Partida Rol por web

Al salir fuera, como ya esperabas, no había casi nadie. Lilla estaba con Ian charlando amigablemente en la mensa con la bebida mientras os esperaban. Parecían estar teniendo una conversación bastante amena, tanto que tardaron en darse cuenta de que estabas ahí. 

—Ah, hola, Emily. ¿Cómo fue la elección? —saludó de Lilla sonriente—. Os estabamos esperando para ir al jardín. De todas formas, haremos ahí la inducción. ¿Te parece bien si esperamos a Ryan aquí y vamos juntos? Por cierto, ¿qué escogiste? —preguntó con curiosidad, aunque suponías que ella ya sabía qué opciones te habían dado. 

Una vez salí iba junto con Ike aún con el collar que andaba un poco molesto por aún no haberselo quitado. - Prometo quitartelo en cuanto acabemos todo, además tengo un regalo para ti como inicio de nuestra aventura... solo espero que te guste. - Entonces miré a los que quedaban allí. Realmente esperaba salir y no encontrarme a nadie, pero me alegró ver a Ian y Lilla - Hola chicos. - saludé

Las preguntas empezaron viniendo de Lilla y mientras me acercaba a ellos fui respondiendo - Pues bien... ha sido un poco dificil ya que había algunos que quería llevarme conmigo. Sin embargo al final me decidí por este - abrí mi mochila para buscar la pokeball y liberar a Popplio - Solo había oido algunas pocas cosas de este pokemon, pero al verlo supe que quería tenerlo de compañero. Esta es Siren. - Me agaché entonces para mirarla y acercar mi mano para acariciarla - A partir de ahora somos compañeras Siren

Solo faltaba una pregunta a la que responder - Tranquila, pensaba esperarle si no salía antes... sinceramente esperaba que todos estuvierais fuera, así que gracias por esperarnos, a los dos. - tras ello miré a uno y luego a otro - Bueno ¿De que estabais hablando? - Pregunté para integrarme en la conversación

Se le escapó una sonrisa traviesa a Aqua que tras saltar de la banqueta pasó por al lado de Luca que volvía a su estado formal y le susurró con una sonrisa que parecía devolverle su "yo se cosas" de antes - parece que alguien más busca guardar apariencias, jeje.

Aqua saltó de la banqueta en la que estaba con una ligera sonrisa traviesa que duró apenas unos segundos.

Se agachó al lado del Chimchar y le acarició la cabeza - buen trabajo Piro - a su Sneasel le miró de reojo mientras estaba con el Chimchar antes de mirarle directamente - Vamos Sombra no la entretengas mucho si queremos acabar de escuchar la parrafada que viene... Por ¿enésima vez? Espero...

El discursivo que venía era lo último que querría escuchar, pero sin ello no había licencia... No tenía mucho más remedio que aguantarse.

Asenti a las palabras de Lilla conforme con lo que dijo -Si, no te preocupes. Yo les presentaré y guiare hasta el jardín- le dije a la chica morena para que se quedase tranquila -Y de acuerdo Ian, ya nos vemos otra vez luego- me despedí también de el. Luego mire a los que vendrían conmigo, incluido mi equipo -Pues bien. Pokemon y compañeros, seguidme- les indique mientras ya iniciaba la marcha con mi Rockruff y mi Porygon a los lados y cargando mi huevo entre los brazos.

El camino hasta el jardín fue tranquilo... pero cuando noté que también nos seguía Rowan se me escapó un suspiro -Ains... ¿de que sirve salir a tomar el aire si la razón por la que lo hacemos nos sigue?- pensé -Rowan ni se te ocurra decir algo como lo que dijiste en la sala. Que seguro que lo primero que haces es acercarte a Corleone o Giovanni para una de tus charlas, y paso que haya mal rollo delante de Sunny y Green- le dije sin molestarme en girarme para hablarle con una seriedad y sinceridad absoluta. No tengo ganas de una situación como la de antes, así que al juecesito lo mantenemos lejos de los mafiosos.

