenadores impresionantes, un padre líder de los rangers, una madre que salvaguarda grandes empresas y una tía líder de gimnasio... pero no dejo que eso me afecte ni nada. Sino sería una carga enorme eso de intentar igualarles.

A partir de ahí vi con curiosidad como Emily y Flora se animaban a intentar enseñar a Lilla sobre concursos, y también escuché lo del Doduo de Ian. Pero lo que más me intereso fue la llegada de Skye con aquel huevo. El chico parecía mucho más contento y menos cohibido, y escuché como le agradecía a Lilla que lo hubiese traído de Alola... ¿sería un pokemon de allí? Curioso -¿Sabes de que es el huevo o será una sorpresa?- le pregunté al chico mientras veía con curiosidad la incubadora. Esperaba que no se volviera a retraer con mi pregunta como hizo antes de entrar al estar tan cohibido. Entonces Lilla me preguntó algo -Si, la verdad es que los pokemons de esa región son los más desconocidos para mi y me gustaría saber de ellos más- le empecé respondiendo. Mi interés principal era la adaptación de los pokemons... pero ampliar mis conocimientos sobre especimenes que nunca había visto también era una opción que me atraía -La verdad es que se me da mejor estudiar pokemons que criarlos... el único pokemon al que podría decir que he criado únicamente yo es a Tetra, mi Porygon... y no es del todo verdad porque me ayudo mi madre...- le fui respondiendo, rascandome un poco la nuca -Pero considero que saber criar pokemons es una parte importante para la investigación... por lo que sin duda me interesaría aprender a criar.

El profesor Oak sonrió. 

—Muy bien, dile al siguiente que pase, por favor. Creo que es la señorita Alexandra Wada —dijo consultando sus notas. 

Dicho esto, esperó a que salieras antes de dirigirse a los cajones para ordenar nuevas pokeballs para Alexandra. Sí, había dicho Alexandra. 

Ian negó con la cabeza mientras se levantaba. Era su turno de entrar con la profesora Auris. 

—No te equivoques, Emily. Estoy muy orgulloso de mis padres. El problema no es lo que yo opine, sino la imagen que se forman los demás. Es en parte lo que mencionó Alex, pero ligeramente más sutil. Por eso uso Rider. Seré experto en rescate, como mi madre. No tengo ninguna intención de convertirme en el Líder, como hizo mi padre. Eso se le dará mejor a otro, pero a mí no. 

Aunque era una conversación en tono serio, no perdió la sonrisa. Dicho esto, empezó a caminar hacia la puerta. 

La escena se quedó en silencio durante unos segundos, hasta que Skye decidió romper el hielo hablando del huevo. 

—Pues sí sé qué es. Me dejaron escogerlo. Es un sandshrew de Alola, ¡no es genial! —dijo sin poder contener la emoción—. Son de tipo hielo y acero, ¡hacen madrigueras en el hielo y la nieve con sus uñas! Dicen que sus escamas son tan duras como el diamante... —claramente era el pokemon de sus sueños. 

Cogió aire para tranquilizarse. 

—Pero no, no soy criador. O no lo era... Vine para ser entrenador. Fue después de hablar con la profesora que he decidido cambiar un poco de planes... No es lo que quería hacer. Era mi familia quien quería que me dedicara a entrenar. Es una gran presión, pero no es lo que yo quiero. Pero tampoco he criado nunca, y tenía miedo de pedirlo. Así que la profesora me dejó que cogiera un huevo, y aprendiera a cuidarlo. Así podré saber qué es lo que realmente quiero hacer —dijo serio, meditando cada palabra. 

Lilla sonrió orgullosa, contenta de oir a alguien compartir su afinidad por los pokemon. 

—Me alegro de que te guste. 

Entonces, se giró hacia Alex. Arrugó la nariz y asintió para sí misma. Inquieta como ella sola, volvió a desaparecer por una puerta sin decir nada a nadie. Al cabo de unos instantes, volvió de vuelta con una nueva incubadora donde había un huevo con manchitas rojas oscuras. 

—No te voy a decir qué es, pero sí que es un pokemon que sólo se encuentra en Alola. Si eres capaz de cuidarlo, en lo cual yo te ayudaré, este pequeñín te ayudará en tu investigación. También puedes decir que no, por supuesto —dijo mientras te lo enseñaba. 