Cuando llegamos al jardín, mis ojos se centraron en el pedazo pokemon al que estaban peinando y dando de comer... si no lo conocía era de Alola; pero sin duda vaya mala bestia era. Como tenía las manos llenas, saludé con la cabeza a Green -Hola Green. Si, ya hace tiempo. Estoy bien gracias- le respondí al chico. Luego Sunny me dio un abrazo que de no tener la incubadora le devolvería -Hola Sunny. Pues mira, Lilla me dio este huevo, y a mi elección la tengo aquí al lado. Saluda Garou- le respondí mientras le dije a Rockruff que se acercara a ella s darle cariñitos a Sunny. Vi como Flora se ofrecia a ayudar, lo que me hizo algo de gracia por algun motivo. Y también vi a Aqua... aunque de ella pasaba asi que nada. Pero bueno, ahora debía presentar a la gente -Bueno, os presento. Sunny, Green, estos son Skye, Flora, James y Rowan... todos simpáticos y buena gente menos el último, os lo aviso- les presenté a ellos. Luego de hacer las presentaciones, deje el huevo en el suelo y saque una de mis herramientas favoritas: la pokedex de mi padre. Quería ver que pokemon era Musy... y de paso saber más de Garou.

¿El cursillo en el jardín? Sea. Los protocolos están para cumplirlos.

Cuando Deino siente que voy a levantarme, baja de mi regazo de un salto y aguarda hasta que me pongo de pie y echo a andar para seguirme. Saludo a los que se quedan atrás con un gesto de la cabeza, independientemente de las palabras de Ian tras lo ocurrido anteriormente.

Camino hacia el jardín siguiendo al resto y decido ignorar el comentario de Alex. Las palabras son gratuitas y no ha cometido ningún delito al expresar su opinión, por mucha punta que quiera sacarle. Además, ya he dicho lo que tenía que decir al chico Corleone y no tengo más que añadir.

Llego al jardín y miro al enorme pokémon al que están cepillando. Lo contemplo unos instantes con una ligera expresión de curiosidad al ser la primera vez que veo ese pokémon. Miro entonces a Sunny y Green cuando se presentan y les devuelvo el saludo asintiendo con la cabeza. Acto seguido, decido apartarme del resto para pasear con Deino por el jardín a la espera del cursillo.

Ahora que había decidido donde quería sentarse, el plan de salir al Jardín había vuelto a tener forma. Era una pena, porque ya había tenido en cuenta la mejor posición, orientación, lugar y forma donde quería descansar. Tendría que retomar tal azaña cuando salieran al jardín. Por otro lado, tenía ganas de conocer a los nietos de Oak, sobretodo por el entusiasmo que destilaba Alex. - Ahora nos vemos. - despidió así a Lilla e Ian, antes de levantar la mano y después girar sobre sus propios pasos para seguir a Alex.

Le llamó la atención que Rowan les siguiera, teniendo en cuenta el supuesto encontronazo que habían tenido, pero no había presenciado. Le gustaría hablar con ambas partes, quizás aun estuviera a tiempo de arreglar las cosas. Al salir fuera, lo primero que le llamó la atención fue el enorme pokemon, que le hizo pararse y alzar la mirada para medir la verdadera altura total del pokemon. Nunca había visto algo tan grande, y mucho menos sin ningún tipo de control o limitación. Le impresionó tanto como le llamó la atención. Eclipsado por el pokemon, tardó en ver que Alex estaba acabando de saludar a sus conocidos, y desvió la mirada hacia ellos. - Encantado de conoceros. - saludó con un gesto de cabeza. - Como ha dicho Alex, soy James. - miró a Flora acercarse al enorme pokemon, preguntando si podía ayudar. Bajo la mirada, y vio la pata vendada del animal. Él era Doctor... pero no ese tipo de Doctor. Además, vió a Luca a quien aún tenía que agradecer la invitación.

Se acercó al chico, mientras veía como Rowan se alejaba en solitario. Estaba claro que entre Alex y Rowan ocurría algo, pero aun no se había definido el qué. No al menos, del todo. - Luca, me han dicho que me has invitado al Persian. Será un placer acompañaros, muchas gracias. -

Cojo el cinturon mientras asiento y me lo coloco en la cintura con las pokeball mientras guardo las pokeball y las pociones en la pequeña bandolera que llevo, cuando pase por casa tengo que recordar coger la mochila, con las prisas me la había dejado en mi cuarto.