A su lado, Flora da un codazo a Alex para que reaccione. Skye parece emocionado de no ser el único con un huevo. Luca muestra cierto interés por la situación, pero no tiene pinta de que esté interesado en criar. 

En ese momento, regresó Rowan, con su cinturón de entrenador equipado. 

Observó un tanto desconcertado la escena, porque ahora había dos personas sujetando incubadoras. Una era Lilla, con un huevo con manchitas rojas. El otro era Skye, con un huevo azul y blanco. 

Aqua parecía haberse ido, no se la veía por ninguna parte. 

En ese preciso instante, por si fuera poco, sonó la puerta. Lilla miró a Alex y después dejó el huevo sobre la mesa. 

—Vete pensándotelo —dijo con una sonrisa mientras iba abrir. 

Fuera había un chico peliazul con cascos que parecía haber llegado corriendo. Lilla le sonrió y acto seguido se presentó. 

—¡Hola! Me llamo Lilla Auris. ¿Has venido por la licencia? Debes de ser... —chequeó rápidamente su lista—, ¿Ryan Long? —preguntó. 

Aunque no le quedaban más nombres. 

Sonreí de vuelta a Ian, lo que decía tenia mucha razón.  - Tienes razón, espero que seas un gran rescatador - y no podía dedicarle una sonrisa más sincera. Pero en cuanto habló Skye la sonrisa se volvió de ternura al verle hablar. Rei por lo bajo ante todo lo que hablaba y me apuré a animarle - Sigue tus sueños, se quien quieras ser, no quienes te digan que debes ser. Y cuando sepas que quieres ser estaremos aquí para ayudarte. Aunque si escoges ser criador, sin duda la de Lilla será la mejor - y de nuevo reí por lo bajo

Luego miré a Alex y Lilla para llevarme una grata sorpresa con el huevo. Junto a Flora también le di un codazo a Alex y hice un gesto con la cabeza para que aceptara el regalo y trato de Lilla. Al mismo tiempo sonreí a Flora por tener la misma idea que yo.

Sin duda, sería un punto muy importante para Alex aceptar ese huevo. Pero todo el tema del huevo se vió interrumpido por un golpe de la puerta. Cuando abrió Lilla miré a Ian - Y nosotros pensando que llegabamos tarde. Al menos me alegro que haya otro más. - Y entonces esperé a que entrara antes de presentarme.

"¡Mierda, mierda, mierda!" susurro para mí mientras llego corriendo a Ciudad Verde, paro un segundo al lado de un edificio para apoyarme y coger aire, aun me quedaba un buen trecho. El día de las licencias y no se me ocurre otra cosa que llegar tarde, la emoción apenas me había dejado dormir y me había ido a la orilla del río con la guitarra y Crim a improvisar y sin darme cuenta se me había ido el santo al cielo. Si no llega a ser por la llamada de mi madre allí seguiría.

Con algo de fuerza recobrada inicio rapidamente el camino hacía Ciudad Paleta, debía de ser una imagen curiosa: un chico corriendo por la ruta 1, sudando, con una guitarra a la espalda y un Whismur muy pequeño en el hombro gritandole. Llevo mis cascos al cuello mientras de vez en cuando me agarro el gorro para evitar que se me caiga, ya debe faltarme poco.

Así es, en apenas unos minutos más llego a Ciudad Paleta y no tardo en localizar el Laboratorio Oak, sigo corriendo hasta llegar allí justo cuando una chica con una lista sale para recibirme. Recupero como puedo el aliento mientras me pregunta mi nombre.

-Si... Ryan... ese soy yo...-le digo entre jadeos. Cuando me deja entrar veo que ya hay varias personas en la sala, intento controlar mi respiración para saludar.

-Hola... soy Ryan... ¿Qué tal?- acto seguido me descuelgo la guitarra para apoyarla en la pared más cercana y me dejo caer a su lado, sentandome en el suelo antes de dirigirme a Crim que me mira enfadado.- No me mires así, más vale tarde que nunca.-

Salgo de mi audiencia con el profesor y me encuentro con una escena algo peculiar en la sala de espera. ¿Dos huevos? Criadores. Interesante...También veo que llega un nuevo muchacho, un rezagado con todas las letras. Me limito a encogerme de hombros y mirar alrededor buscando al siguiente en entrar. La localizo y hablo mirándola fijamente.