-Gracias profesor, tranqui mis padres ya me han sermoneado bastante al respecto.- le digo imitando su sonrisa, todos los nervios que arrastraba desde Ciudad Celeste ya eran cosa del pasado, el profesor era mucho más cercano de lo que esperaba la verdad.

Cuando me pregunta si quería algo más estuve a punto de preguntarle por mi padre, llevaba bastante sin saber de él y sabía que el profesor lo conocía, pero no llego a decir nada, sea lo que sea en lo que estuviese metido era cosa suya, a mi me bastaba con mi música.

-Nada más profesor, voy al jardín a reunirme con el resto.- mientras me dirijo a la puerta libero a mi nuevo compañero para verlo bien. El animado Totodile salta de alegría nada más tocar el suelo.- ¿Qué tal amigo? Yo soy Ryan y este de mi hombro es Crim, ¿te apetece venir con nosotros de viaje?- con un nuevo salto Totodile sale corriendo hacía el jardin sin siquiera esperarme.

-Ups...- digo para mi mientras corro detras del pokemon, ¡antes de que rompiese algo!

Lilla sonrió satisfecha al ver al Popplio "caminando" a tu lado, aunque no era el más elegante ni rápido fuera del agua. 

—Hola, Siren. Qué nombre más bonito te han puesto, ¿verdad? —dijo sonriente al pokemon. 

Siren se acercó juguetona y demandó la atención de Lilla hasta que ésta la acarició. Por lo que sabías, seguramente Lilla era quien la había traído. 

—Anda, nunca había visto uno de esos. ¿Qué pokemon es? —preguntó Ian con curiosidad. 

Lilla levantó la cabeza de dar mimos a Siren y se lo explicó. Ese tipo de pokemon no era común. Así que habías tenido mucha suerte. 

Entonces, cuando preguntaste que de qué estaban hablando, notaste dos cosas inminentes. 

La primera es que Ian se puso tieso como un palo y trató de disimularlo como pudo (echandose más refresco). Lo segundo es que Lilla no se estaba enterando del comportamiento de este otro y te contestó con total normalidad. 

—Estábamos hablando de monturas. En Alola usamos las pokemonturas, no tenemos MOs. Ian me estaba contando que, como rescatista, me encantaría saber más. Le he dicho que, cuando acabe el viaje puede venir a verlo por sí mismo. En Santuario tenemos sitio de sobra. 

¿Entonces eso era que a Ian le gustaba Lilla? ¿Se había quedado a hacerle compañía por eso o realmente quería hablar con ella de las monturas? Y si a Ian le gustaba Lilla, ¿Lilla se estaba dando cuenta de algo? Suponías que no, que ni un poquito. 

Como salvados por la campana, en ese momento se abrió la puerta del despacho de Oak. 

Al abrirse la puerta, un Totodile sale corriendo del laboratorio del profesor y Ryan justo detrás. Parecía que le estaba costando seguir el ritmo a su enérgico pokemon. Fuera, esperándole, estaban Lilla e Ian sentados en la mesa y Emily que acababa de salir y estaba presumiendo de pokemon nuevo.

Era un Popplio, pokemon sólo te sonaba de oídas. 

Mientras tanto, desde el despacho, se escuchó la risa del profesor asomándose, como siempre, apoyado en su bastón. 

—Enseguida estoy con vosotros fuera. Oh, Emily, me alegra verte. Relleno el papeleo y estoy con vosotros —dijo mientras os guiñaba un ojo cómplice antes de cerrar la puerta. 

Entonces, Lilla se puso de pie y contenta lideró la marcha. Derechos al jardín. 

Antes de salir, Lilla se quitó la bata de laboratorio. En ese momento notásteis tres cosas. 

La primera, que llevaba un cinturón de entrenador. Uno muy viejo, pero de buena calidad. No era moderno, pero sí que se notaba que el cuero era duradero. Segundo, llevaba pokeball enganchadas, así que ella también tenía licencia y seguramente os acompañaría. La tercera era una especie de gadget en la muñeca que no se parecía a ningún accesorio que conocierais. ¿Será algo típico de Alola? 