-Alexandra Wada. Eres la siguiente.

Lo digo sin ninguna emoción en la voz y paso a sentarme de nuevo en el sillón mientras me guardo el collar de Deino en el bolsillo.

Escuche a Skye hablando sobre el huevo que le habían dado, y la verdad era muy interesante lo que decía -Así que un Sandshrew de Alola... la verdad es que suena increible- le di la razón al chico mientras intentaba memorizar lo que me decía sobre el pokemon que saldría del huevo para anotarlo en mi cuaderno de apuntes. También escuché lo de que ahora no sabia si ser criador o continuar practicando para ser entrenador. Asenti al chico apoyando las palabras que le dijo Emily -Tu se lo que quieras Skye- le terminé diciendo al chico... sólo que con mucha más brevedad que mi amiga.

Entonces Lilla se fue de nuevo tras una de las puertas del laboratorio después de mi respuesta... ¿a donde iría? Bueno, en verdad lo averigüe rápido, cuando salió otra vez cargando con otra incubadora con otro huevo, este con manchas marrones -¿Para mi?- pregunté mientras que después escuchaba su propuesta de criar aquel huevo con la ayuda suya -Un pokemon de Alola... ¿será un pokemon de la región o una subespecie como Vulpix o Sandshrew?- pensaba mientras meditaba la respuesta que le iba a dar... pero creo que ya sabía que decirle -Auch. No hace falta que me deis codazos las dos... ya habia decidido- les dije tanto a Flora como a Emily mientras que me tuve que masajear los puntos de impacto de sus codos en mis brazos. Pero llamaron a la puerta y eso hizo que Lilla se marchase hacía ella para recibir a una nueva persona... que desde luego había tardado mucho en llegar. Pero luego le mire mejor al chico como jadeaba y recuperaba a duras penas el aliento... al menos se puede decir que se dio prisa en llegar -Hola Ryan, yo soy Alex- le salude con brevedad mientras cogia la incubadora con el huevo y con el me acercaba a la sobrina del doctor -Me lo voy a quedar Lilla. Muchas gracias por la oportunidad de poder criarlo... aunque necesitaré ayuda seguro- le terminé respondiendo a la chica agradeciendo el gesto por su parte.

Por otro lado, vi como Burocracia-man volvía a entrar en la sala... sinceramente no le habría echado absolutamente nada de cuenta si no fuera porque dijo mi nombre. De hecho mi nombre completo, y eso no me gustó... sólo me gusta que me llamen así mi familia y mis allegados... no un tío cualquiera que no me había caído bien del todo, y por eso lo mire con cierta molestia bajo el reflejo de mis gafas. En fin, no le voy a dar más vueltas. Me giré a ver a Emily, Ian, Lilla, Skye y Flora que eran los que me habían caído bien (Luca también, pero el seguía en su columna) -Bueno, pues me toca a mi. Ahora vuelvo- les dije a todos para luego dirigirme a la puerta del laboratorio de Oak, aún portando la incubadora... no vaya a ser que pase algo si no la tengo yo.

Green hace una breve mueca de desconcierto. 

—Bueno... Me refería también a lo de entenderse con los pokemon. Tienen conversaciones bastante sorprendentes... —comenta abstraído mientras empieza a cepillar a Musy—. Bueno, qué, ¿estás contenta? ¿Tienes ya pokemon nuevo? —preguntó con curiosidad. 

Tú ya sabías que el suyo había sido, en su momento, un charmander. Se parecía mucho a su abuelo, hasta en eso. Ahora ya era un bonito y altanero charmeleon. 

Sunny, de momento, no tenía pokemon propios. El único que consideraba suyo, aunque lo llevaba sin collar, era un pichu especialmente trasto que su tía le había regalado apenas unos meses atrás. Demasiado pequeño para meterlo en cintura y ya lo suficientemente poderoso para dar guerra. 

Flora dio unas palmaditas contenta. Después saludó con la mano de nuevo a Rowan, y al recién llegado. Acto seguido, escribió un par de frases en su cuaderno y se las enseñó. 

"Hola, Ryan. Me llamo Flora. Soy muda, así que escribiré usando este cuaderno. Encantada :) ". 

Y, por supuesto, añadió el dibujito de la sonrisa al final de la frase. 

Emocionada de estar rodeada de tanta gente, se giró y señaló a Rowan antes de seguir escribiendo. Significaba que lo siguiente era para él. 

"¿Qué has escogido?" preguntó con curiosidad. 

Aqua se había ido tan pronto que no le había dado tiempo a preguntárselo. 

Luca, aún sin querer sentarse con los demás, se presentó también. 

—Yo me llamo Luca, un placer, Ryan. 

Y, viendo que se quedaba el único, Skye se apresuró a presentarse. 

—Y-yo me llamo Skye, mucho gusto. 

En ese momento, crees reconocer al chico que dice llamarse Luca. Luca, Luca, Luca... Como el modelo fotográfico, ese por el que se vuelven locas las chicas del Conservatorio. Tenía un apellido extranjero. Luca... Corleone, ¡ese era!

Corleone, como el clan de presuntos mafiosos de Ciudad Carmín. 

La chica muda, Flora, te suena de algo. Sin embargo, aún no tienes muy claro de qué. No es del Conservatorio, no. Pero te suena por tener que ver con la música. ¿De qué puede ser? 

Dentro de la sala, estaba el profesor Oak. Apoyado en su bastón, levantó su bastón y te sonrió al entrar. 

—Hola, Alex, cuánto tiempo sin vernos —dijo cordial. 

La verdad era que ya os conocíais, de más de una y de dos veces. A sus dos hijos, Green y Sunny, quizá más todavía. Tu objetivo de entrar en el mundo de la investigación había hecho que te mantuvieras al día de los avances del Profesor y su mujer y que preguntaras a Green al respecto. Vivir en regiones distantes, no obstante, había hecho que no pudieras hacerle tantas preguntas como te hubiera gustado. 

—Bueno, felicidades por la licencia, no son los momentos más fáciles para conseguirla. Pero no tenía ninguna duda de que lo ibas a conseguir. Ahora, para no alargarlo mucho, procederemos a la elección —siguió contándote. 

Se acercó, con su torpeza habitual, a una mesita donde había colocadas cinco pokeballs. 

—En condiciones normales, la elección sería entre tres. Pero la verdad es que sois... sois muy pocos este año. Por eso mismo, tenemos más opciones entre las que dejaros escoger. Te voy diciendo qué tiene cada una, ¿de acuerdo? 

Se colocó detrás del mostrador y te las empezó a señalar. 

—Tenemos un bulbasaur, un Oshawott y un Cyndaquil de starters en esta ocasión. Los tres son muy buenos pokemon. Lilla se ha venido con media maleta llena de pokeballs, y nos ha traído unos cuantos pokemon que cambian de forma. He pensado que este Rockruff podía ayudarte con tus investigaciones. Por supuesto, también tenemos un eevee, pokemon evolutivo por excelencia. Me temo que no es tan cañero como el tiene mi hermana, pero es muy manso y obediente. 

Aqua le miró sin entender del todo su cara descontenta.

- dicen que algunas personas les entienden, a mi me basta con intuir un poco lo que sea que dicen.

Luego tomó su nueva pokeball - mi inicial también es un charmander, pero moNificado jeje - intentó bromear sacando a su Chimchar - presentare Piro.

Mientras se presentan el resto de personas de la sala les sonrío desde mi sitio, mis piernas aún se resienten de la carrera desde casa.

-Encantado chichos. Parece que he llegado por los pelos, Ciudad Celeste estaba más lejos de lo que recordaba.-digo con una risita mientras tomo nota de los nombres de cada uno, me incorporo un poco en mi sitio, colocando a Crim en mi regazo mientras pienso en dos de los nombres que acaban de decir...Luca... ¿de qué me suena Luca?

No tardo mucho en caer, Corleone, es Luca Corleone... había oido hablar de su familia, sobretodo por mi padre y sus compañeros, esto podía ser más interesante de lo que recordaba.

La otra chica tambien me suena, Flora... no se me ocurre nada así que decido preguntarle.

-Perdona, ¿nos conocemos? Me suenas muchisimo, ¿alguna vez has estado en el Conservatorio Aquamarine? Ya sabes, el de Ciudad Celeste.- no consigo recordar de qué me suena, demonios, odio cuando pasa eso...