Cuando dijiste eso a Luca, notaste que su sonrisa se achicó incluso más. Algo más había ocurrido. Se te quitaron todas las dudas cuando Alex te puso al día. Había habido un encuentro fuerte entre Luca y Rowan. Además, permanecía ese malestar porque, tras decidir ir al jardín, Rowan también les había seguido. De todas formas, ya era hora de sufrir por enésima vez los tutoriales de entrenador. 

Sunny enseguida se agachó para jugar con Garou. Green observó divertido cómo el cachorrete trataba de atrapar las manos de Sunny. En ese momento, Sparky saltó del hombre de Sunny y se unió a los juegos, dejando un poco más libre a la chica. 

—Me encantan los pokemon pequeños... —dijo embelesada mientras los veía jugar. 

Parecía que la sangre de criadora era fuerte en ella. 

Entonces, cuando Alex sacó la pokedex y trató de escanear a Musy, se llevó una grata sorpresa cuando... ¡no salía! Con sorpresa, Alex observó a su atesorado aparato. Al parecer, Alola no estaba incluida en esa versión. ¡Cáspita!* Igual podías trabajar en ampliar el módulo de pokedex como otra tarea más. No quedaba otra que usar el módulo de pokegear para esta ocasión. 

Skye se acercó a Sunny y se puso a conversar con ella sobre los pokemon. Parecía que también la sangre de criador era poderosa en él. Flora dejó suelta a Momo, que empezó a corretear hasta que encontró el lugar perfecto para tirarse a tomar el sol, como buen pokemon planta que era. Necesitaba hacer la fotosíntesis cuando podía. Flora sonrió contenta al verlo. Después, miró su cuaderno y suspiró. Era muy cansado escribir todo el rato y además sin estar en una mesa. 

Casi con pesar, sacó de nuevo la pokeball de Lili. Os miró a todos por si había reparos y libero a su Espeon intérprete. 

Después, con un par de gestos, se disculpó de nuevo y empezó a hablar. 

"Lo siento, a veces es muy difícil tener conversaciones sólo con un cuaderno". 

Entonces, aquello captó la atención de Green. 

—¡Vaya! ¡Un espeon intérprete! Es increíble, Flora. Nunca había visto uno. Por mi parte, ningún problema. 

Flora sonrió un poco más aliviada, y volvió a trazar sus gestos con las manos, y señaló a Musy: 

"¿Puedo acariciarlo?" escuchásteis todos. 

—¿Acariciar a Musy? Sin problemas —contestó Green—. Es grande como una casa pero le encantan los mimos. Lástima que por ahora no se le puede montar. Se está recuperando de una herida muy fea. Fue una suerte que Lilla lo rescatara. 

Entonces, James se dirigió a Luca. Éste, un poco más relajado, le contestó quitandole importancia al asunto: 

—Nada, sin problemas. Espero que disfrutéis de la velada. Os esperaré en la puerta a las 8, para que podáis pensaroslo sin problemas. Me alegra poder contar contigo. 

Entonces, Flora, dejó de acariciar momentáneamente a Musy y también le dio las gracias con señas, siendo traducida por Lili. Parecía estar muy contenta de estar rodeada de tanta gente. 

Rowan, con deino a su alrededor, se limitó a pasear por el lugar. Era un jardín muy animado y lleno de pokemon. 

La puerta del jardín se abrió de nuevo y salió Lilla, ya sin bata, luciendo un cinturón de entrenador de cuero y bastante usado. Parecía más un recuerdo con valor sentimental que algo que realmente una criadora pudiera necesitar. Llevaba dos pokeballs colgadas y además, un extraño chisme en la muñeca. ¿Sería alguna cosa de Alola? 

Detrás, venían Ian, Emily y Ryan. Ian soltó a su Mudkip nada más llegar. Emily traía a un Popplio y Ryan a un Totodile que... bueno, el Totodile se sabía el camino y no estaba haciendo excesivo caso a su entrenador. Tenía demasiada energía. 

Era curioso ver a los tres con su pokemon de agua. 

—¡Hola, chicos! Ya estamos todos. Enseguida vienen los profesores. Sunny, Green, os presento a Ian y a Ryan. Creo que a Emily ya la conocéis. 

Lilla parecía estar a punto de explotar como una palomita de la emoción. 

Ian no sólo está tieso como un palo cuando sale sino que además parece estar un poco colorado.

Luca está actuando cool, pero ves la sombra de la frustración surcando cerca. Le ha afectado más de lo que va admitir nunca.

Flora sigue con su propia batalla entre ella y el uso de Lili. Quizá por eso el espeon a veces parece reticente.

Nada más salió Ryan, seguimos a Lilla con tranquilidad pero mientras continué hablando - Vaya, tu Totodile tiene mucha energía. Seguro que no te aburriras cuidandolo - Reí por lo bajo antes.

No tardamos mucho en llegar cuando Lilla presentó a Ian y Ryan a Green y Sunny - Cuanto tiempo sin veros chicos. Me alegra volver a saber de vosotros. - Saludé a los ya mencionados cuando Lilla terminó las breves presentaciones. - Oh, cierto, esta es mi nueva compañera de aventuras, Siren - Dije señalando a la pequeña Popplio para presentarla a todos. - Ya queda menos para recibir la licencia. Que ganas ya

Os dio tiempo a hablar poco. Cuando la puerta de la casa se abrió de nuevo, los dos profesores salieron uno detrás de otro. el profesor Oak abría la marcha apoyado en su bastón. Ahora que se veía a la luz, veíais que era madera de... ¡la ironía! Era de roble. Tenía un bonito símbolo de bellota grabado, muy característico. Parecía hecho de forma artesanal, quizá era un regalo.

Cerca, la profesora Auris cargaba con una carpeta. No había que ser un genio para saber qué había ahí dentro. Era, de hecho, la única razón por la que os habían reunido a todos ahí. 

—Bueno, bienvenidos a todos a una sesión más del cursillo introductorio patrocinado por CEREN. Como ya sabéis, yo soy el profesor William Oak, y ella es la profesora Melissa Auris —dijo el profesor de forma enérgica mientras se plantaba delante de todos vosotros—, que además es mi mujer —clarificó sonriendo. 

No llegasteis a captar si era una puya contra CEREN o realmente era parte del discurso. 

—La primera parte sobre el cuidado pokemon ya os la hemos dado dentro. Ahora, vamos a ir con la parte más práctica, captura y combate pokemon. 

Así, tuvisteis que sufrir, como si de un viaje de avión se tratara, la charla básica sobre uso de pokeball, cebos, dónde se podía capturar, dónde no, cómo se sabía si estaba permitido, si la especie estaba protegida (que las había) y qué tipo de pokeball era recomendable en cada caso. Era como estar escuchando a las azafatas de a bordo. Sólo les faltó señalaros las salidas del jardín en caso de emergencia. 

Porque en el jardín la mayoría estabais de pie, sino estaríais adormilados completamente. Por suerte, después de aquello, tocaba combate. Aunque ninguno tenía problemas con ello, también os dieron un repaso de movimientos prohibidos, movimientos peligrosos, MOs, MTs y precauciones sobre movimientos. Os dieron el ya conocido discurso de "bajo ninguno concepto o circunstancia se permite el abuso de fuerza, el uso de movimientos contra humanos ni los combates sin árbitro". 

Y al fin, por fin, pasaron a una demostración a tiempo real. 

Os miraron a la espera de si alguno parecía más interesado. 

—Bueno, ¿alguien quiere ofrecerse? Si no, estoy segura de que Green y Lilla pueden hacer un estupendo combate —dijo la profesora Auris mirando a su hijo y sobrina. 

Lilla tenía los ojitos brillantes de emoción. Green parecía que estaba mucho más acostumbrado a los combates y ni siquiera había estado presente en el cursillo, había seguido haciendo tareas y guardado a Musy para que descansara. Sin embargo, por si acaso, cuando escuchó lo del combate fue a por su cinturón pokemon. Había seis pokeballs.