Al ser recibida por el profesor también le saludé con una leve sonrisa -Hola profesor Oak. Si, hace tiempo que no nos veiamos- le devolví la cortesía mientras dejaba la incubadora en la primera mesa libre que viese... pesaba lo suyo -Gracias por felicitarme. La verdad es que si, el examen fue muy duro... me sorprende que Junior lo pasase. ¿Y como están Green y Cordelia?- le asenti cuando dijo lo de que era un momento difícil para conseguir la licencia, y también aproveche para preguntar por sus hijos. Cuando me indicó que le siguiera a la mesa, volví a coger la incubadora para no alejarla mucho de mi.

Me sorprendió mucho eso de que al ser tan pocos tendríamos que elegir entre más pokemons -¿Cinco pokemons? Será una decisión muy difícil... pero vale, adelante- le terminé diciendo al profesor mientras veía con atención los pokemons que estaban dentro de las pokeballs.

Los tres iniciales los veía con normalidad. Un tipo agua, fuego y planta... eran buenas opciones, y muy adorables todos a su manera. Los otros dos pokemons, como bien decía el profesor, se adaptaban más a mi investigación -Si, Lilla ha traído muchos pokemons de allí... incluso me ha dado este huevo de Alola para aprender a criarlo. Es una chica muy agradable, y le agradezco que me lo haya dado- le dije con respecto a su sobrina y sus muchos pokemons -Si, recuerdo al Eevee polivalente de Wisteria. Era muy chulo jugar con el- le dije recordando mi etapa de niña... creo que ese Eevee acabo un poco harto de mi, pues siempre la perseguía con piedras de todas clases para verle cambiar de forma... me interesaba ya desde chica eso.

Hmmm... creo que... escogería a Rockruff como inicial- le dije, pero pensando algo antes en otra cosa -Pero... ¿puedo escoger inicial además de tener este huevo? ¿No sería injusto para los demas que yo pueda coger tanto?- le pregunté al profesor. No se... me sentía un poco como recibiendo favoritismo.

Alex al fin aceptó el huevo, y con ello empezó a entrar con el profesor - Si ahora va ella, yo iré dentro de poco - Sonreí para mi interior. Me alegraba tener a varios criadores y coordinadores en el grupo, aunque también me preocupaban Rowan, Aqua y Luca. - Tengo ganas de saber si Luca iría en un grupo con los demás

El chico tardón entró y entonces volvieron a reiniciarse las presentaciones. Ryan Long... No sabía quien era, pero su apellido me sonaba de las historias que me contaba mi padre y mi tia. Probablemente algún amigo suyo fuera el padre de Ryan. Mientras todos empezaron a presentarse, lo vi y empaticé un poco con él - El pobre debe estar muerto - Cogí un poco de agua en un vaso y me levanté para acercarme a el y ofrecerle el vaso

-Mi nombre es Emily, y vengo de Hoenn. Toma, debes estar cansado si vienes desde... esto... - Ciudad Celeste estaba... Si fuera Hoenn lo sabría - t-tan lejos - terminé diciendo de una manera un tanto despistada. - Veo que te gusta la música ¿acaso quieres ser un coordinador con música propia? - Dije sonriendo. Sin duda sería genial tener otro coordinador con nosotros

- Igualmente. - No solo fue el tono de voz y el lenguaje corporal de Luca, además casi podía sentir como cierta aura de calma se posaba en él con su llegada. En parte, comprendía el porqué de su situación, no debía ser fácil para él llevar aquel apellido. Y no porque él también fuera de una familia poderosa, rica o famosa, si no por el hecho de que la gente como él a veces era mirada con recelo y desconfianza. Pero estas meditaciones mentales fueron interrumpidas por las palabras de Ian, quien también se presentó. Se giró hacia él, asintiendo con la cabeza a modo de saludo y agradeció que a él no le ofreciera la mano. - Un placer Ian, Emily. - Su voz sonó cordial, a pesar de que apenas mostró sentimiento alguno en su rostro.

Por suerte para él, nadie mencionó nada de que él o Rauru debieran salir en aquella foto de recuerdo. Entonces se presentó Skye, el chico de pelo azul que parecía haber permanecido en un segundo plano hasta prácticamente aquel momento. - Igualmente, Skye. Yo me llamo James. - repitió una vez más, para después dirigir una mirada de reojo, que rápidamente llamó su atención la chica de las flores, que le hizo girarse hacia ella con un único paso. No tardó en darse cuenta del gesto que hacía y frunció el ceño. ¿Un pokemon intérprete? pensó incluso antes de que se abriera la pokeball. Y entonces pudo ver aquel maravilloso ejemplar de Espeon.

Al ver la motivación de ser del animal no pudo evitar sonreír. Hace muchos años, cuando él solo era un niño, de haberle preguntado que quería ser de mayor habría contestado "Entrenador de Pokemons de Asistencia", una división encargada de entrenar pokemons como aquel, para ayudar a las personas. Él se cruzó de brazos y negó con la cabeza, dibujando una diminuta sonrisa que duró allí un par de segundos, antes de volver la vista hacia los demás, apartándola de la chica.

Hacía mucho que alguien que no era Kat le llamaba Doctor Sonnenzorn. Y esta última solo lo hacía cuando se enfadaba con él. Pero viniendo de Rowan, se lo tomó como un halago y un detalle por y para la comunidad. No había mucha gente que se informara de las personas que destacaban, lo que era un punto a favor de él. Tampoco se le escapó la forma que vigilaba a Luca, seguramente por su apellido, dada la fama del Juez de Lavanda. El chico cuyo nombre no sabía le ofreció un cuaderno a Flora, un bonito detalle, no cabía duda. Le habría gustado felicitarle por el gesto, pero le pareció de mal gusto, invasivo y descortés leer la mente de otra persona solo por no preguntarle el nombre. Ya se lo diría más tarde, o lo acabaría preguntando. Estaba centrado en darle vueltas a esto que no vió el movimiento de Sombra. Tampoco lo hizo Rauru, que se suponía que solía estar atento a todo lo que ocurría a su alrededor.

Quizás porque no le afectaba ni a él ni a James, o quizás porque estaba centrado en el Espeon de Flora.

Así que no pudo evitar sobresaltarse al ver como el Houndoom se abalanzaba sobre Sombra, dando un par de pasos en lateral observando la situación. No fue un pensamiento de reproche lo primero que le vino a la cabeza, sino más bien la pregunta del porqué había ocurrido aquello. Debía estudiar las motivaciones de las personas, y de los pokemon. Al ver la forma de huir de Sombra, y como había reaccionado Houndoom, era de suponer que el primer había hecho algo, y el segundo había reaccionado de forma contundente a defender a su entrenador. Eran aquellas cosas las que hacían de CEREN algo necesario. Los reflejos de Luca evitaron que aquello pasara a mayores, y la falta de cuidado del entrenador o entrenadora del Sneasel había propiciado aquello.  Le habría gustado sentarse un rato y saber porque había obrado así el Sneasel, pero el profesor irrumpió en la escena antes de que pudiera decir esta pokeball es mía.

- Buenos días Profesor Oak. Es un placer conocerle. - se presentó antes de nada, educado y cortés. Las instrucciones que había dado el profesor eran claras, sencillas y concisas. No había preguntas, así que negó con la cabeza a la par que lo hacía Rauru, el abra que le acompañaba. Dejó a los demás entrar primero, y luego entró él. Había sido de los últimos en llegar, así que era justo que ellos entraran en primer lugar. Nada más entrar, su vista se centró en la sobrina del profesor. Se la quedó mirando un par de segundos, algo en ella le resultaba tremendamente familiar, pero aun así no dijo nada. Siguió a los demás hasta la salita. Quizás, cuando tuviera que pasar dentro con el profesor le preguntaría si se conocían de algo.

- Encantado Lilla. Me llamo James. - se presentó, y Rauru hizo lo propio, posando las patas en el suelo y haciendo un cabeceo en señal de respeto antes de volver a alzar el vuelo, levitando y marchando hacia la salita, donde tomó asiento como uno más. Tomó un vaso de té para él, y otro para Rauru. Llamaba la atención que James lo tratara casi como a una persona más, y que este se comportara de una manera tan impecable. Ahora, sentado allí reparó en el apellido que había mencionado Luca sobre la chica, Aqua. Se habían hecho películas suficientes sobre aquel apellido como para no reconocerlo. Pero como era en el caso de Luca, no juzgó a la chica por su apellido. Prefería conocerla y valorarla para después emitir un juicio de opinión sobre ella. Dio un sorbo más al té antes de ver como Aqua se alejaba y Flora mostraba una pregunta en su cuaderno.